Una mujer cubierta por un burka pasa por innumerables palomas blancas cerca de un santuario sagrado. Mazar-E-Sharif, Afganistán, MAYO 2015. © Ako Salemi Photography. Finalista, Lensculture Street Photography Awards 2016
Fotografía Humana
- AutorAsten
- Fecha de inicio
Arzuma Tindano (28) lleva a una tripulación de ocho miembros de mineros en djuga, una mina artesanal en el noreste de burkina faso... Aquí, se prepara para ir a su pozo y llevar a cabo su turno nocturno. Pero primero, tiene que terminar su cigarrillo. Finalista, lensculture retrato awards 2016
Finalmente, algo de descanso. Los perros y gatos callejeros eran clientes frecuentes en este puesto remoto. © Areg Balayan. 2º lugar, serie, lensculture exposición awards 2017.
Kurdish political refugee; Danish citizen; high school drop-out; guerilla army fighter.
Joanna, a young woman who gave up all the trappings of a “normal” life to fight for what she believed in.
Photo credit: © Asger Ladefoged / Berlingske
Joanna, a young woman who gave up all the trappings of a “normal” life to fight for what she believed in.
Photo credit: © Asger Ladefoged / Berlingske
Esperanza
Esto es para ti, las mujeres combatientes en el frente de la creatividad.
Durante largas horas la he observado, de pie, llegando a la efímera inexistencia del material, en una extraña cara a cara.
La seguí con mi mirada, mientras ella empujó uno de sus dedos delgados en la arcilla húmeda, jugando contra su palma, dudando sobre una curva, un hueco, llenando, y luego tomando un grupo deforme, comenzando una y otra vez .
Pero eso no es todo...
La vi, atenta, cariñosa, pastoreo la arcilla con infinita ternura, alisado los baches en una búsqueda de un frágil instante de armonía. Una cara emergió de sus manos, la de un hombre sin terminar, en el áspero. Luego, finalmente, ella grabó una línea, provocando el toque de una sonrisa.
En la universidad de bellas artes de erbil, en el corazón de la efervescencia creativa de los estudiantes en un país de nueva formación, parece haber encontrado su lugar. Ella había decidido iniciar un diálogo silencioso e íntimo con él, su alter ego en arcilla que ella había traído a la vida con sus manos.
Siempre he pensado que esa mujer es bendecida con un poder creativo supremo, el de dar vida a las dos cosas y a los seres humanos.
En ese momento, recordé algunos de los destinos de estas mujeres kurdo-entre la lucha y la gracia, la renuncia y la creación, el battlefront y el hogar, la sombra y la luz, el dolor y la alegría, el invierno y la primavera, entre la guerra y la
Los ancianos saben que uno debe nacer al menos una vez para renacer. Así siembran las semillas del Renacimiento. Verás, mientras que es mujer quien hace el hombre, es la cultura transmitida de generación a generación que forja la fuerza y la identidad de un pueblo.
A veces, una sombra oscurece la indiferencia. Pero, aquí, más que nunca, la vida es la esperanza.
Texto escrito por rachel deghati
Foto de Reza Photojournalist
Fragmento de " Esperanza " del proyecto " Renacimiento del kurdistán "
Esto es para ti, las mujeres combatientes en el frente de la creatividad.
Durante largas horas la he observado, de pie, llegando a la efímera inexistencia del material, en una extraña cara a cara.
La seguí con mi mirada, mientras ella empujó uno de sus dedos delgados en la arcilla húmeda, jugando contra su palma, dudando sobre una curva, un hueco, llenando, y luego tomando un grupo deforme, comenzando una y otra vez .
Pero eso no es todo...
La vi, atenta, cariñosa, pastoreo la arcilla con infinita ternura, alisado los baches en una búsqueda de un frágil instante de armonía. Una cara emergió de sus manos, la de un hombre sin terminar, en el áspero. Luego, finalmente, ella grabó una línea, provocando el toque de una sonrisa.
En la universidad de bellas artes de erbil, en el corazón de la efervescencia creativa de los estudiantes en un país de nueva formación, parece haber encontrado su lugar. Ella había decidido iniciar un diálogo silencioso e íntimo con él, su alter ego en arcilla que ella había traído a la vida con sus manos.
Siempre he pensado que esa mujer es bendecida con un poder creativo supremo, el de dar vida a las dos cosas y a los seres humanos.
En ese momento, recordé algunos de los destinos de estas mujeres kurdo-entre la lucha y la gracia, la renuncia y la creación, el battlefront y el hogar, la sombra y la luz, el dolor y la alegría, el invierno y la primavera, entre la guerra y la
Los ancianos saben que uno debe nacer al menos una vez para renacer. Así siembran las semillas del Renacimiento. Verás, mientras que es mujer quien hace el hombre, es la cultura transmitida de generación a generación que forja la fuerza y la identidad de un pueblo.
A veces, una sombra oscurece la indiferencia. Pero, aquí, más que nunca, la vida es la esperanza.
Texto escrito por rachel deghati
Foto de Reza Photojournalist
Fragmento de " Esperanza " del proyecto " Renacimiento del kurdistán "
