Feliz día de la Constitución

Yo estoy convencida de que la Constitución española necesita una gran reforma, no ya porque millones de españoles no la hayamos votado (que también) sino porque además no contempla las nuevas realidades de nuestra sociedad y no articula explícita y profundamente los derechos fundamentales de los ciudadanos. La Constitución, en gran parte, no se cumple y se la pasan por el forro quienes más la mencionan y defienden. Y me parece especialmente grave que estemos "secuestrados" de algún modo por una Carta Magna que es más papel mojado que otra cosa.
 
Mis padres de la Constitución


"Difícilmente los padres del 135 y los recortes van a poder asumir el desafío histórico que reclaman las gentes de nuestro país más allá de lo que voten", afirma el autor

"Debemos también sacar el debate a la sociedad para empezar a construir un espíritu constituyente que ya se intuye en los reclamos populares", escribe Iglesias

"Los avances sociales que recogen las constituciones no son el resultado del trabajo de especialistas y parlamentarios, sino del empuje democrático de los pueblos", defiende

"La democracia es el resultado del avance de los pueblos sobre las élites, del avance de los derechos sobre los privilegios", explica el secretario general de Podemos

Pablo Iglesias - Secretario general de Podemos y presidente del Grupo Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea
06/12/2016 - 11:38h
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La puerta del Sol de Madrid, durante la Marcha del Cambio convocada por Podemos el 31 de enero de 2015. EFE

La primera vez que me fijé en la palabra Constitución fue escuchando cantar a mi padre. Haciendo sonar una vieja guitarra que le regaló Paco Luque, un compañero de la tercera galería de Carabanchel donde estaban los presos políticos de base (los jefes estaban en la sexta) entonaba mi padre una poco conocida estrofa del himno de Riego que dice: "Si Riego murió en el cadalso no murió como infame traidor, que murió con la espada en la mano, defendiendo la Constitución". No sabía nada yo entonces del heroísmo de nuestros militares liberales del XIX ni de la agitada historia de nuestro constitucionalismo.

Años después, estudiando segundo de BUP, empuñé por primera vez la Constitución del 78 como arma política. Acababa de ser elegido representante estudiantil en el Instituto Juana de Castilla de Moratalaz, y la dirección del centro nos impedía colocar carteles políticos aduciendo nuestra minoría de edad. Reuní a mis compañeros en casa y con mi madre, abogada en ejercicio, asesorándonos, estudiamos los artículos de la Constitución relativos a la libertad de expresión, reunión y asociación. Y allá que nos fuimos a la reunión del consejo escolar a decir que la Constitución estaba por encima de cualquier decisión de la dirección de nuestro instituto. Ganamos el derecho a pegar carteles pero no tanto por la Constitución y por nuestra oratoria persuasiva de entonces, sino por unos profesores y padres que valoraron nuestro esfuerzo y tenacidad contra una directora, a la sazón profesora de alemán, doña Rosa Recuenco, que defendió hasta el final que se restringieran nuestros derechos al tiempo que favorecía actos extra escolares del profesor de religión católica.

Poco después, ya siendo un adolescente enormemente politizado, conocí a Rafa Mayoral, quizá el mayor responsable de que me decidiera a estudiar la carrera de Derecho. El que fuera abogado de la PAH y hoy nuestro diputado, tenía a los 19 años aún más vehemencia que ahora y le recuerdo, con las pupilas encendidas, repitiéndome la clase de Derecho Constitucional que le habían dado, explicándome que el Derecho es fundamental para entender cómo funciona el sistema y que la Constitución es la expresión jurídica de la correlación de fuerzas.

Mi primer profesor en la facultad de Derecho de la Complutense fue el gran Pablo Santolaya Machetti. Recuerdo los maravillosos debates que favorecía en clase. Santolaya me dio mi primera matrícula de honor; decía que por mi madurez aunque hoy pienso que respondía más a mi pesadez. Me fascinaba el Derecho Constitucional entre otras cosas porque ofrecía enormes ventajas para entender muchas claves de la política que después explicábamos a los compañeros militantes que estudiaban otras carreras. De la profesora García Escudero, letrada de la Cortes, adquirí mis primeras nociones de Derecho parlamentario (esto no me entusiasmó ya tanto).

