Ya sé que Mette Marit es vaga, no se arregla lo suficiente salvo contadas excepciones, y no parece estar muy preparada para el lugar que ocupa y más aún el que ocupará pero es una persona tan sencilla, tan agradable, tan cercana con la gente y a la que no se le han subido los pájaros a la cabeza para nada que sigue contando con mi amable consideración. Sigo dándole mi apoyo y tengo esperanza de que en el futuro tomará el toro por las astas y cerrará nuestras bocotas!
