Fotografía
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pilou12
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El sueño de la libertad
Patrick Willocq
Walé Asongwaka, de 21 años, pasó tres de reclusión sin su marido y con el resto de madres primerizas de la tribu ekonda para criar a su bebé. Sueña con volar en avión.
En los frondosos bosques de la región de Bikoro, en la República Democrática del Congo, las madres primerizas de la tribu de los ekonda viven años en semirreclusión. Durante este tiempo, liberadas de las tareas domésticas y dedicadas al bebé, deben componer un canto que interpretarán el día de su liberación. El fotógrafo Patrick Willocq rinde tributo a estas mujeres y recrea sus sueños más íntimos.
MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2017
SON CONOCIDAS como las walés (las mujeres que amamantan). Pertenecen a la tribu pigmea de los ekonda. Bajo la sola compañía de otras féminas y cubiertas a diario por un polvo rojo que baña todo su cuerpo, son honradas como dignas madres de un primogénito, quien, sin tener en cuenta su s*x*, pasará a ser cabeza de una familia o de un clan. Las walés son liberadas de las tareas domésticas y del campo para dedicarse con primor al cuidado del recién nacido, pero no tienen permitido abandonar la casa de sus padres durante los primeros seis meses de su maternidad. Después quedan al cuidado de las otras mujeres del poblado y viven en semirreclusión. Durante esa estancia, que puede durar años, tienen estrictamente prohibido ver a sus maridos. El s*men es considerado tóxico para el niño, quien lo podría ingerir durante la lactancia. Tampoco les permiten comer en presencia de otros. Su particular cautiverio durará hasta que su familia o marido consigan almacenar una docena de objetos valiosos para la tribu. Es entonces cuando se celebra una ceremonia de danzas y canciones con las que ponen fin a su aislamiento. Entre ellas existe una especie de competición por ver quién compondrá el mejor estribillo. Unas letras que suelen tratar con dolor y humor sus vivencias.
Walé Epanza Makita, de 19 años, lleva uno en cautiverio. Le gusta sentirse como un murciélago, un animal venerado por los pigmeos al ser el único mamífero volador.
FOTOGALERIA:
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/patrick-willocq-tribu/
Inspirado por el ritual, y consciente de la riqueza de las tradiciones tribales, Patrick Willocq documentó este “hermoso tributo a la maternidad, a la fertilidad y a la feminidad”. Con la colaboración de algunos miembros de la tribu, construyó imaginativas escenografías que luego fotografió. Cada walé se convierte en protagonista de su propia historia. Songs of the Walés (el canto a las walés), de la editorial Kehrer Verlag, recoge esta fresca interpretación de las costumbres africanas, que va más allá del cliché estereotipado y pesimista que con frecuencia se ofrece del continente. —
Patrick Willocq
Walé Asongwaka, de 21 años, pasó tres de reclusión sin su marido y con el resto de madres primerizas de la tribu ekonda para criar a su bebé. Sueña con volar en avión.
En los frondosos bosques de la región de Bikoro, en la República Democrática del Congo, las madres primerizas de la tribu de los ekonda viven años en semirreclusión. Durante este tiempo, liberadas de las tareas domésticas y dedicadas al bebé, deben componer un canto que interpretarán el día de su liberación. El fotógrafo Patrick Willocq rinde tributo a estas mujeres y recrea sus sueños más íntimos.
MARTES 26 DE SEPTIEMBRE DE 2017
SON CONOCIDAS como las walés (las mujeres que amamantan). Pertenecen a la tribu pigmea de los ekonda. Bajo la sola compañía de otras féminas y cubiertas a diario por un polvo rojo que baña todo su cuerpo, son honradas como dignas madres de un primogénito, quien, sin tener en cuenta su s*x*, pasará a ser cabeza de una familia o de un clan. Las walés son liberadas de las tareas domésticas y del campo para dedicarse con primor al cuidado del recién nacido, pero no tienen permitido abandonar la casa de sus padres durante los primeros seis meses de su maternidad. Después quedan al cuidado de las otras mujeres del poblado y viven en semirreclusión. Durante esa estancia, que puede durar años, tienen estrictamente prohibido ver a sus maridos. El s*men es considerado tóxico para el niño, quien lo podría ingerir durante la lactancia. Tampoco les permiten comer en presencia de otros. Su particular cautiverio durará hasta que su familia o marido consigan almacenar una docena de objetos valiosos para la tribu. Es entonces cuando se celebra una ceremonia de danzas y canciones con las que ponen fin a su aislamiento. Entre ellas existe una especie de competición por ver quién compondrá el mejor estribillo. Unas letras que suelen tratar con dolor y humor sus vivencias.
