Felipe en la inauguración de "Universia 2018" junto al presidente de Portugal

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Palabras de Su Majestad el Rey en el IV Encuentro Internacional de Rectores Universia 2018
Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla y León. Salamanca , 21.05.2018


Hace pocas semanas, Presidente Rebelo, compartimos aquí en Salamanca y en su Universidad −profundamente ligada a la Nación portuguesa y a sus Universidades, en especial la de Coímbra− una jornada muy especial dedicada a los jóvenes, la innovación y la emprendeduría. Un día de recuerdo enormemente grato para nosotros que tuvo lugar durante su visita de Estado a España que tanto nos honró.

Por eso quiero agradecer a vuestra Excelencia que vuelva tan seguido a visitarnos –y nuevamente en Castilla y León, y en esta ciudad que tanto brilla, por la historia que atesora, el conocimiento que acumula y la juventud que la vive con gran intensidad. Gracias de corazón, Señor Presidente, por vuestras constantes muestras de cercanía y de afecto a España que no son sino una alta prueba de los estrechos vínculos de hermandad de unen a nuestros dos países. Sed, Señor Presidente, nuevamente muy bienvenido a España que, como os he dicho siempre, es también vuestra casa.

Pero lo inusual y relevante que explica esta visita es el motivo, que naturalmente no puede ser poca cosa. Pues bien, no lo es: compartimos –Sr Presidente, autoridades y todos los participantes− la inauguración de un encuentro universitario que es de una potencia y una trascendencia difíciles de igualar en el mundo; precisamente es lo que representa Universia y su red de cooperación universitaria iberoamericana.

Y qué mejor anfitriona que nuestra querida, admirada y –este año− 8 veces centenaria Universidad de Salamanca, para reunir a las máximas autoridades académicas de las principales universidades de la Comunidad Iberoamericana de Naciones y de otros países del mundo. Sean todos también muy bienvenidos a España y a la ciudad del Tormes que, en nombre de nuestro país, les ofrece su hospitalidad y les acoge con los brazos abiertos.

Salamanca, ciudad Patrimonio de la Humanidad de inmensa riqueza histórica, artística y cultural, siempre ha congregado, como otras ciudades de países aquí representados, a personalidades de la educación, la cultura y la inteligencia. Sin embargo, para celebrar esta concreta edición del Encuentro Universia, es cierto que no podían haber elegido un lugar más idóneo, pues esta universidad es una de las más antiguas del mundo y la decana de toda Iberoamérica. En justa reciprocidad, este foro ha convertido hoy a la ciudad de Salamanca en el más importante referente internacional para la reflexión y el debate sobre el futuro de la educación superior; de algún modo, en la capital mundial de la universidad.

Desde la constitución en el lejano siglo XIII de su Studium Generale hasta la misma actualidad, pasando por los maestros de la Escuela de Salamanca que en torno a los siglos XV y XVI sentaron las bases de lo que llegaría a ser el Derecho Internacional, la Universidad salmantina no ha dejado de realizar grandes aportaciones al pensamiento y al conocimiento universales. Su historia es también la de la educación, la ciencia, la cultura y la investigación, y la de la propia la lengua castellana, a través de la obra y el legado de muchos de sus protagonistas. Nombres como Antonio de Nebrija, Francisco de Vitoria, Fray Luis de León o Miguel de Unamuno forman parte indisoluble de una institución clásica e innovadora que ha llegado al siglo XXI en la vanguardia científica y académica internacional.

Podemos imaginarnos, sin duda, la satisfacción que sentirían todos ellos al conocer la realización de este gran encuentro universitario iberoamericano, concebido para intercambiar conocimiento y afianzar los vínculos entre las principales instituciones académicas de casi treinta países hermanos.

Pero este IV Encuentro Internacional de Rectores se enmarca en una trayectoria de éxito que se fortalece y afirma año a año. En Sevilla, en mayo de 2005, se avanzó de forma muy positiva hacia la creación de un Espacio Iberoamericano del Conocimiento. Y en Guadalajara, México, cinco años más tarde, se dieron nuevos pasos en esa dirección a través de la llamada “Agenda de Guadalajara”. En el 3er encuentro, desarrollado en Río de Janeiro, se alcanzaron importantes conclusiones recogidas en la “Carta de Río” como hoja de ruta para la Universidad de nuestro siglo. Precisamente, tuve la satisfacción de conocer esas reflexiones junto al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, de manos de la Presidenta de Grupo Santander, Ana Botín, en la Cumbre Iberoamericana celebrada en Veracruz en 2014.

