¿Gobierno de Izquierdas?

Pablo Iglesias pide la vicepresidencia en un Gobierno de coalición con el PSOE e IU
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Pablo Iglesias junto Victoria Rosell, Irene Montero, Xavi Domenech y Julio Rodríguez.
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Rivera critica que "lo primero" que Podemos pida sean "sillones de gobierno"

ACTUALIZADO 22/01/201614:35
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha anunciado formalmente su ofrecimiento de pacto con el PSOE e Izquierda Unida para la formación de un Gobierno presidido por Pedro Sánchez y cuya vicepresidencia ha reivindicado para sí mismo. Un Gobierno, además, con un ministro de En Común Podem, la formación que ha ganado las elecciones generales en Cataluña, defendiendo el referéndum, y que lideraría la propuesta territorial.

El anuncio de un tripartito de izquierdas, proclamado en medio de la máxima expectación mediática en el Congreso de los Diputados, ha constituido un órdago al propio Sánchez, que se ha enterado a la vez que el resto de los españoles o, en todo caso, durante su propia audiencia con el Rey. Por su parte, el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha sido luego telefoneado por el propio Iglesias. "Estamos de acuerdo en que tiene que haber cambio. Programa por delante, siempre", ha contestado Garzón a través de Twitter, en una favorable pero muy ambigua respuesta.

El pretendido tripartito no sumaría más de 161 votos, dos menos que la suma entre PP y Ciudadanos, por lo que requeriría de alguna suerte de acuerdo con ERC o PNV. Pero, pese a que así se lo han hecho notar los informadores durante la rueda de prensa, Iglesias se ha mostrado confiado en lograr su apoyo: "Hemos demostrado tener el talante necesario", ha dicho, que "las fuerzas del búnker no han demostrado tener".

El líder de Podemos, acompañado por la plana mayor de su partido, ha explicado que ésta es la propuesta que acababa de comunicar a Felipe VI, el "jefe del Estado", al que ha expresado la "lealtad" de su formación. Además, ha afirmado que su propuesta le ha parecido al Monarca "razonable".

"Hemos querido", ha declarado en la sala de prensa del Congreso, "que el jefe del Estado conociera nuestra voluntad de un Gobierno de progreso". Según su explicación Podemos ha tomado "la iniciativa" y dado "un paso adelante". "Si el PSOE quiere, puede haber un Gobierno de cambio", ha subrayado. "No caben medias tintas: o se está con el cambio, o con el inmovilismo. Estoy dispuesto a trabajar con Sánchez y con Garzón", ha insistido. "Hemos venido a gobernar", ha llegado a enfatizar el líder de Podemos.

"Sonrisa del destino"
Iglesias ha advertido a Sánchez que ahora tiene la oportunidad de demostrar quién "manda" en el PSOE, y si es capaz de imponerse a las "élites" del PSOE que le piden que no pacte con Podemos. Una advertencia envenenada, porque, además, ha venido acompañada por la ironía: "La posibilidad de que Sánchez sea presidente es una sonrisa del destino que podría agradecer". Y también, por la reivindicación política, dado que pese a las "líneas rojas" establecidas por los barones socialistas, Iglesias no ha renunciado al referéndum como solución para Cataluña.

Iglesias ha recordado a Sánchez que el PSOE y Podemos han tenido casi los mismos votos -cinco millones, con una diferencia de 300.000 en favor de la marca socialista- y que hay que contar con IU, que tuvo un millón el 20-D. Además, le ha esbozado las grandes líneas del Gobierno que el propio Sánchez presidiría. Ha afirmado que, en primer lugar, deberá establecer "medidas urgentes para los primeros 100 días" frente a los desahucios y en ayuda de "miles de desempleados sin prestación". En segundo lugar, Iglesias ha exigido "medidas de Estado para cambios constitucionales", según un "espíritu constituyente".

En este sentido, ha puntualizado que el tripartito de izquierdas no necesitaría el acuerdo del PP, y que le bastará con activar el artículo 92 de la Constitución, que faculta al Gobierno a convocar referendos. "Si los españoles dicen que hay que cambiar la Constitución, el PP no podría resistirse", ha afirmado desvelando por primera vez su estrategia.

También ha apuntado la necesidad urgente de una "RTVE pública independiente". Y ha apuntado, cartera por cartera, la labor que correspondería a cada nuevo ministro: al de Defensa, luchar contra los "lobbies"; al de Interior, que "nunca más reciba corruptos en su despacho"; o al de Asuntos Exteriores, que "España sea una potencia en Cooperación y Derechos Humanos; y al de Economía, al que desde luego, le encomienda acabar con "los recortes" y la "reforma laboral". Iglesias no ha rescatado del baúl de los recuerdos la renegociación de la deuda, pero sí la del déficit exigido por Bruselas. Ha anticipado que el nuevo Gobierno de izquierdas habrá incumplir, al igual que en el pasado hicieron Francia y Alemania, y en todo caso, renegociar, desde la fuerza de un país superior en fuerza a Greciao Portugal.

