Gabriel Cruz, asesinado por Ana Julia Quezada, la pareja del padre.

yo estaba viéndolo también y si se le ha visto que cojeaba, en el coche iba una chica rubia y un hombre

Ya te digo que yo no se la noté, pero admito que sería una cojera leve. Ni llevaba muletas, ni la metieron en el coche, como se suele hacer en las detenciones.
Gracias por la observación.
 
Pues igual se la llevan al médico...si está herida y encima le ha dado un ataque de ansiedad....No sé, la verdad es q si ella le hubiese hecho algo al niño...no sé cómo el padre estaría tan tranquilo, sin sospechar nada y con ella en casa.
A veces se ve lo que se quiere ver... hay casos de abusos de ninos por parejas o padres y la otra parte(padre o madre) no lo quiere ver.
 
http://www.antena3.com/programas/es...amoroso_201803075a9fbff30cf2d1c77e2438ac.html

El acosador de la madre de Gabriel padecía un trastorno bipolar y depresión crónica por un desengaño amoroso
El acosador de Patricia, la madre del niño desaparecido en Níjar el pasado 28 de febrero, sufría una depresión crónica desde que su novia de toda la vida rompiera con él. Tal y como ha podido saber Espejo Público Diego Miguel padecía depresión crónica y trastorno bipolar por lo que había estado ingresado en un centro psiquiátrico. Esta afección le llevaba a tener brotes maniacos que reflejaba en su comportamiento con la madre de Gabriel.

Diego Miguel no sólo atosigaba con mensajes de móvil a la madre de Gabriel, sino que se presentaba en todos aquellos lugares donde sabía que se podía encontrar con Patricia. Uno de esos lugares era la puerta del colegio de Gabriel donde se presentaba por sorpresa para ver a la madre del niño.

Por el momento los investigadores mantienen abiertas todas ls hipótesis en torno a la desaparición de Gabriel. Varios testimonios sitúan al acosador de Patricia introduciendo objetos sospechosos en su vehículo en torno a la hora de la desaparición, mientras que la pulsera de control de la orden de alejamiento sobre Patricia también fue desactivada durante las horas críticas.

El sospechoso asegura que la pulsera se desactivó por error y que en torno a las horas en las que tuvo lugar el suceso estuvo en su casa. Cita a su madre como coartada. Sin embargo, la progenitora ha reconocido que en torno a las 15,30 horas se echó la siesta y desconoce lo que hizo su hijo.
 
Ya se que es una coña, pero en el FB de ella, de la novia del padre, pone en primera plana "¡Qué miedo!" en su muro, comentario del 5 de febrero. Es curioso que busques su nombre y salte esta frase.
Miedo donde lo pone? De ese día Q dices no hay nada. X cierto pone Q vive en Burgos, y el en Almería?
 
La verdad es que ella tenía pinta de GC de paisano, o esa impresión me dio.
No se ha planteado el caso de que la camiseta no tenga ADN de Ana. No sé, se me acaba de ocurrir ahora, pero esa opción también podría darse y, habiendo sido quien vistió al niño...
 
https://www.elespanol.com/reportaje...legio-kilometros-desaparecio/289972171_0.html

La coartada de Diego: aunque siguió a Gabriel varios días al colegio, estaba a 60 kilómetros cuando desapareció
Tres testigos explican a EL ESPAÑOL que lo vieron leyendo en la terraza de su casa una hora después de que se le perdiese el rastro al niño. La Guardia Civil entiende que en dicho espacio temporal no pudo secuestrarlo, deshacerse de él y volver a su pueblo. Además, según la madre del pequeño, la señal de su pulsera lo situaba en la zona en la que él reside.

Ocho días después de que se le perdiera el rastro al pequeño Gabriel Cruz, hasta el momento nadie ha sido capaz de resolver el galimatías en que se ha convertido el caso. Este martes, con la llegada del buen tiempo al Cabo de Gata, se siguió buscando en un radio de 12 kilómetros con centro en el lugar en que desapareció el niño, de ocho años.


Una semana buscando a Gabriel

En torno a 150 profesionales volvieron a mirar en pozos, balsas, barrancos, antiguas minas, en cuevas o en el mar. Pero nada. Ni una pista sobre su paradero. Por el momento sólo se tiene la camiseta hallada por su padre, Ángel Cruz, y su pareja, el sábado 3 de marzo.


Aunque casi desde el minuto cero los investigadores apuntaron hacia la figura de Diego F ., el acosador de la madre del niño, las evidencias se empeñan en decir lo contrario. Por eso, a fecha de hoy, casi lo descartan definitivamente: hasta tres testigos lo sitúan a 61,5 kilómetros de allí una hora después de la desaparición del menor.

