Grietas en el Gobierno de coalición PSOE-PODEMOS; estalla el pacto de no agresión un mes después de acordado

Cada palo aguante su vela.

Celaá es ministra de EDUCACIÓN.

Castells es ministro de UNIVERSIDADES.

Han desplegado EL PXXE muchos ministerios para tapar a los socios de PODEMOS, así que cada uno aguante su vela y su responsabilidad.

Celaá es la responsable a nivel nacional de EDUCACIÓN. Es a ella a quien le corresponde hacer frente al tema de la pandemia.

Castells no va definir las medidas acordes para que los niños de infantil, primaria, etc vayan a clase. Él tiene otras competencias.

No mezclemos interesadamente.

Eso por un lado, pero por otro tanto las competencias de sanidad y educación entre otras están derivadas a las CCAA.

¿Cuanta matraca dieron durante el estado de alarma para que les devolvieran sus competencias?

Ahí están ahora, en manos de las CCAA pero vemos que no saben como gestionar esa situación tan complicada.

Mucho criticaron a Fernando Simón, pues la crítica debe ir acompañada de medidas constructivas. Claro, que el tema se les ha ido de las manos y ¡Ay madre!

Ahora la responsabilidad de los muertos y residencias de competencia de cada CA la quieren endosar al Gobierno Central.

En vez de criticar a los ministros que apechugue cada CA y que demuestre que las críticas que se le hacían durante el estado de alarma eran fundadas porque ahora las autoridades de las CCAA saben hacerlo mejor.

Menos hablar y mas hacer.

Yo puedo hablar por mi CA País Vasco y es UN AUTÉNTICO DESASTRE.
 
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Los Presupuestos abren una grieta en la coalición de Gobierno: Sánchez no se fía de ERC e Iglesias veta un pacto con Ciudadanos

  • Unidas Podemos “no va a permitir que los Presupuestos traicionen el programa de Gobierno” asumiendo las políticas de la derecha, aseguran a infoLibre fuentes de la formación morada

  • La clave del problema es ERC. Sánchez ha perdido la confianza que depositó en la formación presidida por Oriol Junqueras a comienzos de año e Iglesias insiste en recuperar "la mayoría de la investidura"

  • El presidente ultima la creación de la Unidad de Seguimiento del Fondo Europeo mientras Calviño trabaja en el nuevo cuadro macro y Montero en la revisión de la senda de estabilidad que antecede al proyecto de Presupuestos

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Fernando Varela
fvarela@infolibre.es @fervabi
Publicada el 29/08/2020 a las 06:00Actualizada el 29/08/2020 a las 12:12
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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo de coalición que abrió la puerta de la legislatura.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo de coalición que abrió la puerta de la legislatura.

Inma Mesa

Las cosas no están tan mal como sugirió el viernes Isa Serra, la portavoz de Podemos, al término de la primera reunión ordinaria de la dirección morada tras el verano. “El PSOE sabe que con nosotros no va a contar para unos Presupuestos con Ciudadanos”, declaró, tajante. No hay todavía un desencuentro entre socios de gobierno, según ha podido confirmar infoLibre en fuentes de la formación de Pablo Iglesias, pero, a diferencia de lo que ocurría hace dos meses, en Unidas Podemos ya no se toman a broma los puentes que el presidente del Ejecutivo de coalición, Pedro Sánchez, está intentando construir con el partido de Inés Arrimadas.

La clave del problema es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Sánchez ha perdido la confianza que depositó en la formación presidida por Oriol Junqueras a comienzos de año. ERC, que a diferencia de los naranjas resultó clave para la investidura que puso fin a casi un año de bloqueo institucional, no solo vive condicionada por la espada de Damocles electoral que sostiene Carles Puigdemont y que desde el pasado invierno somete la política catalana a una larga incertidumbre sino que, para sorpresa del presidente, se permitió dejar a la intemperie al Gobierno de coalición en pleno estado de alarma.



La estrategia de los republicanos, deseosos de seguir marcando las mayorías en el Congreso, tuvo un efecto inesperado: el cambio de postura de Ciudadanos. Y abrió la puerta a explorar un escenario improbable pero teóricamenrte posible: alcanzar más acuerdos con los de Inés Arrimadas.

