Golosinolandia. Paladeando.

BOLAS de COCO con SOLO 2 INGREDIENTES??? (+ 5 Decoraciones)??


Ingredientes:

- 350 ml de leche condensada (2 tazas).
- 250 gr de coco rallado seco (2 tazas).

Opcional para decorar:
- 200 gr de chocolate negro (1 tableta).
- 15 gr de mantequilla (1 cucharada).
- 50 gr de chocolate blanco (1/3 de tableta).
- 30 gr de cacao en polvo (2 cucharadas).
- Algo mas de coco rallado.



 
UN CHOCOLATE PARA CADA COSA

Cacao y chocolate en diferentes actos



¿Qué es la manteca de cacao? ¿Y el método holandés? ¿Es igual un chocolate de cobertura para postres que uno para comer? En el artículo de hoy resolvemos todas tus dudas culinarias chocolateras.



MIRIAM GARCÍA
23/02/202


Todas o casi todas las clases y subdivisiones de las presentaciones comerciales del chocolate que encontramos tienen su razón de ser, y en este artículo vamos a intentar desentrañar someramente esas nomenclaturas y sus aplicaciones. Hay que tener en cuenta que cada chocolate está formulado, en teoría, para usos concretos, excepto cuando se trata de recetas saladas, en las que es un poco indiferente el chocolate que utilicemos. Sea de cobertura o sea de consumo directo, lo importante es que no sea con leche ni blanco y que el azúcar no interfiera en el sabor del plato.
En épocas recientes se ha puesto muy de moda que los fabricantes de chocolate etiqueten sus tabletas con el porcentaje de cacao del producto a tamaño gigante, sobre todo cuando es elevado (cuando no resaltan este dato es porque la proporción no es especialmente generosa, aunque siempre dentro de la legalidad). El porcentaje de cacao de un chocolate se refiere al conjunto de manteca y sólidos desgrasados de los que hemos hablado antes, ya que hemos visto que está permitido que el chocolate lleve otros ingredientes. En la práctica este contenido de cacao es en gran medida indicativo de su calidad.


¿Para qué sirve cada tipo de chocolate?
En el artículo de Beatriz Robles ya se trató con fundamento a qué nos referimos con cada término chocolatero. A continuación haremos un repaso de las categorías que tienen aplicaciones culinarias y gastronómicas -que no son todas- e intentaremos aportar algo de luz sobre sus posibilidades y usos.

Chocolate sin leche

El chocolate sin leche –chocolate a secas, como lo denomina el Real Decreto- debe llevar un mínimo del 35% de cacao (recordemos, suma de manteca y sólidos del cacao). ¿Para qué podemos utilizarlo? Pues depende de muchísimas cosas, como por ejemplo el porcentaje de cacao que contenga, y el de azúcar. Con uno que contenga un 80% de cacao puedes preparar estas deliciosas trufas con aceite de oliva, rematadas con sal Maldon, nueces, jengibre confitado y guindilla.

Hay muchas recetas saladas con chocolate como los civets, plato tradicional de caza que se prepara estofando durante varias horas una carne -previamente marinada y desangrada en vino tinto- en una salsa que acaba siendo densa y de sabores complejos, gracias al añadido final de chocolate. Para este tipo de carnes de caza va bien un chocolate con un porcentaje de cacao del 70% como mínimo, que aporta matices de sabor complejos y poco dulzor.

Si nos vamos a gastronomías más lejanas, en El Comidista somos grandes fanses de la comida mejicana -entre otras muchas-, que usa el cacao natural en algunos de sus maravillosos moles, como esta versión simplificada de frijoles. También hace un papel fetén en estas albóndigas mejicanizadas; y desplazándonos un poco al norte de México -ya en territorio de gastronomía tex-mex, los chiles con carne -como este con alubias- también se pueden beneficiar del añadido de cacao sin endulzar, ya que aporta color, sabor y algo de densidad a estos estofados. Si queréis prescindir de la carne, probad este chile vegetariano, que también lleva un punto de chocolate.

Chocolate blanco

Aunque está permitido denominarlo así, hay que recordar que no es un chocolate como tal puesto que no lleva sólidos del cacao, sino solamente manteca de cacao, lácteo y azúcar. Precisamente por el alto porcentaje de manteca se funde muy rápido, y además tiene un sabor bastante dulce, que podemos compensar combinándolo con frutas ácidas como las frambuesas que lo acompañan en esta crema con un toque cítrico.

Podemos disolverlo en un poco de nata para montar y usarlo para preparar tartas muy sencillas y sin horno con sobres de cuajada: el resultado es mucho más cremoso que con gelatina, y se pueden hacer unos pasteles por capas la mar de resultones (aunque seas un auténtico zoquete de la repostería). ¿No crees que puedas llegar a ese nivel? Funde 150 g de chocolate blanco con 100 ml de nata -también para montar- y una cucharada de matcha en polvo (de pastelería). Conseguirás un relleno para pasteles, crepes, magdalenas o buñuelos que, si lo sirves un poco caliente- también funcionará perfectamente como salsa para ir mojando una bandeja de fruta, a modo de fondue.



