Expulsados de la Corte: los ex amigos deLetizia

[Manili]

No extraña, en esos círculos vale mucho la discresión y la boca cerrada, vale mucho desde un amigo hasta un empleado que sepa ser ciego, sordo y mudo cuando conviene y eso es siempre en su caso. De hecho los empleados firman contratos de confidencialidad y apenas abren la boca aunque sea para contar una nimiedad, adiós. Ejemplo de ello es una peluquera de Kate a la que no llamó nunca más por haber cometido una pequeña indiscresión y piblicitarse como su coiffeur. Además, cualquier cosa que los pueda ensuciar o relacionar con algo poco claro también lo descartan para que vean que ellos son ejemplares, vean a Máxima deslindándose de una diseñadora argentina acusada de tener un taller con trabajo esclavo. Hasta con los amigos y parientes, es un ambiente donde aprenden a no confiar en nadie, en la autobiografía de Màxima hasta contaba que sus amigas o primas lejanas no tenían permitido alimentar a las niñas y días antes de su visita les registraron toda la casa. Es así y tienen miedo de que los puedan traicionar o que se filtre información sobre su intimidad. Lo peor debe ser que salgan parientes, ex novios o ex amigos a hablar, por eso de los ex novios de Mary o Máxima o de sus compañeros o amigos casi un mutis por el foro todos o el dolor de cabeza de la hermana de Megan hablando sobre ella. La regla la entendió bien Carol Midfleton: tragar sapos y culebras y no abrir la boca jamás pase lo que pase con la prensa.

Está claro que cuando estás tan expuesto quieres preservar tu intimidad todo lo que puedas, es normal, pero mucho más cuando tienes cadáveres en el armario, y Letizia lo tiene abarrotado, dudo mucho que las otras consortes (excepto Mette-Marit, pero ella misma ventiló el armario) tengan tantos secretos que haya que guardar. Por otra parte, si fuera más comunicativa, si no escondiese a sus hijas, si hubiera "transparencia" no habría tanto interés por airear sus cosas.