Fran Rivera y Lourdes Montes. Boda religiosa, hijos y otros temas.

PUES CUANDO SALÍA DEL HOSPITAL DE ZARAGOZA NO SE LE VEÍA MUY PREOCUPADA, PARECÍA QUE ESTABA EN UN PHOTOCALL

Isabel Gonzalez ‏@isabelgl 1 hHace 1 hora
Lourdes Montes sufre por el regreso de @Paquirri74 a los toros @larazon_es #GTS

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Pues que se joda y que se acuerde que es "por la gracia de Dios"
 
los paca ya están en México, seguro que en el Hola sale algo de "casualidad" sobre su estancia en México. De aquí a una, dos o tres semanas, tenemos una exclusiva en Hola de la Paca hablando del tema de la foto.
 
A la mierda de lapaca solo le faltaba una mierda como la palurde k si la busca durante años no la encuentra, sumado a esa vejez, amargura y fealdad extrema prematura

Par de despreciables mamarrachos

Y a cuanto esta hoy el cuarto y mita de galadrie?

Para pujar k mañana tengo partido de futbol y estamos sin balon...
le está creciendo la nariz de una forma mu rara, no parece la misma persona en general...
 
pues hace unas semanas colgué yo aquí un video del bautizo de tana, y le preguntaron a carmen que como se había portado la niña, y dijo que al principio la niña lloró un poco pero su padre supo callarla divinamente, y que el resto de la misa se portó la niña como una MACHOTA
@Blueblue te dejo el video del bautizo de tana donde dice Carmina que la niña se ha portao como una machota

 
30enero
Los domingos
El domingo es de los días más raros, se puede vivir de las maneras más diferentes según un sin fin de peculiaridades o momentos en los que se encuentre el sujeto en sí, es decir, dependerá del momento en que se encuentre su vida, aunque, pasen los años que pasen y tengas la edad que tengas siempre vamos a encontrar similitudes.

Lo malo del domingo, lo peor del domingo mejor dicho, desde que el mundo es mundo es que al día siguiente es lunes, y todos sabemos que el lunes es el peor de los días del año, no hay un lunes bueno.

Es más, el otro día estábamos un grupo de amigos charlando y hay uno que tiene muy poca gracia y le dijo otro -¡Tienes menos arte que el lunes! Y es que el lunes se las trae. O como dice aquel – Si no hay vida en Marte, imagínate en Lunes… ¡Qué arte más grande, olé!

Volviendo al domingo…

Cuando eras chaval el domingo era ese día de ir a misa con tus padres, aunque después te escaparas a comer una hamburguesa con los amigos, eso si no había comida familiar con tus primos. Era el día de ir al cine y, sobre todo, hacer los odiosos deberes. Lo único bueno que tenía el domingo era llamar por teléfono a la chica que conociste el viernes o el sábado.

Era un día que pasaba entre uno no sabe qué, se hacía largo, se hacia corto, y lo peor era ese hormigueo malísimo que sentías en el estómago al pensar que al día siguiente era lunes y había que volver al cole otra vez. Está claro que yo odiaba el colegio, qué ganas de ponerme malo cada domingo por la tarde, aunque fuera con unas décimas de nada, con 37 y uno me bastaba… Pero nada, al cole.

Después, en esa época de tu vida que todo es diversión y estudio, entre los 19 y 25, en la que todavía no pierdes el sueño por las preocupaciones, ni la responsabilidad te obliga a levantar el pie del acelerador ya que en esta época vas a mil por hora disfrutando de todo lo nuevo que te da la vida, el domingo se convierte en el día oficial de la resaca.Cierto que tienes casi los mismos compromisos familiares, pero te escabulles, también tienes deberes de la universidad pero esa resaca, tirado en el suelo en casa de un amigo, comiendo pizza… Eso no te lo quita nadie.



A partir de este momento las palabras domingo y resaca van a ir muy de la mano. Cuántos y tantos domingos tirado en el sofá, tapado con una mantita, con el mando de la televisión, deambulando por los canales sin poder prestar atención a ninguno en concreto, medio dormido con ese cuerpo tan malito, siempre con una botella de agua a tu lado y esos suspiros, ese arrepentimiento – ¡Ya no bebo nunca más! (hasta el próximo sábado), y pensando que el día siguiente es lunes…



Los domingos de resaca cuando tienes hijos se transforman en una auténtica tortura, son casi peor que los lunes, que ya es decir. Imaginaros, tú con el cuerpo de la niña del exorcista y tus hijos a toda máquina. ¡Tortura china total!