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Trufas ricas y fundentes. MIRIAM GARCÍA


Chocolate con frutos secos

Puede ser chocolate sin leche o chocolate con leche al que se le añade hasta un 60% del peso total del producto en frutos secos. Aunque lo normal es comerlo tal cual, esa duplicidad es su mayor aplicación culinaria: tienes los dos productos en uno. Si preparas un estofado de carne, conejo o unas albóndigas con sepia y quieres darles un toque final de chocolate, y además engordar un poco la salsa con una picada, machaca un par de onzas en el mortero y conseguirás las dos cosas a la vez.

Chocolate de cobertura o fondant

Las coberturas de chocolate, chocolate fondant o chocolate para postres están formuladas con mayor proporción de manteca de cacao que sus hermanas para consumo directo mencionadas anteriormente -también las hay en toda una variedad de proporciones de cacao: blanca, con leche y sin leche-; con ello se consigue un chocolate más moldeable y con mayor brillo para repostería y bombonería.

¿Puedes usar el chocolate de consumo directo para elaborar postres en lugar de una cobertura? En general, no: el chocolate para postres está especialmente formulado para este uso. Para toda aquella elaboración en la que el punto de fusión y la untuosidad del producto importen, la diferencia será apreciable (por ejemplo, si preparas una cobertura de chocolate para un pastel). Por el contrario, ¿puedes comerte un chocolate para postres a mordiscos? Por qué no, aunque ese no es su propósito.

En el caso de los dulces sin harina, a los que también proporciona estructura y ligazón, es importante respetar el porcentaje de cacao del chocolate que indique la receta; como comenta Ana Vega en esta otra receta de tarta de chocolate. Si usamos un chocolate con más cacao puede que el resultado final no sea tan cremoso como debiera, y además sería menos dulce. Si, por el contrario, usamos un chocolate con menor cantidad de cacao es posible que la tarta no adquiera suficiente firmeza al enfriar.

En cuestión de pastelillos rezumantes de chocolate, el brownie es un ejemplo de cómo el porcentaje de cacao y la calidad del chocolate de cobertura empleado puede variar el resultado en consonancia. En este vídeo tenéis la comparación de diversas fórmulas de brownie, donde casi todos emplean chocolate con un porcentaje de cacao minímo del 70%.

Una elaboración clásica que hace uso del chocolate de cobertura es la ganache, una crema más o menos sólida que se prepara con proporciones de nata líquida y chocolate fondant sin leche que van de 1:2 para la ganache sólida de las trufas a una proporción nata/chocolate de 2:1 para baños muy fluidos de bizcochos y tartas; tiene tantas proporciones posibles nata:chocolate como usos en repostería. La ganache o trufa montada es un relleno clásico de tartas que se prepara montando con varillas una ganache densa y previamente bien refrigerada. La ganache clásica se ha preparado tradicionalmente con chocolate fondant sin leche ni blanco, pero podemos hacerla también con estos tipos de cobertura, teniendo en cuenta que al llevar menor proporción de cacao necesitaremos más cantidad de chocolate respecto a la nata, alrededor de un 25% más que si fuera chocolate sin leche en el caso del chocolate con leche y un 35-50% en el caso del chocolate blanco. Si queréis más detalles sobre la ganache, aquí os hablode su vida y milagros.



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Una deliciosa ganache. MIRIAM GARCÍA



Los chocolates de cobertura tampoco pueden faltar en un buen turrón de chocolate casero, la cosa más fácil de hacer del mundo mundial, y otro clásico del empleo de un buen chocolate fondant son las salsas de chocolate, de las que hay multitud de fórmulas. Os recomendamos la que usa Clara P. Villalón en sus profiteroles, con cobertura de chocolate del 70%. Por el contrario, para una preparación más fluida que una untuosa salsa de chocolate, como este sirope de chocolate casero, usamos cacao en polvo.

Cacao en polvo

Se trata de sólidos del cacao pulverizados a los que les ha quedado un 20% de manteca de cacao como máximo (de ahí el concepto parcialmente desgrasado). Es el cacao que encontramos en polvo para usar en repostería. En cuestión de bizcochos y tartas tiene mucho que aportar, y -rizando el rizo- hay muchos postres que lo mezclan con la cobertura, como las tartas de chocolate sin harina que analizó Mikel López Iturriaga en este suculento vídeo que no recomiendo mirar con el estómago vacío.

¿Puedes usar este cacao para prepararte una bebida? Claro que puedes, calentando la leche -o agua- para ayudar a que se disuelva y agregando un endulzante porque este cacao no lleva nada de azúcar. ¿Puedes usar las versiones de cacao azucarado para beber en recetas de postres que indiquen usar cacao en polvo? Lo más probable es que la pifies, porque la proporción de azúcar en estos productos es alta y el cacao en polvo para cocinar postres no lleva azúcar. ¿Puedes intentar echar cuentas y ajustar las proporciones quitando azúcar a la receta? Tal vez, pero ya son ganas de complicarse la vida.

El chocolate a la taza es un producto similar a los cacaos en polvo azucarados, pero en el que se permite el añadido de almidones para que espese en la cocción con un líquido: a priori, no sirve para los mismos usos que un cacao en polvo ni un cacao azucarado para beber. Las cosas claras y el chocolate, espeso.

