Guia del ocio ESPECIAL VERANO 2018

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Especial verano | Los mejores planes para estas vacaciones


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Calas, playas, parques naturales... Diez rincones idílicos para desconectar
JOSÉ TOMÁS PALACÍN

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GALERIA: https://www.gentleman.elconfidencia...07/playas-descanso-turismo-paraisos_1432521#0

07.07.2018
No es fácil encontrar un lugar en el que descansar de verdad. La multitud, el ruido, la arena o la suciedad no permiten que se disfrute de la tan ansiada tranquilidad que se busca en vacaciones. Pero no hay que acomodarse ni conformarse con lo que prometen los catálogos de viajes.

Gentleman presenta diez playas, diez rincones repartidos alrededor del mundo (dos de ellos en nuestro país) que no solo ofrecen descanso al que los visite, sino que también aseguran que, una vez que se vuelva a casa, no se olvidarán jamás.

Propuestas únicas, desde calas escondidas a playas de belleza inigualable, pensadas especialmente para el turista selectivo que rechaza la masificación de los meses tradicionales de verano.
 
  • AL SOL
14 playas salvajes en el norte
Del arenal de Barinatxe, en Bizkaia, al de Melide, en Pontevedra, olas surferas, ricos pescados y miradores espectaculares en una apetecible ruta costera por la España verde


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La playa de San Antonio, en Llanes (Asturias), es un arenal de entorno virgen al que los bañistas solo pueden acceder a pie. STEFANO VALERI ALAMY




España es el país de la Unión Europea con mayor longitud de costa: unos 8.000 kilómetros. De estos, la cuarta parte pertenece a Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. Dos, tres como máximo, son los meses en los que en esta España verde se puede disfrutar de jornadas playeras, cuando el frescor del océano modera las temperaturas propiciando la búsqueda de paraísos distantes. De Bizkaia a Pontevedra, estas 14 playas hacen gala de una naturaleza salvaje, condicionada por los ritmos de las mareas.


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Surfistas en el arenal de La Salvaje, en Bizkaia. GETTY IMAGES



1. Urbana y agreste

La Salvaje (Sopela/Getxo, Bizkaia)


Barinatxe, también llamada La Salvaje, es un vasto arenal a los pies de un acantilado que conjuga los placeres de una playa atlántica. De la parada de metro Larrabasterra parte el Sopelbus (80 céntimos por trayecto) a La Salvaje, que cuenta con un amplísimo aparcamiento en el que se suelen cambiar de ropa los surfistas. Lo silvestre se agudiza en el sector occidental, perteneciente al municipio de Getxo. Su tradición naturista es muy acusada y tan deportiva que el 15 de julio fue escenario de la XIX Carrera Nudista de Sopela. Estos arenales del Gran Bilbao se significan por su ventosidad y fuerte oleaje, lo que permite planear a gusto a los parapentistas y a los surfistas protagonizar llamativas cabalgadas.

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Playa de Valdearenas (Cantabria). JERÓNIMO ALBA ALAMY


2. La muralla de arena
Valdearenas (Piélagos, Cantabria)


El arranque de la playa de Valdearenas, centro de gravedad del parque natural de las Dunas de Liencres y Costa Quebrada, tiene un aparcamiento de 820 plazas, más propio de un estadio deportivo. Quizá por ello lo mejor sea avanzar un kilómetro y medio en paralelo a la cornisa arenácea más importante del Cantábrico, hasta que se evapore la sensación de parque urbano. El mar es de respeto: quien desee zambullirse deberá hacerlo cerca de los socorristas; incluso los surferos —esta es una de sus mecas— corren riesgos los días de mala mar. Su cadena de dunas es el resultado de la lucha, en equilibrio permanente, entre el viento y los sedimentos arrastrados por el río Pas. Una diversión infantil, pero dañina para ellas, es usarlas como un tobogán.

Conforme nos acercamos a la ría de Mogro más evidente es la práctica del nudismo y el castigo padecido por las dunas a causa de las galernas. La madera que arroja el Cantábrico no se recoge adrede para favorecer el hábitat de la lecherina marina (Chamaesyce peplis), planta de coloraciones verdirrojas. Y siempre cabe contemplar los memorables atardeceres con vistas a la isla de la Conejera.