Walé Epanza Makita, de 19 años, lleva uno en cautiverio. Le gusta sentirse como un murciélago, un animal venerado por los pigmeos al ser el único mamífero volador.
FOTOGALERIA:
http://elpaissemanal.elpais.com/documentos/patrick-willocq-tribu/
Inspirado por el ritual, y consciente de la riqueza de las tradiciones tribales, Patrick Willocq documentó este “hermoso tributo a la maternidad, a la fertilidad y a la feminidad”. Con la colaboración de algunos miembros de la tribu, construyó imaginativas escenografías que luego fotografió. Cada walé se convierte en protagonista de su propia historia. Songs of the Walés (el canto a las walés), de la editorial Kehrer Verlag, recoge esta fresca interpretación de las costumbres africanas, que va más allá del cliché estereotipado y pesimista que con frecuencia se ofrece del continente. —
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16 DE LOS ÁRBOLES MÁS BELLOS DEL MUNDO
Si hay una estación fotogénica, melancólica y llena de nostalgia, es sin duda el otoño. Los árboles, esas bellezas de la naturaleza, misteriosos e inspiradores, son algunos de sus grandes protagonistas.
1. Árbol Rhododendron, en Canadá
Además de darnos el oxígeno que respiramos y darnos madera para nuestros hogares, los árboles también nos ofrecen maravillosos paisajes por medio del color de sus hojas que varían en todas las estaciones, especialmente en otoño, que es cuando las producen menos clorofila debido a la poca exposición a los rayos solares.
Al final estos producen paisajes y colores maravillosos al sentido de la vista. Todo un regalo para nuestros sentidos.
2. El viejo árbol de Wisteria en Japón
3. Árbol esculpido por el viento en Nueva Zelanda
4. Hermoso Cedro Japonés, en Portland, EE.UU.
5. Árbol Antártico cubierto de musgos, en Oregon, EE.UU.
6. Árbol tupido de cerezas, en Bonn, Alemania
7. Angel Oak en Isla de Juan, Carolina del Sur
8. Árbol de Flamboyant, en Brasil
9. Árbol de Dragonblood, en Yemen
- 26 Septiembre 2017
- FOTOGRAFÍA
Si hay una estación fotogénica, melancólica y llena de nostalgia, es sin duda el otoño. Los árboles, esas bellezas de la naturaleza, misteriosos e inspiradores, son algunos de sus grandes protagonistas.
1. Árbol Rhododendron, en Canadá
Además de darnos el oxígeno que respiramos y darnos madera para nuestros hogares, los árboles también nos ofrecen maravillosos paisajes por medio del color de sus hojas que varían en todas las estaciones, especialmente en otoño, que es cuando las producen menos clorofila debido a la poca exposición a los rayos solares.
Al final estos producen paisajes y colores maravillosos al sentido de la vista. Todo un regalo para nuestros sentidos.
2. El viejo árbol de Wisteria en Japón
3. Árbol esculpido por el viento en Nueva Zelanda
4. Hermoso Cedro Japonés, en Portland, EE.UU.
5. Árbol Antártico cubierto de musgos, en Oregon, EE.UU.