Manteca de cacao

Es la porción grasa del grano de cacao. No se suele encontrar como tal en comercios generalistas, sino en tiendas especializadas de alimentación o pastelería, y no es precisamente barata ni habitual en la cocina ni repostería caseras nivel usuario. Se puede usar en bombonería -si has decidido meterte en ese jardín que es el temperado de chocolate- y en algunos dulces muy concretos, como el pandoro.



¿QUÉ ES EXACTAMENTE EL CHOCOLATE Y CÓMO SE HACE?

Podríamos empezar por lo obvio; definir qué es el chocolate -porque aunque todos tengamos una experiencia de él, pocos bajamos al detalle de su origen y composición-, pero eso ya lo hizo nuestra compañera Beatriz Robles en este reciente y detallado artículo. Resumiendo, según el Real Decreto 1055/2003 y la directiva europea sobre esta cuestión, el chocolate se define como “el producto obtenido a partir de productos de cacao y azúcares que contenga […] un 35 por ciento, como mínimo, de materia seca total de cacao, del cual un 18 por ciento como mínimo será manteca de cacao y un 14 por ciento como mínimo materia seca y desgrasada de cacao”. Para descubrir qué son la manteca de cacao y la materia seca desgrasada de cacao, antes tenemos que saber cómo se hace el chocolate.

El chocolate tiene como ingrediente principal las semillas del árbol del cacao. El árbol del cacao es una especie tropical originaria de la zona tropical húmeda de América. Los países con mayor producción de cacao (en estadísticas del 2016) son, por orden de volumen: Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Nigeria y Brasil. El fruto o mazorca de cacao es una baya de unos 30 cm de largo y 10 cm de ancho con una pulpa blanca en su interior entre la que se encuentran de 20 a 40 semillas; las mazorcas se recolectan y las semillas o habas, envueltas en una parte de la pulpa, se extraen y se fermentan. El proceso de fermentación (donde solo fermenta la pulpa que rodea a la semilla, no esta) es delicado y fundamental para conferir a la semilla de cacao los aromas y sabores del chocolate.

Las semillas fermentadas se tuestan, se descascarillan y se muelen. En el proceso de molienda, por el calor que se genera, las semillas exudan su grasa, la manteca de cacao -como cuando mueles frutos secos largo rato en una batidora potente- y se obtiene lo que se denomina en conjunto licor de cacao, que se prensa para separar los dos componentes que contiene (en proporciones muy similares):

Los sólidos desgrasados del cacao, o pasta de cacao -la materia seca desgrasada que menciona el Real Decreto citado-, responsables del color oscuro del chocolate y de buena parte de su sabor y aroma característicos. Esta porción del producto, pulverizada y parcialmente desgrasada es lo que conocemos como cacao en polvo.

La manteca de cacao, la valiosa grasa del grano, que confiere al chocolate su fragilidad y su untuosidad característica; lo hace muy agradable a nuestro paladar, además de por su sabor, porque se derrite a una temperatura muy próxima a nuestra temperatura corporal, 37 °C.


EL PROCESO HOLANDÉS

Entramos en una cuestión más especializada, pero que me parecía importante mencionar. Los que os manejéis con recetas estadounidenses de repostería con toda seguridad os habréis encontrado con el cacao “con proceso holandés” o una expresión similar. ¿Qué significa esto? El polvo de cacao que se obtiene tras separar la manteca de cacao tiene cierta acidez procedente de la fermentación; este producto se puede utilizar tal cual al natural -como suelen hacer en los Estados Unidos, por ejemplo, en el famoso chocolate de la marca Hershey's-, o se puede neutralizar para eliminar ese toque ácido. El nombre de proceso holandés procede de que lo inventó un señor holandés, Johannes Van Houten, en el siglo XIX.

El cacao y, en consecuencia, el chocolate que se consume en Europa es normalmente de proceso holandés, sin acidez. Es de color más oscuro que el cacao natural y de sabor más refinado e intenso; también mejora la solubilidad. La acidez del cacao natural que se consume en los Estados Unidos y en casi toda Latinoamérica es una de las razones de que las recetas de repostería lleven con frecuencia bicarbonato sódico: para neutralizar la acidez y aprovechar esa interacción ácido-álcali para generar CO2 que contribuya a levar el dulce en cuestión.

Por eso es frecuente que las recetas estadounidenses de dulces con cacao lleven bicarbonato sódico: matan dos pájaros de un tiro. Si la receta necesita más levado del que proporciona este bicarbonato con el cacao, lo complementan con impulsor químico, vulgo Royal. Esto implica que si queremos adaptar una receta estadounidense con cacao natural que lleve bicarbonato sódico -con o sin levadura química adicional-, al emplear cacao holandésn-el que encontramos normalmente en las tiendas en Europa-, podemos eliminar el bicarbonato sódico, pues no va a reaccionar con nuestro cacao, y aumentar la cantidad de levadura, a razón del doble de levadura tipo Royal de la cantidad de bicarbonato que eliminamos (referencia: Professional Baking. Wayne Gisslen).

 
Barritas de avena, amaranto, almendra y chía


Barritas Avena



Ingredientes

1 taza de dátiles sin hueso (yo utilice Medjool), 1¼ taza de avena, ¼ taza de amaranto, ¾ taza de almendras, ¼ cucharita de sal, 1 cucharada de semillas de chía, ¼ taza de miel de agave, ¼ taza de crema de cacahuate, ½ cucharita de extracto de vainilla.

