Acabas de describir a una pareja que conozco: siempre necesitan estar rodeados de gente, siempre necesitan un corro de palmeros a quien dar el coñazo con el último viaje que han hecho, el último restaurante al que han ido... Se suelen rodear de gente más joven que ellos (más impresionables y más disponibles) e incluso de empleados que, por edad, podrían ser sus hijos (sí, un día festivo se van de cafeteo con empleados a los que sacan 25 años para contarles lo que han hecho el puente). En realidad, son dos personas hartas la una de la otra atrapados en una relación muerta pero que no quieren salir de su perímetro de seguridad: les es más cómodo engañarse (el uno al otro y a sí mismos).
Hay muchas parejas que no funcionan pero que son incapaces de separarse. Se les nota a kilómetros porque siempre necesitan estar con más gente. Se aburren como ostras, no se aguantan, no les apetece nada estar juntos, ni se divierten ni les hace ninguna ilusión. Así que ahí los tienes, quedando con todo quisqui.
Yo disfruto mucho cuando quedamos con amigos, vaya con o sin mi pareja. Los dos tenemos grupos de amigos muy majos y nos lo pasamos muy bien. Pero también necesito estar con el a solas, hacer planes sin más gente de vez en cuando. Y eso que mi matrimonio no es el más perfecto del mundo precisamente. Por eso, cuando veo esas parejas que están siempre siempre acompañadas por otras personas, y normalmente por gente que no tiene pareja, más joven, etc...veo dos personas desesperadas por ser libres pero que no se atreven a dar el paso.