Un año de Erasmus en Bolonia me permitió conocer la constitución antifascista italiana, esa que como dice Enric Juliana [periodista de La Vanguardia] pactaron el partido del Papa (la DC) y el partido de Stalin (el PCI) y que los italianos acaban de defender frente al intento de Matteo Renzi de devenir en nuevo César todopoderoso desatado del parlamento.

Más tarde gané una beca de colaboración en el Departamento de Derecho Constitucional. Aunque ya entonces tenía claro que tras acabar la carrera me matricularía en Ciencias Políticas, allí conocí a algunos de los grandes nombres del Derecho Constitucional español.

Admiré a Jorge de Esteban, un gentleman de otra época, a pesar de nuestras diferencias políticas. Conocí al ya desparecido Pablo Lucas Verdú, anciano entrañable y muy conservador, que siempre me recordaba que fue profesor de Xabier Arzalluz –ex presidente del PNV– y que me conducía por las estanterías traduciéndome títulos del alemán, bajo la atenta mirada de Rocío, mi jefa, desesperada ante la posibilidad de que yo no fuera capaz de ordenar los títulos alemanes que desordenaba el profesor Lucas Verdú (pero quien ha sido becario de biblioteca sabe que las signaturas libran al peor de los políglotas de cualquier problema). Recuerdo que ante mi fascinación por Italia, Lucas Verdú me decía: "Hay que ver con los italianos; eran fascistas y luego se hicieron todos comunistas". Yo pensaba para mis adentros: "Pues como tantos profesores españoles: eran franquistas y luego se hicieron demócratas".

Conocí allí también al gran Raúl Morodo, a Carlos de Cabo, uno de los grandes constitucionalistas marxistas, a su hijo Antonio, que además de ser un excelente constitucionalista es un tipo extraordinariamente culto con el que he compartido militancias después. Conocí también a un profesor, a medio camino entre el fascismo y lo estrafalario, Hillers de Luque, que a pesar de todo era cualquier cosa menos un cobarde.

Gracias al que quizá sea el mejor profesor de Derecho que tuve, Enrique Olivas, supe de una apisonadora mental llamada Ordóñez. Ya en Políticas, recuerdo que entre algunos profesores se recordaba un mítico tête à tête en el que un jovencísimo Juan Carlos Monedero (aunque parezca imposible Juan Carlos Monedero fue joven) desafió al viejo león Ordóñez. Aunque el viejo león prevaleciera entonces, entre los honores intelectuales de Juan Carlos, está haber podido tener aquel debate.

Después, en la Fundación CEPS, conocí a los maestros que me enseñaron cómo el Derecho Constitucional puede servir para transformar la sociedad, prestando sus servicios en los procesos constituyentes. De Roberto Viciano, Rubén Martínez Dalmau, Albert Noguera o Marcos Criado no sólo aprendí constitucionalismo latinoamericano, sino la importancia política de las Constituciones para consolidar y proteger los avances sociales. También conocí por aquella época de la mano de Jaume Asens a Gerardo Pisarello. Ellos y Amaya Olivas me enseñaron del uso alternativo del Derecho.

Hoy, a 38 años de la promulgación de una Constitución que plasmó una dificilísima correlación de fuerzas en la que la oposición democrática tuvo que ceder más de lo que pudo arrancar a las élites de la dictadura, quiero homenajear a esos maestros que me enseñaron a entender la situación actual.

Hoy, los autoproclamados constitucionalistas (la triple alianza PP-PSOE-Ciudadanos) pretenden usar la Constitución del 78 para bunkerizarse y frenar los avances sociales que reclama nuestra sociedad. Si la reforma del artículo 135 fue una deshonrosa claudicación ante poderes exteriores, como reconocería incluso el destituido secretario general del PSOE, el atrincheramiento de la triple alianza para negar la necesidad de dar encaje constitucional a la plurinacionalidad y de avanzar en las cuestiones fundamentales que demanda la sociedad, revela que sólo entienden la Constitución como candado y no un texto resultado de una coyuntura histórica difícil (la metamorfosis de una dictadura) y de reformas discutibles, que es manifiestamente mejorable.

