Expdte. académico de Ada Colau: 11 notables, 16 sobresalientes y 6 matrículas de honor (Filosofía)

Siento no estar de cuerdo con todo lo que has expresado.Es muy difícil adoctrinarme jejejeje.Desde pequeña he sido prudente y reflexiva,y no obstante no me ha impedido,luchar por aquello que considero más justo.Lo de comunismo,y toda la retahila me parece atomizado jajajajaja.Lo de despertar te lo puedes aplicar perfectamente.Todo lo que se está oyendo en esta especie de batalla campal suena a falsedad.Todo lo analizo y siempre tengo un plan B.No me gusta molestar a nadie,pero tampoco que me molesten inútilmente.Soy una persona normal y corriente que no necesito despertar por que estoy despierta desde que tengo uso de razón,y aunque no sea mi caso actualmente me importa la desigualdad que veo cada día más.Empobrecer a la gente crea resentimientos, mientras haya injusticias,no habrá paz en la tierra.Las libertadas al loro,nos la están quitando los que tenemos ahora podridos de corrupción que nos recortan hasta nuestra opinión contraria a lo que ellos quieren.Ese es el problema que nos roban y no quieren que tengamos la libertad de protestar.Quien está quitando las viviendas es el partido podrido,quien está privatizando la sanidad es ese mismo partido,el que sube la luz el gas,el agua es el mismo.Donde hasta donde puede llegar un partido que se lleva y permite llevarse el dinero fuera y "castiga"a los ciudadanos a pagar por ello,dejándonos sin blanca???Creo que son otros los que tienen que despertar,por que está todo muy claro.Ah y los jóvenes bien despiertos están,tienen que irse de su país para buscarse la vida en otro lugar,no están soñando, es una realidad bastante triste.Ya van dos millones de ellos los que tienen que abandonar país,dejan su tierra,su familia,su entorno,por que no es que se quieran ir,es que los están echando.El hambre es muy mala.

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No sé y si alguien está haciendo ya un manual para las huestes de Potemos, así a modo mantra.

El escrache potemita es bueno, el escarcha no potemita, malo.
El clasismo potemita es bueno, el clasismo no potemita, malo.
La mentira potemita es buena, la mentira no potemita, mala.

Ojo: no tatuar que luego si uno evoluciona cuesta un huevo borrar el tatoo.
 

Coral Bravo


Me aburren la opulencia y la ostentación. Me cansa la afectación. Me hastía la petulancia. Me agotan el artificio, la jactancia, el formalismo fingido, el esnobismo, el narcisismo, el clasismo, los aspavientos y la presunción. Nadie sabe menos que quien cree saberlo todo. Nadie es superior a nadie; y, si acaso, nadie es más “inferior” que quien se cree “superior”. No hay mayor grandeza que la sencillez. Ni encuentro, como decía Beethoven, ningún otro signo de superioridad que no sea la bondad del corazón.

Crecí escuchando a mi madre frases, sentencias, ideas y expresiones que provenían de Doña Soledad, su abuela materna. Era una de esas mujeres sabias y maravillosas que, allá por finales del XIX y principios del XX, sustituían por sabiduría popular y dignidad femenina (recibió a escondidas, porque era pecado mortal, clases de gramática, aritmética y filosofía) las carencias vitales y académicas, que no intelectuales ni morales, a las que se veían sometidas las mujeres de su época. Y recuerdo muy bien una frase que, a fuerza de oír repetidamente a mi madre, se coló en mi subconsciente, me hizo pensar y asimilé muy bien en mis esquemas profundos: “La verdadera elegancia está en el alma. La verdadera dignidad proviene del corazón”. Otras de esas frases que a veces aparecían en esas preciosas conversaciones de una niña con su madre eran “como decía mi abuela, dime de qué presumes y diré de lo que careces”; o “hay pobres de muchas maneras”, o “la mayor de las pobrezas es la pobreza de espíritu y la mayor de las miserias es la mediocridad”.

Quizás porque, como digo, crecí escuchando esas ideas maravillosas que, traspasando las barreras de lo aparente y convencional, tratan de ahondar en la esencia de lo mejor y lo peor de la condición humana, siempre me ha asqueado la afectación, y siempre he valorado en los seres humanos, más que nada, la sencillez, la bondad, la autenticidad y la nobleza de corazón. Ningún título, ninguna fortuna, ninguna apariencia me atraen ni me impresionan lo más mínimo. Me conmueven, al contrario, la naturalidad, la sencillez, la bondad, y la magia maravillosa de todo lo que es auténtico. Me identifico con Charles Bukowsky y su idea de que “no me interesa nada que no tenga alma”.

