Sin Hugo Castejón y Dinio, Adara hubiera pasado desapercibida a no ser que se agarrara a buscar polēmicas, pero eso tiene corto recorrido y cansa. Es sosa y para mí se acercó buscando el protagonismo que ellos empezaban a tener. Adara en la otra edición en que concursó fue lo mismo, carpeta con Pol (nunca me creí que le gustará realmente Pol) y polëmicas a gritos. Aquí actuó al principio de otra manera para, tras irse Hugo y Dinio, dar este giro repentino, brusco (con pareja y un bebé) y sin sentido aparente de carpeteo con el italiano, que lo había intentado antes con unas cuantas. Muchas cosas hacen sospechoso el comportamiento de Adara y el resto de involucrados, quizá incluidos algunos que están en el plató. La Adara de ahora es como la de la otra edición. La que no se parece es la del principio, que gusta a alguna gente. Veo más fácil que la de ahora fingiera ser la del principio a que la del principio pudiera convertirse en la de ahora. Por ejemplo, si realmente fuera tan activa como parecía con Hugo no podría ahora tirarse las horas muertas en la cama junto al italiano, haciéndole las tareas según he leído Joao. Hay muchas cosas que no cuadran en las palabras y los actos de Adara.