Hace exactamente un año propusimos cinco mejoras a la Constitución que seguimos defendiendo. Es necesario blindar en ella los derechos sociales, garantizar la independencia judicial, prohibir las puertas giratorias, cambiar el sistema electoral y dar encaje constitucional a la plurinacional constitutiva de nuestra patria. Frente a los que se atrincheran y se bunkerizan es necesario avanzar y modernizarse.

En esta legislatura es posible que los partidos del búnker busquen algún tipo de reforma. Estaremos como es lógico abiertos al debate pero no somos ingenuos. difícilmente los padres del 135 y los recortes van a poder asumir el desafío histórico que reclaman las gentes de nuestro país más allá de lo que voten. Por eso nuestro papel no debe limitarse a asegurar con nuestra fuerza en el Parlamento que cualquier reforma de la Constitución deberá ser sometida mediante referéndum a la voluntad del pueblo español, sino que debemos también sacar el debate a la sociedad para empezar a construir un espíritu constituyente que ya se intuye en los reclamos populares.

La indignación frente a los abusos de las eléctricas que cortan suministros a compatriotas; las luchas de la clase trabajadora por sus derechos (telemarketing, Coca-Cola); la defensa de las pensiones; la histórica reclamación del 15M del fin de las puertas giratorias y de un sistema electoral más proporcional; la justa reclamación del pueblo catalán de su derecho a votar y decidir; las reclamaciones de sectores populares con identidades que han padecido durante décadas la subalternización de un centralismo miope y antiguo; y la reivindicación de una justicia libre de amenazas e intromisiones del poder político y económico son temas que difícilmente van a asumir los partidos de la triple alianza parlamentaria si en España y sus pueblos no se construyen contrapoderes que den vida a un nuevo espíritu constituyente modernizador, tolerante y avanzado.

De mis padres de la Constitución aprendí muchas cosas, pero quizá la fundamental es que los avances sociales que recogen las constituciones no son el resultado del trabajo de especialistas y parlamentarios, sino del empuje democrático de los pueblos. Todo lo bueno de la Constitución del 78 tiene que ver con ese empuje, mientras que la mayor parte de sus deficiencias tiene que ver con la resistencia de las élites al cambio. Y si algo nos ha enseñado la Historia es que la democracia es el resultado del avance de los pueblos sobre las élites, del avance de los derechos sobre los privilegios.



  • Eldiario.es
 
Feliz día de la Constitución

Un paso al frente
Luis Gonzalo Segura


5 diciembre, 20166 diciembre, 2016

Quisiera felicitar a todos los ciudadanos, especialmente a todos aquellos que celebran con entusiasmo el día de la Constitución (yo lo hago hasta casi el amanecer del día 7). No cabe la menor duda que el día 6 de diciembre de 1978 nuestro país cambió radicalmente y ello merece ser recordado y analizado:

  1. Nuestro jefe de estado es elegido democráticamente, no es jefe de las Fuerzas Armadas y, para envidia del resto del mundo, puede ser revocado, sometido a la voluntad popular o juzgado por cualquier crimen y/o delito que cometa.
  2. Nuestros medios de comunicación, así como nuestra enseñanza pública, son igualmente modelo a seguir. No se encuentran medios tan creíbles en ninguna parte del mundo ni ciudadanos más formados ni universidades o sistemas educativos mejores que el nuestro.
  3. La libertad, sea cual sea, se respira a cada instante, en cada esquina y en cada biblioteca (lugar en el que gravita nuestra existencia). Nuestro país no es de esos que despiden directores de periódicos o periodistas porque no toleran las críticas, encarcelan a titiriteros como terroristas o expulsan a militares porque escriben novelas y reclaman un ejército diferente.
  4. Nuestra ciudadanía ha alcanzado y superado los niveles de lectura de Finlandia (47 libros por ciudadano y año), lo que hace que no repitan como loros lo que los telediarios y las tertulias afirman. Aunque si ello sucediera tampoco sería tan grave porque la pluralidad y el rigor son la seña de identidad de nuestros medios de comunicación. Aquí se inhabilita a cualquier periodista condenado judicialmente por motivos del desempeño de su profesión.
  5. Nuestros políticos son una referencia mundial. Formados, transparentes y abnegados cuyo máximo objetivo es trabajar por el bien de los ciudadanos, mejorar el gasto social o la redistribución de rentas, terminar con la venta de armamento o construir un mundo mejor. Ellos tienen mucho que ver con la gran democracia que hemos construido entre todos tras una inigualable transición.
  6. Afortunadamente, 1978 terminó para siempre con la guerra sucia o los asesinatos de ciudadanos por parte del Estado. Además, nuestras autoridades no se vengan de los grupos terroristas ni de aquellos colectivos problemáticos o críticos ideológicamente y ni mucho menos se les pasa por la cabeza utilizar las FCSE para fines políticos. Me genera mucha consternación que esto siga ocurriendo en países totalitarios o democracias fallidas.
  7. La corrupción quedó atrás con la llegada de nuestra envidiada y modélica democracia. Somos la vanguardia del mundo en la protección de los denunciantes de corrupción, lo que ha generado que tengamos un país en el que resulta muy complejo ser corrupto, pues siempre hay alguien dispuesto a denunciarlo. Un denunciante en España no pierde nunca su salario, es protegido por la judicatura, las FCSE y, muy especialmente, por los medios de comunicación y las televisiones. Jamás pasan por momentos de dificultad, son reclamados por instituciones públicas y educativas y protegidos y deseados por todos los partidos políticos. Casi podríamos decir que ser denunciante es la ‘profesión’ mejor remunerada y más prestigiosa de nuestro país.
  8. Nuestros gobernantes son siempre modelos de comportamiento ético y moral y cualquier mínimo desliz hace que dimitan por su propia iniciativa o son forzados a ello por su propio partido. Para cualquier formación política tener en sus filas a alguien con la más mínima mácula es absolutamente impensable. En ocasiones, me resulta lastimoso el exceso de celo mostrado en este apartado e incluso el repudio público que sufren las personas de comportamiento infame.
  9. Quisiera reseñar, igualmente, el amor a la bandera y al país que sienten todos los españoles. Vivimos en un país en el que todas las nacionalidades se sienten representadas, se aprenden todos los idiomas en todos los territorios y estudian y respetan todas las particularidades. Por ejemplo, un castellano aprende desde pequeño catalán, gallego, euskera, etc. y cualquiera de ellos hace lo mismo con el castellano y el resto de idiomas. Ello ha provocado un enorme respeto entre todos los ciudadanos o que cualquiera de ellos pueda dirigirse en su lengua en cualquier parte del territorio y encuentre funcionarios o ciudadanos capacitados para entenderle y, en caso contrario, enormemente dispuestos a ello. No solo eso, sino que también se estudia la historia, la literatura y la cultura de cualquier parte del territorio. De hecho, los españoles somos mundialmente reconocidos por nuestro amor al arte y a la cultura. Así pues, la cultura y la concordia y no la imposición de lo castellano ha conseguido unir a nuestras gentes. Además, la recuperación de los valores republicanos, la eliminación de símbolos franquistas, la enseñanza de lo ocurrido durante la guerra civil y la represión franquista, la exhumación de fosas, la recuperación de la memoria histórica y el reconocimiento de las víctimas propició que nuestro país pudiera continuar adelante sin resentimiento ni heridas. Es más, resulta muy sencillo comprobar como a finales de los años ochenta, las clases dominantes durante los años sesenta y setenta en los distintos ámbitos de la sociedad (político, económico, militar, jurídico, funcionariado, etc.) eran por completo diferentes. Se habían regenerado y habían hecho de la pluralidad ideológica una bandera de nuestra nación.
  10. Por último, quisiera recalcar que en nuestro país todo se decide democráticamente (casi votamos semanalmente) alcanzándose altos niveles de participación ciudadana y la separación de poderes y/o funciones (ejecutivo, legislativo, judicial o medios de comunicación -el cuarto poder-) es objeto de estudio en las universidades de medio mundo.
Por todo ello y mucho más que no he podido detallar por falta de espacio, el 6 de diciembre es un día de enorme felicidad y numerosos festejos para la mayoría de los ciudadanos. Particularmente, yo me reúno con la familia y con los amigos, comemos y bebemos, asistimos a alguna obra de teatro y cerramos el día con una estupenda cena de conmemoración y alguna charla animada hasta altas horas de la madrugada. Sin duda, en un país marcadamente laico como el nuestro en el que la religión está completamente separada del poder, se trata del día más festivo y esperado del año.