'Feeling' con el Rey
Sea cual sea el final del pretendido pacto, de lo que sí ha dejado constancia el líder de Podemos es de su buen feeling con el Rey en el primer encuentro de su carrera política. "He visto en el jefe del Estado, en la primera conversación no banal que he tenido, a una persona formada e informada, distendida", ha dicho. Según ha relatado, a lo largo de una hora y 25 minutos, "hemos hablado de política internacional, de economía, de España, de las conversaciones con otros líderes, como Domenech... y de cine, pero hemos quedado en que esto quedaba entre nosotros".

"La conversación muy cordial", ha insistido, para expresar su "excelente impresión de la capacidad del jefe del Estado para ejercer las capacidades simbólicas que le otorga la Constitución". Iglesias ha asegurado, en nombre de Felipe VI, que "los dos estamos de acuerdo en que un escenario de nuevas elecciones no es deseable".

A lo largo de su puesta en escena se ha molestado por la pregunta de una informadora, a la que se ha permitido replicar con un ataque personal sobre su vestimenta: "Muchas gracias por su pregunta. Por cierto, precioso el abrigo de pieles que trae usted".

http://www.elmundo.es/espana/2016/0...us_lineas_rojas_para_investir_a_pedro_sanchez
 
Sánchez: "Los votantes no entenderían que Pablo y yo no nos pusiéramos de acuerdo"
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Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras ser recibido por Felipe VI.
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Se muestra dispuesto a hablar con Podemos pero también con C's, y sólo después de que "fracase" la investidura de Rajoy

Iglesias pide la vicepresidencia en un Gobierno de coalición con el PSOE e IU

ACTUALIZADO 22/01/201616:01
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha emplazado a Pablo Iglesias a negociar un Gobierno conjunto sólo a partir del momento en que Mariano Rajoy"fracase" en la primera investidura. Tras conversar durante una hora y media con el Rey en La Zarzuela, el líder socialista ha comparecido en la sala de prensa del Congreso de los Diputados para reivindicar su propio liderazgo en el ámbito de la izquierda y, sin contestar expresamente a Iglesias, pero aludiendo de manera tácita a Ciudadanos, ha afirmado que el PSOE "está dispuesto a tender la mano a izquierda y derecha, para construir los consensos necesarios".

Sobre la propuesta de Pablo Iglesias, Sánchez ha lanzado un mensaje en clave de futuro también dirigida a las voces discordantes de su partido: "Los votantes no entenderían que Pablo y yo no nos pusiéramos de acuerdo".

Así, y tras enfatizar que el PSOE "no votará ni al PP ni a Rajoy, a ninguno de los dos", ha asegurado que "la democracia tiene sus plazos, no hay atajos, y hoy en el turno de Mariano Rajoy".





Sánchez ha "agradecido" la oferta a Iglesias, pero, además de pedirle que respete los tiempos, le ha advertido, en relación con su eventual vicepresidencia, de que hay que hablar antes de políticas que de nombres. Además, ha ironizado con la mediática manera en que el líder de Podemos ha hecho dicha oferta.

"Entré en Zarzuela sin Gobierno y por lo que he visto, ya tengo a los ministros y ministras nombrados", ha dicho, confirmando que se ha enterado cuando estaba con el Rey. Debemos ser muy escrupulosos con los tiempos de la democracia", ha insistido, para subrayar, abriendo la mano, también hacia Ciudadanos: "No duden, si Rajoy fracasa, el PSOE hará todo lo posible por un Gobierno reformista que tienda la mano a la izquierda ya la derecha para los consensos en el país".

http://www.elmundo.es/espana/2016/0..._a_la_investidura_sin_contar_con_ningun_apoyo
 
Mariano Rajoy ha declinado ser candidato para la investidura presidencial
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Felipe VI, con Rajoy esta tarde en La Zarzuela. Andrés BallesterosREUTERS
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Pablo Iglesias pide la vicepresidencia en un Gobierno de coalición con el PSOE e IU

Rajoy acudirá a la investidura sin contar con ningún apoyo

ACTUALIZADO 22/01/201619:57
Mariano Rajoy ha declinado ser candidato para la investidura presidencial, según informa la Casa del Rey en un comunicado. Felipe VI se ha reunido esta tarde con el presidente del Gobierno en funciones y le ha ofrecido ser candidato a la investidura, invitación que Rajoy ha declinado.

