Os cuento de mi jefe el rata. En mi trabajo, como estamos en un ordenador, podemos comer sin problema (teniendo aseada la mesa claro). Los compañeros solemos llevar galletas, bizcocho, chucherías. Los compañeros. Él no suele llevar nada. Bueno, a veces se trae algún trozo de torta, pero su ración contada. De lo que llevan los demás, todo le está bueno. Nosotros tenemos un cajón para dejar nuestras chusmerías (galletas, rosquilletas, etc). Entre los compañeros hay muy buen rollo en ese aspecto y tenemos total libertad para coger algo de otro, siempre y cuando avisemos cuando se acabe (que normalmente reponemos). No es que él no lleve nada para el grupo, es que tiene la jeta de decirte como si fuera súper generoso que te ha guardado galletas, o rosquilletas, cuando a lo mejor esas rosquilletas las había comprado la persona a la que se las está ofreciendo