Los domingos son también días de paseíto, de comprar el periódico, de comidas familiares en las que al ver las caritas de algunos al llegar ya lo dicen todo, y no hace falta que te cuenten que la noche anterior fue de guerra de guerrillas. Esas comidas suelen empezar siendo un poco espesas, pero la verdad que son fundamentales y terminas por no querer irte, aunque la palabra siesta se instala en tu mente de tal manera que es imposible no hacerle caso.

A mí me encantan esos paseos con mi mujer y mis hijas yendo a misa, sobre todo cuando empieza el buen tiempo, porque Sevilla es una ciudad para pasearla sin prisas y disfrutar de cada calle y rincón, de cada patio, balcón, recoveco y dejar que se te llenen los sentidos, especialmente en primavera. En esta época las calles de Sevilla huelen a azahar que se mezcla con lo antiguo, el arte con la belleza y los olores con los sonidos y el compás. Como dijo mi querido D. Antonio Gala – Lo malo no es que los sevillanos crean que tienen la ciudad más bonita, lo malo es que puede que tengan razón. Olé, olé y olé.



Así que dejas que te embrujen sus calles y te lleven hasta el Mercado del Barranco para ya morirte con esas vistas de Triana y su río. Este sin duda es el mejor lugar para comprar algo rico de comer y llevártelo a casa, el domingo es ideal para darte ese pequeño capricho gastronómico.



Esas tardes de domingo en casa viendo la película de turno, después de esa pedazo de siesta que te has dado… a mí siempre me han encantado las de vaqueros, que antiguo soy, ¿verdad?

Otro aspecto malo del domingo son los atascos que tienes que soportar de vuelta a casa después de pasar el día fuera, ya sea en el campo, playa o en el pueblo, eso es un horror.

Iba a decir que los domingos también son días de fútbol, pero ahora hay fútbol todos los días. La liga, la UEFA, la Champion, la Copa, el trofeo tal y el cual, los amistosos, la clasificación para el Mundial, el Mundial… y seguro que se me olvida alguno.

Pues esto, a groso modo, es el domingo. Un día variopinto, entre el bien y el mal, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. Desde luego yo sabría perfectamente qué hacer para que el domingo fuera un día magnífico, está claro, esto se arregla haciendo que el fin de semana fueran tres días y que el odioso lunes fuera siempre festivo, así tendríamos todo el año ese maravilloso invento que tenía Sevilla: que el lunes después de la Feria era “lunes de resaca” ¿Se puede tener más arte? Una pena haber perdido este lunes que era el mejor lunes del año sin ninguna duda.
 
El domingo es de los días más raros, se puede vivir de las maneras más diferentes según un sin fin de peculiaridades o momentos en los que se encuentre el sujeto en sí, es decir, dependerá del momento en que se encuentre su vida, aunque, pasen los años que pasen y tengas la edad que tengas siempre vamos a encontrar similitudes.

¿Que hay que estudiar para entender esto?

Cuántos y tantos domingos tirado en el sofá, tapado con una mantita, con el mando de la televisión, deambulando por los canales sin poder prestar atención a ninguno en concreto, medio dormido

¿Solo los domingos?

también tienes deberes de la universidad pero esa resaca, tirado en el suelo en casa de un amigo, comiendo pizza…

Se nota que no ha pisado la universidad ni de casualidad
 
30enero
Los domingos
El domingo es de los días más raros, se puede vivir de las maneras más diferentes según un sin fin de peculiaridades o momentos en los que se encuentre el sujeto en sí, es decir, dependerá del momento en que se encuentre su vida, aunque, pasen los años que pasen y tengas la edad que tengas siempre vamos a encontrar similitudes.

Lo malo del domingo, lo peor del domingo mejor dicho, desde que el mundo es mundo es que al día siguiente es lunes, y todos sabemos que el lunes es el peor de los días del año, no hay un lunes bueno.

Es más, el otro día estábamos un grupo de amigos charlando y hay uno que tiene muy poca gracia y le dijo otro -¡Tienes menos arte que el lunes! Y es que el lunes se las trae. O como dice aquel – Si no hay vida en Marte, imagínate en Lunes… ¡Qué arte más grande, olé!

Volviendo al domingo…

Cuando eras chaval el domingo era ese día de ir a misa con tus padres, aunque después te escaparas a comer una hamburguesa con los amigos, eso si no había comida familiar con tus primos. Era el día de ir al cine y, sobre todo, hacer los odiosos deberes. Lo único bueno que tenía el domingo era llamar por teléfono a la chica que conociste el viernes o el sábado.

