Grace Kelly la señora Grimaldi

Foto familiar de la Princesa Grace (a la derecha con turbante rosa) rodeada de sus hijos Estefanía y Alberto y la mayoría de sus sobrinos y sobrinos-nietos en Ocean City (Nueva Jersey), donde la familia tenia una casa enorme donde pasaban los veranos. Grace iba todos los años, esta foto creo debe ser 1981 o 1982, quizá su último verano... Parece relajada y feliz, lejos de los paparazzis y el boato de palacio.
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En esta otra foto familiar del albúm de los Kellys, la princesa posa muy sonriente con tres de sus sobrinas, de izquierda a derecha: Grace Levine (hija de su hermana Lizanne), Elizabeth "Liz" Kelly (hija de su hermano John "Kell") y Mary Lee Davis, de casada Jones y Kenworthy (hija de Peggy).
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Fotos de Mary Lee, la sobrina mayor de Grace a finales de los 60. Mary Lee, hija de Peggy, se fugó a los 16 años para casarse con su novio de 18 años, fue un escándalo en su época y salió en la prensa.
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Mary Lee a los 16 años, cuando se fugó con su novio para casarse en un ayuntamiento. Al final se casaron por la iglesia ese mismo año y Grace acudió a la boda en Filadelfia a pesar del escándalo.
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Hoy día 14 de Septiembre se cumplen 37 años de su muerte en 1982. Siempre en mi corazón, descanse en paz. Era una princesa en todos los sentidos de la palabra.

No te detengas en mi tumba a llorar.
No estoy ahí, no estoy dormida.
Soy un millar de vientos que soplan,
soy la suave nieve que cae,
soy las gentiles gotas de lluvia,
soy los campos de granos maduros,
estoy en el silencio de la mañana,
en la prisa agraciada
de hermosas aves que vuelan en círculo.

Soy la estrella de la noche,
estoy en los pétalos que florecen,
en un cuarto silencioso,
en los pájaros que cantan,
en cada pequeña cosa.
No te detengas en mi tumba a llorar.
No estoy ahí, no estoy muerta.

-Poema irlandés.

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ÉRASE UNA VEZ EN MÓNACO: ASÍ AYUDÓ DIOR A CONVERTIR A GRACE KELLY EN LA PRINCESA PERFECTA DE EUROPA

Ella buscaba ser la embajadora perfecta de Mónaco. Él era el genio de la elegancia más refinada. Cuando se cumplen 90 años del nacimiento de Grace Kelly, el museo Christian Dior homenajea la amistad entre su entonces diseñador Marc Bohan y la princesa.


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Retrato por su 10º aniversario de boda. Grace Kelly luce un traje de Dior Alta Costura O/I 1966.HOWELL CONANT
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Retrato por su 10º aniversario de boda. Grace Kelly luce un traje de Dior Alta Costura O/I 1966.HOWELL CONANT
"Debe mostrarla como una figura de porcelana, casi intocable", indicó Alfred Hitchcock a la figurinista Edith Head durante la producción de La ventana indiscreta sobre el vestuario de Grace Kelly. Unos meses después, en el estreno del filme el 1 agosto de 1954, la estrella apareció del brazo de su entonces pareja, Oleg Casini, el diseñador descendiente de aristócratas rusos e italianos que ejercería de estilista de Jacqueline Kennedy, luciendo un elegantísimo vestido negro de cuello blanco, grandes pendientes de perlas y guantes a juego. El conjunto evocaba fielmente las palabras del director, pero no era obra de Head, amiga y confidente de la actriz. Para aquel día, el más importante de su carrera hasta la fecha, Grace había decidido comprarse el vestido ella misma en la boutique de Christian Dior de Nueva York.

