Fallece la histórica sindicalista Josefina Samper a los 90 años, esposa de Marcelino Camacho

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Samper impulsó en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres

Fue la esposa del dirigente de Comisiones Obreras Marcelino Camacho

eldiario.es - Europa Press
13/02/2018 - 10:09h
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La sindicalista Josefina Samper en una imagen de archivo. CC.OO.
La histórica sindicalista de Comisiones Obreras y militante del Partido Comunista, Josefina Samper Rojas, ha fallecido esta noche en Madrid a los 90 años de edad, según ha informado el sindicato en su cuenta de Twitter.

"Esta noche ha fallecido Josefina Samper, compañera de vida y lucha de Marcelino Camacho, que la tierra te sea leve. DEP", ha escrito el sindicato.

Josefina Samper, junto a otras mujeres comunistas, impulsó en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres, cuyo objetivo fue el de ayudar a mejorar las condiciones de los presos políticos. Como militante del PCE, Samper participó en la distribución de la clandestina 'España Popular'.

Nacida en el municipio almeriense de Fondón en 1927, Samper comenzó a militar en las Juventudes Socialistas a los 12 años y dos años más tarde se afilió al Partido Comunista de España gracias a un hermano de Santiago Carrillo, al que conoció durante su infancia en Orán (Argelia).

Un día de 1944 el Partido Comunista pidió a Josefina que preparara un aperitivo para tres presos que se habían escapado de un campo de concentración. Uno de ellos era Marcelino Camacho.

Samper se casó con el primer fundador y primer secretario general de Comisiones Obreras en 1948, y permaneció a su lado hasta el fallecimiento de Marcelino en octubre de 2010. Tuvieron dos hijos, Yenia y Marcel.
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Diferentes líderes políticos han presentado a través de redes sociales sus condolencias a los familiares y amigos de Samper.

"Nos ha dejado Josefina Samper. Mujer que entregó manos, cuerpo e infinito amor a la vida para defender la justicia, la libertad, la democracia, nuestros derechos. 'Ellos nos querían dar fuerte y nosotros teníamos que ser mejores que ellos' Hasta siempre, compañera. Con tu ejemplo", ha escrito en Twitter la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero.

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El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha asegurado que Josefina Samper y Marcelino Camacho "simbolizan lo mejor del compromiso político en España".

¡Gran mujer, luchadora y comprometida hasta el final! La recuerdo orgullosísima de su marido, dispuesta siempre a hablar de él a quien quisiera escuchar. Vivieron como pensaban sin complejo alguno, dignos, íntegros, firmes y valientes. Descanse en paz.
 
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Samper impulsó en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres

Fue la esposa del dirigente de Comisiones Obreras Marcelino Camacho

eldiario.es - Europa Press
13/02/2018 - 10:09h
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La sindicalista Josefina Samper en una imagen de archivo.

¡Gran mujer, luchadora y comprometida hasta el final! La recuerdo orgullosísima de su marido, dispuesta siempre a hablar de él a quien quisiera escuchar. Vivieron como pensaban sin complejo alguno, dignos, íntegros, firmes y valientes. Descanse en paz.
Los dos, Marcelino y ella, lo más honrado de la política española. Siempre serán el referente del trabajo bien hecho y de la ética y la moral, ejemplo de lucha que muchos jóvenes deberían conocer.
Un recuerdo y un abrazo eterno.
 
Mujeres como ella,muy pocas.Es eso que se llama de raza,de entereza,convicciones profundas,fiel a sus principios y una buena compañera y esposa de Marcelino.Es interesante comprobar como eran de fuertes las mujeres de antes,creo que a nosotras nos ha engullido el consumismo,nos resta fuerzas para luchar contra las injusticias,no todas naturalmente pero si la mayoría.La muerte de esta gran gente es como cerrar la página de una etapa donde la mujer luchaba al lado del hombre,por un mundo mejor.Ha vivido dentro de su propia honestidad, eso quedará en el recuerdo y en la historia.
 
Mujeres como ella,muy pocas.Es eso que se llama de raza,de entereza,convicciones profundas,fiel a sus principios y una buena compañera y esposa de Marcelino.Es interesante comprobar como eran de fuertes las mujeres de antes,creo que a nosotras nos ha engullido el consumismo,nos resta fuerzas para luchar contra las injusticias,no todas naturalmente pero si la mayoría.La muerte de esta gran gente es como cerrar la página de una etapa donde la mujer luchaba al lado del hombre,por un mundo mejor.Ha vivido dentro de su propia honestidad, eso quedará en el recuerdo y en la historia.

Una página de la historia que creo no debemos olvidar y considero fundamental y necesaria para las jóvenes generaciones. Son un referente y un orgullo para el ser humano.
 
Una página de la historia que creo no debemos olvidar y considero fundamental y necesaria para las jóvenes generaciones. Son un referente y un orgullo para el ser humano.
Dicen que ahora hay más conocimientos y cultura,pero la conciencia social, está por los suelos pisoteada.Admiro a esas mujeres que con esa entrega,ese espíritu de sacrificio,esa nobleza para combatir las injusticias.No soy de las que se quedan en casa mirando,pero que más quisiera yo tener ese coraje combativo,hay que tener más fuerza y coraje para luchar como las anteriores, por un mundo mejor.Estoy segura que esta mujer ha tenido momentos de felicidad, dentro de los malos tiempos que ha vivido,no hay otra mayor, que tener la conciencia tranquila por que haces lo que debes.Sin importar el coste.Algo que hoy día se duda mucho, antes de dar el primer paso.
 