Preparación
Cortar los dátiles en trozos grandes. Colocarlos en un procesador y pulsar hasta obtener una pasta. (Si los dátiles están un poco secos, puedes dejarlos remojando en agua caliente y después escurrir).

Cortar las almendras en trozos. Colocar la avena, amaranto y almendras en una charola. Hornear a 180°C por 15 minutos, solamente a tostar un poco.

En un recipiente mediano colocar la mezcla de avena junto con la pasta de dátil. Con una espátula de silicón mezclar hasta integrar muy bien. Agregar la sal y las semillas de chía.



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En una olla pequeña, mezclar la miel de agave, crema de cacahuate y vainilla. Calentar a fuego bajo hasta que la crema de cacahuate se desintegre por completo.Vaciar sobre la mezcla de avena e incorporar por completo.

Forrar con plástico antiadherente un molde cuadrado de 20x20 centímetros.Vaciar la mezcla de avena y presionar lo más uniforme posible. Cubrir con plástico antiadherente y presionar con un objeto pesado para que la superficie quede compacta y muy pareja.

Refrigerar toda la noche. Desmoldar, cortar por la mitad. Cortar cada mitad en 6 partes iguales.

Degustación
Las barritas de avena, amaranto, almendra y chía son una opción de lunch saludable, tanto para niños como para adultos. Te recomiendo que una vez que cortes las barritas, las envuelvas individualmente con plástico antiadherente, así las puedes transportar fácilmente a cualquier lugar.

Cantidad | 12 barritas
Dificultad | Fácil
 
ASTURCILLA, LA CREMA DE CACAO Y AVELLANAS CON CONCIENCIA
Leche ecológica, cacao de comercio justo, avellanas asturianas y la mitad del azúcar que la Nocilla o la Nutella: Asturcilla. En el Principado preparan una crema de cacao artesanal que promueve valores solidarios.



Asturcilla, la crema de cacao y avellanas con conciencia


Un sabor que maravilla. ASTURCILLA


RUBÉN GALDÓN



En Asturias cada vez nos topamos con más neorrurales. Jóvenes que acaban hasta las narices del ritmo de vida de las grandes ciudades y huyen hasta paraísos naturales donde desintoxicarse de jornadas laborales asiáticas. Y nos vienen muy bien para las cosas del comer, porque ven potencial en ingredientes y alimentos cotidianos que quizás teníamos olvidados, que nos pasan desapercibidos, y los rescatan para sacar el máximo partido.

Sergio de la Hoz estaba hastiado de su vida de cocinero en Madrid, así que decidió mudarse al mundo rural asturiano con su pareja con la firme intención de ganarse la vida aprovechando los recursos naturales del entorno. Dándole vueltas al qué y al cómo se le ocurrió que podría ser una buena idea actualizar uno de nuestros sabores de la infancia. “Me dije, en esta zona hay buena leche y avellanas, así que me metí en la cocina con cacao, aceite de girasol y azúcar hasta que di con una crema de cacao que me gustase”, nos comenta. El resultado es Asturcilla. Y sí, rima con lo que te untabas en el bocata cuando eras pequeño. “Empezamos a venderla en El Tenderete, un pequeño mercado que se celebra una vez al mes en Cabranes, y la gente flipaba con el sabor, ¡nos la quitaban de las manos!”.

Al decidir ingredientes y proporciones, Sergio tenía claro que quería que el resultado final fuese lo más sano posible y que no hiciera arquear la ceja a ningún nutricionista: “Me basé en la receta original, en la gianduja italiana, que es una crema a base de avellanas, cacao y leche. Y después fui incorporando lo demás. Hay muchas marcas en el mercado, pero siguen llevando una proporción alta de azúcar y de grasa de palma”. La Nutella y la Nocilla llevan un 57% de azúcar; la Asturcilla, un 25%.



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Los ingredientes y el producto, ni más ni menos. ASTURCILLA


Huyendo de colorantes y conservantes, tiró de proximidad. La leche la compra en una ganadería ecológica de Nava, “la evaporamos, porque así obtenemos una textura más espesa y a la vez alargamos la conservación del producto”, nos comenta, reconociendo que ahora mismo la gran batalla que libra Asturcilla es lograr alargar sus actuales dos meses y medio de caducidad sin utilizar productos químicos sintéticos. I+D rural.

Para conseguir avellanas tampoco se tuvo que ir muy lejos. En Piloña celebran cada otoño desde 1972 el Festival de la Avellana, donde todos los productores del fruto ponen a la venta lo recogido esa temporada. Se venden unos 7000 kilos, lejos de los cientos de toneladas que se llegaban a producir en la zona en el siglo XVIII. Ahora lo de mantener los avellanos está más cerca de ser una costumbre familiar que un boyante proceso industrial. “Es muy difícil encontrar avellana asturiana porque no hay ningún productor legal, la mayoría de la gente lo tiene en casa como aprovechamiento de su tierra”, se lamenta Sergio, “nuestro compromiso con el medio rural incluye que el beneficio quede en nuestro entorno y queremos que haya gente que se dedique a la producción de avellana”. Por eso compran todo el fruto que consiguen en la zona y colaboran con Gabitu, una asociación de Piloña que busca que la avellana recupere épocas de esplendor. Pero no es suficiente. Asturcilla tiene un pequeño problema de abastecimiento, que solventan comprando avellana ecológica en Cataluña cuando es necesario.

