Nada de ello le parece ya inocente al entorno más cercano de Pedro Sánchez. Porque en Moncloa temen que Podemos trabaje en la creación de un ambiente de radicalización callejera y de enfrentamiento a Bruselas que le permita vestirse de partido verdaderamente “social”. Y todo ello con un fin: no responsabilizarse del desastre de gestión y consecuencias del coronavirus e irse del Gobierno en el momento más duro de la recesión.