Era un día que pasaba entre uno no sabe qué, se hacía largo, se hacia corto, y lo peor era ese hormigueo malísimo que sentías en el estómago al pensar que al día siguiente era lunes y había que volver al cole otra vez. Está claro que yo odiaba el colegio, qué ganas de ponerme malo cada domingo por la tarde, aunque fuera con unas décimas de nada, con 37 y uno me bastaba… Pero nada, al cole.

Después, en esa época de tu vida que todo es diversión y estudio, entre los 19 y 25, en la que todavía no pierdes el sueño por las preocupaciones, ni la responsabilidad te obliga a levantar el pie del acelerador ya que en esta época vas a mil por hora disfrutando de todo lo nuevo que te da la vida, el domingo se convierte en el día oficial de la resaca.Cierto que tienes casi los mismos compromisos familiares, pero te escabulles, también tienes deberes de la universidad pero esa resaca, tirado en el suelo en casa de un amigo, comiendo pizza… Eso no te lo quita nadie.



A partir de este momento las palabras domingo y resaca van a ir muy de la mano. Cuántos y tantos domingos tirado en el sofá, tapado con una mantita, con el mando de la televisión, deambulando por los canales sin poder prestar atención a ninguno en concreto, medio dormido con ese cuerpo tan malito, siempre con una botella de agua a tu lado y esos suspiros, ese arrepentimiento – ¡Ya no bebo nunca más! (hasta el próximo sábado), y pensando que el día siguiente es lunes…



Los domingos de resaca cuando tienes hijos se transforman en una auténtica tortura, son casi peor que los lunes, que ya es decir. Imaginaros, tú con el cuerpo de la niña del exorcista y tus hijos a toda máquina. ¡Tortura china total!

Los domingos son también días de paseíto, de comprar el periódico, de comidas familiares en las que al ver las caritas de algunos al llegar ya lo dicen todo, y no hace falta que te cuenten que la noche anterior fue de guerra de guerrillas. Esas comidas suelen empezar siendo un poco espesas, pero la verdad que son fundamentales y terminas por no querer irte, aunque la palabra siesta se instala en tu mente de tal manera que es imposible no hacerle caso.

A mí me encantan esos paseos con mi mujer y mis hijas yendo a misa, sobre todo cuando empieza el buen tiempo, porque Sevilla es una ciudad para pasearla sin prisas y disfrutar de cada calle y rincón, de cada patio, balcón, recoveco y dejar que se te llenen los sentidos, especialmente en primavera. En esta época las calles de Sevilla huelen a azahar que se mezcla con lo antiguo, el arte con la belleza y los olores con los sonidos y el compás. Como dijo mi querido D. Antonio Gala – Lo malo no es que los sevillanos crean que tienen la ciudad más bonita, lo malo es que puede que tengan razón. Olé, olé y olé.



Así que dejas que te embrujen sus calles y te lleven hasta el Mercado del Barranco para ya morirte con esas vistas de Triana y su río. Este sin duda es el mejor lugar para comprar algo rico de comer y llevártelo a casa, el domingo es ideal para darte ese pequeño capricho gastronómico.



Esas tardes de domingo en casa viendo la película de turno, después de esa pedazo de siesta que te has dado… a mí siempre me han encantado las de vaqueros, que antiguo soy, ¿verdad?

Otro aspecto malo del domingo son los atascos que tienes que soportar de vuelta a casa después de pasar el día fuera, ya sea en el campo, playa o en el pueblo, eso es un horror.

Iba a decir que los domingos también son días de fútbol, pero ahora hay fútbol todos los días. La liga, la UEFA, la Champion, la Copa, el trofeo tal y el cual, los amistosos, la clasificación para el Mundial, el Mundial… y seguro que se me olvida alguno.

Pues esto, a groso modo, es el domingo. Un día variopinto, entre el bien y el mal, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. Desde luego yo sabría perfectamente qué hacer para que el domingo fuera un día magnífico, está claro, esto se arregla haciendo que el fin de semana fueran tres días y que el odioso lunes fuera siempre festivo, así tendríamos todo el año ese maravilloso invento que tenía Sevilla: que el lunes después de la Feria era “lunes de resaca” ¿Se puede tener más arte? Una pena haber perdido este lunes que era el mejor lunes del año sin ninguna duda.
Virgen de la Galaroza, tú que estás embarazada...que ha dicho mil veces Qué Arte y Oleeeee. :sick::sick::sick::sick::sick::wtf::wtf::wtf::wtf::wtf::wtf::wtf:
 
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