MARIANO RAJOY
 
Si Pedro se quita de encima el lastre de caspa que arrastra el PS, puede que lleguen a un acuerdo.
Ya veremos si la CASTA de su partido se lo permite.
Si Pedro se quita de encima el lastre de caspa que arrastra el PS, puede que lleguen a un acuerdo.
Ya veremos si la CASTA de su partido se lo permite.


es un chiste?

ya no es casta? ahora casta son los barones que defienden la igualdad de todos los españoles? ya no importa que estuviera en bankia cuando las preferentes?

jajajajajaja
 

¿Por qué no se callan?


Estamos en un momento político inédito en los casi cuarenta años de democracia posfranquista. Los electores han decidido formar una situación compleja y novedosa que para resolverla se requiere talento político, prudencia y un difícil equilibrio entre los programas que cada partido se comprometió a cumplir y la necesidad de encontrar puntos de entendimiento. Una situación sumamente delicada que es contemplada por la ciudadanía con el máximo interés y donde los gestos y las declaraciones se analizan exhaustivamente para intentar averiguar por dónde se encamina el futuro. Eso sin contar la presión que pone la situación en Cataluña.

Los medios de comunicación y la miríada de comentaristas y tertulianos, opinan sin descanso con el objetivo de influir para que la solución sea acorde con sus intereses, por no hablar de los poderes económicos que nos aterran con las posibles alianzas contrarias a sus intereses. Todo el mundo presiona sin descanso. Y sin duda el más presionado es el PSOE y su secretario general Pedro Sánchez porque todos hemos entendido que la solución está en manos de los socialistas. Sin duda los pasos que han dado hasta ahora indican, sin ningún género de dudas, que las ideas están claras y han sido expresadas de forma reiterada: en ninguna circunstancia apoyar al Partido Popular; propuestas para reparar lo que el Gobierno de Rajoy ha destrozado; postura firme en contra del independentismo catalán; mano tendida para dialogar con la izquierda y con Ciudadanos, si se aviene, para formar un Gobierno estable. Es decir, una postura razonable cuyo éxito dependerá de que los demás también se pronuncien y muevan ficha.

En estas circunstancias, es incomprensible la actitud de algunos dirigentes regionales del PSOE que discuten ante todos los micrófonos que les ponen por delante, sus discrepancias con el secretario general, como si sus planteamientos fueran distintos de los que se fijaron por su Comité Federal. Lo último, por ahora, ha sido la ayuda prestada para que los partidos catalanes puedan formar grupo parlamentario en el Senado. ¿Acaso no estamos hablando de la necesidad de favorecer el diálogo? ¿No ha expresado el PSOE su discrepancia con la actitud cerrada del PP, negándose a dialogar con los responsables políticos catalanes? ¿No se ha defendido hasta la saciedad que es necesario tender puentes y no abrir zanjas? Eso ha sido un gesto que supongo tendente a propiciar un clima en el que sea posible empezar a hablar, que no condiciona nada y que marca un cambio de rumbo absolutamente necesario y que ha sido defendido por el PSOE. Causa una profunda preocupación que estos dirigentes lenguaraces demuestren tanta miopía política y no hayan entendido la gravedad de la situación y la enorme dificultad que entraña resolverla. Para justificar esta actitud se argumenta que en el PSOE, y en la izquierda en general, se discute y confrontan distintas opiniones, y que eso es bueno porque resalta la pluralidad y la libertad de expresarlas. De acuerdo, pero todo tiene su espacio y su momento, en el máximo órgano de dirección se fijaron las líneas maestras que deben definir la estrategia política y es ahí donde se exponen las discrepancias, se argumentan y al final se acuerda democráticamente el camino a seguir, pero las circunstancias que van surgiendo las interpreta la dirección, que para eso está. Y que se sepa no se ha salido del guión aprobado. El momento de discrepar públicamente no es ahora, cuando comienza una etapa dónde se precisa de todo el margen de confianza y todo el apoyo posible. Se supone que, después de haber celebrado unas primarias, hace unos meses, se ha elegido a la persona más capacitada en la que depositar la confianza en su buen hacer, ahora le corresponde al secretario general y a la dirección resolver. Estoy convencido de que serán consultadas todas las baronías antes de dar pasos importantes, pero no en todos los casos, que se sepa el PSOE no es un partido asambleario ¿Qué se pretende cuando se manifiesta públicamente la discrepancia con algunas decisiones que se han tomado? ¿Acaso no se es consciente de la perplejidad y el desafecto que provocan en el electorado? O lo que es realmente grave ¿Se pretende impedir que Pedro Sánchez pueda formar Gobierno? La lealtad dicta que esas discrepancias se deben manifestar utilizando la línea directa que todos tienen con la dirección federal. Ya llegará el tiempo de los micrófonos, pero ahora toca estar públicamente callados y pensar que el futuro del Estado depende de la prudencia y del buen hacer de los socialistas
 
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