Feminista, socióloga y ecologista, así es Ahad bint Abdullah, la única esposa del sultán de Omán

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Ha sido presentada en sociedad como primera dama del país, un cargo que hasta ahora no había sido ejercido por ninguna mujer. Haitham Bin Tariq quiere darle su sitio para llevar a cabo sus ideas reformistas​

A. CaleroMADRID Actualizado:10/11/2020 11:42hGUARDAR

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La presentación en sociedad de Ahad bint Abdullah bin Hamad Al Busaidi como primera dama de Omán ha supuesto una profunda declaración de intenciones por parte del sultán Haitham Bin Tariq. Un signo de cambio y de apuesta por aires más renovados que se comenzaron a ver en enero de este año, cuando Haitham llegó al trono tras la muerte del sultán Qabús, quien reinó durante cincuenta años y falleció sin descendencia.
A sus 65 años, parece que Haitham no quiere parecerse al despiadado Mohamed bin Salman. Hay varias cosas que a simple vista le diferencian de la mayoría de sus homólogos en el Golfo Pérsico. Por un lado, que se sepa, Ahad bint Abdullah es su única esposa, con quien tiene cuatro hijos, dos chicos y dos chicas. Y, además, que el sultán haya dado protagonismo a su mujer y comparta con ella ciertos asuntos relacionados con el país, no hace otra cosa que confirmar su intención de luchar por los derechos de las mujeres en su país. Este argumento lo afirma el hecho de que la primera aparición en público de Ahad bint Abdullah como primera dama de Omán fuera el pasado 17 de octubre, cuando en el país se celebra el Día Nacional de la Mujer. Ese día, en nombre del sultán, entregó medallas a varias mujeres omaníes «por su papel en la sociedad y en la economía», tal y como informó el periódico «Times of Oman».


Si se compara con países vecinos como Arabia Saudí o Emiratos Árabes, Omán puede presumir de ir por delante en materia de igualdad. Pero todavía queda mucho por hacer. Y parece que en todo este proceso Ahad bint Abdullah tendrá un papel muy importante. Perteneciente a una familia muy arraigada con la política del país, y licenciada en Sociología, quizá sea pronto para decir que ella es la esperanza del cambio en el Golfo y habrá que esperar para saber si su presentación en sociedad ha sido el principio de un cambio o si solo se queda en un golpe de efecto; pero lo cierto es que sus palabras el día 17 hicieron a todas las asistentes sentir mucho orgullo por todos los hitos de las mujeres en Omán. «El acceso a la educación permitió a las mujeres participar en el proceso de construcción nacional mientras tomaba forma con conocimiento, leyes y sistemas de gobernanza, que garantizaron sus derechos y su estatus», aseguró.

Mientras el sultán se preocupa por sacar adelante un país que debe afrontar un cambio sustancial en su modelo de negocio y de infraestructura, la primera dama intentará avanzar en materias feministas que desafían la mal llamada «tradición» de la sociedad omaní en cuestiones sociales, ya que no existen leyes que protejan a las mujeres ante la violencia de género, el divorcio o la custodia de los hijos. Además de la familia, también ha incluido en su programa temas relacionados con la educación y el medio ambiente, otros dos pilares que Ahad bint Abdullah considera fundamentales para reformar un país.
Para conseguir todos sus objetivos será imprescindible su singularidad y ejemplaridad. Parece que, de momento, a ella y al sultán se les reconocen ambas cosas.

 
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