"En ese momento las firmas francesas no trabajaban con la industria de Hollywood, pero ella sabía que Dior era la casa más famosa del planeta. Era muy consciente de lo que eso significaba en el mundo de la moda", explica por teléfono Florence Müller, comisaria de Grace de Mónaco, Princesse en Dior, la exposición que el museo Christian Dior(Granville, Francia) dedica a su gran icono hasta el 17 de noviembre. La muestra, en honor al 90º aniversario del nacimiento de la princesa, exhibe casi un centenar de prendas de su guardarropa creadas por Christian Dior y Marc Bohan, director creativo de la maison entre 1961 y 1989 y quien se convertiría en una de las amistades más cercanas.



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Marc Bohan, Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi, en 1989.GETTY IMAGES
"Cuando Grace llegó a Mónaco, quiso hacer el papel de princesa de la manera perfecta", revela Müller. Y encontró en los diseños de Bohan, el modisto que había llevado la seducción de la juventud de Dior, la traducción exacta de sus aspiraciones. "Como personas, eran muy similares. Se educaron en las mejores escuelas y provenían de una buena familia. Él entendía perfectamente lo que Grace necesitaba. Y aunque también lucía Balenciaga, Madame Grès o Chanel, Dior fue la principal firma que la vistió. Ella adoraba la marca, porque en la maison comprendían lo que deseaba". Desde su vestido de compromiso –un palabra de honor blanco con adornos florales– hasta el poncho de cashmere crema que llevó en 1980 o el traje de su último Baile de la Rosa apenas unas semanas antes de su muerte, las creaciones de Dior marcaron el reinado de la princesa monagesca más admirada.

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En su compromiso con Rainiero de Mónaco, en 1956, con un traje diseñado por Christian Dior.GETTY IMAGES
En la concepción de su vestuario en el palacio continuaron primando los preceptos por los que se regía en los estudios de Warner Bros: ropa adaptada a su personaje. "No era narcisista ni especialmente consciente de la moda, pero cuidó cada aspecto de su imagen como parte de su misión", expresaría Marc Bohan años después. Entre otros detalles, la comisaría de la muestra revela que al poco tiempo de instalarse en el principado, Grace empezó a estudiar la historia de las monarquías. "La inspiró mucho la familia real británica. Algunas de las cosas que le llamaron la atención fueron las voluminosas pelucas y los tocados de la corona inglesa del siglo XVIII", explica Müller. "Cogió esa idea, y si te fijas en sus fotos, siempre llevaba sombreros o peinados muy elevados", apunta. Su peluquero, Alexandre de Paris, lograba el efecto engarzando perlas en su cabello y usando tiaras como corona. "No era por su estatura, porque era bastante alta, sino para destacar como la persona más importante. Deseaba ser el símbolo del principado". Los sombreros y tocados de Bohan, como el que lució en la inauguración de la boutique Baby Dior de París en 1967, eran su debilidad.


"Por un lado, era consciente de que tenía que respetar las tradiciones, pero las adaptaba a las tendencias", continúa Müller. "Sabía que una princesa no debía mostrar demasiada piel y nunca lucía escote por delante, sino en la espalda. El vuelo de la falda casi siempre era largo, pero usaba transparencias para modernizarlo". Uno de los ejemplos más representativos es el vestido de muselina de seda de bayadera –nombre que recibían las bailarinas indias del ballet de Marius Petipa– de la colección de Alta Costura primavera-verano de 1967 que lució en la gala de la Cruz Roja de 1968. Adquirida también por María Félix, Olivia de Havilland y Jacqueline de Ribes, la prenda, con un sutil efecto traslúcido, evidenciaba su profundo sentido del estilo. "Con él parecía que flotaba en el viento", evoca Müller. "Era princesa del cuento de hadas".

