Femicidio y su***dio en Martindale

Leí que había sido compañera de facultad de María Marta García Belzunce, otra víctima de femicidio hace casi 20 años.
 
Habiendo leído todo lo publicado aquí, entiendo que hay ciertos datos confirmados.

-La noche anterior a la muerte, Silvia pide a su hija Lucila dormir en su casa. La hija alega no saber exactamente qué pasó, que su madre solo le dice que su padre y ella han tenido una discusión. Si embargo, al día siguiente, día de los hechos, ambas deciden que se van a ir de viaje unos días "para que las cosas se calmen".

-Ambas deciden que van a ir juntas a casa de Silvia, ésta cogerá algo de ropa y se irán de viaje. Sin embargo, de camino, Lucila recibe una llamada de una vecina para que vaya a recoger unas lámparas a su casa. Cuestión, que la hija Lucila le dice a su madre que se adelante ella que en tres minutos la alcanza. Justo en ese lapso de tiempo recibe la llamada de las empleadas de hogar de sus padres. Han oído dos disparos y la puerta de la habitación de los señores se encuentra cerrada por dentro. Lucila decide llamar a sus hermanos para que entren a casa, dice estar en shock.

-Uno de los hermanos llega y se ve obligado a echar la puerta abajo. Encuentra el cuerpo de su madre junto a su agonizante padre, el cual murió de camino al hospital. Los hijos tratan de concluir que ha sido un "pacto de su***dio" entre ambos. Sin embargo en cuanto llegan los investigadores, ven que Silvia tanto su marido tienen heridas de defensa. Ella como tratando de defenderse y él como agresor. Incluso se atreven a sospechar que él sostuvo la cabeza de ella ya que su dedo tiene la rozadura de una bala.

-La gente al principio no dijo nada, nadie se atrevió. Pero son cada vez más las voces que reconocen que él era públicamente violento con su mujer. Que en alguna ocasión se vieron obligados a llamar a ALGUNO DE SUS HIJOS porque él la había agarrado del cuello. También se comenta que hace poco se le invitó a abandonar el club por su actitud agresiva. Otros comentan que la cosa había empeorado últimamente ya que el hombre tomaba alcohol. Todo esto son testimonios, tanto de anónimos como de otros que han decidido dar la cara. Pero siguen siendo eso, testimonios.

-Muchas de las amistades de ella no asistieron al funeral conjunto.


A mi que los entierren juntos me parece vomitivo. La foto de víctima y verdugo ahí, puesta en el propio funeral me parece muy fuerte de ver. Por otra parte, no me veo capaz de juzgar el dolor o la reacción de unos hijos que acaban de perder a sus padres. De modo que sólo diré que espero que todos esos testimonios NO sean verdad y prefiero pensar que los hijos no sabían nada. Si se confirma lo que las habladurías dicen... me parecería muy triste pensar que los hijos han preferido salvar el "honor"de su familia (más bien de su padre) en vez de darle justicia a su propia madre. Muy triste todo. Mucho.

También, como dijo otra prima. ¿Qué le puede llevar a un hombre de su posición a hacer algo así? (En caso de que sea verdad, claro) Yo apuesto también por que ella quería divorciarse. O al menos separarse, o se lo estaba planteando vaya. Él al ver que la "perdía" (no sé si pensaba en pérdida económica o pérdida de ella) pues decidió acabar con todo.

Todo se irá aclarando y espero que mis pensamientos sean erróneos.
 
CRIMEN Y JUSTICIA
“Hubo una pelea importante”: una empleada de los Neuss relató a la Justicia el femicidio de Silvia Saravia
La mujer contó lo que vio y oyó la noche previa a que el empresario asesinara a su esposa y qué le dijo la víctima antes de morir
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Por Fernando Soriano
20 de Octubre de 2020
fsoriano@infobae.com

El femicida y su víctima: Jorge Neuss tenía 72 años y Silvia Saravia, 69 (Christian Bochichio)
El femicida y su víctima: Jorge Neuss tenía 72 años y Silvia Saravia, 69 (Christian Bochichio)Durante más de cinco horas, una de las dos empleadas de la familia Neuss, únicas testigos del femicidio que el empresario cometió contra su esposa Silvia Saravia antes de suicidarse, aportó datos sustanciales y la causa donde se investiga el crimen se consolida como un femicidio clásico, sin intervención de “agentes externos” ni problemas de salud mental del asesino.

“Fue una pelea importante”, admitió esta mujer de 49 años, contratada por Jorge Neuss para trabajar junto a otra compañera en las tareas domésticas a principios de 2019. La mujer ya había declarado ante la fiscal María José Basiglio, de la unidad Especializada en Violencia de Género de Pilar. Pero fue pocas horas después del hecho. Esta vez la testigo fue más precisa en relación con lo que oyó, lo que vio y lo que sabía de la relación entre el femicida y su esposa.

