Paco Camino y José Tomás devuelven conjuntamente sus Medallas de Bellas Artes
Paco Camino y José Tomás han devuelto ayer mismo sus Medallas de Oro de Bellas Artes al Ministerio de Cultura, según ha sabido ABC. En una carta que llegará al Departamento de César Antonio Molina justo dos semanas después de la última concesión en el Consejo de Ministros del viernes 20 de febrero a Francisco Rivera Ordóñez, explican que no se sienten merecedores del galardón, que ellos guardan y conservan los premios que reconocen su quehacer, pero ahora les ha invadido la sensación de que los responsables de Cultura no han comprendido bien las razones por las que se premia al toreo. Según la fuente consultada, «la devolución es conjunta, aunque no puedo asegurar la redacción de la misiva textualmente. Más o menos refleja la idea de falta de coherencia. Cuando la lea el señor ministro ya se sabrá exactamente la argumentación». Según parece, no mencionan explícitamente a Rivera. El maestro Camino, premiado en 2004, y José Tomás, reconocido en la edición de 2008, acumulan 19 Puertas Grandes de Madrid, 12 quien fuera Niño Sabio de Camas y 7 quien es el Dios de Piedra de Galapagar.
Jamás una Medalla de Oro de las Bellas Artes en el apartado del toreo levantó una polémica similar ni fue tan contestada. Las explicaciones de Cultura a pocos han convencido: «Tras cosechar éxitos en las distintas plazas, a partir de 2000 (Francisco Rivera) acortó su número de actuaciones dando prioridad a afinar su técnica, que resulta ahora más estética, reposada y profunda. Así lo demuestra en sus últimas faenas reseñables entre las que están las Ferias de Madrid de 2001 y 2002 (cortó una oreja en cada tarde)». La mecha se encendió en la prensa y explotó con las declaraciones de Morante de la Puebla, que tachaba de «auténtica vergüenza» la concesión de la Medalla a Rivera Ordóñez. La voz subterránea del mundo del toro es prácticamente unánime. Simplemente se guardan las formas. Morante fue por derecho, cargó la suerte y encontró la respuesta en Cayetano Rivera Ordóñez, que ha vetado al torero de La Puebla. Su apoderado, Curro Vázquez, evita hablar directamente de «veto», pero reconoce que es mejor que cada uno vaya por su lado.
Jamás una Medalla de Oro de las Bellas Artes en el apartado del toreo levantó una polémica similar ni fue tan contestada
Francisco Rivera manifestaba esta semana en una revista taurina su ilusión por el galardón que inauguró su abuelo, el gran Antonio Ordóñez, durante la etapa en que Esperanza Aguirre era la titular del Ministerio de Cultura. «Yo creo que es un reconocimiento a mi trayectoria. Llevo catorce años -decía Rivera- como matador de toros y un premio de tanto peso viene a valorar la dedicación que siempre he mostrado por mi profesión. Toda mi vida he soñado con ser lo que soy, torero. Es un premio a mi vida, a mi esfuerzo». Y añadía, ya al tanto de la polémica, que viene «desde la parcialidad. Quien me ha criticado creo que se está señalando a sí mismo. En este aspecto recuerdo un dicho de mi abuelo: «Si triunfas provocando envidias, lo mejor es seguir triunfando»». Paco Camino, figurón del toreo en las décadas de los 60 y 70, agradecía en 2005, en una entrevista exclusiva en ABC, la Medalla de la siguiente manera: «A mí me da igual. No me ha inquietado nunca. Si me la daban, bien, y si no, también. Lo que sí agradezco es a la gente que la ha pedido. Tengo mi carrera escrita. ¿Para qué quiero yo una medalla más o menos?».
La distinción de Rivera Ordóñez ha venido a poner un punto y aparte en la Medalla de la Bellas Artes al toreo que nació con Antonio Ordóñez (1996) y siguió con Curro Romero y El Viti, Pepe Luis Vázquez y Miguel Báez Spuny «El Litri», Álvaro Domecq, Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Ángel Luis Bienvenida y Espartaco, Paco Camino, Manzanares padre, Ponce y José Tomás.