Dicen que ahora hay más conocimientos y cultura,pero la conciencia social, está por los suelos pisoteada.Admiro a esas mujeres que con esa entrega,ese espíritu de sacrificio,esa nobleza para combatir las injusticias.No soy de las que se quedan en casa mirando,pero que más quisiera yo tener ese coraje combativo,hay que tener más fuerza y coraje para luchar como las anteriores, por un mundo mejor.Estoy segura que esta mujer ha tenido momentos de felicidad, dentro de los malos tiempos que ha vivido,no hay otra mayor, que tener la conciencia tranquila por que haces lo que debes.Sin importar el coste.Algo que hoy día se duda mucho, antes de dar el primer paso.

Yo diría que ahora tenemos más acceso a la cultura, lo cual no implica necesariamente que seamos más cultos. Respeto al espíritu de lucha, entrega y compromiso... está en uno desarrollarlos, siempre y cuando se tengan la capacidad, la voluntad y la conciencia necesarias para abstraerse de los "valores" con que te bombardea el sistema: consumir y producir.
 
Una mujer luchando con su compañero hasta el final, ya tenían una edad cuando íbamos a las marchas a Torrejón contra las bases de la otan, cansados, pero jaleados todo el camino por los que éramos jóvenes entonces. La última vez que la vi fue en el teatro la latina en un mitin de iu, con el teatro en pié agradeciendo su asistencia, muy emotivo.
 
Una mujer luchando con su compañero hasta el final, ya tenían una edad cuando íbamos a las marchas a Torrejón contra las bases de la otan, cansados, pero jaleados todo el camino por los que éramos jóvenes entonces. La última vez que la vi fue en el teatro la latina en un mitin de iu, con el teatro en pié agradeciendo su asistencia, muy emotivo.

Yo les vi muchas veces, durante años... y les recuerdo también muy viejecitos yendo a manifestaciones y a cualquier acto reivindicativo que hubiese. Un día, de noche ya, nevando y con un frío canalla me acerqué a Marcelino y le dije: "abríguese bien, que está muy acatarrado", y me contestó: "no importa, hay que estar en la manifestación, con los jóvenes".

Me encantó.
 
‘IN MEMORIAM’
Recuerdos a la puerta de la cárcel
Josefina Samper y Marcelino Camacho plantaron cara al fascismo en España. No hubo Transición amable para los que lucharon

Marcel Camacho Samper
13 FEB 2018 - 20:48 CET
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Josefina Samper abraza a Marcelino Camacho poco antes de hablara en el VI Congreso de CC OO en 1996 Manuel Escalera
Para todos es Josefina, para nosotros mami. Nació llevando la comida a la mina a su padre barrenero. Emigrada a Orán, anunciaba a los emigrantes sin papeles con otros niños, tambores de hojalata, la llegada de los gendarmes. Con una barca, llevó a los republicanos del Stanbrook comida después de un mes de asedio.

Vivió y conoció a Marcelino, bailaron sus tangos y a cada paso se hicieron uno, una pareja de compromiso por la humanidad, por la clase obrera, eso que todos son y ya no lo saben.

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A España volvieron con sus dos hijos, a luchar por la libertad bajo esa dictadura que muchos quieren camuflar. Allí, por los derechos de la mujer contra la carestía de la vida, encerrada en iglesias, peleo mientras esa mayoría silenciosa vivía como si nada pasase.

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Pero si la recuerdo por algo, es tantos años, diez, a las puertas de las cárceles. En esa pelea con funcionarios y policías por el espacio de la mujer de preso político. Muchas pueden ser las víctimas, pero ella fue una víctima del franquismo, de esos franquistas que hoy demandan contra que Marcelino Camacho tenga su calle en lugar de un asesino como Agustín Muñoz-Grandes.

Y la recuerdo cuando, echando todo el coraje de la mujer madre, peleó contra asesinos escapados a la justicia de la humanidad como Billy el Niño, o Delso, o Yagüe cuando la amenazaban de muerte, un 20 de diciembre del 73 que mataron a Carrero y juzgaban en el [proceso] 1.001 a Marcelino. No fue la primera vez ni la última amenaza.

La recuerdo camino de la cárcel de Carabanchel, de la DGS [Dirección General de Seguridad] a preguntar por su hijo también detenido.

Qué pensarán esas nuevas generaciones que es esa gran lucha. No es un relato literario. No, era un día a día levantándose a las cuatro de la mañana a preparar comida para llevar a veinte o treinta presos políticos.

Además, ir a las puertas de obispos y señores de clase a pedir la libertad de los presos.

Josefina y Marcelino plantaron cara al fascismo en España. Eso les debe todos los pueblos de España. No es verdad, no hubo Transición amable para los que lucharon.

Pagaron un alto precio y murieron de pie, sin más equipaje que su honradez y bondad.

Hoy seguirá diciendo: si uno se cae, se levanta y sigue. Hay un mundo sin explotadores que nos espera.

Marcel Camacho Samper es hijo de Josefina Samper y Marcelino Camacho

https://elpais.com/economia/2018/02/13/actualidad/1518536872_205338.html
 
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