Sánchez está “escarmentado” con Esquerra, admiten fuentes de Unidas Podemos. Eso explica que la semana que viene ni siquiera vaya a guardar las formas: ha citado a Arrimadas antes que al portavoz republicano, Gabriel Rufián, en la ronda de contactos con todas las fuerzas políticas parlamentarias en la que se propone explorar las posibilidades que tiene de sacar adelante los Presupuestos de 2021.


Esa es su prioridad absoluta. El presidente necesita sacar adelante los Presupuestos de 2021. No puede seguir gobernando con los de 2018 de Cristóbal Montoro, el que fuera ministro de Hacienda del PP, especialmente en medio de la crisis económica más profunda que vive España desde la guerra civil.

Impulsar la economía con los recursos acordados por Europa “exige unos nuevos Presupuestos, y queremos aprobarlos con el mayor apoyo parlamentario posible”, adelantó el martes tras el Consejo de Ministros. “Queremos y necesitamos unos Presupuestos de País, no unos Presupuestos de un Gobierno u otro. Los presupuestos antiguos eran ya inservibles antes de la crisis provocada por la pandemia. Ahora, tras la crisis, son peor que inútiles, son contraproducentes y nocivos”, remarcó.


En esos términos de urgencia Sánchez pretende dirigirse a los líderes de todos los partidos. “La negociación de unos nuevos presupuestos medirá la responsabilidad y también el sentido de Estado de todas las fuerzas políticas y de cuáles anteponen los intereses generales a los partidistas”, advirtió.

Esta emergencia la comparte Unidas Podemos, que necesita tanto como el PSOE sacar adelante los Presupuestos de 2021. Pero no a cualquier precio, advierten fuentes próximas a su líder, Pablo Iglesias. La parte socialista del Ejecutivo está dispuesta a hacer concesiones a Ciudadanos a cambio de sus diez votos en el Congreso, pero los morados no. No si el respaldo de los naranjas supone “traicionar” el programa de izquierdas sobre el que descansa el acuerdo de coalición.

UP está convencida de que la legislatura debe seguir teniendo protagonismo social y la acción del Gobierno debe centrarse en hacer realidad sus planes de lucha contra la desigualdad, llevar a cabo la reforma fiscal y recuperar los derechos perdidos durante el mandato de Mariano Rajoy, entre ellos los laborales. Tres capítulos clave del programa de Gobierno que están en permanente contradicción con las propuestas ultraliberales de Ciudadanos.

Los de Pablo Iglesias consideran imposible que Ciudadanos vaya a apoyar un proyecto de presupuestos progresista y están convencidos de que un acuerdo con Inés Arrimadas no sólo es incompatible con Unidas Podemos sino que ahuyentaría a otros socios necesarios.
Difícil aritmética

PSOE y UP suman apenas 155 escaños. Un hipotético respaldo de Cs ampliaría esa cifra a 165, pero aun así haría falta el apoyo, o cuando menos la abstención, de otros partidos, la mayoría de los cuales están muy alejados de los naranjas. Es el caso del PNV (seis diputados), EH Bildu (5), Compromís (1), Más País (1) o el BNG (1), a quienes los de Iglesias no ven respaldando unos Presupuestos condicionados por Ciudadanos.

En cualquier caso, Unidas Podemos “no va a permitir que los Presupuestos traicionen el programa de Gobierno” asumiendo las políticas de la derecha, insisten las fuentes consultadas por infoLibre. Y eso es lo que representa Ciudadanos, aseguran.

La garantía para tener unos Presupuestos que blinden los derechos de la mayoría social es que PP y Cs “no tengan voz ni voto”, advirtió Serra el viernes. Los morados recuerdan que Cs gobierna con el PP en comunidades y ayuntamientos, en algunos casos con la ayuda de la ultraderecha, y en esas instituciones está aplicando recortes y políticas que no hacen sino ahondar en la desigualdad.

UP no quiere poner en riesgo la cohesión del Gobierno. Por eso eligió una reunión del partido y a dos portavoces ajenos al ejecutivo —Isa Serra y Rafa Mayoral— para trasladar su mensaje: llegar a acuerdos con el PP o con Cs, con la derecha en general, “es un camino cerrado”. De momento, los morados van a esperar, expectantes.

