Feminismo

Mona Eltahawy: «Las musulmanas necesitan una revolución sexual»
La feminista carga contra quien las use políticamente: «Al menos que seas una mujer musulmana, cállate y escúchanos a nosotras. Esta es nuestra lucha»
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SeguirNieves Mira@mnievesmn
Madrid Actualizado:15/04/2019 01:34h
5 Esther Vivas: «El feminismo debe reivindicar la maternidad»

Cuando en diciembre 2010 los tunecinos tomaron las calles para protestar contra el régimen del dictador Ben Ali tras la muerte de Mohamed Bouazizi, algo parecía estar cambiando. Las protestas florecieron también por otros países del Norte de África y Oriente Medio. Había llegado la Primavera Árabe, y al igual que Ali, cayeron también Gadafi en Siria o Mubarak en Egipto. Otros países como Omán o Barhéin prometieron mejorar la vida de sus ciudadanos. Por primera vez parecía que algo estaba cambiando, pero este era solo el comienzo de una revolución más profunda que todavía no ha llegado. La que reclaman las miles de mujeres que aún no se han liberado en esos países, la del patriarcado presente en todo el mundo.

La activista musulmana Mona Eltahawy, una de las activistas más influyentes por los derechos de las mujeres que practican el islam, es contundente a la hora de definir el problema en estos países: «Necesitamos una revolución social y otra sexual». En su paso por España para presentar «El himen y el hiyab» (Capitán Swing) aprovecha para cargar contra el patriarcado del sistema judicial español, el que permitió la sentencia de La Manada, según recuerda. Y no se arenga ni ante los extremistas ni ante los progresistas que tratan de utilizar a las musulmanas en beneficio propio: «Callaos la boca. Que hablen las musulmanas». Las mujeres por las que lucha -por las que fue detenida, torturada e incluso violada durante las protestas en Egipto, deben afrontar tres revoluciones: contra el Estado (esta junto a los hombres), en la calle, y en el dormitorio. «Todos los dictadores vuelven a la cama, por eso esta será la más complicada y es la más importante».

Casi antes de empezar a conversar con ella en la Casa Árabe de Madrid, quiere dejar clara la diversidad de ese llamado «mundo árabe», dice que prefiere hablar del Norte de África y de Oriente Medio, a pesar de que aparece tal cual en el subtítulo de la edición española de su libro. «Arabia Saudí es muy diferente a Túnez, Yemen o Siria, pero la razón por la que escribí este libro y lo centré en Oriente Medio y el Norte de África es porque quería demostrar que hay feminismo también allí, que ha existido desde 1920», comenta. Se refiere a Huda Shaarawi, pionera del feminismo en la región, egipcia igual que ella. En 1923 se arrancó públicamente el velo ante las mujeres (feministas) que fueron a recibirla a la estación de El Cairo tras volver de un congreso en Europa. «Quería demostrar que en esta parte del mundo, donde hay también patriarcado, por supuesto, ha habido olas de feminismo e iconos feministas, no necesitamos importarlos», añade.

el juicio contra 17 activistas que lucharon contra la prohibición de las mujeres de conducir en todo el país. Seis meses después de apresarlas el año pasado, el rey Salmán bin Abdulaziz terminó con la prohibición, «para poder decir que lo hizo él», comenta Eltahawy. «Lo más importante es que durante años han luchado por algo más grande que la prohibición de conducir, contra el sistema de tutelaje que establece que cada mujer debe tener un hombre guardián a su lado (su padre, hermano o marido) para tomar decisiones por ella, y ese es el origen del patriarcado en Arabia Saudí, y por eso están en prisión», dice. La monarquía saudita está «aterrorizada por el feminismo, las autoridades también, porque es poderoso. ¿Quién enviaría a alguien a prisión si no fuera porque les tiene miedo?», se pregunta.

Aunque nació en Egipto, cuando tenía 7 años su familia se mudó a Londres, y más tarde, cuando cumplió 15, se trasladó a Arabia Saudí. Aprendió rápidamente que el islam que se practicaba en Egipto poco tenía que ver con el de la península arábiga. «Fue una experiencia traumática, caí en una profunda depresión», y entonces experimentó el feminismo al ver cómo se trataba allí a las mujeres y a las niñas, pero lo descubrió de verdad, según cuenta, cuando entró a la Universidad con 19 años y leyó a periodistas feministas de la región.