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Alrededor de 1967, con un minivestido diseñado por Marc Bohan.RUE DES ARCHIVES
Madame Agnès, jefa de compras de Alta Costura, fue el enlace entre el atelier y la princesa, que nunca pudo asistir a los desfiles. La casa enviaba bocetos regularmente y ella hacía una primera selección que Bohan supervisaba. El modisto llevaba un riguroso control de sus clientas, todas las mañanas recibía en su mesa una lista de las ventas realizadas el día anterior para evitar la peor pesadilla de una socialité: aparecer en una velada con el mismo atuendo que otra de las invitadas. Además de los diseños personales para galas y ocasiones especiales, que confeccionaba André Levaseur –ayudante del creador y más tarde figurinista del ballet de Montecarlo–, Bohan reservaba varias prendas de la colección solo para ella. Grace tenía predilección por el crepé de China, aunque Bohan prefería vestirla de materiales más ligeros, como la muselina, y a veces la sorprendía con elementos inesperados, como los adornos de plumas de avestruz o el color fucsia.



Esta alianza contribuyó a convertir la región en uno de los destinos más codiciados. En los cincuenta, Rainiero buscaba una forma de renovar la imagen de la zona. Contaba con los casinos, la ópera y los hoteles, inaugurados años atrás por su familia, que atraían a la café society. "Pero fue ella, joven, con 26 años y una leyenda en el cine, quien trajo el glamour de Hollywood", explica Müller. "Mónaco se transformó en un lugar hot, como Capri o Saint-Tropez. La gente deseaba estar allí por ella, por su belleza, por su elegancia". Para los numerosos bailes y ceremonias que instauró, contaba para la decoración con el antiguo diseñador de las boutiques de Dior en París. "La princesa buscaba servir al brillo de la casa principesca, además de confirmar su modernidad", señala el exministro de Cultura francés Frédéric Mitterrand en el catálogo editado por Rizzoli.

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Grace Kelly, Alfred Hitchcock y James Stewart en el estreno de 'La ventana indiscreta' en 1954.© GETTY
Su fidelidad hacia la marca fue heredada por sus hijas Estefanía y Carolina, para quienes Bohan, que visitaba habitualmente el palacio y era bienvenido en la residencia estival de la familia en Roc Agel, ejerció de padrino. Solía cuidar de ellas cuando lo visitaban en París. En su boda con Philippe Junot en 1978, Carolina de Mónaco vistió un diseño de tul de la firma, y volvió a apostar por la casa de la avenida Montaigne para su enlace con Stéfano Casiraghi. Las dos hermanas se mantuvieron fieles a Dior hasta la marca de Bohan en 1989, cuando fue sustituido por Gianfranco Ferré, y Chanel con Karl Lagerfeld se erigió como la favorita de los Grimaldi. La princesa Carolina, que siempre acogía a Bohan en su casa cuando visitaba el principado, continúa enviándole regalos por su cumpleaños. Hoy, es Beatrice Borroneo, esposa de Pierre Casiraghi –hijo de Carolina de Mónaco–, quien lidera la representación de la firma en la tercera generación. Para la boda de Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam el pasado 1 de junio escogió un moderno vestido de brillos metalizados de la firma, ahora dirigida por Maria Grazia Chiuri, la primera mujer al frente de la casa.



El idilio entre Dior y Grace se truncó por la tragedia. En 1982, la princesa convenció a Bohan para que le ofreciera unas prácticas a Estefanía en el atelier. El diseñador accedió, y el 13 de septiembre, madre e hija se subieron en el coche hacia la estación, donde Estefanía iba a coger un tren a París para trabajar en la firma. Grace perdió el control del coche y el British Rover 3500 se precipitó por una colina. Nunca llegaron. "La idea de que mi vida es un cuento de hadas es en si un cuento de hadas", dijo ella en una ocasión. Sus vestidos, al menos no se desvanecieron a medianoche".
 
Estas fotos fueron tomadas solo una semana antes del accidente. Estaba bellísima aunque se quejaba desde hacía tiempo de fuertes dolores de cabeza...