Y cualquier cosa, menos alma, tienen las palabras de Félix de Azúa, ese filósofo y académico de la Real Academia de la Lengua que vino recientemente a insultar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con una frase que denota, además de clasismo, misoginia y machismo, una alta dosis de ignorancia y de mediocridad. “Ada Colau debería de estar sirviendo en un puesto de pescado”, dijo el filósofo que parece no saber distinguir, en absoluto, lo importante de lo accesorio, lo profundo de lo aparente, lo anecdótico de lo esencial, mostrando su “ingente erudición” y su espíritu “progresista, democrático e igualitario”. Por la otra punta, claro. Nada de extrañar en un personaje de Ciudadanos, ese partido político que se vende como “demócrata” y actúa como un satélite de la derecha más radical.

Estamos, en este país, habituados a lobos feroces disfrazados de corderos. La sociedad española no parece tener herramientas de defensa intelectual. Ya lo sabemos. Los españoles somos muy diestros en dejarnos manipular. Sin embargo, en este caso concreto la evidencia es escandalosa. Hablamos de un académico de la Real Academia de la Lengua; alguien quien, en teoría, debería ostentar una integridad ética y una prestancia intelectual dignas de la institución que representa, y de las que carece absolutamente. Ya quisiera tener la integridad de muchas pescaderas de los mercados de este país. En cuanto a Ada Colau, es una mujer que ha luchado y que lucha por unos derechos que le conciernen no sólo a ella, sino también a muchos ciudadanos indefensos ante la soberbia de algunos como el académico. ¡Ya quisieran muchos parecerse a ella!

Realmente me avergüenzo, como filóloga, de que un individuo de tal categoría moral ocupe un sillón de la RAE, y me avergüenzo, como ser humano, de que algunos de mis congéneres muestren un elitismo tan banal y tan absurdo que no hace más que ensuciar los postulados de humanismo, fraternidad y solidaridad que son los que impulsan y han impulsado siempre el progreso de la humanidad. Aunque, como bien dijo el maravilloso Ernesto Sábato, para ser humilde se necesita mucha grandeza.

Coral Bravo es Doctora en Filología


Suscribo al cien por cien las palabras de Coral.
 

Coral Bravo


Me aburren la opulencia y la ostentación. Me cansa la afectación. Me hastía la petulancia. Me agotan el artificio, la jactancia, el formalismo fingido, el esnobismo, el narcisismo, el clasismo, los aspavientos y la presunción. Nadie sabe menos que quien cree saberlo todo. Nadie es superior a nadie; y, si acaso, nadie es más “inferior” que quien se cree “superior”. No hay mayor grandeza que la sencillez. Ni encuentro, como decía Beethoven, ningún otro signo de superioridad que no sea la bondad del corazón.

Crecí escuchando a mi madre frases, sentencias, ideas y expresiones que provenían de Doña Soledad, su abuela materna. Era una de esas mujeres sabias y maravillosas que, allá por finales del XIX y principios del XX, sustituían por sabiduría popular y dignidad femenina (recibió a escondidas, porque era pecado mortal, clases de gramática, aritmética y filosofía) las carencias vitales y académicas, que no intelectuales ni morales, a las que se veían sometidas las mujeres de su época. Y recuerdo muy bien una frase que, a fuerza de oír repetidamente a mi madre, se coló en mi subconsciente, me hizo pensar y asimilé muy bien en mis esquemas profundos: “La verdadera elegancia está en el alma. La verdadera dignidad proviene del corazón”. Otras de esas frases que a veces aparecían en esas preciosas conversaciones de una niña con su madre eran “como decía mi abuela, dime de qué presumes y diré de lo que careces”; o “hay pobres de muchas maneras”, o “la mayor de las pobrezas es la pobreza de espíritu y la mayor de las miserias es la mediocridad”.

Quizás porque, como digo, crecí escuchando esas ideas maravillosas que, traspasando las barreras de lo aparente y convencional, tratan de ahondar en la esencia de lo mejor y lo peor de la condición humana, siempre me ha asqueado la afectación, y siempre he valorado en los seres humanos, más que nada, la sencillez, la bondad, la autenticidad y la nobleza de corazón. Ningún título, ninguna fortuna, ninguna apariencia me atraen ni me impresionan lo más mínimo. Me conmueven, al contrario, la naturalidad, la sencillez, la bondad, y la magia maravillosa de todo lo que es auténtico. Me identifico con Charles Bukowsky y su idea de que “no me interesa nada que no tenga alma”.

