Bueno, de estas tengo yo para dar y tomar...
Cuando yo era niña, vivíamos en otra ciudad, en un chalet con jardín y piscina (ahora vive allí mi madre) y se presentaban todos los veranos unos tíos de mi padre con los hijos y los nietos, mínimo se presentaban 6 personas, por supuesto sin avisar y a la hora de comer.
Sonaba el timbre, abrías la puerta y te soltaban "hola, hemos venido a pasar unos días", así, tan panchos. Y se pegaban 15 días ¡con un par! y por supuesto no ponían un puto céntimo, ni ayudaban a mi madre a nada. Es más, a veces, hasta protestaban por la comida. Recuerdo una mañana mi madre preparando unas verduras y pasar uno de los hijos y soltarle "uy, verdura, mala comida pones..." y claro, yo era una niña, porque esto me pilla ahora y le suelto "pues te vas a un restaurante, tío jeta".
Era una pesadilla, verano tras verano. Y no tenías escapatoria porque se presentaban sin avisar.
Y un año ya fue el colmo de los colmos, volvían de viaje con unos amigos y pasaban por mi ciudad, pues hicieron la paradita para comer y se presentaron allí con los amigos, con un matrimonio que no conocíamos de nada.
Y ¿sabéis lo gracioso? que cuando pasaban los 15 días, se iban al pueblo a casa de mi abuela y allí otros 15 días.
Vacaciones gratis año tras año hasta que se compraron un piso en la playa, normal... con todo lo que ahorraban...
Fue comprar el piso y desaparecer del mapa, xq se ve que a ellos no les apetecía compartirlo. Se ve que lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Lo más triste... hace unos años murió mi padre, les llamé para informarles y ni se presentaron al funeral. Vamos que para veranear por la gorra sí, pero para ir a decir adiós a mi padre no. Desde ese día se la tengo jurada, ojalá no me los vuelva a cruzar en mi vida porque ese día voy a perder la educación y las formas y les voy a decir en su cara lo que alguien les tenía que haber dicho hace muchos años.
Cuando yo era niña, vivíamos en otra ciudad, en un chalet con jardín y piscina (ahora vive allí mi madre) y se presentaban todos los veranos unos tíos de mi padre con los hijos y los nietos, mínimo se presentaban 6 personas, por supuesto sin avisar y a la hora de comer.
Sonaba el timbre, abrías la puerta y te soltaban "hola, hemos venido a pasar unos días", así, tan panchos. Y se pegaban 15 días ¡con un par! y por supuesto no ponían un puto céntimo, ni ayudaban a mi madre a nada. Es más, a veces, hasta protestaban por la comida. Recuerdo una mañana mi madre preparando unas verduras y pasar uno de los hijos y soltarle "uy, verdura, mala comida pones..." y claro, yo era una niña, porque esto me pilla ahora y le suelto "pues te vas a un restaurante, tío jeta".
Era una pesadilla, verano tras verano. Y no tenías escapatoria porque se presentaban sin avisar.
Y un año ya fue el colmo de los colmos, volvían de viaje con unos amigos y pasaban por mi ciudad, pues hicieron la paradita para comer y se presentaron allí con los amigos, con un matrimonio que no conocíamos de nada.
Y ¿sabéis lo gracioso? que cuando pasaban los 15 días, se iban al pueblo a casa de mi abuela y allí otros 15 días.
Vacaciones gratis año tras año hasta que se compraron un piso en la playa, normal... con todo lo que ahorraban...
Fue comprar el piso y desaparecer del mapa, xq se ve que a ellos no les apetecía compartirlo. Se ve que lo suyo es suyo y lo de los demás también.
Lo más triste... hace unos años murió mi padre, les llamé para informarles y ni se presentaron al funeral. Vamos que para veranear por la gorra sí, pero para ir a decir adiós a mi padre no. Desde ese día se la tengo jurada, ojalá no me los vuelva a cruzar en mi vida porque ese día voy a perder la educación y las formas y les voy a decir en su cara lo que alguien les tenía que haber dicho hace muchos años.