3. En clave fluvial
Sable (Val de San Vicente, Cantabria)


Las desembocaduras de los ríos Nansa y Deva dotan al occidente cántabro de playas semifluviales. Para acceder a la del Sable, en la ría de Tina Menor, hay que tomar primero la salida 269 hacia Los Tánagos y luego la de San Vicente. A 500 metros de la rotonda, frente a los talleres Meroni, se encuentra el inicio de la pista (sin señalizar). Espera un pinar con campas usadas para secar oca (algas) y delante un arenal blanco y de grano fino, de 350 metros de longitud, que se recrea en el estuario del río Nansa, por lo que la mayor o menor presencia de agua dulce o salada dependerá del empuje mareal. Con la bajamar, pisando una mezcla de lodo y arena, a uno le entran ganas de caminar un kilómetro para fotografiar la costa. Aunque quizá es más aconsejable visitar el Sable en pleamar, cuando resulta menos fangosa. Antes, uno puede avituallarse en el restaurante Royal III(Casa Azul) con empanada de atún con pisto, bocadillos Benito (uno de los propietarios del local, que diseñó este bocado de pan rústico con bonito, queso de cabra, pimiento y cebolla caramelizada) o palmeras gigantes.

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Playa de San Antonio, en Llanes (Asturias). GONZALO AZUMENDI


4. Los paraísos existen
San Antonio (Llanes, Asturias)


Si ya de por sí la costa de Llanes es privilegiada, qué decir de esta cala de entorno virgen a la que solo se puede bajar a pie, mejor en marea baja. Al estar protegida de los oleajes, es una de las calas llaniscas que mejor ha conservado los aportes de arena. Para acceder, aparcamos en Cuevas del Mar y tomamos el camino de arena que asciende 700 metros para girar luego a la izquierda, a la altura de una granja. El mar cubre enseguida y es habitual el paso de buceadores y de esporádicos bañistas sin nada que ocultar. La bajamar permite acercarse a la caleta secreta acostada en el cabo del Mar. Un buen plan pasa por esperar el ocaso junto a la ermita de San Antonio, posada sobre la punta. Para pernoctar, el hotel La Casona de Nueva está a unos 10 minutos en coche.

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Arenal de Morís, en Caravia (Asturias). GETTY IMAGES


5. Cachopo con vistas

Arenal de Morís (Caravia, Asturias)


Lo que prevalece en este arenal es su aire rústico junto a un oleaje moderado. El primer tramo de la playa es menos salvaje, y en el bar Las Gaviotas triunfa el cachopo de cecina, queso de cabra y cebolla caramelizada (no aceptan reservas). Se reconocen cada vez más los encantos de la abrupta zona oriental, con la arena tostada encajada en declives montañosos que verdean, dando una idea instantánea del puerto de Lastres y el pico Pienzu. Pese a su disposición abierta al mar, Morís en modo alguna es traicionera, y es el enclave de la Caravia Surf School. El hotel La Raposera pertenece al sello Casonas Asturianas.



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6. Experiencia Crusoe
Sabugo (Valdés, Asturias)


Este es otro excelso ejemplo de los primeros 500 metros de costa asturiana en donde rige la prohibición de construir. A lo que se añade su catalogación como paisaje protegido de la Costa Occidental. Lo suyo es dejar el coche en el área recreativa de Sabugo y seguir a pie medio kilómetro, sobrepasando la vía del tren, para continuar después todo derecho otros 300 metros hasta dar con los acantilados de Las Crucianas. Se aconseja ir siempre con reflujo marino puesto que las piedras lindan con la huella de la pleamar; y que nadie se sorprenda de que enseguida se impongan las sombras. La punta de Los Aguiones nos separa de la playa de Otur, de fácil acceso y campin recomendable.

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Playa de Las Islas, en Ribadeo (Lugo). FERNANDO COMET GETTY


7. Alternativa a Las Catedrales

Las Islas (Ribadeo, Lugo)


La popularidad de la playa de Las Catedrales ha opacado este portento playero que tiene más de visita paisajística que de enclave para bañarse. Las Catedrales y Las Islas están además unidas por la Ruta de las Playas, que se cubre a pie. La playa de Las Islas es otro bello ejemplo de la erosión marina en el acantilado, formando en este caso los cinco monumentales farallones de As Portelas, alguno de los cuales se puede tocar en bajamar por un agraciado istmo de arena lisa y compacta. Dejamos el coche en el aparcamiento de la playa de Os Castrosy el paseo marítimo de 700 metros lleva a Las Islas; ambas comparten bandera azul.