El triángulo de la misoginia
«Cuando hablo de revolución, asumo que tiene que ser también feminista, pero muchos hombres me dicen que no es el momento, nos dicen que esperemos, y nadie es libre en ningún lugar. Yo les digo, ‘¿Cuánto más tendremos que esperar?’ Y me responden que es verdad. Nadie es libre porque el dictador que ocupa el palacio presidencial, nos oprime a todos, pero hay un dictador en las calles y otro dictador en cada dormitorio», dice resumiendo su «triángulo de la misoginia». Si el Estado oprime tanto a hombres como a mujeres, el Estado, las calles y el hogar juntos oprimen a las mujeres, y «esas son las dos revoluciones que necesitamos. Hicimos una revolución contra el dictador, ahora necesitamos una revolución social contra el dictador de las calles, y otra revolución sexual contra el dictador de cada dormitorio» dice. Sobre esta última, añade que es «la más difícil, porque todos los dictadores vuelven a casa, y todos están en el dormitorio». La revolución sexual que propone, entonces, debe comenzar en casa, en la mente de cada uno y más tarde en el hogar, «donde más control existe».

Eltahawy es dura contra aquellos que quieren beneficiarse de las musulmanas, tanto de un lado contra de otro. Por una parte, según cuenta, están los racistas e islamófobos «que quieren utilizar a las mujeres para que todos los musulmanes parezcan malos». Por otra, «la comunidad musulmana, especialmente los misóginos, que quieren silenciarlas». Y, en última instancia, los progresistas, «el ala izquierda que quiere demostrar que no son islamófobos, ni racistas y se convierten en aliados de los más conservadores de los musulmanes, contra las mujeres». Y añade: «Que les den a todos. Que se callen y dejen hablar a las mujeres musulmanas, porque ninguno de ellos lo hacen. Todos quieren utilizarme».

En el discurso de Mona Eltahawy ocupa un gran espacio el patriarcado.«Está en todos los países, y es el que se asegura de que en los lugares públicos los hombres sean dominantes, y en los lugares privados también», comenta. En el caso de las mujeres musulmanas, al llevar niqab o hiyab, se las halaga, se les dice que son «como un caramelo», por lo que deben cubrirse. En cambio, en el hogar, se les dice que están seguras, «cuando es allí donde las mujeres más experimentan la violencia y agresiones de su propia familia», añade. Es la razón por la que defiende la necesaria revolución sexual de las mujeres: «Porque no están seguras ni en las calles ni en los hogares. La contradicción es que te digan que te cubras para estarlo, y aunque vistas niqab o hiyab te siguen diciendo que eres sexy. No se trata de cómo vistes», sentencia.

Uno de los debates que más controversia suscita en los países musulmanes (y fuera de ellos) es el del velo. Consciente de la apropiación que se hace del tema con fines políticos, Eltahawy carga, de nuevo, contra todos, para exigir que sean las musulmanas quienes debatan entre ellas. «Como mujer de ascendencia musulmana, me opongo a cubrirme el pelo o el rostro en los lugares públicos. Pero también sé que hay mucha gente racista, islamófoba, xenófoba, que usan el niqab como un arma, para meternos en su agenda», dice. Esta activista, que llevó velo muchos años de su vida según cuenta en su libro, se opone al niqab, «pero no soy aliada de estos grupos que lo usan con fines racistas». Según afirma, en el momento de escribirlo (2007-2008), estaba a favor de prohibirlo en todas partes del mundo, pero ahora defiende «que al menos que seas una mujer de ascendencia musulmana, debes callarte y escuchar a las mujeres musulmanas, porque estamos luchando por ello». Según cuenta, entre ellas hay también un gran debate, y su mayor deseo es que los políticos, los interesados, callen, porque «esta es nuestra lucha».
https://www.abc.es/familia/mujeres/...n-revolucion-sexual-201904150134_noticia.html
 
DeeDee Halleck, activista pionera de la defensa de la televisión libre.