Más ingredientes. El aceite es de girasol ecológico, de una pequeña productora de Burgos. El azúcar es panela, sin blanquear ni refinar, y al igual que el cacao ecológico, procede de Suramérica a través de comercio justo. Recapitulando, y sin revelar demasiado sobre la receta, las proporciones de la Asturcilla quedan en un 60% de producto asturiano y un 80% de compra directa al productor.



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Kikiricoop al completo. ASTURCILLA


Lo de dar con la crema de cacao perfecta fue un proceso menos complicado que el empezar a comercializarlo. “Tras el éxito de ventas en el mercadillo de Cabranes hubo un momento en el que pensamos que podíamos usar el producto para ganarnos la vida, tuvimos que dar un salto muy grande”, nos comenta Sergio. Así que decidió formar la cooperativa Kikiricoop junto a Vero, Guillaume, Íñigo y María. Entre ellos, además de neorrurales hay neopaisanos, “gente de pueblo de toda la vida, que vivieron en la ciudad y que ahora deciden volver al campo”. Adoptamos el término ya. Además de Asturcilla están al frente de Con-Fusión, un negocio de catering ecológico. Su sede está en un semillero de empresas de Cabranes, un pequeño pueblo cerca de Villaviciosa.

De momento elaboran 600 tarros de Asturcilla a la semana, pero ya están pensando en aumentar la producción. Aunque huyen de las cadenas de distribución tradicionales, se puede comprar la crema de cacao en establecimientos ecológicas y gourmet de Asturias. “Hay tiendas en algunas ciudades de España que actualizamos en nuestra página de Facebook, son de gente que nos llamó porque la quieren vender, apenas hacemos labor comercial”, cuenta Sergio. Y, además, en su tienda online atienden pedidos de todo el país.

¿Que si está rica la Asturcilla? Pues mira, si te gusta el sabor de la avellana, esta es tu crema de cacao, porque en cada bote hay un 25% de ese fruto. Pero la mejor prueba es que la pruebe alguien que esté en pleno proceso de descubrimiento de sabores. Le doy una rebanada de pan untada con Asturcilla a mi sobrina Carlota de cuatro años y su reacción es rápida: “Huuuuum, esto está riquísimo tío Rubén”. Pues eso. Hay que hacer caso a los niños siempre, y a mi sobrina, más.

Asturcilla se vende en tres tamaños, de 115, 220 y 420 gramos. Su precio es de 3, 4,85 y 7 euros.

 
Brochetas de plátano cubiertas de chocolate


Brochetas de plátano cubiertas de chocolate. Receta



Ingredientes para 4 personas
  • 2 plátanos maduros, una taza de chispas de chocolate, una cucharada de aceite vegetal o de mantequilla (asegurarse de no usar margarina), nueces, coco o granillo para decorar y palitos de madera.

Cómo hacer brochetas de plátano cubiertas con chocolate.
Lo primero que haremos será** pelar y cortar los plátanos** en rebanadas de un centímetro y las insertaremos de manera horizontal en los palitos de brocheta, colocando de tres a cuatro rebanadas en cada una. Colocaremos las brochetas en un platón y las llevaremos al congelador mientras preparamos el chocolate.


Para fundir el chocolate, utilizaremos la técnica de baño María, procurando que el fondo de nuestro recipiente superior no toque el agua hirviendo. Colocaremos en este las chispas de chocolate y la cucharada de aceite o la mantequilla), y moveremos con una espátula de silicón o de metal hasta que el chocolate se derrita por completo.



Brochetas de plátano cubiertas de chocolate. Receta paso a paso




Nuestro siguiente paso será** bañar las rebanadas de plátano** (que ya tenemos en los palitos de madera) con el chocolate fundido, por ambos lados, para terminar bañando con la decoración de nuestra preferencia. Al estar ya frío el plátano y el chocolate solidificará más rápidamente, por lo que podemos servirlo de inmediato o refrigerarlo por un espacio de media hora.


Degustación
Estas brochetas de plátano cubiertas con chocolate pueden convertirse en esa tentación dulce favorita de nuestra familia, con la ventaja de que está elaborado con fruta, y que además, si utilizamos un chocolate amargo con un alto porcentaje de cacao, estaremos brindando a nuestra familia con una buena cantidad de antioxidantes.
 
