Fallece la Infanta Pilar a los 83 años en Madrid. Funerales en el Real Monasterio de El Escorial y en la Catedral de La Almudena

El Hola va sacando la patita a los actuales los menciona por su nombre de pila Felipe y Leticia (como se mencionaría a Pili y Mili ) a los otros de los que han vivido 40 años los llaman reyes Don y Doña ....¡siempre ha habido clases!.

De cualquier manera este es un país de pandereta...mas reyes que la baraja de naipes...que desastre!
 
Doña María del Pilar de Borbón y Borbón, Infanta de España y Duquesa de Badajoz

Además del rey Juan Carlos, los condes de Barcelona tuvieron otros tres hijos: Pilar, Margarita y Alfonso. La mayor, nacida en Cannes (Francia) el 30 de julio de 1936, se dice que es la más parecida física y temperamentalmente a su padre, don Juan. Desgraciadamente, las vidas sencillas, modestas, decentes, pocas veces son noticia. Por ello, durante muchos años, ni la infanta Pilar ni su hermana Margarita interesaron a la prensa.

"Soberbia y llana al mismo tiempo", escribió Juan Balansó; "muy pagada de su rango y amiga del aura callejera", dicen que se parece mucho a su tía bisabuela, la infanta Isabel "La Chata", y que no duda en hacer las compras ella misma, caminando sola por las calles de Madrid o colocarse un delantal y servir en el "rastrillo", una especie de feria benéfica en la que colabora con tenacidad y amor desde hace años. Como era la mayor, Pilar cuidaba de sus hermanos más pequeños. Sobre todo, de Alfonsito y de Margarita, que nació ciega. Siguiendo el ejemplo de sus antecesoras, la infanta no estudió ninguna carrera, pero fue enfermera por vocación en un hospital de Lisboa, donde entregó lo mejor de sí misma. "Admirábamos a nuestra infanta", confesó el historiador en nombre de los españoles, pero hizo notar la falta de suntuosidad de la apagada doña Pilar, a quien no le preocupaba demasiado su apariencia: "nos hubiera gustado un poco más arreglada". Ella misma ha confesado: "Mi padre se desesperaba conmigo. Me repetía que no se puede ir por el mundo con la «cara lavada». Una vez, cuando tenía 18 ó 19 años, me obligó a comprar una barra de carmín y me pintó él mismo".

Aunque a Pilar tampoco le preocupaba el tema sentimental, cuando tuvo la edad suficiente, su abuela paterna la reina Victoria Eugenia, que era muy casamentera, intentó buscarle novio, y puso los ojos en el joven y entristecido rey Balduino de Bélgica. Aunque don Juan le reconoció a don Pedro Sáinz Rodríguez que este noviazgo "fue una de las cosas que yo barajé también, pero se opuso la tonta esa de Rethy". [Se refería a la princesa Lilian de Rethy, madrastra de Balduino]. Parece que la oposición venía porque a la segunda mujer de Leopoldo le fastidiaba que llegara a ser reina de Bélgica una persona de familia real. Posiblemente, ella tampoco olvidaba que ya quisieron casar a su marido con otra infanta, María Cristina, tía de Pilar. De todas formas, la infanta acompañó a su padre a Bruselas, con motivo de la Exposición Universal de 1958. El rey Balduino quería llevar a Pilar a todos sitios, pero a ella no le gustaba. Aunque, según don Juan, "hubiese estado dispuesta al sacrificio como están todas las infantas bien educadas". Otra versión cuenta que, antes del viaje a Bélgica, la reina Victoria Eugenia le aconsejó a su nieta llevar como dama de compañía a la "menos llamativa" de las aristócratas españolas. Y Pilar llevó a Fabiola de Mora y Aragón, de quien el rey Balduino se enamoró perdidamente.

Habrían de pasar nueve años hasta que la infanta encontrara al hombre de quien se enamoraría, don Luis Gómez Acebo, un abogado madrileño, hijo del banquero Marqués de Deleitosa, presidente de Banesto, y secretario general de la compañía de cementos Asland. La ceremonia se celebró el 5 de mayo de 1967, en el templo de Los Jerónimos, de Lisboa, pero, como el matrimonio no se ajustaba a las normas dinásticas establecidas por Carlos III en la Pragmática Sanción, doña Pilar perdió sus derechos de sucesión a la corona española, aunque no así su título de Infanta ni su tratamiento de alteza real. Días antes de la ceremonia, el conde de Barcelona le dio a su hija mayor un título vitalicio, el de Duquesa de Badajoz, que sólo utilizará hasta su muerte y luego volverá a la Corona. Para su plebeyo yerno, don Juan revivió el título, este sí hereditario, de Vizconde de La Torre, que actualmente, desde la muerte de don Luis en 1991, ostenta su hijo mayor, Juan.