Tengo 79 años. Nací en San Luis y vivo en Nueva York . He dado clases de Historia de la Comunicación y Producción Televisiva en la Universidad de Nueva York y 17 años en la Universidad de California. Soy feminista y lucho por la libertad de expresión. Creo en nuestra capacidad de salvar al planeta
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VÍCTOR AMELA
IMA SANCHÍS
LLUÍS AMIGUET
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LV | Foto: Mané Espinosa
“Nuestros pensamientos y deseos son monitorizados”
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IMA SANCHÍS

22/04/2019 00:14
Actualizado a 22/04/2019 06:06

Televisión rebelde
Pionera en la defensa de la televisión libre e independiente desde hace 40 años. Creó, en plena era Reagan-Bush, Paper Tiger Television, una de las experiencias televisivas más creativas y radicales, que cumplió la función de preservar un espacio de libertad de opinión y de crítica, vigilando con humor la connivencia de los medios y el poder. Ha creado centenares de proyectos en diferentes formatos, desde informativos independientes que se mantienen gracias a la aportación de su audiencia hasta documentales que han sido nominados a los Oscars. Ha participado en la 27.ª Mostra Internacional de Films de Dones. En La Bonne se puede ver una selección de sus programas de tele comunitaria.

Qué es una televisión libre e independiente?

Una rareza por la que llevo luchando toda la vida.

Pero usted empezó con niños.

Sí, en 1961 estrené Children make movies, una película realizada por niños, y cuatro años después fuimos nominados a los Oscars por Mural on our street, en la que también participaban muchos niños. Todas mis películas implican a mucha gente.

¿Por qué?

Es bonito y útil ver a las personas trabajando juntas porque descubren su capacidad de ser creativas y eso las cambia.

También trabajó con delincuentes juveniles.

Sí, en prisión, de 1967 a 1972. Había niños de 14 años vestidos de naranja y con las manos esposadas a la espalda. Una imagen imborrable.

Así es difícil filmar.

Era un caos, pero conseguí que se sintieran libres e hicieran películas muy emotivas sobre sus experiencias. Recuerdo que uno de ellos quería hacer una película sobre el caos. “Aquí lo tienes”, le decía yo. “No. El caos es el vacío, el campo, mirar a tu alrededor y no topar con un muro o con otra persona”. Hay muchas realidades, y aquella cárcel era una realidad paralela.

Y usted quería que esa y muchas otras realidades se conocieran.

Por eso creé Paper Tiger Television(1981), un canal para la crítica a los medios de comunicación y para la documentación colaborativa de movimientos sociales en todo el mundo.

¿Y el mundo respondió?

En 1986 alquilamos un satélite comercial para distribuir nuestra programación. La Deep Dish Television Network transmitía para 300 canales de todo EE.UU. y también para Europa, Japón, Brasil y Corea del Sur.

Han realizado más de 400 programas.

La idea era desarrollar un nuevo formato televisivo que fuera barato, espontáneo, la mayor parte de las veces en directo, con sentido del humor, con conciencia y con rigor informativo.

¿Por ejemplo?

Uno de los programas consistía en pensadores importantes analizando los medios: Martha Rosler leyendo Vogue, o Herbert Schiller The New York Times. Nuestra intención era explicar qué había detrás de medios supuestamente neutros e inocuos.

Como Ebony.

Sí, una revista cuyo targetse suponía que eran negros ricos, y en realidad era un medio de propaganda del Departamento de Estado de EE.UU., que enviaba ejemplares a todas las embajadas para mostrar en el exterior lo bien que les iba a los negros en nuestro país.

Sus programas se han mostrado en museos y festivales de todo el mundo.

Es muy cinematográfico ver la mano áspera de Martha Rosler pasando las páginas de .

Dedicaron programas a la guerra del Golfo casi antes de que comenzara.

Sí, mostrando todo lo que no aparecía en la televisión pública de EE.UU.: las manifestaciones en contra de la guerra, los objetores de conciencia y los desertores.

Su cine también es combativo.

En 1982 en un festival de cine un grupo de personas se me acercó para pedirme que explicara lo que estaba pasando en Haití.

El dictador Baby Doc sembraba el terror.

Proyectamos la película Bitter cane, que firmé con pseudónimo, en distintos lugares de Haití. Para poder hacerlo un par de individuos debían subirse a los postes de luz o a palmeras para aguantar la sábana, pero gracias a esta película los haitianos empezaron a organizarse, fue el inicio de las revueltas que acabaron con el dictador.

También es una crítica contra su pro-pio país.

