Me declaro súper flan de tus resúmenes, prima
Deben odiar las despedidas porque el circo que montan no es normal, es decir, si cada vez que uno coge un tren/avión hay que hacer ese comité de despedida y el ritual de despedirse unas 57 veces, debe ser agotador. No hay criatura que soporte ese pico glucémico de amor...
Su nivel de empatía e interés por la psicología de sus peques también se manifiesta en decirle unas 100 veces a Gala que su mami se va, no sé si esperaban que la pobre llorara desconsoladamente o dijera 'Oh Nou!' tirándose de los pelos, alma mía. Desde aquí te agradecemos Gala que no contribuyas a ese patético melodrama coquete. Pero a lo que voy, a ver, las primas que sois madres manifestaros, y decidme si cuando os despedís de vuestros peques... ¿No intentáis disimularlo o 'camuflarlo' para que el peque no rompa a llorar si ve que os vais? A lo mejor sólo es cosa mía, pero cuando hay niñ@s pequeños de mi familia o entorno con los que hay un lazo afectivo y estos perciben que te vas, hay que hacer la maniobra 'Copperfield' para que los pobres no se queden llorando y no se den cuenta de que te has ido. Pero estos dos insisten en recordarle a Gala que su madre se va, despídete, venga otra vez, y venga... Para qué vais a evitarle esa situación a la niña, vamos. Que en el fondo es mejor que se acostumbre la pobre, visto lo visto, ya mismo Gala les hará el check-in y hasta la maleta.
Contesto como madre. Los primeros tres años de mi hija he estado con ella 24 horas al días, 7 días a la semana. No exagero si digo que durante ese tiempo me separé de ella las veces que he ido al médico y las poquísimas veces que he ido a la peluquería. Le explicaba (cuando ya tenía cierta edad, claro) a dónde iba, lo que iba a hacer y que volvería pronto. Alguna vez no estaba muy conforme, pero tampoco montaba un gran drama de gritos y llantos. Se mostraba enfadada conmigo. Luego al volver, se le pasaba. Ojo, que hablo de estar fuera, como mucho un par de horas. No hablo de irme de viaje a Laponia, una semana . A veces, si insistía mucho, se venía conmigo, pero la advertía de que igual se iba a aburrir.
Por otra parte, hasta el momento, si viajamos o vamos a algún sitio (en plan salir a comer, o al cine, o a museos...) ella siempre viene conmigo y/o con su padre. Porque, precisamente, queremos verla disfrutar con nosotros. Para eso decidimos ser padres. Queremos que sea feliz y si es con nosotros a su lado, es la repera.
Desde que nacen hay que sentar las bases del apego seguro. Yo me harté de escuchar que estábamos malcriando a mi hija, que estaba "enmadrada", que no socializaba... bla bla bla... Ahora ven cómo es, y nos reconocen lo equivocados que estaban.
Si quieres más info, aquí hay unas pinceladas:
https://psicologiaymente.com/desarrollo/apego-infantil
Ahora ya, que cada madre tiene su modo de hacer y de ver las cosas.
He contado mi experiencia y vivencia.