Gigi Vives

Lo que le pasa esta chica es que intenta diferenciarse del resto de influencers (que me parece bien) pero creyéndose la más lista y con más criterio estético que las demás. Craso error. Tiene unas ínfulas de grandeza que no se las aguanta.

Le gusta ir de guay, de diferente, de ir a contracorriente, de persona profunda e intensita, de revolucionaria, de "yo me salgo de la norma y me pongo cosas horteras porque LO MOLO TODO"... todo esto acompañado de fotos sinsentido, de una estética oscura y con un punto decadente porque es lo que que se lleva ahora y desde luego Gigi no ha inventado nada.

Y para más inri comparte fotos sin casi nunca en acreditar al/la autor/a, esto ya me parece el colmo. Como buena "creadora de contenido" sabrá lo que cuesta pensar, diseñar, trabajar y editar cada una de esas imágenes que ella publica como churros una detrás de otra. Después fijo que es de las que despotrica si a alguien se le ocurre compartir fotos de su trabajo sin mencionarla.
 
Está explicando en stories que tiene un lector de tarjetas para iphone, y "por eso su contenido es tan rápido y de calidad" :wacky:
Ella tan humilde siempre...
Subir contenido de calidad se le llama a guardar fotos de tumblr y de otros instagrams en tu galería y subirlo a tu perfil? Jajaja
Porque oye, subir una foto de una silla random es contenido de mucha calidad!! Ella innovadora
 
Nunca comento por aquí ni acostumbro a leer los mensajes, pero Instagram lleva un tiempo empeñándose en recomendarme fotos de Gigi y siempre que las veo tengo una cierta sensación de mosqueo por el vacío pretencioso que rezuman todos sus posts. He recordado este foro y tengo bastantes ganas de desahogarme acumuladas, así que ahí va mi tocho, y también mis disculpas de antemano.

Sé que hay muchas otras que hacen lo mismo que ella, pero sus aires de grandeza, innovación y etc acaban irritándome. Y sí, hacer marketing es lo que ella ha estudiado, pero se nota que quiere “trascender” o, como ella dice, ser una “creadora de contenido”. A la que tiene menor oportunidad de decirlo, deja saber al mundo que ella es una persona muy creativa (hecho basado en su opinión y en su afición a las libretas de Mr Wonderful y los rotuladores de colorines). Y siempre, siempre, todo lo que escribe o enseña es un intento de huir de la mediocridad. Una mediocridad de la que, tristemente, la gran mayoría de la sociedad (incluida ella, sí) forma parte, porque si todo el mundo que ha sido popular en el instituto tuviera un talento, este mundo iría mucho mejor. Crear algo de calidad o importante no es algo que venga implícitamente con un gran número de adolescentes suscritos a tu perfil virtual y un blog con nombre en inglés. Cambiar tu biografía cada dos por tres en un perfil de una red social que solo recoge tu imagen más “filtrada” con palabrejas que te gustaría que se aplicaran a ti, no te convierte en eso tampoco. Pero como acostumbras a que toda tu persona se defina de acuerdo con la percepción de los demás (que tu misma alteras), ya te está bien así.

Visto con perspectiva, la de influencer sólo se trata de una profesión ligada a la publicidad que aún está en sus fases iniciales y el mercado de la cual aún está por regular. Y qué queréis que os diga, a esta gente no les debemos nada, y no aportan nada relevante a la sociedad. Ni siquiera hablo de cosas abstractas, como inspiración (como le gusta decir a ella), valores, o arte. ARTE. Tengo una amiga con estudios y trayectoria de “curator” y la buena de Gigi no se hace la menor idea de lo que implican la totalidad de las tareas ligadas a este oficio. Estoy segura de que es buena persona, pero la total falta de perspectiva a la hora de calificarse a si misma y a lo que hace me pone nerviosa. Ahí afuera hay gente haciendo bien su trabajo, sin tanta preocupación por las apariencias porque sus acciones y creaciones tienen valor por si solas, y que tienen a un montón de gente también valorándolas, sin dar un duro por las fotitos de Instagram de una tía tan vacía. Apropiarte así de conceptos que realmente no conoces a mí me daría un poco de vergüenza, la verdad. Incluso si mi sueldo dependiera de Instagram. No se me ocurre ninguna cosa más wannabe que esto. Es el equivalente a hinchar el currículum con cualquier mierda que suene bien, y en su caso, cool. Que de eso vive, del “molar”. Ya me jodería.
 