Cuando empecé a rodar ni siquiera sabía cuál era la situación real de la presencia de EE.UU. en Haití. Pronto supe que eran los militares norteamericanos los que estaban formado al ejército haitiano y apoyando al dictador.

La doble moral.

A través de esta experiencia tomé conciencia e investigué la dimensión de la manipulación de EE.UU. en Latinoamérica. Recibí dos becas Rockefeller Media para hacer Gringo in Mañanaland, en la que invertí 13 años.

Otra película premiada.

Muestra los estereotipos de Hollywood respecto a lo latino: que reinan bandas violentas que los propios gobiernos no pueden controlar y por eso deben intervenir los marines. Y que es un lugar peligroso para las mujeres blancas.

El poder no ha cambiado mucho, y la manipulación de los medios tampoco.

Tenemos que estar vigilantes porque nuestros pensamientos y nuestros deseos están siendo monitorizados no sólo con finalidades comerciales sino también con finalidades de control.

El pensamiento crítico está en horas bajas.

Los medios de comunicación siguen la agenda que les dicta el Estado o el gobierno regional porque no los mantiene el oyente, el televidente o el lector sino el dinero del poder.

¿Entonces?

La gente tiene el poder de hacer otro tipo de programas, no ser consumidor sino generador de contenidos, y esa ha sido nuestra lucha, así nació la televisión de acceso público de Estados Unidos, la llamada televisión comunitaria.

https://www.lavanguardia.com/lacont...-pensamientos-y-deseos-son-monitorizados.html
 
Ahora el relato lo escriben ellas
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Guía para no perderse en la cuarta ola del feminismo
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INVISIBLE. En su relato del mismo título, Rosa Huertas, profesora y autora de obras infantiles y juveniles, explica en la historia de Matilde Padrós, la primera mujer que estudió en el instituto San Isidro de Madrid en 1882, que se tenía que sentar alejada de sus compañeros masculinos. (ILUSTRACIÓN DE FERNANDO VICENTE, DEL LIBRO ‘COMO TÚ, 20 RELATOS + 20 ILUSTRACIONES POR LA IGUALDAD, EDITORIAL ANAYA)
ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN,
BARCELONA
23/04/2019 06:00
Actualizado a 23/04/2019 07:54


Hay un momento al comienzo de la Odisea de Homero que muestra con claridad cómo la tradición literaria occidental ha contribuido a establecer el papel de la mujer en estas sociedades en los últimos tres mil años. Penélope entra en la sala del palacio donde se encuentran sus pretendientes, el aedo (cantor) los entretiene declamando las dificultades de los griegos para volver a casa. Penélope le pide entonces que cante otra cosa; su hijo Telémaco, apenas un joven, la interrumpe: “Madre mía, vete adentro de la casa y ocúpate de tus labores propias, del telar y de la rueca... El relato estará al cuidado de los hombres, y sobre todo al mío. Mío es, pues, el gobierno de la casa”.

Sí, el relato ha estado al cuidado de los hombres, y sólo ahora empieza a cambiar. Los estudios feministas y de género han proporcionado estupendas críticas y ensayos desde hace décadas, pero ha sido al calor del 8-M, del #Metoo cuando han irrumpido masivamente en las librerías. Más de una cincuentena larga de títulos aparecidos a partir del 8M del 2018 constituyen una buena ocasión para, en palabras de la británica Mary Beard, “comprender mejor cómo hemos aprendido a pensar de la manera en que lo hacemos”, cómo las mujeres hemos interiorizado las palabras de todos los Telémacos, pero también para combatirlas. Porque después del relato viene, ya lo hemos visto, el gobierno.

A deconstruir

Una buena parte de los ensayos se centran efectivamente en desentrañar los mecanismos que a lo largo de los siglos y en todas las culturas, importante es subrayarlo, han desembocado en la brecha de géneros. Mujeres y poder de Mary Beard (Crítica), editado el pasado año y al que pertenece la cita que inicia estas páginas, sigue siendo un imprescindible análisis de cómo la negación a la mujer de la posibilidad de expresarse en público ha redundado en su alejamiento del poder. Beard estudia cómo ha evolucionado la voz de las mujeres en las esferas públicas para encontrar que las cosas no han cambiado tanto y que estas tienen licencia para hablar en los mismos ámbitos que en la antigüedad: en apoyo de sus intereses sectoriales, véase domésticos, o para mostrar su condición de víctimas. Más: el mansplaining no es de ahora, y cita una viñeta de los años treinta, “es una excelente propuesta, señorita Triggs. Quizás alguno de los hombres aquí presentes quiera hacerla”.

