Fútbol es Fútbol

Botas de fútbol

Las botas de fútbol consiguen que los jugadores se sientan más cómodos en el terreno de juego. Las marcas deportivas utilizan los nuevos avances tecnológicos para crear botas de fútbol con diferentes tipos de características y materiales. Sin embargo, las suelas de estas varían de unas a otras, existiendo diferentes modelos capaces de adaptarse a los distintos terrenos de los campos de fútbol. Los tipos de botas que se pueden encontrar en la actualidad son:

1. Las botas de fútbol SG

Estas botas están formadas por suelas de seis tacos de aluminio, aunque también pueden ser combinadas con tacos de goma, más conocidas como suelas mixtas. Las suelas de las botas de fútbol SG solo pueden ser utilizadas en campos que tengan césped natural. Su uso no está recomendado en aquellos campos de césped artificial o moqueta, ya que perderían por completo su funcionalidad, pudiendo ocasionar de este modo la lesión de un jugador. Además, algún taco podría partirse durante el transcurso de un partido o entrenamiento, o incluso provocar daños sobre la superficie de juego. Los tacos de aluminio funcionan mejor cuando el campo está mojado, húmedo o blando, proporcionando de esta forma una mejor tracción, algo que no se consigue con el taco tradicional de goma. Sin embargo, si se utilizan tacos de aluminio en un campo de fútbol que tenga césped natural seco firme, el futbolista podría llegar a sentirse incómodo, ya que notaría una fuerte presión en la planta del pie al chocar el taco con la placa. Si el jugador no quiere sufrir una lesión debe cambiar inmediatamente sus botas por otras más adecuadas a ese tipo de terreno.

2. Las botas de fútbol FG

Las botas FG son utilizadas por la mayoría de los jugadores. Sus suelas pueden estar compuestas por once, por doce, por trece o por catorce tacos de goma, los cuales tienen diferentes formas y longitudes. Estas dos variables dependerán en gran medida de la utilidad que les vaya a dar el jugador a las botas de fútbol, tales como reforzar su velocidad, afianzar el giro o ganar comodidad. Estas botas deben usarse únicamente en campos con césped natural y en campos de tierra embarrados, aunque algunas de ellas también pueden ser utilizadas en césped artificial de última generación siempre y cuando esté indicado por el fabricante. Si este tipo de suelas tiene los tacos cónicos y de longitud corta, pueden ser perfectas para jugar sobre césped artificial, pero si están formadas por tacos laminados, estos pueden llegar a partirse.

3. Las botas de fútbol AG

Durante los últimos años se han conseguido grandes avances en las botas de fútbol AG, cuyas están compuestas por tacos de goma. Pueden ser utilizadas en campos de fútbol con césped artificial. Es necesario saber que existen diferentes generaciones de césped artificial, siendo más recomendable el uso de este tipo de botas en los de tercera generación, cuyas características son semejantes a las de un campo con césped natural. Sin embargo, también pueden ser utilizadas en los de segunda generación. Para los campos de fútbol de tercera generación es recomendable usar las botas AG con suelas de veintiún tacos, aunque también se puede optar por las nuevas de trece tacos, ya que disponen de características muy parecidas a las FG tradicionales. Esto consigue que el futbolista que esté acostumbrado a este tipo de suelas las acepte mejor, hecho que no sucedería con las de veintiún tacos. No obstante, las dos lograrán una buena tracción. En los campos de fútbol de césped artificial de segunda generación también se pueden usar botas de fútbol AG con suelas de veintiún tacos. Estas ayudarán a distribuir correctamente la presión por toda la placa.

4. Las botas de fútbol TF

Las suelas de estas botas, más conocidas como suelas multitacos, son ideales para ser utilizadas en aquellos campos de fútbol que disponen de superficies abrasivas en los cuales no existe ningún tipo de amortiguación, y por lo tanto el impacto del taco sobre la placa es muy fuerte. Estos campos suelen ser de moqueta, cemento y tierra seca. Las suelas de las botas de fútbol TF o multitacos están formadas por tacos de corta longitud, los cuales cubren la placa de la suela en su totalidad. Este tipo de suelas garantizan el apoyo y la estabilidad siempre que sean usadas en el terreno de juego adecuado.

Qué botas usar según tu posición

Los defensas tienen que tener un buen control del balón, ya que suelen jugar mucho al toque. Para ellos se recomiendan las botas de fútbol de piel sintética, ya que es un material muy resistente que no tiende a deformarse a pesar del contacto constante de estos jugadores con el esférico. Además, este tipo de material también les permite añadir fuerza a un disparo gracias a su elasticidad. Los centrocampistas suelen ser jugadores que poseen una gran precisión, por lo que deben utilizar botas de fútbol que estén reforzadas en el empeine. De este modo no se deformarán con los disparos, y además conseguirán que el jugador no se lastime al golpear el esférico. El uso de botas no adecuadas puede provocar el desvío del balón durante un pase o un disparo. Los extremos hacen uso constante de su velocidad, por lo que deben utilizar botas de fútbol que les garanticen una reducción del esfuerzo necesario que hacen al acelerar. Los delanteros, los cuales tienen que estar constantemente preparados para meter un gol, deben utilizar botas diseñadas para conseguir un mejor golpeo del balón. Evidentemente, las botas de fútbol no van a mejorar la táctica, la velocidad o el juego de un futbolista, pero sí pueden ayudarle a sentirse más cómodo. Por este motivo debe asegurarse de elegir la más adecuada a sus capacidades y la que mejor se adapte a las condiciones del campo de fútbol en el cual vaya a jugar.

Cuidados necesarios para todas las botas de fútbol

Con total independencia del tipo de botas de fútbol elegidas, estas son artículos muy delicados que necesitan una serie de cuidados, los cuales mejorarán de manera considerable su mantenimiento y alargarán su vida útil. A continuación se explican algunos consejos para alcanzar estos objetivos:

Es necesario sacar las botas de fútbol de la bolsa para que se sequen lo antes posible. Hay que tener en cuenta que el agua es el mayor enemigo de estas, y que por lo tanto, si pasan mucho tiempo mojadas, se acortará su vida útil. También hay que evitar exponer las botas directamente a la luz solar o a fuentes de calor artificial, tales como radiadores o secadores.

Se debe limpiar la suciedad de la superficie de las botas. Si no están muy sucias bastará con pasar un paño seco y guárdalas. Sin embargo, si están demasiado sucias se debe utilizar un paño húmedo para lograr desprender toda la suciedad de la superficie. Lo ideal es realizar esta rutina con las botas recién quitadas, ya que así será más sencillo eliminar la suciedad.

Para quitar la suciedad incrustada, es decir, la que se queda entre las costuras de las botas de fútbol, es necesario un tratamiento mayor. No es recomendable meterlas bajo el agua de la ducha, ya que el agua que se queda en el interior de las botas tarda mucho tiempo en eliminarse, lo que puede provocar que se pudran. Si no se ha podido evitar que estas se llenen de agua por dentro porque ha llovido durante el entrenamiento o el partido, es recomendable secarlas rápidamente. Un remedio que funciona muy bien es meter papel de periódico dentro de las botas. Este tiene una gran capacidad de absorción que hará que se elimine toda la humedad del interior en una sola noche.

En el caso de que las botas de fútbol sean de piel sintética todo el proceso de limpieza habrá terminado aquí. Sin embargo, si se trata de piel natural necesitarán muchos más cuidados. Uno de los pasos más importantes es nutrirlas e hidratarlas. Para conseguirlo se debe utilizar bálsamo o grasa de caballo. Este tipo de productos aportarán nutrición a la piel con lo cual se consigue que las botas ganen elasticidad, pero también les proporcionarán impermeabilización mediante la creación de una película que evita que absorban el agua.

Es muy importante aplicar el bálsamo o la grasa en las botas totalmente secas, ya que de lo contrario el agua no podrá escapar y estas se pudrirán mucho antes. Para su correcta aplicación se puede utilizar el aplicador que viene dentro del envase o un cepillo, con los cuales se extenderán uniformemente por toda la superficie de las botas pequeñas capas de este producto, prestando especial atención a las zonas de piel natural.

Este tipo de botas se adaptan a la forma del pie, por lo cual también es muy importante el lugar donde se colocan una vez quitadas, ya que de lo contrario pueden deformarse y perder su utilidad. Es recomendable conseguir unas hormas, las cuales se introducirán en las botas para su posterior fijación.

Con todos estos consejos las botas de fútbol estarán listas para el siguiente entrenamiento o partido.
 