Así pues: ¡FELICIDADES! (Y cuidado con el alcohol)



Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra.


http://blogs.publico.es/un-paso-al-frente/2016/12/05/7543/
:eek::eek::eek::eek:
 
No hay nada que celebrar.Hace falta un proceso Constituyente más concreto y preciso sobre las leyes que emanan del pueblo.Los artículos de la Constitución que tenemos son imprecisos y vagos y están la mayoría sin elevarlos a categoría de ley.de ahí la doble interpretación que se le quiera dar.Lo que votaron los italianos el domingo,viene a ser algo similar al artículo 135 de la nuestra,que al menos el gobierno italiano tuvo el debido respeto a sus ciudadanos de hacer una consulta para que otros decidieran.Lo que hicieron en España no tiene ni excusa ni vergüenza,como ladrones en la noche nos quitaron los derecho con tal indignidad que ensuciaron hasta a la propia Constitución,si como dicen fu aprobada por los ciudadanos,por que osaron cambiarla sin consultarlo??? Por que no son de fiar y la Constitución para ellos es papel mojado a la cual no le tienen ningún respeto.Cuando en multitud de ocasiones la mencionan me parto de risa al ver lo cínicos hipócritas que son.Nada que celebrar,aunque un día de fiesta siempre viene bien,aunque no todos puedan disfrutar de un día libre,los comercios están abiertos y los empleados trabajando y sin dinero extra por hacerlo.
 
Mi opinión personal.

1: referéndum para elegir el modelo de Estado (monarquía o república, y qué tipo de lo que salga)
2: redacción de una constitución básica que blinde el derecho al trabajo, la vivienda, la educación y la sanidad dign@s y de calidad, y el bienestar de los ciudadanos por encima de la deuda contra viento, marea e intereses privados varios.
3: separación real y estricta de poderes y despido instantáne@ de cargos públicos sospechosos de corrupción.
4: un ciudadano, un voto. Y representación parlamentaria directa.
4: a partir de ahí, si queréis, ya nos la empezamos a coger con papel de fumar.


Y, mientras tanto, lo único que yo pienso celebrar hoy es que acabo de cocinar una pasta con berenjena de chuparse los dedos.
 
Los artículos de la Carta Magna que no se cumplen
En el 34º aniversario de la Constitución, muchos de los derechos que esta garantiza quedan en entredicho.

06 diciembre 2012
00:28



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Un manifestante porta un ejemplar de la constitucion de 1978. FERNANDO SANCHEZ
Toni Martínez
tmartinez@lamarea.com

El 6 de diciembre de 1978 el pueblo español ratificó la Constitución con una amplia mayoría. Nacía la Carta Magna que tendría que regir la voluntad de la recién nacida democracia tras cuatro décadas de dictadura franquista.

El entusiasmo de hace 34 años se ha tornado en desconfianza. La Constitución está cada días más cuestionada y buena parte de la población ve como papel mojado sus 169 artículos. La
última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) deja claro esa distancia entre la sociedad y la Ley de leyes, dos tercios de la población está “poco” o “nada” satisfecha con el funcionamiento democrático del país y la mitad opina lo mismo de la Constitución.

Veamos alguno de los artículos más controvertidos y que pueden explicar la desconfianza ante la Carta Magna…

Artículo 2. La soberanía popular reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado. El puro nacimiento de movimientos como el 15M y el lema “que no, que no, que no nos representan” marcan la distancia con este artículo. Los llamados poderes del estado, representados por políticos están cada día en más entredicho. La democracia se resiente y la soberanía popular consistente en votar cada 4 años está en entredicho. A ello también contribuye que algunas formas de representación como la Iniciativa Popular Legislativa (ILP) no tengan éxito, de hecho de las 91 que han llegado al Parlamento, solo se ha tomado en consideración una.

Artículo 3.2. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección. Ni el pueblo gallego, ni Catalunya, las Islas Baleares, el País Valenciano o Euskadi, sienten su lengua propia como respetada o protegida. La frase del ministro de educación José Ignacio Wert asegurando que había que “españolizar a los escolares catalanes” y su propuesta de reforma educativa que margina la inmersión lingüística, poco hace por preservar ese patrimonio cultural.