Nunca comento por aquí ni acostumbro a leer los mensajes, pero Instagram lleva un tiempo empeñándose en recomendarme fotos de Gigi y siempre que las veo tengo una cierta sensación de mosqueo por el vacío pretencioso que rezuman todos sus posts. He recordado este foro y tengo bastantes ganas de desahogarme acumuladas, así que ahí va mi tocho, y también mis disculpas de antemano.

Sé que hay muchas otras que hacen lo mismo que ella, pero sus aires de grandeza, innovación y etc acaban irritándome. Y sí, hacer marketing es lo que ella ha estudiado, pero se nota que quiere “trascender” o, como ella dice, ser una “creadora de contenido”. A la que tiene menor oportunidad de decirlo, deja saber al mundo que ella es una persona muy creativa (hecho basado en su opinión y en su afición a las libretas de Mr Wonderful y los rotuladores de colorines). Y siempre, siempre, todo lo que escribe o enseña es un intento de huir de la mediocridad. Una mediocridad de la que, tristemente, la gran mayoría de la sociedad (incluida ella, sí) forma parte, porque si todo el mundo que ha sido popular en el instituto tuviera un talento, este mundo iría mucho mejor. Crear algo de calidad o importante no es algo que venga implícitamente con un gran número de adolescentes suscritos a tu perfil virtual y un blog con nombre en inglés. Cambiar tu biografía cada dos por tres en un perfil de una red social que solo recoge tu imagen más “filtrada” con palabrejas que te gustaría que se aplicaran a ti, no te convierte en eso tampoco. Pero como acostumbras a que toda tu persona se defina de acuerdo con la percepción de los demás (que tu misma alteras), ya te está bien así.

Visto con perspectiva, la de influencer sólo se trata de una profesión ligada a la publicidad que aún está en sus fases iniciales y el mercado de la cual aún está por regular. Y qué queréis que os diga, a esta gente no les debemos nada, y no aportan nada relevante a la sociedad. Ni siquiera hablo de cosas abstractas, como inspiración (como le gusta decir a ella), valores, o arte. ARTE. Tengo una amiga con estudios y trayectoria de “curator” y la buena de Gigi no se hace la menor idea de lo que implican la totalidad de las tareas ligadas a este oficio. Estoy segura de que es buena persona, pero la total falta de perspectiva a la hora de calificarse a si misma y a lo que hace me pone nerviosa. Ahí afuera hay gente haciendo bien su trabajo, sin tanta preocupación por las apariencias porque sus acciones y creaciones tienen valor por si solas, y que tienen a un montón de gente también valorándolas, sin dar un duro por las fotitos de Instagram de una tía tan vacía. Apropiarte así de conceptos que realmente no conoces a mí me daría un poco de vergüenza, la verdad. Incluso si mi sueldo dependiera de Instagram. No se me ocurre ninguna cosa más wannabe que esto. Es el equivalente a hinchar el currículum con cualquier mierda que suene bien, y en su caso, cool. Que de eso vive, del “molar”. Ya me jodería.
Olé prima!! No puedo decirte otra cosa porque llevas más razón que un santo!!!
Además, seamos realistas, Gigi debe la mayoría de su gran público (seguidores) por ser novia de Dulceido no por el contenido que sube, es la realidad. Hay gente que de verdad ha conseguido llegar lejos por sus propios pasos, su contendio, su trabajo etc... Y otro muchos (la mayoría de influencer) por otras personas
 
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Nunca comento por aquí ni acostumbro a leer los mensajes, pero Instagram lleva un tiempo empeñándose en recomendarme fotos de Gigi y siempre que las veo tengo una cierta sensación de mosqueo por el vacío pretencioso que rezuman todos sus posts. He recordado este foro y tengo bastantes ganas de desahogarme acumuladas, así que ahí va mi tocho, y también mis disculpas de antemano.