6. Árbol tupido de cerezas, en Bonn, Alemania
7. Angel Oak en Isla de Juan, Carolina del Sur
8. Árbol de Flamboyant, en Brasil
9. Árbol de Dragonblood, en Yemen
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10. El presidente, es el tercer árbol más alto del mundo, en California
11. Árboles de robles, Tunnel, en Oregon
12. Árboles de eucalipto en arco iris, en Kauai, Hawaii
13. Jacarandás en Cullina, Sudáfrica
14. Avenida de robles en la plantación Dixie, en Carolina del Sur, EE.UU.
15. Árboles de Baobab, en Madagascar
16. Árbole Dark Hedges en Irlanda
http://culturainquieta.com/es/foto/item/12679-16-de-los-arboles-mas-bellos-del-mundo.html
11. Árboles de robles, Tunnel, en Oregon
12. Árboles de eucalipto en arco iris, en Kauai, Hawaii
13. Jacarandás en Cullina, Sudáfrica
14. Avenida de robles en la plantación Dixie, en Carolina del Sur, EE.UU.
15. Árboles de Baobab, en Madagascar
16. Árbole Dark Hedges en Irlanda
http://culturainquieta.com/es/foto/item/12679-16-de-los-arboles-mas-bellos-del-mundo.html
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pilou12
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La cámara, el yo y el espejo: 15 autorretratos de fotógrafos históricos
GALERIA DE FOTOS:
https://www.gentleman.elconfidencia...os-fotografos-famosos-autorretratos_1449740#0
27.09.2017 – 05:00 H.
Si el autorretrato pictórico utilizó como herramienta indispensable el espejo, la fotografía convirtió a la cámara en un espejo. En el arte, el autorretrato representa una voluntad de introspección, que tiende a contestar (o quizás, mejor aún, a formular) la pregunta: ¿Quién soy yo y cómo soy? Pero es también el deseo de decir y afirmar: “Soy yo, miradme”. Es el impulso irrefrenable del ego. Curiosamente, el autorretrato es, por un lado, el cumplimiento del mito de Narciso (que se contempló en el agua de un estanque, se enamoró de sí mismo sin reconocerse y, al intentar abrazarse, se ahogó), en el mito de Acteón(el cazador que descubre a Diana bañándose en un río y, descubierto por la diosa, es convertido en un ciervo que es devorado por sus propios perros): el autorretrato es la representación de lo que no podemos ver sin más y deseamos ver.
Por eso quizás el autorretrato fotográfico es un género que posibilita lo aparentemente imposible, como la fotografía misma. No son muchos los fotógrafos que no hayan sido tentados alguna vez por el autorretrato. Unos pocos lo han convertido en su propio género, como John Coplans, cuyas fotos reflejan insistentemente fragmentos de su cuerpo (aunque pocas veces su rostro), o Cindy Sherman y Yasumasa Morimura, que se disfrazan, se travisten y se representan como otros, como personajes, y de ese modo han dado la vuelta al género. El autorretrato es también un modo de desnudarse y de ejercer el humor, de reírse de uno mismo, exponerse, exhibirse. ¿Cuánto hay de ficción y cuánto de verdad? El autorretrato es una colisión entre ambos puntos.
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Doñana olvidada: regreso al parque tras la tragedia del incendio
GALERIA FOTOS:https://www.elconfidencial.com/mult...7-10-04/incendio-donana-verano-2017_1454063#0
04.10.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 2 H.
Francisco Ortiz, lector de Teknautas y fotógrafo aficionado a la naturaleza, se puso en contacto con nosotros para ofrecernos unas instantáneas que realizó en el Parque Nacional de Doñana, afectado por un incendio que este pasado verano arrasó más de 8.000 hectáreas.
"Las fotografías están realizadas en el mes de agosto de 2017, algo más de un mes después de producirse el incendio forestal", explica Ortiz. "La zona donde están hechas las fotos se encuentra dentro del Parque Natural de Doñana, en un terreno antes cubierto con un denso pinar que en algunas zonas ha desaparecido".
En algunas de las fotos de Ortiz puede apreciarse el intenso contraste entre la zona quemada y la zona que se ha salvado de las llamas.
El naturalista aficionado explica que "llevo toda mi vida muy unido a Doñana y su entorno, y me parece que es un lugar privilegiado para cualquier persona que le guste el campo". Ortiz es un apasionado de la fotografía en esta zona, que lleva recorriendo más de 25 años.
"El incendio supuso un gran impacto para mí, ya que afecta a una zona del Parque Natural de un gran atractivo debido a sus paisajes y a su biodiversidad", añade el fotógrafo, que pese a la destrucción que vio y fotografió también sintió una profunda alegría "al ver la rapidez con la que el campo se regenera".