Sánchez encara una semana muy relevante en su objetivo de conseguir los apoyos que necesita. El lunes, en un acto al que Moncloa ha querido revestir de cierta solemnidad, el presidente pedirá el aplauso de la sociedad civil en general y de la patronal en particular a su mensaje de unidad y a la necesidad de sacar adelante sus “Presupuestos de país”. Un apoyo con el que quiere presionar al líder del PP, Pablo Casado, a quien recibirá el miércoles en la Moncloa por primera vez desde que estalló la pandemia —no se ven de manera presencial desde el 18 de febrero, aunque sí mantuvieron una reunión telemática y hablaron por teléfono en alguna ocasión desde la declaración del estado de alarma—. Después seguirán los demás líderes políticos antes de convocar, el próximo viernes, a los presidentes autonómicos.


Si no hay cambios, el calendario del presidente pasa por poner en marcha, esta semana o la siguiente, la Unidad de Seguimiento del Fondo Europeo que prometió en el encuentro autonómico de La Rioja a finales de julio. Un órgano que dependerá funcionalmente del todopoderoso jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, y por el que pasarán todos los proyectos que España presente a la Comisión Europea en busca de financiación aprovechando los 140.000 millones que el Consejo Europeo puso a disposición de España.

Después será el turno de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que tiene que presentar un nuevo cuadro macro en el que se expresen las previsiones de evolución de la economía española. Fuentes de Moncloa aseguran que, inmediatamente después, en torno a mediados de septiembre, será cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presente la nueva senda de déficit y de deuda que debe aprobar el Congreso, de manera que el 1 de octubre el Gobierno pueda cumplir la ley y presentar en la Cámara Baja su proyecto de Presupuestos para el año que viene. Será, si sale adelante, el primero de la era Sánchez después de dos años en la Moncloa.

Nadie en el Gobierno espera que el PP acabe siquiera negociando los Presupuestos. Y ya no quedan muchos que sueñen con un cambio de postura de Esquerra. Sánchez necesita a Ciudadanos, pero no puede prescindir de Unidas Podemos. Así que todo depende de meter en la misma mayoría a ambas formaciones. Para presionar a sus socios de Gobierno y a los naranjas, Sánchez tiene una baza: ya puede convocar elecciones. Y si no hay Presupuestos, son muchos los analistas que creen que no tendría más remedio que llamar de nuevo a las urnas, como ya sucedió en 2019, algo que ni Arrimadas ni Iglesias pueden permitirse en estos momentos. Ambos necesitan una legislatura larga y a ser posible fructífera para reorganizar sus fuerzas, muy mermadas tras los malos resultados de las elecciones vascas y gallegas.

 
Sánchez obliga a Iglesias a levantar el veto a Cs a cambio de incluir a Podemos a los negociaciones de PGE
Montero ve "perfectamente compatibles" a Podemos y Cs. Negociará mano a mano con el secretario de estado de Podemos, Nacho Álvarez

 
La tentación de Sánchez
  • El presidente baraja un adelanto electoral para el primer semestre de 2021
  • La situación de Ayuso se ha visto reforzada en su pulso con el Gobierno central
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El enfrentamiento de Pedro Sánchez con Isabel Díaz Ayuso es el telón de fondo del posible adelanto electoral.

  1. José María Triper
12/10/2020 - 14:11 Actualizado: 08:16 - 13/10/20

De momento se considera sólo una sospecha, pero comentada por voces diferentes y con peso en la familia socialista, con palabras como "prematuro, pero no descabellado". Y dicen dichas voces que en Moncloa, desde el entorno cercano a Pedro Sánchez se estaría barajando la posibilidad de convocar elecciones anticipadas en el primer semestre del año que viene.