Sé que hay muchas otras que hacen lo mismo que ella, pero sus aires de grandeza, innovación y etc acaban irritándome. Y sí, hacer marketing es lo que ella ha estudiado, pero se nota que quiere “trascender” o, como ella dice, ser una “creadora de contenido”. A la que tiene menor oportunidad de decirlo, deja saber al mundo que ella es una persona muy creativa (hecho basado en su opinión y en su afición a las libretas de Mr Wonderful y los rotuladores de colorines). Y siempre, siempre, todo lo que escribe o enseña es un intento de huir de la mediocridad. Una mediocridad de la que, tristemente, la gran mayoría de la sociedad (incluida ella, sí) forma parte, porque si todo el mundo que ha sido popular en el instituto tuviera un talento, este mundo iría mucho mejor. Crear algo de calidad o importante no es algo que venga implícitamente con un gran número de adolescentes suscritos a tu perfil virtual y un blog con nombre en inglés. Cambiar tu biografía cada dos por tres en un perfil de una red social que solo recoge tu imagen más “filtrada” con palabrejas que te gustaría que se aplicaran a ti, no te convierte en eso tampoco. Pero como acostumbras a que toda tu persona se defina de acuerdo con la percepción de los demás (que tu misma alteras), ya te está bien así.

Visto con perspectiva, la de influencer sólo se trata de una profesión ligada a la publicidad que aún está en sus fases iniciales y el mercado de la cual aún está por regular. Y qué queréis que os diga, a esta gente no les debemos nada, y no aportan nada relevante a la sociedad. Ni siquiera hablo de cosas abstractas, como inspiración (como le gusta decir a ella), valores, o arte. ARTE. Tengo una amiga con estudios y trayectoria de “curator” y la buena de Gigi no se hace la menor idea de lo que implican la totalidad de las tareas ligadas a este oficio. Estoy segura de que es buena persona, pero la total falta de perspectiva a la hora de calificarse a si misma y a lo que hace me pone nerviosa. Ahí afuera hay gente haciendo bien su trabajo, sin tanta preocupación por las apariencias porque sus acciones y creaciones tienen valor por si solas, y que tienen a un montón de gente también valorándolas, sin dar un duro por las fotitos de Instagram de una tía tan vacía. Apropiarte así de conceptos que realmente no conoces a mí me daría un poco de vergüenza, la verdad. Incluso si mi sueldo dependiera de Instagram. No se me ocurre ninguna cosa más wannabe que esto. Es el equivalente a hinchar el currículum con cualquier mierda que suene bien, y en su caso, cool. Que de eso vive, del “molar”. Ya me jodería.
Suscribo cada una de tus palabras (en negrita también si hace falta). Yo me dedico - entre otras muchas cosas- al mundo del "comisariado" y esta chica no tiene ni idea del gran esfuerzo que requiere y de todas las tareas que cargas en una mochila, para que todo salga perfecto.
Ayer mismo me metí en su perfil y le escribí un privado que voy a intentar subir. No he obtenido respuesta. Pero me gustaría saber su innovadora visión de "curator"
 
Han ido a un festival Dulceida, su mujer, Albert Mullor, Laura Matamoros y Gigi! Pues Laura ha subido un stories etiquetando a todos excepto a Gigi (y casi no la ha enfocado)! Osea parecía una amiga de alguien, no “influencer”.
 

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