La empleada, cuya identidad no trascendió, contó que la noche previa al asesinato Jorge Neuss y Silvia Saravia habían discutido intensamente y que la esposa del empresario salió de la casa cerca de las 22 del viernes, se subió a su auto y se fue. “No nos habló, no nos dijo a dónde iba ni si volvía, se fue”, declaró la mujer.


Tampoco pudo precisar si Silvia Saravia volvió y durmió con su marido porque poco después de la salida del hogar de la víctima ella se fue a dormir. Sin embargo, ese dato fue confirmado el viernes por Lucila, la única hija del matrimonio. Ella reveló que su mamá pasó la noche en su casa.

La mansión de Jorge Neuss y Silvia Saravia en el exclusivo barrio Martindale, de Pilar, donde ocurrió el femicidio
La mansión de Jorge Neuss y Silvia Saravia en el exclusivo barrio Martindale, de Pilar, donde ocurrió el femicidio
Según fuentes judiciales, Lucila declaró que su madre apenas le dijo que hubo “una discusión” y que ella no le dio más trascendencia. Sin embargo, allegados a la familia confirmaron a Infobae que el plan para irse del exclusivo country Martindale (donde la pareja y los cuatro hijos tienen sus respectivas casas) existió pero no llegó a concretarse.


Para salir de la espiral de violencia y maltrato en la que se sentían atrapadas, le propuso a su madre irse ese fin de semana fatal a un campo que la familia tiene en Sierra de la Ventana. “Nos vamos hasta el martes, hasta que se calme un poco todo. Mañana vas a buscar algo de ropa y listo”, le dijo, palabras más palabras menos.


Saravia efectivamente regresó al otro día. Eso sí lo vio la empleada, aunque en el momento no supo que había dormido afuera. A las 10 Jorge Neuss la llamó para que le llevara el desayuno a la habitación y notó que Saravia no estaba allí. La testigo no recordaba el horario exacto en que vio entrar a la víctima a la casa del country Martindale pero sí que fue “cerca de las 13”.

A lo largo de su declaración ante Basiglio, la mujer no supo precisar momentos en relación con el horario pero muchos de estos fueron cotejados por los investigadores en base a los registros en los teléfonos celulares. Según figura en la lista que aportó la compañía telefónica a la Justicia, a las 12.36 y 12.37 Neuss mandó dos SMS a amigos para saludarlos por sus cumpleaños. A las 12.51 se registró en el teléfono de la empleada un llamado a Lucila. Ella explicó ayer que fue para avisarle que algo había ocurrido.

Silvia Saravia durmió la noche previa a su asesinato en la casa de su hija Lucila porque había existido una pelea con Neuss
Silvia Saravia durmió la noche previa a su asesinato en la casa de su hija Lucila porque había existido una pelea con Neuss

La testigo dijo ayer que ella cree que “no pasaron más de 10 minutos” desde el momento en que vio llegar a su patrona a la casa y escuchó el primer disparo (que ella creyó que había sido el ruido de un camión), lo cual es coincidente con las pruebas tecnológicas, que indican que a las 12.37 Neuss estaba solo y que a las 12.51 ambos, él y su esposa, estaban muertos.

“No le dije que habíamos escuchado dos disparos porque no quise alamarla”, admitió ante la fiscal. Allegados a la familia le contaron a este medio que Lucila tenía pensado entrar a la casa con su madre, ya que sabía que había violencia de su padre hacia ella.


Sin embargo, los investigadores sospechan que, evidentemente, la hija no conocía la gravedad de la situación. Porque cuando iba a entrar con su mamá recibió el llamado de una vecina. “Mamá, andá juntando las cosas que en tres minutos vuelvo”, le dijo. Apenas unos segundos después de alejarse a buscar una lámpara a la casa de la mujer que la había llamado, Lucila recibió el aviso de la empleada.

Cuando Saravia entró a la casa saludó a las empleadas y les dijo poco pero sustancial: “Subo a buscar unas cosas”. Lo que ocurrió después ya se sabe. La empleada dijo que ella no escuchó en ese momento ninguna discusión, ni golpes ni nada raro. Pero explicó que ella estaba en la zona de la parrilla, fuera de la casa y lejos del dormitorio donde Neuss mató a su esposa, en la primera planta de la mansión.

Hubo tensiones en la familia tras el crimen ya que los tres hijos varones decidieron enterrar a sus padres juntos (Maximiliano Luna)
Hubo tensiones en la familia tras el crimen ya que los tres hijos varones decidieron enterrar a sus padres juntos (Maximiliano Luna)

La autopsia comprobó que entre Neuss y Saravia hubo forcejeo y que el empresario la agarró de la cabeza con su mano izquierda y le disparó con una Magnum .357 con la derecha. Esa bala rozó la mano que sostenía la cabeza de atravesarla. A poca distancia del cadáver de su esposa, Neuss apuntó su arma a su propia cabeza y se disparó de abajo hacia arriba, encima de la oreja, un poco adelante.