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Curva mortal, discusión familiar y un misterio que sigue sin respuesta: el trágico final de Grace Kelly
El último día de la actriz, en una reconstrucción que puede agregar algunas piezas al sombrío puzzle del 14 de septiembre de 1982

Por Alfredo Serra
14 de septiembre de 2019
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Grace Kelly en 1954, durante la entrega de los Oscar
La semana que termina ese 13 de septiembre de 1982 no fue fácil. Según el chofer, el jardinero y la reconstrucción de Jeffrey Robinson, biógrafo de Su Alteza Serenísima Grace Kelly, ella –52 años– y la menor de sus hijos, Estefanía –17 años–, "fue turbulenta".

Pasaron esos días en la residencia de verano del pequeño pueblo de La Turbie, región de Provenza-Alpes-Costa Azul entre reproches y gritos, sin tregua siquiera durante el magro desayuno.

Problemas viejos pero siempre ardiendo…

Grace se enfurece ante la conducta de la rebelde Estefanía: amores precoces con el hijo de Alain Delon y el de Jean-Paul Belmondo, fiestas alocadas, súbitas desapariciones. Por fortuna, en pocos días más estará en París y en su colegio, de modo que las dos deben volver al palacio.


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Según el biógrafo de la artista, su última semana de vida fue “turbulenta”
Las espera un viaje tan corto como peligroso: apenas 10 kilómetros y un soplo, pero en una carretera endiablada. Un camino de cornisa con curvas, contracurvas, y una de ellas tan cerrada, que hasta el más audaz no la tomaba a más de 20…

Camino con prosapia: en 1955 se filmó allí Para atrapar al ladrón, con Grace Kelly y Cary Grant, dirigidos por Alfred Hitchcok

A las nueve y media, la princesa le pide al chofer que prepare el auto. Una joya: Rover P&B 3500, dorado, cambio automático, regalo de la fábrica British Leyland en 1972. Dato en contra: una joya, pero con diez años sobre sus chapas y motor.

Antes de arrancar, Grace apila varios vestidos en el asiento trasero, y a las 10 en punto, al volante, emprende el breve viaje.

Cinco minutos después, al enfrentar la curva diabólica, el Rover sale del camino, se despeña por la ladera de la montaña, y cae en un sembradío.

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El accidente de Grace Kelly tuvo lugar en el camino en el que 1955 filmó “Para atrapar al ladrón” de Alfred Hitchcok
Sesto Lecchio, labriego y dueño del terreno, advierte que el auto despide humo: preludio de incendio. Apaga las primeras llamas y ayuda a salir a Estefanía "por la puerta delantera izquierda, la del conductor", declarará en la seccional de policía, e infinitas veces a la ávida prensa.

Una vez a salvo Estefanía –apenas unos golpes–, saca a Grace por la luneta trasera, porque el impacto la arrojó sobre el asiento en el que estaban los vestidos.

Por fin llama a una ambulancia, y las dos mujeres son llevadas al hospital. Princesa Grace. Creado e inaugurado por ella.

Interrogado otra vez, Lecchio declara algo clave:

–El auto venía a no menos de cien por hora, y no bajó la velocidad: salió disparado como una bala. Para colmo, ninguna de las dos tenía puesto el cinturón de seguridad. Eso no podía terminar bien…

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Grace Kelly fue una de las actrices más famosas de la historia de Hollywood
Grace está malherida: fracturas del fémur derecho, clavícula, costillas. Diagnóstico: "Grave". Pero no hay alarma de desenlace fatal…

Sin embargo, a las diez y media de la noche del 14 de septiembre, algo más de doce horas después de accidente, la mata una severa hemorragia cerebral.

Junto a su cama, Rainiero y sus tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía.

En el centro del luto se instala un clavo ardiente: ¿Quién manejaba?

Según Lecchio, el testigo más directo y valioso, "la señora princesa". Según los devotos de la estadística, "no pudo ser otra que Estefanía, sus locuras la condenan". Pero no hay pruebas.