Botiquín de fútbol

El botiquín es un elemento indispensable que siempre tiene que estar presente en los entrenamientos y partidos de fútbol, por lo que es de vital importancia que los jugadores sepan hacer un buen uso de este.

Es recomendable explicar a los futbolistas cómo utilizar los materiales que se encuentran dentro del botiquín llegado el caso, además de recibir una pequeña formación en primeros auxilios. De esta forma estarán preparados si algún compañero necesita su ayuda.

El botiquín utilizado en el terreno de fútbol, tiene que contener exclusivamente aquellos materiales imprescindibles para llevar a cabo los primeros auxilios. No se deben introducir medicamentos ni instrumentos complejos no autorizados. Evidentemente, al principio de cada temporada el botiquín estará completo, por lo que es muy importante ir reponiendo los materiales que se van gastando.

El botiquín no debe ser demasiado grande, y con el fin de evitar que se dañen los materiales y medicamentos que se encuentran en su interior, el equipo tendrá que respetar una serie de normas referentes al contenido y al mantenimiento del mismo, prestando especial atención a su lugar de conservación.

Recomendaciones para su correcta conservación

El botiquín de fútbol siempre tiene que estar bien ordenado, y todos los materiales de su interior identificados y etiquetados de manera clara. Debe estar ubicado en un lugar sin humedad ni suciedad, y sin demasiada claridad.

El estado de los materiales que se encuentran dentro del botiquín debe ser revisado cada poco tiempo con el fin de localizar los medicamentos caducados, además de reponer aquellos elementos agotados.

Los medicamentos específicos para cada jugador no deben guardarse en el botiquín. Además, este siempre ha de estar preparado antes de que se necesite y no debe tener una cerradura difícil de abrir. También se recomienda que haya una lista de los teléfonos de urgencia y centros hospitalarios de la zona.

Contenido del botiquín de fútbol Guardar y salir

Existen diferentes tipos de botiquines, los cuales están adaptados al presupuesto y a las necesidades de cada club. No obstante, hay una serie de utensilios que deben estar presentes en cualquier botiquín de fútbol:

  1. Instrumental
Se trata de todos los utensilios necesarios para poder aplicar los medicamentos que se encuentran en el botiquín de fútbol:

  • Tijeras de acero inoxidable.
  • Pinzas de acero inoxidable, las cuales se recomienda que estén esterilizadas.
  • Termómetro, preferiblemente digital.
  • Bolsas de frío para reducir las inflamaciones y el dolor provocado por las lesiones.
  • Collarín cervical para la inmovilización en caso de lesión cervical.
  • Guantes de látex. Estos deben estar esterilizados para evitar cualquier riesgo de contagio y transmisión durante el reconocimiento.
  • Imperdibles, siendo muy útiles a la hora de fijar vendas y prendas.
  • Mantas térmicas para el abrigo de los futbolistas.
  • Bisturí esterilizado para realizar cortes cutáneos si fuera necesario.
  • Cánulas de Guedel, las cuales se utilizan cuando un jugador presenta dificultades respiratorias.
  • Agujas esterilizadas. Se usan para suturar heridas o punzar ampollas.
  • Jeringuilla y aguja. Elementos indispensables para inyectar medicamentos o extraer fluidos.
  • Cinta elástica de goma. Se utiliza para encontrar vías sanguíneas y comprimir los miembros.
  • Maquinilla de afeitar de un solo uso para rasurar la zona del cuerpo que sea necesaria.
  • Grapadora cutánea, y por consiguiente un quitagrapas.
  • Apósitos estériles, tales como esparadrapos, puntos adhesivos, vendas, gasas y ampollas.
  1. Material de aseo
Aquí se incluyen todos los elementos útiles para la limpieza previa a la cura de las heridas, tales como jabón líquido, esponjas y toallas.

  1. Medicamentos de uso general
Estos deben haber sido previamente prescritos por un médico. Se incluyen los analgésicos, antiácidos, antiinflamatorios, antimareos, antihemorrágicos, calmantes, inhalador broncodilatador, pastillas de glucosa e insulina inyectable.

Para uso atópico se debe incluir todo tipo de pomadas, agua oxigenada, yodo, suero fisiológico, suero ocular hiposódico, colirio ocular y spray antiinflamatorio.
 
Brazalete

En el ámbito futbolístico el brazalete es la cinta que lleva puesta un jugador alrededor del brazo por encima del codo. Esta dispone de cierta anchura y se utiliza de distintivo. El brazalete lo lleva el capitán del equipo, el cual lo identifica como tal. En el caso de ser de color negro, indica luto, y en algunas ocasiones se utiliza de algún color específico como forma de demostrar solidaridad por alguna causa.

Llevar puesto el brazalete de su equipo supone un auténtico honor para el futbolista, un privilegio que le han concedido el resto de compañeros o el entrenador, ya que consideran que posee las condiciones tanto deportivas como humanas para ser su capitán, es decir, lo ven totalmente capacitado para ser su líder.

Los futbolistas que ejercen la función de capitán tienen que ser más que buenos jugadores. Estos sentirán el peso que implican las nuevas responsabilidades de su cargo. El capitán de un equipo de fútbol no es un jugador más, sino que también sirve como referencia para el resto de sus compañeros y, además, es la persona encargada de ayudar al técnico. Debe mantener siempre una buena comunicación con el resto de jugadores de su equipo, tratándolos con confianza para que ellos también confíen en él, y proporcionándoles buenos consejos.

En algunos conjuntos quien lleva el brazalete se convierte incluso en una especie de segundo entrenador, el cual en ocasiones tiene a su cargo el mando y la organización del conjunto, siempre bajo las órdenes del entrenador y teniendo en cuenta tanto su visión de juego como la situación.

Cuando comienza un partido de fútbol, el capitán del equipo es el encargado de intervenir en el sorteo de campos, el cual se lleva a cabo en el centro del terreno de juego junto al capitán del equipo rival y a los árbitros. Solo este futbolista suele tener derecho a comunicarse con el árbitro para hacerle llegar sus observaciones y para reclamarle, y viceversa, el árbitro se dirigirá al capitán para comunicarle cualquier advertencia o reconvención. Además, será la persona que firme el acta del encuentro. Fuera del campo de fútbol también representa a la plantilla frente al combinado nacional o la directiva del club, así como en actos constitucionales.

Algunos de los jugadores más conocidos del mundo futbolístico que han ejercido de capitanes de sus respectivos equipos son los siguientes: Totti, Fernando Torres, Mascherano, Raúl, Maradona, Van Persie, Zanetti, Del Piero, Terry, Cesc Fábregas, Iker Casillas, Puyol, Leo Messi, Sergio Ramos, Xavi Hernández y Andrés Iniesta.

Cualidades del jugador que lleva puesto el brazalete
Un buen capitán debe tener una gran personalidad y una serie de cualidades que le hagan ser valioso, admirado y querido por sus compañeros de equipo tanto dentro como fuera del terreno de juego. Tiene que ser un referente para ellos, un verdadero ejemplo a seguir. El portador del brazalete se convierte en el líder, aunque no solo debe apoyar a sus compañeros, sino también a su técnico.

El capitán de un equipo de fútbol tiene que ser una persona muy responsable. Esta y otras cualidades las dan la experiencia y la veteranía, por lo que no es de extrañar que en muchos equipos esta función la desarrolle su miembro más veterano. También tiene que saber cómo comunicarse con sus compañeros durante el partido, a los cuales proporcionará instrucciones durante el transcurso del mismo, tratando a la vez de corregir los errores cometidos en el momento preciso. El jugador que lleva el brazalete hará que se cumplan todas las decisiones e instrucciones del árbitro. De ese modo le ayudará a que el encuentro se desarrolle con normalidad.

Puede que el capitán no sea el jugador con mejor capacidad técnica o táctica del equipo, sin embargo, sabrá cómo y cuándo empujar a sus compañeros ante las dificultades que se presenten durante el partido, así como animarles a realizar un mejor juego. Este futbolista tiene que concienciar a toda la plantilla a cumplir las reglas del fútbol, responsabilizarse de su comportamiento y defenderla ante los jugadores del equipo contrario.

Durante el transcurso de un partido este futbolista debe ser capaz de controlar el tiempo para así saber cuánto queda para que este finalice y cómo actuar dependiendo del resultado. Cada partido debe jugarlo como si se tratase del más importante, mostrando su ánimo en todo momento y jugando cada balón con voluntad y con inteligencia.