Artículo 13.1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente Título en los términos que establezcan los tratados y la ley. En España hay ocho Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), unas cárceles donde se encierra a inmigrantes que no tienen regularizada su situación en el país y donde pueden estar hasta 60 días. Además son continuas las redadas por motivos de piel que incluso ha sido denunciadas por la misma policía.

Artículo 14. Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, s*x*, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social. [Ver artículo 13.1]. Pero es que además el s*x* sigue siendo un motivo de discriminación en el país. La brecha salarial entre hombres y mujeres en España es de las más alta de la UE, según UGT, la ganancia media anual femenina supone el 78,1% de la masculina.

Artículo 16.3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. La Iglesia Católica sigue siendo la única que mantiene un Concordato con el gobierno. Este acuerdo que se firmó en 1979 como prolongación del de 1953, concede prebendas a la Iglesia en materia fiscal y establece un periodo de tres años para que ésta se autofinancie. En cambio, a día de hoy se sigue sosteniendo económicamente por la vía de los presupuestos generales del Estado. Asimismo, en el terreno educativo, la asignatura de religión únicamente habla de la religión católica y además los profesores, que elige la propia Iglesia, están pagados por el estado.

Artículo 21.1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa y 21.2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes. La aparición del movimiento 15M, la reacción ante los recortes y la toma de las calles por parte de la ciudadanía ha hecho que el gobierno reaccione decretando leyes que “modulen” el derecho de reunión y manifestación. Además, las brutales cargas policiales contradicen estos dos artículos y limitan estos derechos.

Artículo 27.1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza. El desmesurado aumento de las tasas universitarias y la financiación de colegios concertados y privados, unido a la disminución de las ofertas de plazas en la escuela pública, hacen muy difícil creer en el derecho universal a la educación, al menos de forma gratuita y universal.

Artículo 31.2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía. Los recortes y la obsesión por el déficit chocan frontalmente con esos “criterios de eficiencia y economía”. Controlar el gasto, aún desmantelando el estado del bienestar, está muy por encima de la necesidad de una asignación equitativa de los recursos públicos, los bancos han ganado la partida frente a otras necesidades sociales.

Artículo 35.1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de s*x*. Un total de 4.907.817 personas no pueden ejercer este derecho. A ellas hay que añadir los centenares de miles que no tienen una “remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”. Hace ya tiempo que este artículo es solo papel mojado o pura retórica.

Artículo 43.1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud. Los médicos madrileños están ahora mismo luchando por ese derecho. La salud pública está en peligro, los inmigrantes ya han salido del sistema de protección universal y la sombra del repago está en un horizonte cercano. Ya se ha traspasado una línea roja y es que los pensionistas comienzan a pagar parte de sus medicamentos. Y aún parece que queda mucho más por venir y no bueno precisamente.

Artículo 44.1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho. La subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 8 al 21 por ciento en las entradas a cines teatros, circos, conciertos y exposiciones ha dejado tocado al sector. España es el país con un IVA cultural más alto, Francia tiene el 5,5%, Alemania el 7%, Italia el 10% y Portugal o Grecia el 13%. Así ni se promueve, ni se tutela el acceso a la cultura, todo lo contrario.

Artículo 44.2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la inversión en investigación y desarrollo (I+D+i) cayó un 2,8 por ciento el año pasado. El porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) que España dedica a ciencia cae al 1,33%, la media europea es el 2 por ciento.

Artículo 47. Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos. Es muy difícil comentar este artículo que se viene abajo por sí mismo. Solo una cifra, cada día se producen medio millar de desahucios en España, medio millar de familias que se quedan en la calle sin su vivienda digna y adecuada.

Artículo 56.3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2. Con Urdangarín a las puertas del juicio oral por apropiarse, presuntamente, de dinero público, la Casa Real está en el punto de mira de la sociedad. Las cacerías y sus fotos con empresarios de dudosa honorabilidad ponen en cuestionamiento esa inviolabilidad y comienzan a oírse voces que le exigen responsabilidades más allá de un discurso al año.

Artículo 128.1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general. Se comenta por sí mismo. Privatizaciones de servicios públicos como el agua, de empresas públicas, dinero para recapitalizar los bancos, evasión de impuestos, paraísos fiscales… la riqueza en este país no está subordinada a nada, y menos al interés general.

http://www.lamarea.com/2012/12/06/los-articulos-que-la-constitucion-no-cumple/
 
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