La empleada no fue muy específica sobre el contenido de las discusiones de Saravia y Neuss pero sí dijo que los problemas en el matrimonio existían y que ya habían ocurrido escenas parecidas a la de la noche del viernes pero que ella consideró peleas “no tan grandes”.


“Lo que le queda claro a la fiscal con esta declaración es que el femicidio tuvo una motivación y que había violencia de género antes del crimen”, explicaron fuentes judiciales.

El caso Neuss parece casi cerrado pero no lo está. La fiscal Basiglio espera diversas medidas de prueba, entre las que está la pericia a las tablets y el examen toxicológico del femicida. Además, es probable que llame a declarar a las amigas y familiares de Saravia, especialmente a la hermana de la víctima.

Este lunes también declaró el dueño de la concesión del bar del golf de Martindale y dos empleados, lugar que tanto Neuss como Saravia solían frecuentar. No aportaron demasiado. Dijeron que eran amables en el trato con ellos, y que nunca observaron hechos de violencia entre el matrimonio. Aunque dieron razones significativas para eso. Contaron que nunca los veían juntos: “Ella siempre con sus amigas y él con los suyos”.
 
Bueno, aunque los hechos parecían claros desde un principio, aquí están ya los resultados de la autopsia.

06/11/2020 15:30
Actualizado al 06/11/2020 15:32
Un peritaje determinó la presencia de rastros de pólvora en ambas manos del empresario Jorge Neuss (72) y en la izquierda de su esposa Silvia Saravia (69), y los investigadores del femicidio seguido de su***dio ocurrido el 10 de octubre en el country Martindale de Pilar creen que el hombre fue quien disparó y que su mujer se defendió e intentó cubrirse del tiro.

El estudio fue realizado en los laboratorios de La Plata de la División Microscopía Electrónica de la Superintendencia de la Policía Científica bonaerense a pedido de la fiscal de la causa, María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar.
El peritaje, llamado "MEB", por la utilización de un Microscopio Electrónico de Barrido, se hizo con las muestras tomadas el día del hecho a las manos de la víctima y el victimario y consiste en encontrar bario, plomo y antimonio, los tres elementos químicos que se dispersan e impregnan ante la deflagración de un disparo. Los peritos le informaron a la fiscal que en el caso de Neuss, los rastros de un disparo aparecieron en ambas manos, y que en Saravia se hallaron en la mano izquierda.
"Esto confirma que Neuss fue el autor de los disparos con su revólver calibre .357 Magnum, y la presencia de la pólvora en la mano de su mujer la interpretamos como la confirmación de que luchó, trató de defenderse y quiso cubrirse o apartar el arma de su cabeza antes de ser ejecutada", dijo a Télam uno de los investigadores judiciales.
Otra fuente explicó que era de esperar hallar restos de pólvora en los dos miembros del matrimonio por lo cerrado del ambiente donde ocurrió el femicidio, la proximidad que se dio entre víctima y victimario y la gran cantidad de carga que tiene como característica un proyectil del tipo Magnum.
El peritaje refuerza las conclusiones de las autopsias, donde se determinó que Saravia fue asesinada, luego de ser sorprendida en el baño y de haber intentado defenderse, de un único disparo con el que Neuss la ejecutó con un revólver calibre .357 Magnum apoyado en la cabeza tras tomarla del cabello y dominarla.
Los médicos detectaron que el disparo homicida ingresó por la región posterior lateral derecha del cráneo (por detrás y arriba de la oreja), salió por detrás de la oreja izquierda, volvió a ingresar al cuerpo por el hombro izquierdo y el proyectil quedó alojado en el brazo, de donde fue extraído con una gran deformación.
El tiro fue realizado con el revólver apoyado y cuando Saravia tenía la cabeza reclinada sobre su hombro izquierdo y se detectaron signos de defensa en las manos y los antebrazos.
Respecto a Neuss, los peritos confirmaron que se pegó el tiro en el vestidor-antesala del baño en suite, mirando hacia su mujer ya asesinada.
El disparo suicida ingresó por la sien derecha, su trayectoria fue de derecha a izquierda y con una inclinación de abajo hacia arriba; salió por el lado opuesto del cráneo y se incrustó en el lateral izquierdo del techo a dos aguas de madera de ese sector de la habitación.
En la autopsia también detectaron que al dispararle a su esposa, el empresario se autolesionó con ese mismo disparo en su mano izquierda -donde ahora también se hallaron residuos de pólvora-, en la región del dedo pulgar, lo que hace presumir que la tenía tomada del cabello cuando forcejeaba, le apoyó el arma y gatilló.
El hecho ocurrió el 10 de octubre en el country Martindale de Pilar, cuando Saravia, luego de pasar la noche en la casa de su hija, dentro del mismo barrio cerrado, regresó a su casa cerca del mediodía y le dijo a las empleadas "subo a buscar unas cosas".
A poco de que la mujer subió al primer piso, rumbo a su habitación, las dos empleadas, que estaban en planta baja, escucharon las detonaciones de dos disparos, subieron, notaron que la puerta del cuarto estaba trabada y llamaron a los hijos que descubrieron a su madre asesinada y a su padre gravemente herido de un tiro en la cabeza.
Junto al cuerpo de Neuss se halló un revólver marca Smith & Wesson calibre .357 Magnum, una de las 30 armas que el empresario tenía registradas a su nombre.
La hija del matrimonio, Lucila Neuss, fue la que brindó ante la fiscal una declaración testimonial clave en la que contó que la noche previa al femicidio seguido de su***dio, sus padres tuvieron una discusión, lo que motivó que su madre le pidiera que la dejara ir a dormir a la casa que ella también tiene en el country Martindale.
En una ampliación de su declaración testimonial, una de las empleadas de la casa también contó que la noche previa escuchó una discusión entre la pareja y que Saravia se había retirado de la casa.
 