Un capitán siempre será capitán: en el vestuario, en las charlas, en los viajes, en los entrenamientos, en los calentamientos, en las victorias y en las derrotas, debe ser la primera persona disponible al servicio de su equipo. El capitán llegará el primero, se irá el último y querrá quedarse un poco más en el caso de que algún compañero le necesite, ya sea para hablar o para resolver algún problema, siempre se mostrará dispuesto a tenderle una mano amiga.

Si alguno de sus compañeros de equipo se encuentra lesionado o enfermo, el portador del brazalete tiene que preocuparse por él, llamándolo, visitándolo y manteniéndose al tanto de todo aquello que necesite. Otra de las cualidades de un buen capitán debe ser la humildad, además de estar siempre dispuesto a servir de respaldo a todos sus compañeros.

Este futbolista pertenece a todos y a cada uno de los miembros de la plantilla, es decir, no va en solitario ni pertenece a un grupo determinado de su equipo. Esto significa estar tanto con los compañeros que le caen bien como con los compañeros que le caen mal. También tiene que intentar conseguir que los nuevos jugadores que llegan al equipo se sientan integrados, aunque tampoco debe dejar de prestar atención a los más veteranos.

Por lo tanto, todos los jugadores del equipo deben sentirse respaldados, respetados y considerados por su capitán, el cual siempre dará la cara por los mismos. Incluso antes de que comience un partido, ya en el vestuario este futbolista tiene que generar un buen ambiente. Se trata de un momento que únicamente pertenece al capitán y al resto del grupo, por lo que si este crea un clima de puesta a punto y concentración, conseguirá que jueguen el partido con una actitud positiva. En definitiva, animará a todos sus compañeros uno por uno con el fin de transmitirles buenas sensaciones para que disfruten e intenten hacer bien las cosas en el partido.

El capitán puede llegar a convertirse en una figura fundamental para mantener el buen ánimo, la disciplina y la concentración en un equipo de fútbol, aparte claro está del técnico. Y es que en muchos casos este jugador es una extensión del conjunto antes, durante y después de cada partido, por lo que sin duda alguna se puede afirmar que, más que un privilegio, asumir este rol supone una enorme responsabilidad.
 
Calentamientos de fútbol

Puede definirse como el conjunto de ejercicios que se llevan a cabo antes de un entrenamiento o un partido, siendo estos en primer lugar de carácter general y posteriormente específico. El objetivo del calentamiento de fútbol es conseguir que el cuerpo del jugador se prepare para realizar una actividad física más potente.

Gracias al calentamiento, el futbolista eleva la temperatura corporal, incrementando a su vez la actividad metabólica. Durante toda la sesión se optimizan los procesos neuromusculares y orgánicos, preparando de este modo al cerebro para el estrés que puede provocar un duro entrenamiento o un partido.

El calentamiento de fútbol también disminuye las posibilidades de que el jugador sufra dolores musculares o lesiones, tales como esguinces o roturas de fibras, preparando los músculos, las articulaciones, los tendones y los ligamentos para el posterior esfuerzo. Por medio de este calentamiento se consigue reducir la fricción interna de las fibras musculares y de las estructuras que las rodean, haciendo que el sistema musculoesquelético actúe de manera más eficaz.

Cuando los músculos se calientan producen energía más rápidamente, lo cual afecta a la velocidad y a la fuerza, además de aumentar la agilidad, la habilidad, la potencia y el rendimiento. De esta forma el jugador podrá llevar a cabo movimientos complejos con precisión y exactitud.

Tipos de calentamiento de fútbol

Se puede distinguir entre calentamiento global y calentamiento específico.

  1. El calentamiento global
Con los ejercicios realizados en el calentamiento de fútbol global, el futbolista intenta movilizar todos los músculos y las articulaciones del cuerpo, preparándose así para la posterior actividad física.

  1. El calentamiento específico
Con este calentamiento se estimulan las partes específicas del cuerpo que vayan a ser utilizadas durante el entrenamiento o el partido.

Etapas del calentamiento de fútbol precompetitivo

La duración aproximada de un calentamiento de fútbol previo a la competición es de veintidós minutos, siendo recomendable que durante toda la temporada se repita el mismo, ya que así se consigue habituar inconscientemente al jugador a la situación de competición. El calentamiento se puede dividir en seis etapas:

  1. La activación
En esta etapa se eleva la temperatura corporal. Se suelen realizar carreras continúas suaves, pequeños rondos y ejercicios de estiramiento. Su duración debe ser de cuatro minutos.

  1. La adaptación
Durante esta fase se incrementa la frecuencia y la amplitud de los movimientos. Para ello se tienen que llevar a cabo ejercicios de movilidad articular a una intensidad moderada, pequeños cambios en el ritmo de las carreras y ejercicios de propiocepción. Su duración debe ser de cinco minutos.

  1. La aproximación
La duración de esta etapa es de tres minutos, en la cual se llevan a cabo ejercicios de técnica con la pelota. Poco a poco se debe ir aumentando la intensidad de los mismos.

  1. La simulación
En esta fase, la cual dura cuatro minutos, se simulan situaciones reales que pueden suceder durante el transcurso de un partido, para que de esta forma los jugadores sepan como enfrentarse a ellas. Siempre se llevan a cabo en espacios más reducidos.

  1. La asimilación
Aquí se realizan ejercicios colectivos, tanto técnicos como tácticos, de aquellas jugadas que se van a emplear durante el partido. Cada jugador ocupará un puesto específico indicado por el entrenador. La duración de esta etapa es de cuatro minutos.

  1. La finalización
En esta última fase de dos minutos, se intenta conseguir que el futbolista reduzca su nivel de excitación a través de los cambios de ritmo. El entrenador le dará las últimas indicaciones para lograr así su máxima motivación.

Etapas del calentamiento de fútbol previo a la sesión de entrenamiento

En este entrenamiento se deben incluir las etapas de activación y adaptación de manera obligatoria, además de una tercera etapa a elegir entre la aproximación, la simulación y la asimilación. Los calentamientos de fútbol previos a las sesiones de entrenamiento no deben ser iguales durante toda la temporada. De este modo se evita que el futbolista caiga en la monotonía. Según lo que se vaya a trabajar durante la sesión de entrenamiento, se elegirá un tipo de calentamiento u otro, pudiéndose dividir este en dos bloques:

  1. El bloque físico. Dependiendo de la capacidad física a trabajar durante la sesión, se pueden diferenciar tres tipos de calentamiento:
  • Resistencia: habrá que elevar la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la movilidad de las articulaciones del jugador a través de ejercicios sin balón, si se va a trabajar la resistencia con carácter aeróbico. Este calentamiento de fútbol solo incluye la etapa de activación y adaptación. En el caso de que se vaya a trabajar la resistencia con carácter anaeróbico, se incluirá una tercera etapa centrada en los músculos que principalmente vayan a intervenir durante el entrenamiento.
  • Fuerza: si se trata de un calentamiento orientado a la fuerza resistencia, se buscará la tonificación muscular para que el jugador pueda soportar una carga moderada de trabajo. Si es un calentamiento orientado a la fuerza explosiva, el calentamiento estará enfocado en aquellos músculos que vayan a tener una carga específica de trabajo a una elevada intensidad. En esta modalidad se desarrollan las tres primeras etapas del calentamiento.
  • Velocidad: cuando se trabaja esta capacidad física, se intenta conseguir que el jugador sea capaz de reaccionar en el menor tiempo posible, así como de mejorar sus movimientos cíclicos de la carrera y los acíclicos del juego. Aquí se desarrollan obligatoriamente las dos primeras etapas y de manera opcional la tercera.
  1. El bloque técnico-táctico. Dependiendo de los principios que se vayan a desarrollar durante el entrenamiento, se puede optar entre estas tres posibilidades:
  • Conservación: cuando la sesión está relacionada con la posesión de la pelota.
  • Asimilación: centrada en asimilar y mejorar los movimientos específicos colectivos e individuales a nivel defensivo y ofensivo.
  • Finalización: cuando la sesión está relacionada con la finalización y la neutralización.
 
Calentar

entrenamientos de fútbol

Cuando se habla de calentar se hace referencia a los ejercicios que se llevan a cabo antes de practicar un deporte para desentumecer los músculos y las articulaciones con el fin de obtener un mejor rendimiento físico y evitar que aparezcan lesiones. Estos ejercicios siempre se deben realizar ordenados de manera gradual, incrementando poco a poco la intensidad, aunque sin excederse en su prolongación para no fatigar el cuerpo.

En el mundo futbolístico, calentar antes de disputar un partido es imprescindible para aproximar lo máximo posible la musculatura a la intensidad del juego real. Además, hay que tener en cuenta que este deporte, a pesar de no ser de riesgo, es uno en los que mayor número de lesiones se produce, y el cual se practica tanto de manera profesional como amateur.