Otro título imprescindible es Violación , de Mithu M. Sanyal(reservoir books). La periodista alemana va más allá de la historia de las agresiones sexuales, porque su propósito es rastrear y evidenciar cómo la violencia sexual ha moldeado y moldea el comportamiento desde de la iniciación al mundo de los géneros, de manera que en muchos casos las advertencias sobre los peligros que acechan en un callejón oscuro llegan a las niñas incluso antes de explicarles nada sobre el s*x*, y cómo esta violencia implícita nos clasifica según el género. Casi 400 páginas que dan da la vuelta a los discursos establecidos.

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ROSIE LA REMACHADORA. La ilustradora Cristina Daura reinterpreta en 'Herstory' (LUMEN) el cartel 'We can do it' de John Howard Miller (1942), destinado a reclutar mano de obra femenina en la Segunda Guerra Mundial (.)
Un volumen especialmente recomendable es Los sentimientos del príncipe Carlos (reservoir books), en el que, a partir de una anécdota del heredero británico y lady Diana, la dibujante sueca Liv Strömquist crea una hilarante novela gráfica en la que deconstruye “la historia cultural del amor romántico”. Aquí el rigor documental se suma a la intención didáctica y al humor con momentos estelares como el concurso de “los novios más polémicos del mundo”, en el que Sting, Marx, Einstein o Picasso compiten a ver quién ha tratado peor de palabra u obra a las mujeres.

Para quienes quieran profundizar en los estudios sobre la historia de las mujeres y del género, Mujeres, dones, mulleres, emakumeak (Cátedra), con edición de Teresa María Ortega López, Ana Aguado Higón y Elena Hernández Sandoica, reúne veinte ensayos desde la jerarquización social y de poder, los procesos de dominio en las realidades cotidianas, las relaciones que articulan el s*x* con el género o la construcción del sujeto-mujer. La guerra más larga de la historia, subtitulada 4.000 años de violencia contra las mujeres(espasa), repasa de la mano de Lola Venegas, Isabel M. Reverte y Margó Venegas los actos que “a través de los siglos y de todas las geografías” se han utilizado para lograr “la aprobación social de las desigualdades y la desvalorización simbólica de la mujer”, las violencias físicas, pero también las culturales, las tradiciones y las estructurales, las más difíciles de combatir, señalan. Y otra violencia, la ejercida contra las mujeres acusadas de ejercer la brujería especialmente en la edad moderna, es el objeto de análisis de la periodista francosuiza Mona Chollet en Brujas. ¿Estigma o la fuerza invencible de las mujeres? (ediciones B). Chollet destaca cómo la persecución se dirigía especialmente contra las mujeres independientes, solteras y viudas, y que ejercían una profesión, como la de sanadoras. También contra las de mayor edad, estableciendo así un imaginario que ha perdurado hasta nuestros días.

A construir

Otros volúmenes apuestan por explicar el o los nuevos feminismos a un público general; una de las obras más didácticas es Herstory: una historia ilustrada de las mujeres (LUMEN), un volumen de amplias dimensiones en el que las ilustraciones de Cristina Daura y los textos de María Bastarós y Nacho M. Segarra trazan, de lo particular a lo general, una historia de la presión/lucha de las mujeres por la igualdad. Con gráficos y dibujos repasan los movimientos feministas y recuperan biografías y conceptos como sororidad, heteropatriarcado, interseccionalidad o afrofuturismo. Lila. Història gràfica d’una lluita (comanegra), con textos de Toni Galmés y M. Àngels Cabré, construye también una atractiva historia del combate feminista, con especial atención a nuestro país, y repasa las claves gráficas de los iconos feministas, de la estética Femen hasta la relectura de los carteles patrióticos en Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