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Playa de Esteiro de Xove (Lugo).

8. Ambiente deportivo
Esteiro de Xove (Lugo)


En Galicia hay varias playas de nombre Esteiro, pero con el apellido Xove solo existe este arenal bien preservado al que se llega en coche pasando por la playa de Area (Viveiro). No es fácil dar con un dorado arenal con este perímetro de praderío en la Mariña lucense occidental. Esteiro, donde desemboca un arroyo, siempre fue lugar para disfrute de surfistas en atención a las olas generadas por los vientos de componente este o sureste, típicos del verano. El córner y El banco del amor, en el Esteiro Surf Café, son los rincones más deseados para ver el atardecer.


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El banco más bonito del mundo, ante los acantilados de Loiba (A Coruña). LUIS DAFOS ALAMY


9. Cerca del banco maravilloso
Picón (Ortigueira, A Coruña)


Todo era paz y sosiego en los acantilados vírgenes de Loiba hasta que el llamado banco más bonito del mundo empezó a atraer a miles de visitantes. Unos 800 metros lo separan de la playa de Picón, un tramo que se recomienda cubrir a pie. Un mirador señala la escalinata de bajada a la playa, muy bien dotada de arena blanca. Purísima, rectilínea, en estado virgen y apta para el baño, Picón se recomienda para deleitarse con la vista y el paseo de 470 metros al amor de las olas. Cubre al poco de entrar, lo que implica extremar las precauciones ya que además no hay socorrista. Tan bravía resulta que los temporales de este año arramblaron con las duchas. Rafael Prieto, cuidador del icónico banco, apunta un dicho popular: si se acumulan algas en la zona de playa situada bajo el viejo molino, al día siguiente lloverá. De lo que no cabe duda es de los ricos arroces del restaurante O Galeón (+34 981 41 41 91).


10. Olas muy bravas
Campelo (Valdoviño, A Coruña)

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El Atlántico rompe inmisericorde en este playazo fiero. “Cabreado como el mar de Campelo”, suele escucharse en la comarca. Una carretera rural nos deja en el ruinoso chiringuito a partir del cual arranca una escalinata pétrea con barandillas en paralelo al arroyo canalizado.

Conviene ir en bajamar, no sea que tengamos que tender la toalla sobre bolos rocosos o encima de los restos de derrumbes causados por los temporales. Hace mucho tiempo que los surferos descubrieron su potente ola izquierda así como los picos de la corriente que lleva al Medote, farallón con el que se adorna esta flamante playa de crepúsculos arrebatadores. En el restaurante Os Percebes (+34 981 48 62 30), en Meirás, los percebes y el rape con guisantes convencen a la gran mayoría. Se aconseja reservar.

SIGUE: https://elviajero.elpais.com/elviajero/2018/07/19/actualidad/1531996389_309686.html











 
Más allá de Rascafría: piscinas naturales donde refrescarse en verano en Madrid
T. FARIÑAS

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GALERIA :https://www.elconfidencial.com/mult...as-naturales-rios-verano-madrid2018_1590143#0



01/08/2018
Durante el verano, los afortunados que tienen el mar cerca aprovechan para ir a remojarse en el agua todo lo que pueden. Sin embargo, para los que viven en el centro de Madrid, desde donde llegar a la playa más próxima supone desplazarse unos 360 kilómetros (hasta Valencia), tener cerca algún charco fresquito donde nadar unos largos es muy importante. Además de las piscinas municipales y de la comunidad, Madrid como provincia tiene multitud de piscinas naturales y pozas de agua dulce donde ir a pasar el día en familia, después de una ruta por la montaña o un paseo con el perro, y descansar a la orilla del agua.

Por eso, y dado que este mismo miércoles toda la Península entra en su primera ola de calor del verano, conocer algunos puntos donde escapar del bochorno del asfalto y descansar de la vida urbanita de Madrid alejados del ruido nunca está de más. En El Confidencial, hemos elaborado esta lista con algunas de las pozas y piscinas naturales que se encuentran en los alrededores de la capital, donde ir a pasar un día de altas temperaturas para refrescarse; eso sí, siempre bebiendo mucha agua y buscando la sombra en las horas de máxima radiación ultravioleta.
 
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