Cuando va a tener lugar un partido de fútbol profesional, aproximadamente a falta de media hora para que empiece el encuentro, los futbolistas saltan al terreno de juego a calentar, ya sean titulares o suplentes, aunque estos últimos suelen hacerlo aparte, haciendo rondos, realizando tiros a puerta, etcétera. Los titulares llevan a cabo un calentamiento que puede dividirse en cuatro fases, el cual suele durar unos veinte minutos contando con los tiempos de hidratación y recuperación. Este calentamiento sigue el siguiente orden:

1. Activación física

Se tienen que realizar durante cinco minutos ejercicios de movilidad articular y estiramientos libres. No obstante, cada futbolista calentará atendiendo a sus propias necesidades.

2. Relación con la pelota

Posteriormente se llevan a cabo ejercicios de activación técnica durante cuatro minutos, los cuales consisten en controles, conducciones y pases con ambos pies y diferentes superficies de contacto. Para realizarlos los jugadores pueden colocarse en cuatro filas cruzadas o enfrentadas dos a dos. Además, estos tienen que ir aumentando la intensidad de los ejercicios de manera progresiva.

El guardameta por su parte trabaja con el segundo entrenador y algún compañero suplente. Este realizará ejercicios de saques, paradas, reflejos, salidas, etcétera.

3. Aproximación al juego real

Los ejercicios realizados en esta parte del calentamiento duran en torno a seis minutos. Estos están directamente relacionados con la activación táctica, es decir, son ejercicios que tienen transferencia al juego real, como el de posesión con intercambios de posición. También se llevan a cabo ejercicios de conservación de la pelota. Uno muy frecuente es la posesión 4×4+2 en el que delanteros se enfrentan a defensas más dos pivotes que ejercen de comodines con el fin de conservar la posesión del esférico. Los futbolistas suplentes continuarán trabajando por su lado y el guardameta seguirá con su trabajo específico.

4. Activación final

El calentamiento finaliza tras llevar a cabo unos ejercicios dinámicos, es decir, ejercicios de estiramiento que consisten en cuatro o cinco salidas en las que se debe trabajar la velocidad de reacción antes de volver al vestuario.

La importancia de calentar durante el transcurso de un partido

Durante el transcurso de un partido de fútbol resulta muy normal observar como algunos jugadores del banquillo realizan una serie de ejercicios por la banda, como por ejemplo correr o brincar, así como otros apoyados en las vallas publicitarias, como ejercicios de estiramiento, al mismo tiempo que contemplan la actuación de sus compañeros de equipo en el terreno de juego.

Para muchos espectadores estos movimientos pueden parecer poco esforzados e insignificantes, pero la realidad es que son muchos los expertos que coinciden en que calentar antes de entrar a jugar al campo es fundamental para disminuir el riesgo de sufrir lesiones y mejorar el rendimiento.

La exigencia y la intensidad de la competición cada vez es mayor, lo cual ha provocado la creciente especialización en todos los ámbitos relacionados con el mundo futbolístico, siendo la preparación física uno de los que más ha evolucionado durante los últimos años. Según los datos obtenidos a través de un estudio exhaustivo se ha podido verificar que las lesiones pueden prevenirse si se lleva a cabo un plan de calentamiento correcto.

Cómo calentar de manera correcta

A través del ejercicio previo a cualquier actividad física se intentan alcanzar los siguientes objetivos: subir la temperatura del cuerpo, incrementar el ritmo tanto respiratorio como cardíaco y preparar el sistema nervioso y los músculos para el posterior esfuerzo. Todos estos preparativos también ayudan a que el futbolista se active psicológicamente, haciendo posible que durante el transcurso de los mismos consiga alcanzar un nivel de concentración adecuado y un rendimiento óptimo.

Por lo tanto, se puede afirmar que calentar causa efectos positivos sobre el organismo, y es que aumenta la temperatura del músculo, lo cual hace que mejore su contracción tanto en fuerza como en velocidad. También activa los sistemas respiratorio y cardiovascular, aumentando el riego sanguíneo y la frecuencia cardíaca. Gracias a los ejercicios de calentamiento, los músculos consiguen un mejor aporte de oxígeno y sustancias nutritivas que favorecen la expulsión de residuos, tales como el ácido láctico y el anhídrido carbónico, y que facilitan su contracción. Además, tras calentar el jugador notará como su concentración aumenta y la coordinación de sus movimientos mejora.

Aproximadamente a los cinco minutos tras comenzar el calentamiento, el futbolista ya notará las consecuencias del mismo. Sin embargo, tal como se ha mencionado anteriormente, lo ideal es que este dure al menos veinte minutos para obtener todos sus beneficios. El calentamiento evidentemente debe estar adaptado a las condiciones físicas de cada jugador, pero también a las condiciones del entorno que le rodea, es decir, en el caso de que las temperaturas sean demasiado elevadas, el tiempo destinado a calentar tiene que reducirse, y si las temperaturas son bajas, el calentamiento se debe intensificar y hacerse con la ropa de abrigo adecuada.

No obstante, hay que tener en cuenta que además de calentar minutos antes de cada partido, también es fundamental hacerlo diariamente en la rutina de entrenamiento, siempre de forma gradual, aumentando poco a poco la intensidad y no llevándolo a cabo durante demasiado tiempo, tal como antes se ha mencionado.

En definitiva, como se ha podido comprobar, los ejercicios que realizan los futbolistas por la banda y cerca de las vallas publicitarias para nada tienen poca importancia tal como muchos pueden llegar a pensar. Los técnicos tienen que estar pendientes de que se ejecutan de la manera correcta, así como decidir con antelación las sustituciones. Además, el calentamiento posee una influencia positiva que beneficia tanto a los futbolistas profesionales como a cualquier persona que practica este y otros deportes, favoreciendo incluso a prolongar la diversión.
 
Campo de fútbol

ejercicios de fútbol

El campo de fútbol es el terreno en el cual tienen lugar los partidos y los entrenamientos de este deporte. Tiene forma rectangular, y sus dimensiones varían de una modalidad a otra.

Las medidas reglamentarias para un campo de fútbol 11 son de 90 a 120 metros de largo, y de 45 a 90 metros de ancho. No obstante, para los partidos internacionales se aconseja que estas medidas estén entre los 100 y los 110 metros de largo, y entre los 64 y los 74 metros de ancho.

Para los campos de fútbol 5, las medidas reglamentarias varían de los 25 a los 42 metros de largo, y de los 15 a los 25 metros de ancho. La FIFA exige para los partidos internacionales que estas medidas oscilen entre los 38 y los 42 metros de largo, y entre los 18 y los 25 metros de ancho.

Por otro lado, la FIFA no establece medidas oficiales para los campos de fútbol 6, 7, 8 y 9, aunque se recomienda que estas sean proporcionales para conseguir que los futbolistas jueguen cómodamente. De todas formas, a continuación se dan a conocer las medidas más aconsejables:

  • Fútbol 6: entre 40 y 45 metros de largo, y entre 20 y 25 metros de ancho.
  • Fútbol 7: de 45 a 50 metros de largo, y de 25 a 30 metros de ancho.
  • Fútbol 8: entre 50 y 60 metros de largo, y entre 30 y 40 metros de ancho.
  • Fútbol 9: de 60 a 80 metros de largo, y de 40 a 60 metros de ancho.
El campo de fútbol consta de dos líneas situadas a lo largo de este, llamadas líneas laterales o de banda, y de otras dos líneas ubicadas a lo ancho, que reciben el nombre de líneas de meta o finales. Ambas líneas de banda se unen en el centro del terreno de juego por medio de otra línea, llamada línea media.

Las áreas penales, las áreas de meta y las porterías se encuentran en el centro de cada línea de meta. Las porterías, metas o arcos están formados por dos postes verticales, separado el uno del otro por una distancia de 7,32 metros, y midiendo cada uno de ellos 2,44 metros de alto. Ambos postes están unidos por un tercer poste, llamado larguero o travesaño.

Las áreas de meta y las penales son rectangulares y se sitúan en el centro de las metas. Ambas áreas distan de los postes verticales y se adentran hacia el terreno de juego 5,5 metros y 16,5 metros, respectivamente.

Tipos de superficie del campo de fútbol

Son muchos los cambios que han sufrido los terrenos de juego desde sus orígenes hasta la actualidad. El campo de fútbol de césped artificial ha ido ganando un gran protagonismo durante los últimos años, casi eliminando por completo de este modo los campos de tierra, los cuales, junto a los de césped natural, eran los más utilizados anteriormente.