Como hacer un cono de cartulina facil y rapido para cumpleaños - Giany Fashion



 
GOMITAS CASERAS SIN (GRENETINA ADICIONAL)


EL SOBRE DE GELATINA D'GARI ES DE 120 GR
. EL SOBRE ROJO ES DE 140 GR. SI TIENEN UN SOBRE CON MAS GRAMOS ESTA ES LA CONVERSION SON 30 GR. DE GELATINA POR CADA CUCHARADA DE AGUA, 1 CUCHARADA DE AGUA = 15 ML. SI HIDRATAN LA GELATINA PRIMERO DEBE DE SER FRIA EL AGUA, DESPUES METERLA AL MICROONDAS POR SOLO UNOS SEGUNDOS SOLO PARA DISOLVER LA GELATINA, O SI PREFIEREN HACERLO CON AGUA CALIENTE DIRECTO ESTA BIEN ES SOLO PARA DILUIRLA BIEN



 
Última edición por un moderador:
Vídeo-truco: cómo hacer unas palomitas caseras perfectas
Prepáralas tú mismo en casa. Son sencillísimas, están deliciosas y además, aunque no te lo creas, resultan un picoteo de lo más saludable


Foto: Palomitas caseras. (Snaps Fotografía)


Palomitas caseras. (Snaps Fotografía)



Por
Elena Aymerich
23/04/2020


Una película o un partido en el sofá no es lo mismo sin un buen bol de palomitas. Si además te gusta personalizarlas, no lo dudes más. Compra maíz a granel especial para palomitas y lánzate a hacerlas en casa. Una manera deliciosa y económica de darles tu toque personal de sal o aderezo y elaborándolas con una grasa saludable. Aderézalas con especias, salsa picante, zumo de limón o caramelo y canela en su versión dulce.

Ingredientes
  • 50 g de maíz para palomitas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de sal
Elaboración
  1. Vierte una cucharada de aceite en una cazuela de fondo grueso.
  2. Sube el fuego y vierte unos granos de maíz para palomitas. Cubre con una tapa. Cuando los granos exploten, el aceite está a la temperatura adecuada. Ya puedes verter el resto de maíz.
  3. Cubre de nuevo, baja ligeramente el fuego y deja la tapa ligeramente abierta para que se libere parte del vapor.
  4. Cuando hayan explotado todos los granos de maíz, sazónalos con sal y tendrás palomitas listas para tomar.
El truco final
Haz las palomitas en el microondas en un recipiente con tapa, resistente al calor. Dependiendo de la potencia del electrodoméstico, necesitarás entre 3 y 5 minutos a máxima intensidad.

VIDEO: https://www.alimente.elconfidencial.com/recetas/2020-04-23/palomitas-caseras-perfectas_1605988/
 
Caramelo, dulce de leche, tofe... ¿Te enseñamos a prepararlos?
Si eres un auténtico fan del azúcar, te encantarán las tres recetas que incluimos en este artículo. A partir de ahora dejarás de comprarlos para hacerlos tú mismo en casa


Foto: Tostada con dulce de leche. (iStock)

Tostada con dulce de leche. (iStock)


Por
Ana Durá
27/04/2020


Caramelo, dulce de leche, tofe… ¿Quieres saber cómo prepararlos? Si estás en plena contienda con la báscula, pasa por alto este artículo. En cambio, si eres de los que piensan que a nadie amarga un dulce, adelante con su lectura pues tenemos mucho que contarte al respecto de estas elaboraciones.

En primer lugar, vamos a ver exactamente qué es el caramelo. Este dulce tiene como principal ingrediente el azúcar que se carameliza al fuego. Se emplea con una consistencia líquida en postres como los flanes o en su versión sólida que todos conocemos de sobra con los caramelos que se venden envueltos.


El caramelo
Y dicho esto, toca desvelar su sencilla receta.


Ingredientes:
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de agua
  • 1/3 de cucharada de zumo de limón

Elaboración:
En primer lugar, ponemos el azúcar en una sartén. Después añadimos el zumo de limón. Turno de añadir el agua y poner la sartén al fuego. Mezclamos todo de manera que los ingredientes queden correctamente integrados. Observarás que empieza a adquirir un tono moreno. Deja que se haga un poco más y lo retiras del fuego. Cuando se enfríe un poco y desaparezcan las burbujas, sírvelo.


¿Qué es el dulce de leche?

Foto: iStock.


Foto: iStock.


Este dulce tiene como ingrediente principal la leche de vaca y es una elaboración que goza de gran tradición en países de Latinoamérica. Presenta un aspecto espeso y su textura es muy semejante a la de las natillas. Aunque la leche caramelizada se puede adquirir ya elaborada en muchos supermercados, nada es tan placentero como degustar un dulce de leche elaborado por nosotros mismos y con el que luego podremos acompañar pasteles, tortitas, gofres o incluso helados, entre otros. Su receta también es muy sencilla.


Ingredientes:
  • 1 litro de leche entera
  • Esencia de vainilla
  • 250 gramos de azúcar
  • 1 pequeña cucharada de bicarbonato de sodio

Elaboración:

Empezamos vertiendo en un cazo u olla la leche. La calentamos a fuego medio y esperamos a que rompa a hervir. Una vez que lo haga, rebajamos un poco el fuego y agregamos el azúcar. Vamos removiendo de manera continua pues no queremos que se queme o se pegue. Debes asegurarte de que el azúcar queda bien disuelto.


El dulce de leche goza de gran tradición en países de Latinoamérica y es muy versátil

A continuación, incorporamos el bicarbonato de sodio junto con la esencia de vainilla. No te excedas con este ingrediente pues, de lo contrario, el sabor de la leche apenas se apreciará. No dejes de remover pero no debes permitir que hierva. La leche cambiará de color y se tornará marrón. Tira de paciencia pues obtener la textura y el color que deseas puede demorarse cerca de dos horas. Eso sí, la paciencia se recompensa con un dulce de leche perfecto para untarlo sobre tostadas, crepes o lo que se te antoje. Un truco para conseguir una textura aún más cremosa es guardarlo en la nevera.