Combativo es este Manifiesto de un feminismo para el 99% / Feminisme per al 99% (herder/ tigre de paper), en el que Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser, tres de las organizadoras de la Huelga Internacional de Mujeres en Estados Unidos, ven el feminismo como parte inseparable, de la mano del ecologismo, las reivindicaciones sociales o el antirracismo, de los movimientos anticapitalistas y antisistema. Las tres activistas diferencian el feminismo de la última ola del que denominan feminismo liberal, encarnado por las mujeres “de la élite”: “La derrota de Hillary Clinton es nuestra llamada de alerta. Al poner de manifiesto la bancarrota del feminismo liberal abrió una brecha para desafiarlo desde la izquierda”. También Rebecca Traister, en Buenas & enfadadas (capitán swing) sitúa el nuevo feminismo en una intersección, el liberal y el de las más jóvenes, en el contexto de lucha contra el heteropatriarcado blanco, mientras analiza el concepto de ira, de diferente lectura, señala, según sea ejercida por hombres o mujeres. La rabia es , pues, un sentimiento revalorizado si se traduce en acción, y así lo defiende la activista Soraya Chemaly en Enfurecidas (Paidós), quien profundiza en la lectura del “sesgo de género”: “Una mujer triste y un hombre enfadado pueden estar experimentando emociones negativas similares, pero estas palabras y los estereotipos que suscitan producen resultados completamente distintos”. Y la diferencia “no es banal”.

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FAITH RINGGOLD. La artista, nacida en Harlem, combina en sus colchas narrativas la tradición cultural y familiar de la costura y la denuncia de los estereotipos de género y raza (ILUSTRACIÓN DE JULIE VAN GROL EN 'CHICAS CAÑERAS)
La maternidad no queda fuera de estos replanteamientos. En Mamá desobediente ( Capitán swing ), la periodista Esther Vivas apela a una maternidad “desobediente” para superar la supuesta incompatibilidad entre ser madre y feminista y tener que elegir entre una “maternidad patriarcal”, sacrificada, o una “neoliberal”, subordinada al mercado. Además, Vivas apunta a la “violencia obstétrica” como la última frontera de la violencia de género.

A recuperar

Que el relato haya sido eminentemente masculino ha contribuido a dejar en la sombra a mujeres excepcionales en todos los campos. Ahora es el momento de recuperarlas y así encontramos una gran variedad de títulos para todas las edades. Michelle Dean en Agudas. Mujeres que hicieron de la opinión un arte (turner ) reúne a una serie de escritoras, artistas o filósofas que, además de talentosas, no tenían pelos en la lengua. En God save the queens, pioneras del punk(editorial 66rpm) Cristina Garrigós, Núria Triana y Paula Guerrarescatan un sector menos estudiado, como son las mujeres involucradas en un fenómeno no sólo musical. Son destacables también Fuimos nosotras (debate), en el que Magis Iglesias dialoga con las primeras parlamentarias de la democracia en España. Para niñas/os alba editorial presenta la colección Pequeña & Grande, con las biografías de Marie Curie o Jane Goodall, y anaya, para una franja de edad un poco mayor, Mujeres de la cultura , con texto de Rosa Huertas e ilustraciones de Eugenia Ábalos, que se adentra en el mundo de Elena Fortún o María Moliner. Y para un público pre/adolescente, Chicas malas (liana editorial), de Assia Petricelli y Sergio Riccardi descubren en forma de cómic figuras menos mainstream, como la cantante sudafricana Miriam Makeba o la actriz (e inventora) judía Hedy Lamarr.

Y una manera muy original de acercarse a esas pioneras que consiguieron sobresalir en las materias más diversas es la que propone Chicas Cañeras, de Julie van Grol (oberon): un cuaderno de actividades en el que vinculan artistas, escritoras o científicas con una invitación a ejercer la imaginación, escribir relatos, buscar noticias o dibujar, con instrucciones y páginas en blanco.

A (in)formar

A las/os “jóvenes feministas” se dirige #Wetoo. Tu lucha, mi lucha , de Octavio Salazar (planeta), y a partir del lema Lo contrario al feminismo es la ignorancia deconstruye también lo que ha significado ser hombre y mujer para dar a ellas, y a ellos, herramientas para abordar la sexualidad, los sentimientos, en suma las relaciones, desde una perspectiva no machista. Como tú. 20 relatos + 20 ilustraciones por la igualdad (anaya) reúne historias cortas de Espido Freire, Fernando Marías, Care Santos o Gonzalo Moure bajo la premisa de La igualdad se conseguirá en las aulas o no se conseguirá, que abordan situaciones desde el acoso al empoderamiento. Y la guía más completa sobre el consentimiento sexual, la educación sexual y contra la cultura de la violación es La palabra más sexi es sí (vergara), porque, afirma su autora, Shaina Joy Machlus, “la manera en que los cuerpos se relacionan durante una experiencia sexual no es distinta de cómo se relacionan en la sociedad”.