Por lo tanto, los tipos de superficie que se puede encontrar en el mundo del fútbol son:

  1. El campo de fútbol de tierra
Para conseguir que un balón raso circule de manera correcta, la tierra tiene que estar lo más lisa posible. Estos campos de fútbol deben contar con un excelente sistema de drenaje, ya que de lo contrario el agua de lluvia podría formar charcos, los cuales dificulten el desplazamiento del balón y hagan sentir a los jugadores incómodos, además de elevar las probabilidades de que estos sufran lesiones.

El campo de fútbol de tierra debe tener un gran mantenimiento. Solo así se conseguirá que la práctica del fútbol sea igual de agradable que si se llevará a cabo en un campo de césped. También hay que tener en cuenta que si el pavimento es duro, el esférico rebotará con mayor facilidad. En el caso de que sea blando, ocurrirá exactamente lo contrario.

  1. El campo de fútbol de césped natural
Se trata de la superficie más cara y difícil de mantener, y dependiendo de su estado, así será el bote y el movimiento del balón. La pelota rodará más rápido si el césped acaba de ser regado. Si este además está bien cortado, aumentará considerablemente la velocidad del esférico. De lo contrario, al haber mayor rozamiento, este tenderá a frenarse.

Un campo de fútbol de césped natural debe estar bien adherido al suelo, con lo cual se consigue que se produzcan menos agujeros y que el balón no bote de manera extraña. Además, esta superficie evita en mayor medida las lesiones en comparación con otras que se encuentren en el mismo estado de conservación.

  1. El campo de fútbol de césped artificial
Como se ha mencionado anteriormente, este tipo de superficie ha ido haciéndose un hueco desde hace un par de décadas. Aunque su instalación es bastante cara, su mantenimiento no, además de disponer de mayor durabilidad en comparación con los otros dos tipos de superficie antes descritas.

El esférico irá más rápido si el terreno está mojado. Además, el movimiento de este será más regular al compararlo con el que se consigue en los otros terrenos, ya que en el césped artificial no se forman agujeros, por lo que el balón no debería hacer movimientos extraños.

En lo referente a las lesiones, el campo de fútbol de césped artificial absorbe peor los golpes y las caídas que el césped natural, pero mejor que el campo de tierra. Esta superficie de juego se suele relacionar con los equipos más modestos debido a su bajo coste en mantenimiento.
 
ESPAÑA

Competición traslada el inicio de Liga al sábado
0
La jueza de la RFEF ha resuelto que no se jueguen partidos en viernes o lunes

1599724308100.png
El Granada comenzará LaLiga más tarde de lo previsto tras la decisión de Competición sobre los horarios del fútbol (EFE)

REDACCIÓN 10/09/2020 00:53 | Actualizado a 10/09/2020 00:54

La temporada 2020/21 de fútbol en España comenzará un día más tarde de los anunciado previamente. La jueza de Competición de la RFEF decidió el miércoles por la noche que no se disputen partidos en viernes o lunes tras la falta de acuerdo entre LaLiga y la Federación.

Como consecuencia, el encuentro inaugural de Primera División, el Granada-Athletic Club, que estaba previsto para este viernes 11 de septiembre a las 21:00 h, se pasó al sábado a las 20:45 h. Por otro lado, el Alavés-Betis programado para el lunes a las 21:00 h, se avanzó al domingo a las 20:00 h. En Segunda División, cambiaron los encuentros de Leganés-Las Palmas del viernes al sábado a las 20:45 h; y Mirandés-Alcorcón del lunes al domingo a las 20:00 h.

La decisión de la jueza también afecta a la segunda jornada de las competiciones, con cambios en los partidos Getafe-Osasuna y Betis-Valladolid en LaLiga Santander; y Castellón-Málaga y Cartagena-Sporting en LaLiga SmartBank.

Pese a la resolución, la jueza dejó la puerta abierta a un cambio de horarios si el equipo local de los encuentros propone una nueva hora “bien directamente , bien por intermediación de LaLiga” en las 24 horas posteriores a la decisión, algo a lo que LaLiga hizo poco después.

En un comunicado, la organización fijó nuevos horarios para los partidos de esta primera jornada, que serían los siguientes:

Granada-Athletic Club el sábado 12 de septiembre a las 18:30 h

Alavés-Betis el domingo 13 de septiembre a las 14:00 h

Leganés-Las Palmas el sábado 12 de septiembre a las 18:15 h

Mirandés-Alcorcón el domingo 13 de septiembre a las 18:15 h

En cuanto a la segunda jornada, LaLiga no anunció nuevos horarios, en su lugar, el comunicado señaló la “firme intención de solicitar, además de otras, medidas provisionales al CSD”.

 
Carta de libertad


La carta de libertad es el documento a través del cual un jugador de fútbol o cualquier otro deportista queda liberado contractualmente de su club, es decir, se desvincula de este manera deportiva justo en el preciso momento en la que la misma es expedida. A partir de entonces, el futbolista puede fichar por cualquier otro equipo sin tener que indemnizar económicamente al club del que proviene por motivo de traspaso. Y es que de no disponer de la carta de libertad y, por lo tanto, no estar liberado de la cláusula de rescisión de su contrato, el jugador estaría obligado a pagar una indemnización para llevar a cabo ese traspaso no autorizado por su club actual.

También se utiliza la carta de libertad cuando un club quiere que aquellos futbolistas con un nivel de rendimiento bajo o con un salario que no son capaces de asumir por encontrarse en una situación económica desfavorable se desvinculen del mismo. No obstante, puesto que la entidad continúa pagando el salario del futbolista que dispone de la carta de libertad hasta que este se haya incorporado a otro club, esta no equivale a un despido.

Uno de los casos más sonados en su época relacionados con el uso de la carta de libertad fue el protagonizado entre el Fútbol Club Barcelona y Rivaldo en 2002, año en el que una mala gestión del club azulgrana a consecuencia de la existencia de un vacío de poder forzó la marcha del futbolista brasileño. Rivaldo obtuvo ese documento y consiguió fichar por el Milán. Cabe señalar que quizás esa no fue una de sus mejores decisiones. Proporcionar la carta de libertad a este jugador supuso para el club catalán el ahorro de los más de seis millones de euros de sueldo neto que este percibía, pero también provocó que uno de los clubes rivales se reforzará al fichar a este futbolista de máximo nivel.

Por lo tanto, el club que quiera fichar a un jugador con un contrato aún vigente en otro club, así como cualquier jugador que se quiera marchar de un club antes de que se termine su contrato, no podrá hacerlo sin pagar para ello una indemnización debido a la existencia de una cláusula de rescisión que se lo prohíbe. Se trata de un método que usan los clubes de fútbol para proteger a sus estrellas. Una cantidad económica que tiene que ser pagada para conceder la carta de libertad a un futbolista. Suele ser muy habitual escuchar este tipo de términos en periodos de transferencias, es decir, cuando comienza el mercado de fichajes.

Desde el año 1985 los jugadores de fútbol de la liga española tienen la posibilidad de rescindir sus contratos de manera unilateral a cambio de una cláusula de compensación, ya que de lo contrario sus respectivos clubes no les concederán la carta de libertad. Hay que tener en cuenta que antes de que se estableciera esta cláusula, las entidades se aprovechaban del derecho de retención vigente en aquella época, el cual hacía que los futbolistas viviesen en una especie de régimen de semiesclavitud por parte de sus clubes, ya que estos podían prorrogarles el contrato el tiempo que quisieran, sin tener en cuenta si los jugadores estaban de acuerdo o no.

La cláusula de rescisión puede ser establecida en el mismo momento que se produce la firma del contrato o decidida por un tribunal. Por norma general, el precio de salida de un futbolista suele ser pactado previamente debido a la prolongación indeterminada de los procesos de concertación.

Para calcular la cláusula de rescisión con el fin de conseguir la carta de libertad hay que tener en cuenta que la cantidad de dinero a pagar no es arbitraria, sino que esta irá en concordancia al sueldo del jugador de fútbol. Esta se decide en las negociaciones previas a la firma del contrato, aunque esta cantidad de dinero no siempre es conocida por los aficionados.

Cuando el París Saint-Germain fichó a Neymar, este club tuvo que pagar al Barcelona la friolera cifra de doscientos veintidós millones de euros en concepto de cláusula de rescisión para que así le diera la carta de libertad al jugador brasileño. La cantidad oficial negociada entre Messi y el Fútbol Club Barcelona se desconoce, pero se cree que estaría comprendida entre los doscientos cincuenta y los cuatrocientos millones de euros.

