Sibi admitía tranquilamente la educación que había recibido en su casa, igual que su hermana, y se quedaba tan ancha. Yo eso me lo hubiera callado, aunque Villacastin ya dice que es ingenua.
Por lo menos lo acepta y no espera a que su madre muera para decirlo públicamente en una revista.
Claro, que tampoco va a heredar la tiara ducal.