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14diciembre
Ya está aquí la NavidadPues señores, esto ya está aquí.
- by franciscoriveraordonez
- 14 diciembre, 2015
- 1 Comentario
Las buenas acciones, los buenos deseos, las felicitaciones (miles de ellas vía Whatsapp, que las odio), las ilusiones, la lotería, el turrón y los mantecados, los anuncios de juguetes, las comidas de amigos y de empresa, las luces de colores, los portales de Belén, las cartas a los Reyes Magos, el anís, las peladillas, las uvas, las películas de Papá Noel, los árboles de Navidad, las castañas asadas, las cestas de Navidad, los actos benéficos, el salmón ahumado para la cena, buscar el musgo, la nieve artificial, las panderetas, las zambombas… En una palabra, ¡agotador! Pero me encanta.
Da gusto ver tantos buenos deseos que gente a la que hace tiempo que no ves te llame, ver como todos nos volcamos con esas buenas causas por las que merece la pena volcarse, ver cómo las casas se llenan de vida, amor e ilusiones (sobre todo si tienen niños pequeños), reunirte con amigos y emborracharte… de cariño también… me encanta. Y, de las cosas que más me gustan es poner el portal de Belén, el árbol y todos los adornos navideños.
En casa se pone la maquinaria en marcha, como mandan los cánones, justo en el puente de la Inmaculada. Cada uno tenemos un cometido perfectamente delimitado que, como somos familia de toreros, nos los saltamos a la torera.
En serio, yo me ocupo de montar el árbol y las luces. Lo más delicado y laborioso es desenrollar todos los cables de las luces. Parece que el cable tiene vida propia y se ha ido retorciendo y enredando él solo durante todo el año, porque claro, yo lo guardé perfectamente enrollado el año anterior y lo que hay ahora es una maraña del diablo.
Después todos colocamos los adornos, las bolas, estrellas, las figuritas de elfos, Reyes Magos, etc. La estrella de la ilusión, la que culmina el árbol, está reservada para mi hija Cayetana, y eso es ley. A mí me encanta el árbol decorado con muchas luces de colores, de esas pequeñitas que no paran de parpadear, las que marean, esas. Aquí el primer problema es que a las mujeres de mi casa no les gustan las luces de colores, prefieren blancas, pero me hago el sueco y pa’ lante, que para eso las pongo yo.
El portal de Belén lo colocamos todos juntos, ese momento es mágico. También es ya tradición que cada año incorporemos una pieza más, el año pasado fue un pozo y una palmera, y este año… ponemos música, quemamos incienso y empieza la estrategia de ver dónde se pone cada figura. Aunque parezca fácil, no es lo mismo dos centímetros más al fondo que tres centímetros más a la derecha. Es un mundo lleno de posibilidades donde solo una es la exacta y cada uno defendemos nuestra ubicación con uñas y dientes. Eso que se coloca, ya siempre va a ir en el mismo sitio, y son las mismas figuras, ¡qué arte más grande! Momento mágico donde los haya.
Un consejo: hoy en día es muy importante incorporar como adorno navideño un cartel que prohíba el uso del móvil en las casas.
Otro gran reto es comprar, o escribir tu carta a los Reyes Magos. Los hombres somos especialistas en tenerlo todo preparado con mucho tiempo de antelación. Por ejemplo, si eres más de Papá Noel, ese mismo día 24 por la mañana, a todas las tiendas que vayasencontrarás en las colas para pagar a una o dos mujeres y a doce o catorce hombres, y todos con la misma mirada de “Ufff, menos mal…”. Todos felices con la compra hecha y “a ver si me da tiempo y me tomo una cervecita con los colegas antes de ir a casa”.
De hecho, te encuentras a tus colegas en la cola para pagar y es ahí donde se puede complicar la cosa hasta límites insospechados. Vamos, que llegas a casa contento y contando “qué barbaridad de colas, ha sido una guerra. Me voy a echar un ratito antes de que llegue tu madre…”.
Año tras año la misma historia, se podría decir que ya es tradición navideña.
Algo que a mí me encanta son las zambombas jerezanas. Se hace una berza en un patio de vecinos para todos, se sacan las guitarras y no se para de cantar villancicos, pero con su toque flamenco. Esto es nuestro, de los gitanos. Y digo nuestro porque la gente no sabe que yo tengo mi gotita de gitano en la sangre de la cual estoy muy orgulloso, y menos que ese goterón me viene por la rama Ordóñez. Pero esa es otra historia.
Así que, como os decía, nos juntamos, comemos, cantamos y disfrutamos del arte y de lo que nos da la Navidad.
También es el momento perfecto para llamar a ese amigo que hace tiempo que no sabes nada de él. La Navidad es la excusa perfecta por este ánimo tan especial y este aura de sensibilidad que se crea estos días. ¡Hay que aprovecharlos!
Si en casa hay niños pequeños es cuando realmente la casa se llena de magia y de ilusión. Esos nervios a la hora de escribir la carta, los malabares que tenemos que hacer los padres para esconder los juguetes. Esa ilusión pura y sana es lo más increíble.
Ya os contaré como pasamos nosotros la Noche Buena, ahora es el momento de los preparativos, de organizar todo. No os dejéis nada en el tintero, merece la pena vivir estos días con toda la felicidad y la ilusión. Es una vez al año, así que echaros a la calle, abrazad a los amigos, disfrutad de todos estos buenos sentimientos, y vamos todos a creer en los milagros. Yo creo en los milagros, y en estos días más.
Con este último se han equivocado y le han puesto la pilila en el ombligoEjemplos de piernas y manos parecidas:
Yo también veo algo que no me cuadra, él va en camiseta, o sea tiene puesta la calefacción y dentro de casa la niña con gorro. Mú raro. o es un muñeco o la niña tiene la cabeza apepiná.