En España, la indemnización correspondiente a la cláusula de rescisión tiene que pagarla el futbolista a la competición, es decir, a La Liga, la cual posteriormente se encargará de transferir el dinero a su antiguo equipo. Desde el año 2016 esta operación está libre de impuestos. El hecho de que el pago corra por cuenta del propio futbolista marca una de las diferencias que existen entre las cláusulas españolas y las del resto de las ligas mundiales. Sin embargo, el club que desea fichar al jugador es el que normalmente desembolsa la cantidad de dinero requerida en su nombre, aunque también puede ocurrir que el club comprador pague antes al futbolista para que este pueda llevar a cabo la indemnización y recibir la carta de libertad.

También puede suceder que un futbolista no se encuentre a gusto en su club, ya sea porque no juega los minutos suficientes, está siempre en el banquillo o por cualquier otro motivo, pero este no le concede la carta de libertad sin que antes pague la cláusula de rescisión, algo que le obliga a permanecer en él durante los años establecidos en el contrato porque no puede hacer frente a ese desembolso de dinero, perdiendo así la oportunidad de fichar por otro club en el cual pudiese evolucionar.

En este mismo caso, incluso puede ocurrir que algún club ya se encuentre interesado por él, pero este tampoco se pueda hacer cargo de la indemnización, por lo que el jugador permanecerá encadenado a su club. Es por ello que cuando se trata de jugadores de alto nivel, las cláusulas de rescisión suelen ser tan elevadas.

Cuando esto sucede, muchos jugadores de fútbol deciden hacer todo lo posible para forzar su marcha. Para ello juegan a un nivel más bajo del habitual o, simplemente, se dedican a jugar sin apenas esforzarse, lo cual hace en muchas ocasiones que el club se vea obligado a concederle la carta de libertad. Además, como se ha mencionado anteriormente, este tendrá que seguir pagándole el salario hasta que otro club lo fiche
 
La catedral del fútbol

análisis de fútbol

El fútbol es uno de los deportes más populares en todo el mundo. Sus sencillas reglas y la necesidad de muy poco equipamiento para participar en él hacen que sea un deporte en el que es muy fácil formar parte, independientemente de la clase social a la que pertenezcas. Debido a esto, el fútbol profesional ha tenido un gran seguimiento desde sus inicios y el número de aficionados ha crecido con los años gracias a, entre otros, grandes avances tecnológicos como la invención de Internet.

Desde sus comienzos, el fútbol ha sido un deporte que ha generado una gran expectación, por lo que ha necesitado siempre de grandes espacios para albergar a todo el público sediento de goles y emoción. Con el fin de reunir a las hinchadas de los equipos, comenzaron a aparecer los estadios de fútbol. En ellos, grandes cantidades de aficionados y aficionadas podían reunirse con el fin de disfrutar en directo del partido del fin de semana de su equipo favorito. En ellos, además, se aprovechaba y se aprovecha para socializar y disfrutar de la compañía de otros aficionados y aficionadas a este deporte.

De todos los grandes estadios de fútbol repartidos por todo el mundo (Santiago Bernabéu, Camp Nou, Old Trafford, Anfield, Giuseppe Meazza, Saint Denis, Maracaná, la Bombonera…) hay un que resulta particularmente especial para todos los amantes del fútbol: el estadio de Wembley.

Wembley: la catedral del fútbol

El estadio de Wembley es sin duda el estadio de referencia para el fútbol a nivel mundial. Fue erigido en el año 1923 fue la sede de diferentes competiciones internacionales como los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 y el Mundial de Fútbol de 1966.

El sobrenombre de “la catedral de fútbol” se debe a que el futbolista Pelé, también conocido como O Rey (El Rey), decidió rebautizarlo como tal.

Este estadio fue inaugurado en el año 1923 con el motivo de la celebración de la final de la FA Cup inglesa, partido que se disputó entre el Bolton Wanderers y el londinense equipo West Ham United. Como curiosidad sobre este partido, la final fue bautizada como “la final del caballo blanco”, puesto que, en mitad del encuentro hubo una invasión del terreno de juego por parte de los aficionados de ambos equipos que termino cuando, con el fin de terminar con la invasión de campo, un policía atravesó el mismo a lomos de un caballo blanco llamado Billie.

Este estadio fue demolido en el año 2002 para levantar un nuevo estadio de Wembley que acabó siendo una de las sedes principales de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. El último partido de fútbol que se disputó en la catedral del fútbol fue un partido entre los combinados nacionales de Alemania e Inglaterra, terminando el mismo, para desgracia de los ingleses, con un resultado a favor del equipo alemán.

Este estadio, además de ser la casa de muchos de las grandes figuras de la historia del fútbol, ha sido también la sede de grandes conciertos y eventos, como fue el concierto de despedida de Freddie Mercury en el año 1992, donde se reunieron algunas de las más importantes figuras de la música de aquel entonces para rendir homenaje al líder de la banda Queen, quien falleció en Londres en el año 1991 a los 45 años de edad.

escudo bilbao athleticSan Mamés: la catedral del fútbol español

Por otra parte, si eres un aficionado al fútbol español, tendrás en mente otro estadio al hablar de “la catedral”: el estadio de San Mamés.

El estadio de San Mamés es el estado del Athletic club de Bilbao, fue construido en el año 1913 (más de cien años de historia, pese a sus varias remodelaciones y a la construcción de un estadio completamente nuevo con el fin de albergar a un mayor número de aficionados) y está ubicado en el centro de la ciudad.

El motivo por el que este estadio recibe el apodo de “la catedral” deriva de la costumbre de los aficionados bilbaínos al matizar a dónde se dirigían cuando decían que iban a San Mamés, puesto que, durante muchos años, hubo un asilo que recibía el mismo nombre.

Uno de los motivos por los que este sobrenombre se ha mantenido durante los años se debe al señorío de la afición bilbaína, siempre dispuesta a animar a su equipo hasta el final del partido, pero también capaz de reconocer la grandeza del rival que acude a su estadio. Palabras de grandes futbolistas, como Xavi Hernández, exfutbolista del FC Barcelona y reconocido como uno de los grandes centrocampistas de la historia moderna del fútbol, avalan esta idea: “Estoy muy agradecido a la afición de San Mamés, siempre me han tratado muy bien allí y se te llega a poner la piel de gallina cuando te ovacionan”.

Además, este estadio fue construido en el mismo espacio en el que hubiera habido una ermita dedicada a San Mamés, que, cuando fue derribada (y conforme a la historia que se ha transmitido entre los aficionados), alguien dijo: “Aquí se va a construir una catedral”.

Es curioso como la afición del Athletic de Bilbao acude a apoyar a su equipo de una forma equiparable a la de quien profesa una religión, siempre entendidos y entregados a los jugadores que defiendes sus colores. Acompañan al equipo allá donde vaya a jugar y ofrecen un ambiente inigualable en todos los estadios que visitan.

En la actualidad se ha instalado un museo sobre el Athletic Club de Bilbao y sobre el propio estadio de San Mamés que cuenta la historia del club, sus gestas y sus jugadores más representativos, así como la evolución del estadio, desde sus comienzos hasta el actual San Mamés, pasando por las diferentes remodelaciones que han tenido lugar a lo largo de los años. Además, en el pueden verse las copas correspondientes a la multitud de títulos obtenidos durante los más de cien años de historia de este equipo: ligas, copas y supercopas de España.
 
Los chalecos con GPS

Estos chalecos incorporan un dispositivo GPS en su interior que recoge múltiples datos, a través de los cuales se pretende mejorar el rendimiento de un jugador. Entre esas variables recopiladas se encuentran: la velocidad, la distancia recorrida, los sprints, los índices de fatiga muscular, todos los impactos que sufre el futbolista durante un partido, el ritmo cardíaco, las aceleraciones y las desaceleraciones. Además, también muestra las zonas del terreno de juego que recorre el jugador gracias a los datos recogidos por el mapa de calor.

Los chalecos con GPS disponen de un receptor de señal que recoge de manera inmediata todos esos datos y parámetros. Una vez recogido a pie de campo estos serán introducidos en un ordenador, el cual los examinará a través de un software integrado para que el personal técnico los valores y pueda elegir la mejor táctica basándose en ellos. Gracias a esta utilidad estos datos se pueden analizar incluso desde perspectivas diferentes a la deportiva.

Los clubes de fútbol que ya utilizan este tipo de chalecos han recogido datos muy útiles, los cuales les han servido para mejorar el rendimiento de los jugadores y para reducir el riesgo de que sufran lesiones musculares, de hecho las han disminuido hasta en un cincuenta por ciento. Por este motivo, muchos clubes de fútbol están apostando ya por incluir estas prendas tecnológicas en sus entrenamientos, obteniendo con ello muy buenos resultados.

