Ha fallecido Manuel Marín

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Fallece el expresidente del Congreso Manuel Marín
El exdirigente socialista ha muerto a los 68 años de edad.

eldiario.es Política
04/12/2017 - 19:56
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El expresidente del Congreso Manuel Marín. EFE

El expresidente del Congreso Manuel Marín ha fallecido este lunes, según han confirmado fuentes socialistas. Marín, nacido en Ciudad Real en 1949, ha muerto tras una larga enfermedad.

Marín fue presidente del Congreso durante el primer mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Además, tuvo un destacado papel en las instituciones europeas: fue vicepresidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1999. Ocupó cargos también en varias comisaría europeas.

El exdirigente socialista, que presidía la Fundación Iberdrola desde 2008, tuvo un relevante papel con la llegada de Felipe González al Gobierno en 1982. Marín fue Secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas y protagonizó las negociaciones de la entrada de España en la UE.

Día triste para toda la familia socialista. Nos ha dejado Manuel Marin. Nuestro cariño y afecto pasa toda su familia.

— PSOE (@PSOE) 4 de diciembre de 2017
 
Lo he sentido, un hombre con las ideas muy claras. Ya dije en otro hilo que aunque no compartiera su opinón en todas la ocasiones, siempre escuché con atención lo que decía.
 
!No solo fue presidente del congreso! fue el politico que supo poner a un nivel europeo la política española un hombre honrado que por eso mismo su partido P$$E margino.
 
POLÍTICA

El Rey en la capilla ardiente de Manuel Marín.
¿Por qué Cospedal no fue a la capilla ardiente de Manolo Marín?
La presidenta del PP manchego se limitó a lamentar vía twitter el fallecimiento de “un gran europeísta”
L. RODRÍGUEZ

# María Dolores de Cospedal |PSOE |Manuel Marín |PP |congreso |Castilla-La Mancha |

Lun, 11 Dic 2017

Si el Rey Felipe VI acude a la capilla ardiente de Manuel Marín (Manolo para los manchegos), padre de “Los Erasmus” y artífice de la entrada de España en la Unión Europea, fallecido el pasado día 4 de diciembre tras una larga enfermedad; si además a esa triste cita también va el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; y al mismo lugar acuden empresarios, destacados miembros de la sociedad civil y otros ministros, dígase el de Cultura o el de Justicia (este último con más razón por ser diputado del PP por Cuenca), además de una larga e inmensa lista de políticos y demócratas que quisieron rendir un último homenaje al que también fue diputado por Ciudad Real en las elecciones constituyentes de 1977, y en las legislaturas de 1979, 1982, 2000 y 2004, es por algo, y no, precisamente, por algo baladí.

Todos (o casi todos), menos ella

A toda esta interminable lista de asistentes a la primera capilla ardiente de un presidente del Congreso que se instalaba en el Salón de los Pasos Perdidos, dada la importancia política, humana e intelectual del finado, hay que restar un nombre de vital importancia, María Dolores de Cospedal, cuya ausencia es difícil de justificar ya que Manuel Marín era político de fuertes raíces castellano-manchegas, avaladas, ya no sólo por su nacimiento en Ciudad Real (1949), sino por su compromiso firme e inquebrantable con Castilla-La Mancha, comunidad por la que fue diputado desde el principio, hasta el final, salvo su amplia y dilatada presencia en Bruselas, desde donde siempre tuvo un trato especial con la tierra que le vio nacer.

La importancia de la ausencia

Decimos todo esto porque María Dolores de Cospedal, además de ser ministra de Defensa y secretaria general del PP, es, sobre todo para los castellano-manchegos, expresidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (2011-2015), presidenta regional del Partido Popular y, por si esto no fuera poco, diputada nacional del PP por Toledo, además de presumir diariamente de albaceteña de pro (nació y se formó en Madrid). Y algo de cierto hay en todo esto porque en su juventud llegó a ser Miss Feria Albacete, justo en la época en la que su padre, Ricardo Cospedal, estaba destinado en la mayor ciudad de la tierra de Don Quijote.

¿Cómo es posible, entonces, que la “castellano-manchega” no asistiera la capilla ardiente de uno de los castellano-manchegos más destacados del último siglo? ¿Hay explicación? ¿Se puede justificar su ausencia?

Agenda limpia y sin compromisos



No. No hay motivos para justificar la clamorosa ausencia de Cospedal en la capilla ardiente de Marín, cuya familia, según personas próximas a la viuda y a sus hijas consultadas por ElPlural, se sintió dolida al comprobar que la máxima representante del PP castellano-manchego no acudiera a dar el último adiós al político ciudadrealeño, cuando la totalidad de los altos estamentos del Estado no eludieron su obligada presencia.


Y es que no se puede justificar porque, al menos en la agenda política de Cospedal de los días anteriores y posteriores al fallecimiento del que fue también expresidente del Congreso de los Diputados (2004-2008), la ministra no tenía nada más importante que dar el pésame en persona a la familia de Manuel Marín.

Cenas, comidas y baño de masas

Y no se puede explicar porque el mismo día que el féretro con los restos mortales de Manuel Marín llegaban al Congreso de los Diputados, María Dolores de Cospedal desayunaba con un grupo de empresarios de la industria de defensa no muy lejos de la Carrera de San Jerónimo.

Si a esto le añadimos que durante el fin de semana (1, 2 y 3 de diciembre) recorrió, prácticamente, las cinco provincias de la región para darse su siempre ansiado baño de masas entre los suyos, entonces, se hace más difícil todavía justificar su negativa a ir al Salón de los Pasos Perdidos.

Vía twitter y 3.000 comensales

Para Cospedal era más importante comer o cenar con sus 3.000 seguidoresrepartidos por toda la región, según datos aportados por el PP de Castilla-La Mancha, antes que rendir justo homenaje a un hombre que, entre otras cosas, posibilitó que ella hablara de Europa como si fuera su descubridora. Sin embargo, es triste comprobar cómo el odio visceral de la secretaria general del PP, cuando se trata de reconocer la labor de un socialista, la lleva a militar en posiciones intransigentes impropias de su representatividad política, porque no basta con un simple tweet (“un gran europeísta”) para despachar el asunto y dar el pésame a su familia. Hasta Rodrigo Rato estuvo en la capilla ardiente. Y eso, a estas alturas, es decir mucho.

https://www.elplural.com/politica/2...al-no-fue-la-capilla-ardiente-de-manolo-marin
 
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