Y cualquier cosa, menos alma, tienen las palabras de Félix de Azúa, ese filósofo y académico de la Real Academia de la Lengua que vino recientemente a insultar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con una frase que denota, además de clasismo, misoginia y machismo, una alta dosis de ignorancia y de mediocridad. “Ada Colau debería de estar sirviendo en un puesto de pescado”, dijo el filósofo que parece no saber distinguir, en absoluto, lo importante de lo accesorio, lo profundo de lo aparente, lo anecdótico de lo esencial, mostrando su “ingente erudición” y su espíritu “progresista, democrático e igualitario”. Por la otra punta, claro. Nada de extrañar en un personaje de Ciudadanos, ese partido político que se vende como “demócrata” y actúa como un satélite de la derecha más radical.

Estamos, en este país, habituados a lobos feroces disfrazados de corderos. La sociedad española no parece tener herramientas de defensa intelectual. Ya lo sabemos. Los españoles somos muy diestros en dejarnos manipular. Sin embargo, en este caso concreto la evidencia es escandalosa. Hablamos de un académico de la Real Academia de la Lengua; alguien quien, en teoría, debería ostentar una integridad ética y una prestancia intelectual dignas de la institución que representa, y de las que carece absolutamente. Ya quisiera tener la integridad de muchas pescaderas de los mercados de este país. En cuanto a Ada Colau, es una mujer que ha luchado y que lucha por unos derechos que le conciernen no sólo a ella, sino también a muchos ciudadanos indefensos ante la soberbia de algunos como el académico. ¡Ya quisieran muchos parecerse a ella!

Realmente me avergüenzo, como filóloga, de que un individuo de tal categoría moral ocupe un sillón de la RAE, y me avergüenzo, como ser humano, de que algunos de mis congéneres muestren un elitismo tan banal y tan absurdo que no hace más que ensuciar los postulados de humanismo, fraternidad y solidaridad que son los que impulsan y han impulsado siempre el progreso de la humanidad. Aunque, como bien dijo el maravilloso Ernesto Sábato, para ser humilde se necesita mucha grandeza.

Coral Bravo es Doctora en Filología


Suscribo al cien por cien las palabras de Coral.

La pava que escribió esta loa a la ultrademagogia considera seres inferiores a todos aquellos que no comulgan con los postulados de la ultraizkierdona antisistema, de eso no me cabe la menor duda. De ahí al gulag hay un paso. Es la típica jamba que considera al Che, a un asesino en masa, como un icono de la paz. Pero claro, es que el Che sólo mataba a quien se lo merecía, y por lo tanto ello hace compatible el que haya asesinado a miles de personas y el que sea al mismo tiempo un icono del ultrapacifismo. Esta jamba es la típica jamba a la que se le llena la boca de indignación al hablar de los quebrantos a los derechos de la mujer y a la que sin embargo jamás se le eschuchará indignarse ante los miles de crímenes cometidos a diario por el islam en contra de la mujer. A esta jamba le importa una mierda que Irán financie a La Tuerka. Por otra parte, ya he colgado varias veces en este hilo la carta al director de "El Mundo" en la cual Azúa pone los puntos sobre las íes. ¿Es necesario que vuelva a colgar el susodicho poust para ver si la peña termina de coscarse de una vez de la realidad última del pifostio que le ha montado al pobre Azúa la casposa ultraizkierdona de toda la vida ?
 

Coral Bravo


Me aburren la opulencia y la ostentación. Me cansa la afectación. Me hastía la petulancia. Me agotan el artificio, la jactancia, el formalismo fingido, el esnobismo, el narcisismo, el clasismo, los aspavientos y la presunción. Nadie sabe menos que quien cree saberlo todo. Nadie es superior a nadie; y, si acaso, nadie es más “inferior” que quien se cree “superior”. No hay mayor grandeza que la sencillez. Ni encuentro, como decía Beethoven, ningún otro signo de superioridad que no sea la bondad del corazón.

Crecí escuchando a mi madre frases, sentencias, ideas y expresiones que provenían de Doña Soledad, su abuela materna. Era una de esas mujeres sabias y maravillosas que, allá por finales del XIX y principios del XX, sustituían por sabiduría popular y dignidad femenina (recibió a escondidas, porque era pecado mortal, clases de gramática, aritmética y filosofía) las carencias vitales y académicas, que no intelectuales ni morales, a las que se veían sometidas las mujeres de su época. Y recuerdo muy bien una frase que, a fuerza de oír repetidamente a mi madre, se coló en mi subconsciente, me hizo pensar y asimilé muy bien en mis esquemas profundos: “La verdadera elegancia está en el alma. La verdadera dignidad proviene del corazón”. Otras de esas frases que a veces aparecían en esas preciosas conversaciones de una niña con su madre eran “como decía mi abuela, dime de qué presumes y diré de lo que careces”; o “hay pobres de muchas maneras”, o “la mayor de las pobrezas es la pobreza de espíritu y la mayor de las miserias es la mediocridad”.