¿Por qué se utilizan a nivel profesional?
Los equipos de fútbol de alto nivel buscan constantemente cualquier tecnología que les ayude a corregir los errores del pasado y a mejorar la situación de los futbolistas cuando se encuentran en el terreno de juego. Por este motivo están utilizando este tipo de prendas de alto rendimiento desde hace cinco temporadas aproximadamente.

De momento solo pueden utilizarse durante los entrenamientos y los partidos amistosos, y su uso parece ir aumentando progresivamente, ya que los datos y los parámetros que proporcionan son de gran utilidad. Los grandes equipos, como el Fútbol Club Barcelona, ya los han incorporado en su rutina diaria de entrenamiento.

Muchos entrenadores se dejan guiar por los datos recopilados por los chalecos con GPS, dejando descansar a aquellos jugadores cuyos parámetros han indicado que corren el riesgo de sufrir una lesión, y los resultados obtenidos con estas decisiones avalan su eficacia.

¿Qué tipo de información proporcionan?
Además de los parámetros básicos mencionados anteriormente, tales como la velocidad, la distancia recorrida o las pulsaciones, los chalecos con GPS proporcionan otros detalles como el nivel de fatiga de un jugador y el tiempo durante el cual sus pulsaciones se encuentran por encima del ochenta y cinco por ciento del máximo, es decir, en lo que se denomina la zona roja.

Estas prendas también indican el gasto energético del futbolista y miden su umbral metabólico, además del desgaste físico y los golpes recibidos en cada entrenamiento. Con todos estos datos el cuerpo técnico puede realizar los cambios pertinentes en los ejercicios de cada uno de los jugadores.
 
Champions League

La UEFA Champions League, denominada Liga de Campeones de la UEFA en español, es el torneo oficial de fútbol más importante y famoso de todas las competiciones organizadas por la UEFA o Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol a nivel de clubes, además de uno de los más reconocidos a nivel mundial. Anteriormente, la Champions League era conocida como Copa de Europa. La final de este torneo es el evento deportivo más esperado del año, el cual es visto por más de trescientos millones de personas aproximadamente.

Historia de la Champions League

En el año 1954, el conjunto inglés Wolverhampton viajó a diferentes lugares de Europa para jugar contra muchos de los más grandes y prestigiosos clubes de dicho continente. Los resultados que obtuvo fueron muy buenos, por lo que la prensa inglesa publicó que ese equipo era el mejor de Europa, algo que no fue del agrado de Gabriel Hanot, un periodista francés que declaró que la Associazione Calcio Milan, el Real Madrid y el Saint Etienne eran mejores clubes que el inglés, por lo que a través de una columna en el diario L’Équipe, Hanot y Jacques Ferran lanzaron una iniciativa: celebrar un campeonato para los clubes europeos.

Esta iniciativa contó con el apoyo de importantes dirigentes europeos, entre los que se encontraban Raimundo Saporta y Santiago Bernabéu, cuya cooperación sirvió para darle proyección a la competición, la cual finalmente fue aprobada por la UEFA, concretamente en el mes de abril de 1955. Precisamente en ese año se celebró su primera edición, siendo el Real Madrid el equipo que logró proclamarse vencedor de la misma tras ganar al Stade de Reims por cuatro goles a tres en el Stade Parc des Princes de París. Este club español es el que más títulos ostenta.

Esta competición fue denominada hasta 1991 como la Copa de Clubes Campeones Europeos, más conocida popularmente como Copa de Europa. En aquel entonces contaba con un formato de eliminación directa, pero en el año 1992 se produce la reestructuración de la competición y se incluye un formato de competición de liga, el cual más tarde se convirtió en el paso previo a la fase eliminatoria. Desde ese año pasó a llamarse UEFA Champions League, denominación que se sigue utilizando actualmente. Hay que tener en cuenta que, a efectos estadísticos, tanto la Copa de Clubes Campeones Europeos como la UEFA Champions League se consideran como la misma competición.

Este torneo se disputa cada año desde 1955. En sus inicios, los equipos campeones de las ligas nacionales se clasificaban para participar en esta competición, pero a partir de 1997 también lo hacían los subcampeones, y desde 1999 incluso los clasificados hasta el cuarto puesto, según el coeficiente UEFA de cada liga, teniendo que superar una fase previa aquellos de menor coeficiente.

El equipo ganador de la UEFA Champions League juega la Supercopa de Europa contra el vencedor de la Europa League y, además, se convierte en el representante de la confederación en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. A día de hoy, la Real Federación Española de Fútbol es la que ha conseguido más campeonatos.

Participantes y formato de la UEFA Champions League

Un total de dieciséis equipos fueron los invitados a participar en la primera edición del torneo en 1955, pero a partir de la segunda, el acceso a disputar la competición lo marcó la clasificación final en el sistema de ligas europeas, por lo que el número de equipos participantes ascendió a veintidós: los campeones de la liga de cada país, además del vigente campeón de la UEFA Champions League.

Como se mencionó anteriormente, los subcampeones de sus respectivas ligas europeas también pudieron participar en el torneo a partir del año 1997, y fue en 1999 cuando accedieron los terceros y los cuartos clasificados, según el coeficiente UEFA. Por lo tanto, desde la edición de 1999 son treinta y dos los equipos que participan en la Champions League, cuya primera fase se juega en forma de liguilla.

Los equipos participantes se reparten en ocho grupos compuestos por cuatro equipos cada uno. Estos cuatro equipos de cada grupo se enfrentan entre sí en partidos de ida y vuelta, pasando a la siguiente fase, que es octavos de final, los dos primeros clasificados. Los equipos de cada grupo que quedan en tercer lugar pasan directamente a los dieciseisavos de la Europa League. Un dato importante a tener en cuenta es que la UEFA no permite que haya dos equipos del mismo país en el mismo grupo.

Los equipos que formarán parte de cada grupo son elegidos por sorteo. Además, durante la celebración del mismo también se establecen los calendarios de la fase de grupos, de tal forma que no jueguen en casa o fuera de ella en la misma jornada dos equipos de un mismo país. Otra de las reglas establecidas por la UEFA es que los partidos de la Liga de Campeones no pueden jugarse a la vez en estadios ubicados a menos de doscientos kilómetros de distancia el uno del otro.

Todos los partidos de la UEFA Champions League se juegan en martes o miércoles a las 20:45 horas, a excepción de los que se disputan en los países de Europa del Este o Eurasia y del partido de la final.

A partir de octavos de final y hasta la gran final, en el caso de que los equipos empaten, ganará el conjunto que mayor número de goles haya marcado fuera de su casa. Los tantos marcados en prórroga también cuentan en este criterio de desempate.

Hay un total de dieciséis equipos que se enfrentan de manera eliminatoria en octavos de final. Cada equipo juega contra otro a doble partido, pasando a cuartos de final aquel que gane, por lo que serán ocho los conjuntos que pasen a esta fase, en la cual también se enfrentan de forma eliminatoria a doble partido. A las semifinales llegarán cuatro equipos. Se jugarán a doble partido y los ganadores de cada semifinal pasan a la final. Esta última fase se juega en campo neutral, el cual es elegido por la UEFA antes de que comience la competición. La final es el único choque que se juega a un solo partido.

La competición siempre había permitido al vigente campeón defender el título sin la necesidad de ser campeón de su respectiva liga. Sin embargo, la UEFA decidió regular este tipo de situaciones después de la reestructuración del torneo y de la ampliación del número de participantes pertenecientes a las ligas más fuertes. Por lo tanto, el vigente campeón solo tendrá el privilegio de acceder a la fase de grupos de manera directa y ser cabeza de serie en los sorteos.

En el caso de que el campeón vigente ni siquiera se clasificara para jugar la UEFA Champions League, queda en manos de las asociaciones nacionales la posibilidad de enviarlo al torneo, aunque el cuarto clasificado de la respectiva liga, el cual se habría ganado un puesto para participar en la competición europea, quedaría excluido. La asociación interesada siempre tendrá que enviar una solicitud previa a la UEFA, la cual tiene el poder para decidir.

Tras una nueva reestructuración impulsada por los clubes, a partir del año 2018, los cuatro primeros equipos de las mejores cuatro federaciones según el ranking UEFA se clasifican de manera directa para disputar la fase de grupos, además de los dos primeros de las dos siguientes. Completan la lista de participantes los campeones de las federaciones del séptimo al décimo lugar. El sistema de clasificación previa de dos rutas continúa invariable, así como la regla que establece que solo puede haber un máximo de cinco clubes del mismo país participando en este torneo, además del campeón vigente.