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EL AMOR ROMÁNTICO. Una vez preguntaron a Carlos de Ingla- terra y su pro- metida lady Di si estaban ena- morados. Lady Di contestó: 'Por supuesto', a lo que él añadió: 'Signifique lo que signifique estar enamorado'. (ILUSTRACIÓN DE LIV STRÖMQUIST EN 'LOS SENTIMIENTOS DEL PRÍNCIPE CARLOS', RESERVOIR BOOKS)
https://www.lavanguardia.com/cultur...31502/feminismo-mujeres-metoo-sant-jordi.html
 
Creo que esta noticia demuestra que queda mucho por andar en feminismo e igualdad....
Es una vergüenza :(:(:(

Una madre pierde la custodia de sus hijas por trabajar demasiado
Una mujer de Bergondo, A Coruña, ha demandado al Estado por perder la custodia de sus hijas, de 7 y 13 años, debido a sus compromisos laborales. Según informa el ABC, la protagonista de esta historia es doctorada en Derecho y en su día a día es habitual trabajar más de ocho horas. Sus jornadas, además, suelen ir acompañadas de viajes y conferencias, una condición que la Justicia consideró determinante para retirar la custodia de las menores.

Un año después de que una magistrada dictara sentencia, la afectada, Elena del Pilar Ramallo, ha decidido llevar su caso a altas instancias de la Justicia para que sea revisado y que una mujer divorciada y “brillante” no se vea obligada a aparcar su trabajo para no perder a sus hijos.

https://www.lavanguardia.com/vida/2...pierde-custodia-hijas-trabajar-demasiado.html
 
Creo que esta noticia demuestra que queda mucho por andar en feminismo e igualdad....
Es una vergüenza :(:(:(

Una madre pierde la custodia de sus hijas por trabajar demasiado
Una mujer de Bergondo, A Coruña, ha demandado al Estado por perder la custodia de sus hijas, de 7 y 13 años, debido a sus compromisos laborales. Según informa el ABC, la protagonista de esta historia es doctorada en Derecho y en su día a día es habitual trabajar más de ocho horas. Sus jornadas, además, suelen ir acompañadas de viajes y conferencias, una condición que la Justicia consideró determinante para retirar la custodia de las menores.

Un año después de que una magistrada dictara sentencia, la afectada, Elena del Pilar Ramallo, ha decidido llevar su caso a altas instancias de la Justicia para que sea revisado y que una mujer divorciada y “brillante” no se vea obligada a aparcar su trabajo para no perder a sus hijos.

https://www.lavanguardia.com/vida/2...pierde-custodia-hijas-trabajar-demasiado.html

Por qué una mujer tiene que elegir entre sus hijos o su carrera profesional?
 
Cierra el café feminista que imponía un “suplemento de género” a los hombres
Concretamente cobraba un 18% más a los clientes masculinos
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Handsome Her echará el cierre el próximo 28 de abril (Facebook Handsome Her)
COMER
25/04/2019 12:19
Actualizado a 25/04/2019 12:23

Desde su apertura en el verano 2017, la cafetería The Handsome Her de Melbourne (Australia) no ha dejado de encender la polémica: estaba dirigida a mujeres feministas y cobraba un 18% más a los clientes masculinos alegando como motivo su intención de desafiar la “brecha salarial”.

Además de informar de ese “impuesto a los hombres” en un anuncio situado a la entrada del local, esta cafetería vegana también establecía que las mujeres tenían preferencia a la hora de sentarse en el local. Una elección que al principio, según afirmaban las gerentes de The Handsome Her, había llamado mucho la atención y atraído a muchas clientas que habían demostrado su apoyo.

EL local también establecía que las mujeres tenían preferencia a la hora de sentarse

Pero The Handsome Her no ha durado ni dos años. En su página de Facebook, el café feminista ha anunciado que este domingo 28 de abril echará el cierre. El motivo se debe a que el proyecto no ha tenido el respaldo que esperaban por parte del público.