¿Y si te atreves con unos tofes?
Un caramelo con gran fama en EEUU y que en España también cuenta con su público de fieles son los caramelos tofe. Su elaboración resulta un poco más compleja que las anteriores pero puedes envalentonarte con la receta pues probablemente serán todo un éxito en tu próxima reunión familiar o con amigos.


Ingredientes:
  • 500 mililitros de nata líquida
  • 400 gramos de azúcar blanquilla
  • 60 gramos de mantequilla
  • 300 mililitros de glucosa líquida
  • Una pizca de sal
  • Media cucharada de café de extracto de vainilla
  • Aceite de girasol que untaremos sobre el molde y el papel
  • Termómetro de cocina

Elaboración:

Foto: iStock.


Foto: iStock.



Untamos una bandeja del horno o un molde con aceite y la forramos con papel vegetal, que también untamos de aceite. En un cazo grande, añadimos todos los ingredientes, exceptuando la vainilla y la sal. El recipiente debe ser bastante ancho ya que la mezcla sube con la cocción.

Colocamos el cazo en el fuego donde esperamos a que hierva. La cocción debe seguir a fuego medio tirando a alto. Durante los primeros minutos hierve de una manera un tanto exagerada, además de subir bastante, pero luego se va concentrando la mezcla y se modera la cocción. Es preciso medir la temperatura de vez en cuando. Recuerda que cuando alcance los 120ºC, debemos retirarla del fuego. Es entonces cuando añadiremos la sal y la vainilla sin dilación y volcaremos todo en la bandeja o en el molde que hemos preparado al principio. Procura que se distribuya de manera uniforme. La dejamos enfriar durante toda la noche.

Una vez que esté frío, lo desprendemos del molde tirando del papel. Lo colocamos sobre una tabla, limpiamos el aceite con una servilleta de cocina y con un cuchillo afilado cortamos unas pastillas simétricas de tamaño cuadrado. Los envolvemos en pequeños trozos de papel (el de hornear mismo) y a disfrutar de nuestros tofes caseros ya sea en compañía o en soledad.


 
Nocilla casera: receta fácil y rápida, con y sin Thermomix
Hacer nocilla en casa es una de las cosas más fáciles que existen. Esta deliciosa crema de avellanas y chocolate se prepara en un momento y está deliciosa.

3 mayo, 2020


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La Nocilla es uno de los dulces más populares que existen, y preparar nocilla casera no puede ser más sencillo. Solo hay que seguir esta receta de nocilla paso a paso y tendrás un dulce riquísimo listo en solo unos minutos.


Ingredientes
  • Avellanas tostadas y sin piel, 100 g
  • Leche, 100 ml
  • Aceite de oliva, 50 ml
  • Cacao, 25 g
  • Sirope de agave, 25 g (o 50 g de azúcar blanco)






Nocilla casera sin Thermomix
Empezamos con la versión de nocilla que no necesita Thermomix, aunque necesitarás un procesador de alimentos o algo que te permita triturar bien todos los ingredientes, que es la clave de la receta.


Paso 1
Trituramos las avellanas en un procesador de alimentos durante unos diez minutos hasta tener una masa con textura de mantequilla.

Paso 2
Añadimos el resto de ingredientes y volvemos a triturar durante unos cinco minutos hasta que la mezcla sea completamente homogénea.

Paso 3
La mezcla será ligeramente líquida debido al calor. Aprovechamos para pasarla a uno o varios botes que podamos cerrar.

Paso 4
Enfriamos en la nevera durante por lo menos una hora. Estará lista para servir.



Nocilla casera con Thermomix
Si tienes Thermomix en casa o cualquier otro robot de cocina, preparar nocilla es todavía más fácil. Sigue esta receta de nocilla paso a paso y verás lo rica que queda.

Paso 1
Añade las avellanas al vaso y tritura 20 segundos a velocidad 10. Quieres que quede con textura de mantequilla.

Paso 2
Añade el resto de ingredientes menos la leche y el aceite y programa la Thermomix 2 minutos, temperatura 37ºC y velocidad 5.

Paso 3
Añade la leche y el aceite y programa 3 minutos, temperatura 37ºC, velocidad 3.

Paso 4
Aprovechando que la mezcla está líquida por el calor pásala a uno o varios botes, mete en el frigorífico y deja enfriar al menos durante una hora. Pasado este tiempo estará lista para servir.


Cómo hacer nocilla casera perfecta
La receta de nocilla casera es tan sencilla que cualquiera puede prepararla sin ninguna dificultad en su propia casa. Sin embargo hay algunos aspectos importantes y dudas que pueden surgir, por lo que vamos a ver cómo podemos modificar o perfeccionar esta nocilla casera.
Lo más importante para preparar esta receta es el procesador de alimentos, yo utilizo este de Braun que funciona con la Minipimer, pero cualquiera valdrá, aunque es recomendable que sea amplio. Si tenéis Thermomix u otro robot de cocina seguid los pasos indicados en la versión con Thermomix y os quedará una nocilla casera estupenda.