El trofeo de la Liga de Campeones

Al equipo ganador de la UEFA Champions League se le hace entrega de una copa, la cual a lo largo de la historia de este torneo ha tenido dos diseños distintos. Desde su primera edición en 1955 hasta la de 1965 se entregaba la primera versión de la copa, la cual meses después tenía que ser devuelta. El Comité Ejecutivo de la UEFA permitió al Real Madrid quedarse con ese primer trofeo en marzo de 1967, ya que era el equipo que sumaba más campeonatos hasta la fecha. Ese trofeo había sido donado por el diario L’Équipe en los inicios del torneo.

A partir de la edición de la UEFA Champions League de 1966, el trofeo se sustituyó por una copa de plata de ocho kilos de peso y setenta y cuatro centímetros de altura, la cual fue diseñada por Jörg Stadelmann. Esta copa es conocida cariñosamente en Hispanoamérica y en España como “la Orejona”, ya que posee unas grandes asas.

En la edición de 1968 fue introducida una nueva regla: el trofeo pasaría a ser propiedad de todo equipo que ganase el campeonato tres años consecutivos o cinco alternos. En el caso de que esto ocurriese, se fabricaría una nueva copa con exactamente el mismo diseño para las siguientes ediciones. Los campeones del torneo que no lograsen completar el ciclo tendrían que devolver la copa dos meses antes de la fecha en la que se jugase la final del año siguiente, aunque a cambio recibirían una réplica a escala menor. Así fue hasta 2007.

La UEFA se convirtió en la eterna propietaria del trofeo desde la edición de 2008, por lo que el auténtico ya nunca se entrega en propiedad, sino que al equipo que se proclama campeón se le hace entrega de una réplica exacta, así como de un distintivo de reconocimiento. Los únicos clubes que poseen el trofeo auténtico en sus vitrinas son los siguientes: el Real Madrid, el Ajax, el Bayern de Múnich, el Milan y el Liverpool.

Los emblemas de los campeones

A partir del año 2000, los clubes pueden portar la insignia de campeón múltiple en la manga izquierda de la camiseta. Esta la consiguen aquellos equipos que ganan tres ediciones consecutivas o cinco alternas de la UEFA Champions League. La insignia tiene forma de óvalo vertical con fondo plateado. En su interior aparece la silueta del trofeo en color blanco, así como el número de campeonatos conseguidos por el club. La cuenta para recibir el distintivo se mantiene cuando un conjunto consigue alguno de mencionados ciclos, al contrario de lo establecido en la antigua norma para obtener el trofeo en propiedad.

En el año 2000 recibieron la insignia de manera automática gracias a los logros obtenidos los siguientes clubes: el Real Madrid, el Milan, el Ajax y el Bayern de Múnich. Posteriormente también la han conseguido: el Liverpool y el Fútbol Club Barcelona.

Desde el año 2012, el vigente campeón de la UEFA Champions League puede llevar durante toda la temporada siguiente una insignia de campeón parecida a la de campeón múltiple, en la cual aparece la silueta del trofeo y el año de su triunfo. El equipo puede portar esta insignia hasta que otro se proclame campeón. Desde entonces la han llevado el Chelsea, el Bayern de Munich, el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona.
 
Chupón

1600152775112.png


Se conoce con el término despectivo chupón a aquel jugador de fútbol, o de cualquier otro deporte de equipo, que lleva a cabo un juego individualista, es decir, sin tener en cuenta al resto de jugadores de su equipo. Este futbolista suele tocar la pelota continuamente sin pasarla, ignorando al resto de sus compañeros e intentando finalizar él solo muchas de las jugadas, aunque esto signifique perjudicar a su propio equipo.

A lo largo de la historia de este deporte siempre han existido futbolistas a los cuales tanto los medios de comunicación como los aficionados han señalado de chupones, criticándoles por lo tanto por su excesivo individualismo. Algunos de ellos son los que se mencionan a continuación: Gareth Bale, Arjen Robben, Emilio Butragueño, Pelé, Leo Messi, Cristiano Ronaldo y Neymar.

El hecho de que un jugador sea un chupón no tiene por qué ser siempre algo negativo, ya que si gracias a sus jugadas individuales el equipo consigue alcanzar la victoria, no se le suele tener en cuenta. Sin embargo, cuando el futbolista perjudica a su equipo o propicia su derrota, ya que si hubiese pasado el balón a alguno de sus compañeros el resultado podría haber sido distinto, entonces sí que se empieza a hablar de chupón de un modo despectivo.

Para muchas personas el jugador chupón es una figura realmente necesaria en un equipo de fútbol, aunque a veces no se atrevan a confesarlo. Y es que contar con un futbolista que sea capaz de sortear defensores con la pelota pegada al pie, de driblar y fintar, de asombrar con sus bicicletas y elásticas, así como de irse en velocidad y dominar el cambio de ritmo, puede ser en ciertas ocasiones de gran utilidad.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los fichajes más caros en la historia de este deporte siempre han sido los de jugadores muy individualistas, o lo que es lo mismo, chupones, al igual que también lo son algunos de los jugadores que han conseguido ganar el Balón de Oro. Por ejemplo, Leo Messi se encarga de solventar los problemas colectivos de su equipo realizando espectaculares jugadas individuales, es decir, siendo un chupón, del mismo modo que lo hacía Cristiano Ronaldo en el Real Madrid, lo cual por cierto muchos madridistas añoran. Y es que no se puede negar que el chupón causa sensación allá donde juega.

A veces, el resentimiento contra el chupón puede llegar a ser incluso ideológico, ya que el talento desmiente el pensamiento consolador de que todos los jugadores son iguales. Hay que tener presente que no todos los futbolistas se encuentran al mismo nivel, y que por lo tanto, las jugadas que unos pueden hacer, otros no. Para bien o para mal, el fútbol es así.

Algunos de los jugadores considerados como chupones han conseguido marcar goles decisivos para sus respectivos equipos. Es el caso de Gareth Bale, un chupón que hace unos años anotó un tanto decisivo en una final de la Copa del Rey, un gol contra el Fútbol Club Barcelona que será recordado eternamente por su belleza, pero también por su importancia. Bale también es el chupón que sentenció al Atlético de Madrid en la final de la UEFA Champions League tras marcarle un gol, el que cerró el Mundial de Clubes, el que fue escogido mejor jugador de la Premier League en el año 2011 y 2013 y el que marca tantos goles y da tantas asistencias.

Leo Messi también ha sido catalogado en ciertas ocasiones de chupón. Y es que muchos aficionados creen que es un jugador individualista. Pero lo cierto es que son muchas las asistencias que da a sus compañeros, las cuales avalan que se trata de un futbolista bastante generoso. Sin embargo, a pesar de que se considera que un chupón es un futbolista cuyo talento le invita a retener la pelota más tiempo que sus compañeros, también se puede decir que es un jugador que piensa en el bien general de su equipo, y esto precisamente es lo que hace el argentino.

La realidad es que Messi es bastante generoso sobre el terreno de juego, pero también es verdad que en cada partido demuestra su habilidad con el esférico en los pies, y en el caso de que crea que tiene una pequeña posibilidad para marcar un gol, la aprovecha, regateando incluso en las situaciones más difíciles, aunque siempre tiene la suerte de contar con el apoyo de algún compañero cuando no ve suficientemente claro el disparo. Y es que si Messi no fuera un chupón, nunca podría haberse sacado de la manga jugadas tan decisivas, como aquella tan espectacular que llevó a cabo en un partido contra el Atlético de Madrid que terminó con un disparo que se marchó fuera a escasos centímetros de la portería, o en la que consiguió anotar un gol al Getafe en la Copa del Rey.

En definitiva, para muchas personas un chupón es un jugador que perjudica considerablemente a su equipo, ya que si pasara el balón a algún compañero a su debido tiempo en lugar de retenerlo lo máximo posible para ser él quien intente marcar el tanto, posiblemente muchas de esas jugadas podrían acabar en gol. Sin embargo, para otros aficionados el chupón es un futbolista necesario en el equipo, ya que dispone del talento preciso para crear jugadas espectaculares y debe aprovecharlo sea como sea. Por lo tanto, ya sea considerado como algo positivo o como algo negativo, lo cierto es que la figura del chupón siempre ha estado, está y estará muy presente en el mundo del fútbol.
 

Temas Similares

Respuestas
0
Visitas
462
Back