Paco Camino y José Tomás han devuelto ayer mismo sus Medallas de Oro de Bellas Artes al Ministerio de Cultura, según ha sabido ABC. En una carta que llegará al Departamento de César Antonio Molina justo dos semanas después de la última concesión en el Consejo de Ministros del viernes 20 de febrero a Francisco Rivera Ordóñez, explican que no se sienten merecedores del galardón, que ellos guardan y conservan los premios que reconocen su quehacer, pero ahora les ha invadido la sensación de que los responsables de Cultura no han comprendido bien las razones por las que se premia al toreo. Según la fuente consultada, «la devolución es conjunta, aunque no puedo asegurar la redacción de la misiva textualmente. Más o menos refleja la idea de falta de coherencia. Cuando la lea el señor ministro ya se sabrá exactamente la argumentación». Según parece, no mencionan explícitamente a Rivera. El maestro Camino, premiado en 2004, y José Tomás, reconocido en la edición de 2008, acumulan 19 Puertas Grandes de Madrid, 12 quien fuera Niño Sabio de Camas y 7 quien es el Dios de Piedra de Galapagar.
Jamás una Medalla de Oro de las Bellas Artes en el apartado del toreo levantó una polémica similar ni fue tan contestada. Las explicaciones de Cultura a pocos han convencido: «Tras cosechar éxitos en las distintas plazas, a partir de 2000 (Francisco Rivera) acortó su número de actuaciones dando prioridad a afinar su técnica, que resulta ahora más estética, reposada y profunda. Así lo demuestra en sus últimas faenas reseñables entre las que están las Ferias de Madrid de 2001 y 2002 (cortó una oreja en cada tarde)». La mecha se encendió en la prensa y explotó con las declaraciones de Morante de la Puebla, que tachaba de «auténtica vergüenza» la concesión de la Medalla a Rivera Ordóñez. La voz subterránea del mundo del toro es prácticamente unánime. Simplemente se guardan las formas. Morante fue por derecho, cargó la suerte y encontró la respuesta en Cayetano Rivera Ordóñez, que ha vetado al torero de La Puebla. Su apoderado, Curro Vázquez, evita hablar directamente de «veto», pero reconoce que es mejor que cada uno vaya por su lado.
Jamás una Medalla de Oro de las Bellas Artes en el apartado del toreo levantó una polémica similar ni fue tan contestada
Francisco Rivera manifestaba esta semana en una revista taurina su ilusión por el galardón que inauguró su abuelo, el gran Antonio Ordóñez, durante la etapa en que Esperanza Aguirre era la titular del Ministerio de Cultura. «Yo creo que es un reconocimiento a mi trayectoria. Llevo catorce años -decía Rivera- como matador de toros y un premio de tanto peso viene a valorar la dedicación que siempre he mostrado por mi profesión. Toda mi vida he soñado con ser lo que soy, torero. Es un premio a mi vida, a mi esfuerzo». Y añadía, ya al tanto de la polémica, que viene «desde la parcialidad. Quien me ha criticado creo que se está señalando a sí mismo. En este aspecto recuerdo un dicho de mi abuelo: «Si triunfas provocando envidias, lo mejor es seguir triunfando»». Paco Camino, figurón del toreo en las décadas de los 60 y 70, agradecía en 2005, en una entrevista exclusiva en ABC, la Medalla de la siguiente manera: «A mí me da igual. No me ha inquietado nunca. Si me la daban, bien, y si no, también. Lo que sí agradezco es a la gente que la ha pedido. Tengo mi carrera escrita. ¿Para qué quiero yo una medalla más o menos?».
La distinción de Rivera Ordóñez ha venido a poner un punto y aparte en la Medalla de la Bellas Artes al toreo que nació con Antonio Ordóñez (1996) y siguió con Curro Romero y El Viti, Pepe Luis Vázquez y Miguel Báez Spuny «El Litri», Álvaro Domecq, Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Ángel Luis Bienvenida y Espartaco, Paco Camino, Manzanares padre, Ponce y José Tomás.
F.R.Paquirri @Paquirri74 