Si hacéis la versión sin Thermomix, sed pacientes y triturad bien, ahí está la clave para que esta nocilla casera quede perfecta. Posiblemente se caliente mucho el motor de la batidora, así que podéis hacer parones de unos 30 segundos para que se enfríe y no se estropee.
Yo siempre preparo esta receta de nocilla con sirope de agave pero podéis cambiarlo por el doble de cantidad de azúcar si preferís. Lo bueno del sirope de agave es que tiene el doble de poder endulzante que el azúcar blanco, y por lo tanto permite usar la mitad de cantidad, es decir, que tendrá la mitad de calorías aportadas por este hidrato de carbono. Además el sirope de agave tiene un menor índice glucémico, por lo que nuestro sistema lo absorberá de forma más lenta.

Esta nocilla casera dura una semana en el frigorífico por lo menos, nunca he conseguido que aguantase más tiempo sin que nadie se la comiese, así que no sabemos lo que ocurre con ella pasada una semana. Está tan rica que es difícil resistirse a ella.

Puedes servir tu nocilla casera sobre unas tostadas de pan casero recién hecho o con unas riquísimas tortitas preparadas al instante por la mañana para desayunar. Está rica de cualquier forma, yo a veces me la como a cucharadas con un plátano, de locos.

 
BRIGADEIROS, LOS BOMBONES BRASILEÑOS DE LECHE CONDENSADA


Fáciles y ricos



Los brigadeiros son el primer dulce que aprenden a preparar los niños brasileños, se hacen con pocos ingredientes sin demasiada elaboración; hoy te enseñamos a prepararlos y los incluimos en un menú completo.



MIREIA FONT 06/05/2020

¿Las angelicales caritas redonditas de tus vástagos se están quedando cuadradas por sobredosis de pantalla? ¿Hay más marcas de pelota en las paredes de tu salón que en un frontón vasco? ¿Las manualidades hechas con tubos de papel higiénico han superpoblado tus estanterías? ¿Los vecinos de abajo están hasta el kiwi de tanto brinco y griterío¿ ¿O, al revés, tus hijos han acusado el confinamiento con tanta resignación que directamente han decidido quedarse sin hacer nada?

Si has respondido afirmativamente a todas estas preguntas es que ha llegado la hora de trasladar el entretenimiento infantil a la cocina. Hoy en El Comidista; mis primeros dulces: dime cuál fue la primera receta dulce que aprendiste hacer de pequeño/a y te diré de dónde vienes. ¿Besitos de coco? Venezuela. ¿Galletitas katanuki? Japón. ¿Panquequescon sirope de arce? Canadá. ¿Gelatina dulce wun? Tailandia. ¿Alfajores con galletas María? Argentina. ¿Scones? Irlanda.


¿Brigadeiros (o negrinhos)? Brasil


El origen de estos sencillos bombones con aspecto de trufa, duritos por fuera y chiclosos por dentro, no está muy claro. Hay quien dice que se inventaron después de la Segunda Guerra Mundial como alternativa a la escasez de leche y azúcar. Otros apuntan que fueron creados por los simpatizantes de Eduardo Gomes, general de la brigada aérea brasileña y candidato a la presidencia del país en 1946. Al parecer, el político era un soltero muy apuesto y para asegurarse el voto femenino se repartieron estos dulces bajo el lema “Vote no Brigadeiro que é bonito e solteiro” durante la campaña electoral. A pesar de la originalidad de la estrategia publicitaria, el militar no ganó las elecciones, pero el país se hizo con uno de sus dulces más emblemáticos.


¿Qué necesitamos?
Para unas 4-5 unidades (sí, son poquitas, pero tampoco es aconsejable ponerse hasta las patas de azúcar, siempre podemos volverlos a preparar mañana):
  • 4 cucharadas de leche condensada
  • 1 yema de huevo (omisible)
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de cacao en polvo

¿Cómo los preparamos?
  1. En una sartén antiadherente, poner la leche condensada, la mantequilla, la yema y el cacao en polvo.
  2. Remover los ingredientes constantemente con espátula de silicona durante unos 5-8 minutos a fuego medio-bajo o hasta que la masa sea espesa, uniforme y se despegue de los bordes y de la base de la sartén al moverla. Transferir la mezcla a un plato y dejar enfriar totalmente.
  3. Cuando la masa ya esté fría, engrasarse las manos con una pizca de mantequilla. Coger una porción de masa y darle forma de bolita entre las dos palmas de la mano. Repetir hasta terminar la masa. Rebozar los bombones con cacao en polvo. Se pueden consumir al momento o meterlos en la nevera mínimo un par de horas para que queden más duros.

¿Y si cambiamos el cacao por coco?
Cuando al brigadeiro se le sustituye el cacao en polvo por coco rallado se le llama beijinho, besito en portugués (o branquinho, blanquito). La elaboración y cantidades son exactamente las mismas. Esta versión se remata recubriendo los bombones con coco rallado.


¿Podemos tunear la receta hasta Rio de Janeiro y vuelta?
¡Sí, adelante! Estos bombones son adaptables al gusto tanto por dentro; con café soluble, extracto de vainilla, dulce de leche o con un chorrito de licor, por ejemplo, como por fuera; se pueden cubrir con todo tipo de fruta deshidratada o frutos secos picados -con pistachos quedan muy resultones- y también con fideos o perlas de chocolate o de colores.

 
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