Así, para que el público conozca de primera mano cómo afecta a la naturaleza un incendio forestal de esta magnitud, Ortiz realizó estas fotografías y se animó a compartirlas con Teknautas, "intentando reflejar no solo la devastación de la zona quemada, sino también el contraste con las zonas que se han salvado del fuego".
GALERIA FOTOS:https://www.elconfidencial.com/mult...7-10-04/incendio-donana-verano-2017_1454063#0
04.10.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 2 H.
Francisco Ortiz, lector de Teknautas y fotógrafo aficionado a la naturaleza, se puso en contacto con nosotros para ofrecernos unas instantáneas que realizó en el Parque Nacional de Doñana, afectado por un incendio que este pasado verano arrasó más de 8.000 hectáreas.
"Las fotografías están realizadas en el mes de agosto de 2017, algo más de un mes después de producirse el incendio forestal", explica Ortiz. "La zona donde están hechas las fotos se encuentra dentro del Parque Natural de Doñana, en un terreno antes cubierto con un denso pinar que en algunas zonas ha desaparecido".
En algunas de las fotos de Ortiz puede apreciarse el intenso contraste entre la zona quemada y la zona que se ha salvado de las llamas.
El naturalista aficionado explica que "llevo toda mi vida muy unido a Doñana y su entorno, y me parece que es un lugar privilegiado para cualquier persona que le guste el campo". Ortiz es un apasionado de la fotografía en esta zona, que lleva recorriendo más de 25 años.
"El incendio supuso un gran impacto para mí, ya que afecta a una zona del Parque Natural de un gran atractivo debido a sus paisajes y a su biodiversidad", añade el fotógrafo, que pese a la destrucción que vio y fotografió también sintió una profunda alegría "al ver la rapidez con la que el campo se regenera".
Así, para que el público conozca de primera mano cómo afecta a la naturaleza un incendio forestal de esta magnitud, Ortiz realizó estas fotografías y se animó a compartirlas con Teknautas, "intentando reflejar no solo la devastación de la zona quemada, sino también el contraste con las zonas que se han salvado del fuego".
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pilou12
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EL FOTÓGRAFO DE VIAJES QUE CAPTA LA TRANQUILIDAD DE LAS ESPECTACULARES ISLAS FAROE
La última aventura de Kafka se ha desarrollado en las islas Faroe, un archipiélago que se encuentra entre Islandia y Noruega en el que ha pasado una semana explorando el exuberante paisaje montañoso cuajado de nubes bajas, hipnóticas y profundas aguas azules y pintorescos y pequeños pueblos.
Kafka crea sus imágenes de una manera que nos sentir como si fuesen una ensoñación llena de melancolía. Los colores desaturados y una estética con reminiscencia de fotografías de época, pertenecientes a otro tiempo.
Su pretensión, "transportar al observador a un mundo de viajes y aventura" y ofrecer nos un escape del ajetreo de la vida cotidiana.
Las Islas Feroe son sólo una de las paradas recientes de Kafka. Recientemente anduvo también caminando y fotografiando paisajes de Eslovenia, los Dolomitas del Norte, y en Baviera, etc.
Kafka también ha fotografiado la Costa Norte 500 en Escocia..
Bavaria, en Alemania..
- 3 Octubre 2017
La última aventura de Kafka se ha desarrollado en las islas Faroe, un archipiélago que se encuentra entre Islandia y Noruega en el que ha pasado una semana explorando el exuberante paisaje montañoso cuajado de nubes bajas, hipnóticas y profundas aguas azules y pintorescos y pequeños pueblos.
Kafka crea sus imágenes de una manera que nos sentir como si fuesen una ensoñación llena de melancolía. Los colores desaturados y una estética con reminiscencia de fotografías de época, pertenecientes a otro tiempo.
Su pretensión, "transportar al observador a un mundo de viajes y aventura" y ofrecer nos un escape del ajetreo de la vida cotidiana.
Las Islas Feroe son sólo una de las paradas recientes de Kafka. Recientemente anduvo también caminando y fotografiando paisajes de Eslovenia, los Dolomitas del Norte, y en Baviera, etc.
Kafka también ha fotografiado la Costa Norte 500 en Escocia..
Bavaria, en Alemania..