La gran ceremonia de bodas de doña Pilar con Luis Gómez Acebo fue el pretexto para la mayor demostración monárquica española en el exilio que se recordaba desde que el rey Alfonso XIII se viera obligado a abandonar España, allá por 1931. Más de 5.000 españoles abarrotaban desde la mañana de aquel día de mayo no sólo el templo lisboeta de Los Jerónimos, sino también la gran explanada que se extiende hasta el monumento a Enrique el Navegante. Invitados oficiales, hubo quinientos veinte, entre ellos, la reina Victoria Eugenia, la reina Juana de Bulgaria, el rey Humberto II de Italia, los príncipes Rainiero III y Grace de Mónaco, los duques de Braganza y los condes de París. La novia lució un traje diseñado por la modista madrileña Isaura, en organza natural francesa, bordado en abalorios y cristal de línea princesa, con cola de cuatro metros. La diadema de la que pendía un sencillo velo de tul francés era la que la condesa de Barcelona había portado en su boda, treinta y dos años antes.


Antes de abandonar Villa Giralda para dirigirse a Lisboa, la infanta Pilar pasó a un salón de la casa donde le aguardaba su padre y padrino, el conde de Barcelona que, siguiendo una tradición de la familia real española, impartió la bendición a su hija, que la recibió de rodillas. El cortejo, sin escolta, se dirigió a Lisboa. De forma inadvertida, la novia, la familia real y los invitados reales aguardaron en el claustro la formación del cortejo. La música elegida por los novios fue el Preludio Coral de Bach, entonado por 175 voces del colegio salesiano de Madrid. El padre Sebastián Bandiarán, capellán de la familia real española, ofició la ceremonia. La cena de bodas tendría lugar en el hotel Estoril Sol, y la acostumbrada luna de miel tuvo como escenario Londres, Nassau y Nueva York.


 
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LA NUERA QUERIDA
El misterio de la esquela de la infanta Pilar: por qué una exnuera aparece y las otras no
A pesar de que Winston C. Carney y Juan llevan separados más de un año, el nombre de la norteamericana aparece junto a los de Bárbara Cano y Andrea Pascual



Foto: La infanta Pilar. (EFE)


La infanta Pilar. (EFE)


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A. RODRÍGUEZ
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INFANTA PILAR

23/01/2020

La muerte de doña Pilar, el pasado 8 de enero, reunía en su capilla ardiente a la mayor parte de los que en algún momento fueron sus hijos políticos. Tanto Laura Ponte, a la que se vio muy afectada saliendo de la casa familiar de Puerta de Hierro, como José Miguel Fernández-Sastrón, quien compartió con Simoneta casi dos décadas de matrimonio. Pero llamó especialmente la atención la presencia de Winston C. Carney, a la que la distancia -vive actualmente en Estados Unidos- no impedía estar presente en la capilla ardiente de la que fuera su suegra.

Y aún llamaba más la atención ver el nombre de la exmujer de Juan Gómez-Acebo en la esquela que publicaba hace unos días el diario 'ABC, encabezando la lista de nueras de doña Pilar, junto al de Bárbara Cano y Andrea Pascual, y acompañándolo además del título de vizcondesa de la Torre, adquirido por su matrimonio con el hijo mayor de la infanta. Las alarmas sobre una posible reconciliación no tardaban en saltar, a pesar de las últimas noticias que aseguraban que la pareja se había separado, cinco años después de haberse casado en Miami.




Esquela de la infanta Pilar publicada en el diario 'ABC'.'ABC'.


Esquela de la infanta Pilar publicada en el diario 'ABC'.



Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con fuentes muy cercanas a la familia y nos confirman que Juan y Winston siguen separados. La explicación de que Winston figure en la esquela aún como nuera y con el título que ostenta su ya exmarido viene por el afecto que doña Pilar sentía por ella: "La adoraba", nos dicen. Y el aprecio era mutuo. Además de que la relación con Juan actualmente es de absoluta cordialidad y entendimiento por Nicolás, el hijo que tienen en común, nos aseguran que la norteamericana ha viajado hasta nuestro país en numerosas ocasiones en el último año para interesarse por el estado de salud de la hermana de don Juan Carlos y compartir algún tiempo con ella.

Un caso muy parecido es el de Laura Ponte, que salía de la capilla ardiente de doña Pilar sin poder evitar las lágrimas y describiéndola como "la mejor", y de José Miguel Fernández-Sastrón, que aseguraba tras darle el último adiós que "fue como una madre". No pasa desapercibido el hecho de que los dos únicos nombres que no aparecen sean los de Mónica Martín Luque y Nadia Halamandari, las dos ex de Fernando Gómez-Acebo. Y es que, según las mismas fuentes, la relación que ambas han tenido con la infanta Pilar no ha sido tan afectiva.