Se plantó en la puerta del colegio de Gabriel
Diego Miguel F., el hombre de 42 años que desde la semana pasada está en prisión por quebrantar una orden de alejamiento sobre Patricia Ramírez, llevó su obsesión por la mujer a un grado desacerbado. La llamaba por teléfono constantemente, le escribía centenares de mensajes y correos, preguntaba por ella a compañeros y se presentaba en su puesto de trabajo.


Incluso, en varias ocasiones se personó en la puerta del colegio de su hijo, Gabriel, con el único fin de verla a ella cuando iba a recogerlo. Así lo explican fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL. “Era por olerme, era por verme”, ha asegurado la propia Patricia a los medios de comunicación en reiteradas veces.

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Diego F. es una aficionado a las carreras de medio fondo.

El hombre ha estado ingresado en dos ocasiones en un centro psiquiátrico en los últimos dos años. La primera, en Almería. La última, hace mes y medio, en Córdoba, donse le encontró tras una semana en busca y captura por quitarse la pulsera telemática que estaba obligado a llevar. Diego F. tiene diagnosticado un trastorno bipolar con brotes maníacos.

Dados los antecedentes, agentes de paisano de la Guardia Civil se desplazaron hasta el pueblo de Diego F., Antas (Almería). Fue la misma noche del martes 27 de febrero, cuando horas antes, entre a las 15.30 y las 15.45 horas, había desaparecido el niño a 61,5 kilómetros de allí, en Las Hortichuelas, una pedanía de Níjar.

Pensaban que podía haberse llevado a la fuerza al menor. Pero el sospechoso explicó que esa tarde había estado con su madre y un amigo. Al día siguiente lo interrogaron de nuevo. Volvió a repetir lo mismo.

La Benemérita ya ha analizado dos coches de su familia. Una furgoneta de su padre color gris y el coche de uno de sus dos hermanos. No ha trascendido que se encontrase ningún indicio que apunte a que pudo usar los vehículos para trasladar al niño.

Diego F. Z. fue la primera persona de la que sospechó la Guardia Civil. Cumplía a la perfección el perfil de alguien que quisiera hacerle daño a la madre del menor. No en vano, sobre él pesaban tres sentencias condenatorias tras la denuncia de acoso presentada por Patricia Ramírez en 2016: dos conllevaban cárcel por un total de nueves meses y otra la obligación de llevar una pulsera telemática y la prohibición de acercarse a ella a menos de 200 metros.

Pero el día que se le pierde el rastro al menor en Las Hortichuelas, en pleno cabo de Gata, Diego Miguel F. se encuentra en la casa de sus padres en Antas, a 61,5 kilómetros de allí. Al menos todo hace indicar que fue así.

Leyendo en la terraza trasera de su casa
Hasta tres testigos consultados por EL ESPAÑOL, quienes ya han hablado con los investigadores, sitúan a Diego F. sólo una hora después de la desaparición de Gabriel Cruz en la terraza trasera de la casa de sus padres. Estaba leyendo sentado en una silla blanca de plástico.

Todos coinciden en que el reloj marcaba las 16.45 horas. “Incluso te diría que unos minutos antes”, le dice Ricardo, uno de los testigos, a este reportero. Las personas que lo vieron son tres vecinos. Un matrimonio y una mujer. Las entradas de sus respectivas casas dan a la parte trasera de la vivienda del ahora encarcelado. Ese hecho, y la ubicación de su pulsera, son sus principales coartadas.

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Gabriel Cruz, el niño desaparecido en Níjar el 27 de febrero pasado.

Pese a que se tiene constancia de que entre las tres y las cinco de la tarde de ese día la pulsera telemática de Diego F. no emitió señal, por lo que podría haberla manipulado, las antenas repetidoras de la zona lo han ubicado en Antas en ese espacio temporal. Así lo explicó hace unos días la propia madre del niño, a la que habrían informado los investigadores.

De ahí que la Benemérita piensa que no pudo ser él quien raptase al menor. Entienden que no pudo secuestrarlo en el camino que sale de la casa de la abuela del niño y después esconderlo o deshacerse de él para, más tarde, volver a Antas. No, al menos, en un espacio de tiempo de unos 60 minutos.

En ese período Diego F. tendría que haber secuestrado al niño, ocultarlo después y recorrer la distancia entre ambos puntos, unida por unos 20 kilómetros por carretera comarcal, 30 por la autovía A7 y otros diez de nuevo por vía comarcal.

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Diego F. sufre un trastorno de personalidad bipolar con brotes maníacos.

Este martes, el portavoz de la Guardia Civil en Almería, David Domínguez, volvió a incidir en que hasta el momento no puede ofrecer datos de la investigación, que es secreta. También, a preguntas de los periodistas, dijo que la Benemérita no tiene previsto reducir la intensidad en las labores de búsqueda del menor en los próximos días.
 
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