Aprobados los Presupuestos y una vez conseguidos los dineros de Bruselas, suponiendo que nos llegue que no es fácil ni seguro, y validado el vacío Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia podría vender electoralmente el éxito de su gestión y evitar el desgaste de imagen y de votos que le espera al Gobierno por el hundimiento de la economía, un desempleo disparado con más de seis millones de parados, el fiasco del ingreso mínimo vital y el empobrecimiento general que se avecina. Apuntan también que este podría ser el motivo por el que el Ejecutivo ha decidido aplazar por el momento, el "sablazo" fiscal con el que amenazaba.
Mientras que, desde el punto de vista político, el desgate de su socio de coalición y los embrollos judiciales de Pablo Iglesias, le permitirían acaparar el voto de los desencantados de Podemos y divorciarse de ese matrimonio de conveniencia que cada vez molesta más en las filas y votantes socialistas, repugna a Europa y crea desconfianza en los inversores y organismos internacionales.
Sánchez ni olvida ni perdona
Eso y que, como comentan las citadas voces, Sánchez "ni olvida ni perdona y todavía tiene guardado que Iglesias intentó el sorpasso al PSOE para convertirse en la fuerza mayoritaria de la izquierda", algo que sigue intentando ahora desde dentro del Gobierno.
La posibilidad se abre, dicen, y todo va a depender de cómo evolucionen las encuestas, al tiempo que, añaden, la maniobra cogería al PP con el paso cambiado, sin posibilidad de celebrar su congreso nacional y obligando a Casado a ser el cabeza de lista y con muchas papeletas para fracasar por tercera vez en el intento.

Sondeos que alimentarían también la tentación de Isabel Díaz Ayuso para anticipar las elecciones en Madrid. La sentencia del TSJ de Madrid, la rabieta dictatorial de Pedro Sánchez imponiendo un estado de alarma injusto y con datos falsos, y la misma evolución de la pandemia a la baja en hospitalizaciones y contagios, han fortalecido a la presidenta madrileña ante la ciudadanía y en su propia casa.
Con los datos del Electopanel de este fin de semana, el PP ganaría hoy los comicios autonómicos con el 33,7 por ciento de los votos y 46 escaños, frente al 28,5 por ciento de sufragios y 39 escaños del PSOE. Diaz Ayuso ha recibido ya el apoyo explícito de VOX y con Ciudadanos a la baja, porque Aguado aparece como el gran perjudicado por la intervención de la Capital y otros ocho municipios de la Comunidad.
Una sentencia y una cacicada de Sánchez que han servido también para frenar los intentos de la dirección popular para destronar a la presidenta madrileña, y los detractores y conspiradores tienen que cerrar filas y abortar temporalmente el derrocamiento.
Este aplazamiento, que no renuncia al cambio estaría detrás de la orden de Génova a Díaz Ayuso de no convocar a las urnas anticipadamente se interpreta como un intento de impedir que un nuevo triunfo electoral convierta a la presidenta en el "símbolo de la resistencia contra Sánchez".
Se materialicen o no esos indicios de adelanto electoral o se opte por agotar ambas legislaturas, la tentación vive tanto en el bando de Sánchez como en el de Ayuso. Y en este país de las tentaciones y con esta clase política "venenosa" como la calificó The Economist, todo es posible menos la cordura y el sentido del Estado.

 
Las discrepancias entre Podemos y PSOE amenazan con retrasar los Presupuestos
Los de Iglesias buscan incluir en el borrador la regulación del precio de los alquileres y las subidas de impuestos a las rentas más altas, algo a lo que, de momento, no están dispuestos los socialista
 
Ole ole oleeeeeee

Que la derecha se coma el marrón. La derecha hace recortes y es muy mala. Lo mismo de siempre, endeudo al país y que luego vengan los rescatadores de Cangurolandia

 
Asi se escribe la historia, unos a la gran juerga y ya vendran los del PP a hacer restrinciones parav que luego vengan los otros y se lo gasten alegremente
Y luego dirán que el PP es muy malo porque tiene que hacer recortes en sanidad, educación, los funcionarios con los sueldos congelados... Es la misma historia de siempre.

Pero ojo cuidao, yo al PP no lo voy a votar porque son fachas eh. A mí dame PSOE/Podemos, que son muy modernos y me la suda que derrochen todo. Esa es su lógica.

Así funciona esto. Joden al país, la derecha lo arregla y luego vuelven a joderlo.

Hay gente que no aprende ni aunque se esté muriendo de hambre.
 
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Los morados creen que un “Casado echado al monte” consolida la coalición y buscarán frenar el giro centrista del PP para desactivar a los sectores del PSOE y del Gobierno que quieren alejar a Podemos y buscar nuevas convergencias

 
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