Este caso me causa mucho rechazo por infinidad de razones: tratar de silenciar la violencia de género para mantener las apariencias y las costumbres de una determinada clase social, el hecho de que los entierren juntos, la terminología empleada ("ha pedido la vida") etc.

Me parece revictimizar a la víctima, ponerla a la altura de su asesino y una forma de seguir incrementando los sentimientos de "vergüenza" y humillación incluso después de muerta.

Qué forma tan mal entendida de "honor" familiar.

En mi opinión, solo con ver las fotografías se presiente una relación de control y de desigualdad: la sonrisa idéntica de él en todas las imágenes, plastificada, la postura corporal de él tan dominante y la cara de infelicidad perpetua de la víctima.

Esa voluntad de mantener las apariencias, esa sensación de vergüenza, de exhibicionismo si se cuentan las intimidades, de sacrificio y aguante (sé sufrida por tu familia) lleva a muchas mujeres a la tumba.

Me alegro de que se aclare que fue un feminicidio y, por lo menos en el imaginario público ella tenga el reconocimiento que merece.
 
Este caso me causa mucho rechazo por infinidad de razones: tratar de silenciar la violencia de género para mantener las apariencias y las costumbres de una determinada clase social, el hecho de que los entierren juntos, la terminología empleada ("ha pedido la vida") etc.

Me parece revictimizar a la víctima, ponerla a la altura de su asesino y una forma de seguir incrementando los sentimientos de "vergüenza" y humillación incluso después de muerta.

Qué forma tan mal entendida de "honor" familiar.

En mi opinión, solo con ver las fotografías se presiente una relación de control y de desigualdad: la sonrisa idéntica de él en todas las imágenes, plastificada, la postura corporal de él tan dominante y la cara de infelicidad perpetua de la víctima.

Esa voluntad de mantener las apariencias, esa sensación de vergüenza, de exhibicionismo si se cuentan las intimidades, de sacrificio y aguante (sé sufrida por tu familia) lleva a muchas mujeres a la tumba.

Me alegro de que se aclare que fue un feminicidio y, por lo menos en el imaginario público ella tenga el reconocimiento que merece.
Qué bien has descrito todo. No puedo estar más de acuerdo contigo. Gracias por verbalizar tan bien y tan claro el sentimiento de rechazo que produce este caso.
A mí, ese lenguaje tan equívoco de los medios de comunicación cuando sucede una noticia de este tipo me sigue revolviendo las tripas. Parece que las mujeres mueren, no las matan. Las mujeres caen por un balcón, no las tiran.
Este caso fue especialmente cruel para la víctima por el momento funeral y entierro. Terrible.
 
Qué bien has descrito todo. No puedo estar más de acuerdo contigo. Gracias por verbalizar tan bien y tan claro el sentimiento de rechazo que produce este caso.
A mí, ese lenguaje tan equívoco de los medios de comunicación cuando sucede una noticia de este tipo me sigue revolviendo las tripas. Parece que las mujeres mueren, no las matan. Las mujeres caen por un balcón, no las tiran.
Este caso fue especialmente cruel para la víctima por el momento funeral y entierro. Terrible.
Totalmente de acuerdo, la forma en que algunos medios de comunicación tratan los casos de feminicidios o de violencia de género y la terminología empleada, basada en los eufemismos, las oraciones impersonales y los falsos reflexivos (perdón por centrarme tanto en lo lingüístico pero es algo que me apasiona; el lenguaje es un claro reflejo de la sociedad, nunca es neutro) me parece una forma de perpetuar e institucionalizar la violencia.
 
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