De hecho, la mayoría de los comentarios de la página del café en Tripadvisor son negativos. Los más llamativo son las quejas por el desprecio a los clientes varones: “Pasa media hora tratando de que venga una camarera y, cuando finalmente aparecieron, me dijeron que tenía que esperar porque era un “hombre blanco cisgénero” y que había mujeres que necesitaban ser atendidas primero. Según la camarera, tendría que esperar hasta que TODAS las mujeres en la tienda fueran atendidas antes de que aceptaran mi pedido, incluso las que llegaron después de mí. Me fui en ese momento y nunca volveré”, afirma un cliente en Tripadvisor.

Las responsables del café, en cambio, para hacer frente a los comentarios, alegan en su nota de despedida que no han querido nunca confrontarse: “Solo éramos una pequeña tienda en Sydney Rd que intentaba abrir una franja de espacio para priorizar los problemas de mujeres y de repente nos convertimos en el saco de boxeo de Melbourne en Internet. Sí, somos los diques malvados, discriminatorios y que odian a los hombres, que cobran más a los hombres, ¡¿no sabías que la brecha salarial ni siquiera existe ?! Mientras tanto, los clubes sociales de caballeros viven y son fuertes en Melbourne y en todo el mundo...”, explican.

Reportaje original y completo:
https://www.lavanguardia.com/comer/...cafe-feminista-suplemento-genero-hombres.html
 
La siniestra industria de la 'ideología de género'
El hegemónico feminismo liberticida no es flor de un día, sino un pilar fundamental en el programa de transformación radical de la sociedad de buena parte de la izquierda.
2019-05-07
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La siniestra ideología de género ha propiciado el surgimiento de una miríada de entidades y asociaciones que, so pretexto de defender a la mujer, parasitan el erario y perpetran auténticas fechorías que se cobran numerosas víctimas. El hegemónico feminismo liberticida no es flor de un día, sino un pilar fundamental en el programa de transformación radical de la sociedad de buena parte de la izquierda, que, con la aberrante colaboración de la derecha más pusilánime, ha convertido a la referida ideología de género en una industria escandalosamente boyante.

En la campaña de las elecciones autonómicas andaluzas, Vox puso sobre el tapete la necesidad de acabar con el parasitismo presupuestario de las organizaciones feministas más desquiciadas a cuenta de la muy mal llamada violencia de género. Una vez obtuvo representación en el Parlamento andaluz, la referida formación solicitó reiteradamente los datos sobre la filiación profesional de los expertos de la Junta de cuyos dictámenes depende, en muchos casos, la adopción de medidas de extraordinaria gravedad, que pueden destruir la vida de quienes, siendo inocentes, las padecen.

La petición de esos informes, precaución elemental en un asunto tan grave, provocó una formidable oleada de críticas y descalificaciones por parte del feminismo liberticida y de los demás partidos. Para tanto indeseable, pedir una comprobación sobre la habilitación de los técnicos en ideología de género de la Junta era poco menos que una declaración de guerra contra las mujeres. Pues bien, los datos que por fin ha facilitado el Gobierno andaluz demuestran que la industria de la violencia de género es lo que se temía desde los ámbitos más zaheridos por la corrección política: un auténtico coladero donde gentuza sin la menor preparación ni el menor escrúpulo puede medrar a costa de personas que viven dramas estremecedores.



Los colegios de médicos y psicólogos han puesto el grito en el cielo y denunciado que se faculta a gente no cualificada para emitir informes de importancia extraordinaria.

Así las cosas, urge la apertura de investigaciones exhaustivas sobre cuál es la situación en las demás comunidades autónomas, porque es de temer que Andalucía no sea un caso excepcional. Y, por supuesto, ha de ponerse de una vez en el foco del debate público el papel del feminismo radical organizado, así como su penetración en las instituciones del Estado, porque representa una amenaza de primer orden para la seguridad jurídica y para las libertades del individuo, especialmente las del varón.

Pero no va a suceder. Lamentablemente, Vox clama en el desierto y partidos que tendrían tanto que decir, como Ciudadanos, optan por callar lo que decían no hace tanto, mientras el PP sigue en este asunto sometido a los dictados del tóxico PSOE, cuya responsabilidad en la fanatización del feminismo es tremenda, pues le ha permitido lanzar formidables cargas de profundidad contra el Estado de Derecho al llevar su agenda al ámbito legislativo, como queda ominosamente claro en la infame y orwelliana Ley contra la Violencia de Género
 
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