Desde entonces, nuestras sociedades han seguido evolucionando y experimentando transformaciones. Hemos afrontado las consecuencias de la crisis financiera y la economía internacional ha recuperado la senda del crecimiento; pero no es menos cierto que muchos problemas subsisten y que tenemos grandes retos que abordar en materia de desigualdad y sostenibilidad.

Las respuestas a fenómenos complejos como las consecuencias de la globalización y el impacto que supone la transformación digital para las actuales y las nuevas generaciones requieren un nuevo impulso creativo, una apuesta renovada en favor de la educación y, concretamente, de la educación superior.

En este contexto, quiero poner de relieve el empeño y el compromiso del Banco Santander con la educación superior en todo el mundo; un compromiso que constituye una auténtica referencia para las empresas que aspiran a realizar una contribución real y eficaz a nuestras sociedades. Universia, como red de cooperación en la que participan la mayoría de las universidades de la Comunidad Iberoamericana, es una iniciativa única y un excelente ejemplo de colaboración entre empresas y universidades para fomentar el emprendimiento y el empleo.

Por ello, quiero felicitar al Banco de Santander y a cada uno de ustedes, los rectores y altos responsables académicos iberoamericanos; porque la colaboración de todos ─empresas, gobiernos, instituciones, organismos internacionales y sociedad civil─ es imprescindible para impulsar la educación como base del desarrollo sostenible, el progreso y la cohesión social. No podemos dejar de valorar nunca la relevancia que reuniones como esta tienen a la hora de renovar y fortalecer esta apuesta estratégica por la educación.

Las tres grandes líneas que centran la reunión que hoy se inaugura ─formar y aprender en un mundo digital, la investigación en la Universidad y la contribución al desarrollo social y territorial─ responden directamente a cuestiones centrales que debemos abordar para afrontar con éxito los desafíos que tenemos por delante. Y estoy convencido de que este Encuentro contribuirá muy positivamente a ello.

Señoras y señores,
La Universidad es una institución que tiene la capacidad de elevar la vista hacia horizontes más amplios, una institución que hace posible que las reformas se formulen a tiempo, maduren y se consoliden. Por ello, es necesario reivindicar y defender siempre la importancia y el prestigio de la Universidad y prestar todo el apoyo necesario para que en el siglo XXI pueda seguir desarrollando un papel pionero en la docencia, en la investigación y en la traslación del conocimiento a la sociedad. Pero este papel exige siempre reformas y actualizaciones.

En ese sentido, por ejemplo, podemos poner nuestra mirada en los retos que han surgido en todos los ámbitos debido el proceso de digitalización. El mundo digital, efectivamente, obliga a reorientar la visión de la educación superior y a diseñarla de acuerdo con un entorno que se transforma de manera acelerada. Necesitamos nuevas ideas que nos permitan ofrecer soluciones sólidas para el presente y para el futuro. Es indispensable recuperar y fomentar los valores humanistas que siempre han caracterizado a la Universidad para poder afrontar, de un modo solvente y acertado, todos esos desafíos.

Y debemos hacerlo con mirada amplia, siendo más proactivos que reactivos, creando espacios de encuentro y de cooperación. Porque Universidad es sinónimo de universalidad y en un mundo globalizado es más importante que nunca abrir las fronteras del conocimiento, compartir experiencias y poner en común valores tan irrenunciables como los que promueve la Universidad.

Señoras y señores,
En este Encuentro están presentes universidades de casi treinta países, la mayoría del espacio educativo iberoamericano pero también con una relevante presencia de instituciones europeas. En sus manos tienen la responsabilidad de contribuir a liderar el futuro, sabiendo percibir y anticipar las demandas de la sociedad para ofrecer propuestas adecuadas, creando espacios abiertos y atractivos a los que nuestros ciudadanos puedan sumarse y formar parte de ellos.

Y este Encuentro Internacional es un foro idóneo para impulsar las acciones necesarias. Confío plenamente en su compromiso con esta honrosa responsabilidad que a todos los afecta: construir día a día una Universidad con liderazgo social, educativo y científico; una Universidad abierta que contribuya al bienestar y al futuro de todos nuestros ciudadanos.

Muchas gracias.
 
Este pasa más tiempo con la Botina que con su Santa.
P.D lleva borlitas y está estancado en la pg 2 como buen segundón, cero interés, cero utilidad , ni morbo despierta.
 
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