Winston H. Carney con su hijo. (Getty)


Winston H. Carney con su hijo. (Getty)



Tampoco aparecen Laura Ponte y el ex de Simoneta y, sin embargo, en el artículo dice que sí.
 
y Leo no va???
tiene 14 años, en mi opinión debería
Con 14 años a un funeral de un familiar de cuarto grado? Será que no soy muy de funerales, para mí la niña ahí sobraría. Como mucho los nietos de la finada, otros niños me sobran en el funeral. Pero las tradiciones son distintas en distintas familias
 
MIÉRCOLES, 29 DE ENERO DE 2020

SS.MM. LOS REYES
SS.MM LOS REYES DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA
12:00 horas.- FUNERAL POR SU ALTEZA REAL DOÑA PILAR DE BORBÓN Y DE BORBÓN, INFANTA DE ESPAÑA.​
Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial San Lorenzo de El Escorial (Madrid)​
Cobertura informativa: - Interior: Limitada a TVE y EFE, que ofrecerán imágenes y fotografías, respectivamente, en régimen de “pool”.
 
Carmen Cervera, invitada al funeral institucional de la infanta Pilar
La amistad entre la hermana del Rey y la baronesa viene de largo. Y no solo porque Luis Gómez-Acebo ayudó a gestionar la venta de la colección privada del barón
Foto: Carmen Thyssen. (Getty)


Carmen Thyssen. (Getty)
P. BARRIENTOS
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28/01/2020 18:56
Si no hay cambio de última hora, la baronesa Thyssen será una de las doscientas personas que acudirán este miércoles a la basílica de El Escorial, donde se celebrará un funeral por el eterno descanso de la infanta Pilar. La ceremonia religiosa está prevista para las doce del mediodía. Todos los asistentes que recibieron desde el palacio de la Zarzuela la convocatoria tuvieron previamente que acreditarse. Carmen Cervera fue una de las personalidades que recibió previamente el correo con la notificación para esta convocatoria.
El acto tiene carácter institucional y estará presidido por los reyes, Felipe y Letizia, y con la asistencia de don Juan Carlos, doña Sofía y las infantas, Elena y Cristina, con sus hijos respectivos. La familia directa estará representada por hijos, nietos y nueras, y también acudirán amistades íntimas. Estarán presentes dos grandes amigas desde la infancia de la duquesa de Badajoz: Mayte Spínola y María del Mar de Tornos. Esta última es hija de Alfonso de Tornos, secretario de don Juan de Borbón, conde de Barcelona, y casada con Manuel de Sousa, conde de Povoa. Las tres amigas se quedaron viudas y, desde que eran niñas, compartieron alegrías y tristezas.
El viernes 31 de enero habrá otra ceremonia religiosa en la catedral de la Almudena a las 19 horas. En ese caso, la organización corre a cargo de los hijos y acudirán familiares directos, amigos íntimos y conocidos. Y, por supuesto, los Reyes eméritos.



Simoneta Gómez-Acebo, durante la capilla ardiente de la infanta Pilar. (Getty)


Simoneta Gómez-Acebo, durante la capilla ardiente de la infanta Pilar. (Getty)

Una relación estrecha
La amistad entre la infanta Pilar y Carmen Cervera viene de largo. Y no solo porque Luis Gómez-Acebo fue uno de los protagonistas principales que gestionó con el Estado español la venta de la colección privada del barón, sino por la estrecha relación que mantenían los dos matrimonios. El yerno de don Juan Carlos fue también padrino de bautizo de Borja en la ceremonia religiosa que se celebró en Nueva York, en la iglesia de San Patricio, en 1983. En aquellas fechas, el niño de tres años aún llevaba los apellidos de su madre al no haber formalizado el barón la adopción.
Aseguraban los que conocían el entramado en aquellos años que la infanta Pilar y su marido habían tenido mucho que ver. Dos meses después de la boda, los Thyssen organizaban una gran fiesta en su mansión inglesa, el castillo de Daylesford, en el condado de Gloucester. El matrimonio formó parte de la lista de ilustres invitados. Y tiempo después, cuando falleció Luis Gómez-Acebo, los Thyssen brindaron a la viuda ayuda de todo tipo. Desde la afectiva hasta la económica.

Carmen y Borja Thyssen. (Cordon Press)


Carmen y Borja Thyssen. (Cordon Press)

Por eso llamó la atención que Carmen Cervera no acudiera al domicilio familiar de Puerta de Hierro, donde los hijos montaron la capilla ardiente. No asistió al responso, ni tampoco al cementerio de San Isidro, donde fue enterrada la infanta Pilar junto a su marido en el panteón de la familia Gómez-Acebo. Esa ausencia resultó extraña dada la relación tan directa con la fallecida y también con sus hijos, sobre todo con Simoneta y con Juan, el hijo artista. Había pocas excusas porque la baronesa se encontraba en Andorra y en cualquier momento podía haber viajado a la capital
 
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