Primer testimonio de Estefanía: "Manejaba mi madre".

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El misterio permanece hasta la actualidad: ¿quién manejaba el auto? (Shutterstock)
Palabras que repite en 1989, siete años después, amplía al cumplirse dos décadas de la tragedia, frente a un periodista de Paris Match: "No sólo pasé por el horrible trauma de perder a mi madre tan joven, sino estar a su lado en el momento del accidente. Nadie puede imaginar lo que sufrí… ¡y lo que sigo sufriendo!".

Pero volvamos a Grace y los ecos de ese último día de su vida.

Ecos extraños…

La primera y obvia pregunta de todo el Principado: "¿Fallaron los frenos?"

Incógnita sin respuesta, o silencio sospechoso: nunca se informó públicamente el resultado de los peritajes. El Rover fue llevado al garaje del Palacio de Roquebrune, y jamás salió de allí.

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Nunca se informó públicamente el resultado de los peritajes en el auto de la tragedia: el Rover fue llevado al garaje del Palacio de Roquebrune, y jamás salió de allí (Shutterstock)
¿Grace había bebido? Pregunta pertinente: la perseguía cierta fama de adicción al alcohol desde sus días de estrella de Hollywood. Pero si hubo análisis de dosaje, nadie supo el resultado en Mónaco ni en el mundo.

¿Fue bien atendida? Uno de los tantos rumores desplegados como abanico asegura que el hospital monegasco no tenía tecnología suficiente para detectar el derrame cerebral in progress, y que si la hubieran llevado a una clínica especializada de Niza –a veinte kilómetros de Mónaco–, tal vez se habría salvado. ¿Posible, o sólo un dado en el aire?

Más declaraciones de ese mismo y negro día.

Un gendarme: "Me crucé con el Rover antes del accidente, y reconocí a Grace al volante".

Un camionero: "Iba detrás de ellas, y me extrañó mucho que ni en la curva ni al salir del camino se encendieran las luces traseras de freno. No me lo explico".

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El príncipe Rainiero de Mónaco, en su casamiento con Grace Kelly
Según el chofer y el jardinero de la residencia veraniega de Le Turbie, "la princesa sufría de grandes dolores de cabeza. Cefaleas muy agudas que la paralizaban".

Dato que lleva a otra conjetura: ¿uno de esos dolores la acometió antes del accidente, y perdió el control del volante?

Y otra, más loca, improbable, pero que se esgrimió: "¿Fue un su***dio? Y si no lo fue, ¿por qué ante esa curva, que conocía muy bien, no frenó?".

Según algunos médicos cercanos al caso, "lo que desencadenó el desastre fue un accidente cerebrovascular. Ocurrió un poco antes de la curva, paralizó a Grace, y perdió el control del volante. Estefanía nada pudo hacer…".

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Carolina de Mónaco y Rainiero de Mónaco en el funeral de Grace Kelly (Casa Real de Mónaco)
Estefanía, que amplió su inicial declaración ante Paris Match algo después.

"Yo no manejaba. Eso está claro. Salí disparada dentro del auto, y mi madre, catapultada al asiento trasero. La puerta del copiloto estaba destrozada, y salí por el único lugar posible: el del conductor. A lo largo del camino, mi madre se quejó del dolor de cabeza, y al parecer, poco después, sintió un fuerte dolor en el cráneo, y durante un segundo pareció desmayarse. En ese momento, el auto empezó a desviarse. Ella abrió los ojos rápidamente, pero fue tarde. Siempre me pregunto: ¿confundió el pedal del freno con el pedal del acelerador?"

Pasaron 37 años. Todas esas voces se acallaron. Pero el misterio será siempre una oscura nube sobre Mónaco: esa bellísima e inconmovible postal de mar, cielo y millones.

https://www.infobae.com/historias/2...in-respuesta-el-tragico-final-de-grace-kelly/
 
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