Quizás porque, como digo, crecí escuchando esas ideas maravillosas que, traspasando las barreras de lo aparente y convencional, tratan de ahondar en la esencia de lo mejor y lo peor de la condición humana, siempre me ha asqueado la afectación, y siempre he valorado en los seres humanos, más que nada, la sencillez, la bondad, la autenticidad y la nobleza de corazón. Ningún título, ninguna fortuna, ninguna apariencia me atraen ni me impresionan lo más mínimo. Me conmueven, al contrario, la naturalidad, la sencillez, la bondad, y la magia maravillosa de todo lo que es auténtico. Me identifico con Charles Bukowsky y su idea de que “no me interesa nada que no tenga alma”.

Y cualquier cosa, menos alma, tienen las palabras de Félix de Azúa, ese filósofo y académico de la Real Academia de la Lengua que vino recientemente a insultar a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con una frase que denota, además de clasismo, misoginia y machismo, una alta dosis de ignorancia y de mediocridad. “Ada Colau debería de estar sirviendo en un puesto de pescado”, dijo el filósofo que parece no saber distinguir, en absoluto, lo importante de lo accesorio, lo profundo de lo aparente, lo anecdótico de lo esencial, mostrando su “ingente erudición” y su espíritu “progresista, democrático e igualitario”. Por la otra punta, claro. Nada de extrañar en un personaje de Ciudadanos, ese partido político que se vende como “demócrata” y actúa como un satélite de la derecha más radical.

Estamos, en este país, habituados a lobos feroces disfrazados de corderos. La sociedad española no parece tener herramientas de defensa intelectual. Ya lo sabemos. Los españoles somos muy diestros en dejarnos manipular. Sin embargo, en este caso concreto la evidencia es escandalosa. Hablamos de un académico de la Real Academia de la Lengua; alguien quien, en teoría, debería ostentar una integridad ética y una prestancia intelectual dignas de la institución que representa, y de las que carece absolutamente. Ya quisiera tener la integridad de muchas pescaderas de los mercados de este país. En cuanto a Ada Colau, es una mujer que ha luchado y que lucha por unos derechos que le conciernen no sólo a ella, sino también a muchos ciudadanos indefensos ante la soberbia de algunos como el académico. ¡Ya quisieran muchos parecerse a ella!

Realmente me avergüenzo, como filóloga, de que un individuo de tal categoría moral ocupe un sillón de la RAE, y me avergüenzo, como ser humano, de que algunos de mis congéneres muestren un elitismo tan banal y tan absurdo que no hace más que ensuciar los postulados de humanismo, fraternidad y solidaridad que son los que impulsan y han impulsado siempre el progreso de la humanidad. Aunque, como bien dijo el maravilloso Ernesto Sábato, para ser humilde se necesita mucha grandeza.

Coral Bravo es Doctora en Filología


Suscribo al cien por cien las palabras de Coral.

Menuda sarta de memeces cursis. ¿A quien le importa lo que opinara la abuela de la tal Coral? ¿O de qué se avergüence la tal como filóloga? Y qué cuqui firmar como doctora en Filología. ¿Por qué Universidad se doctoró, para que podamos verificar el dato?

Lo de ser doctor impresiona mucho a los ignorantes de izquierda, mientras que el doctor no sea de derechas. Si lo es, suele calificársele, como ha hecho algún ceporro en este foro, como "filósofo de taberna".

A los doctores de verdad suele impresionarles poco que un pavo o pava tire de título
 


Fregonas contra el concejal del PP que quiso enviar a Colau a fregar suelos


Un grupo de ciudadanos de Palafolls (Barcelona) comparecen al pleno municipal sosteniendo mochos para pedir al concejal del PP, Oscar Bermán que dimita

Bermán dijo que Ada Colau debería estar “limpiando suelos y no de alcaldesa”

Caralp Mariné

09/04/2016 - 10:37h

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Fregonas-concejal-PP-Ada-Colau_EDIIMA20160409_0056_4.jpg

Fregonas contra el concejal del PP que insultó a Ada Colau


Un grupo de ciudadanos de Palafolls (Barcelona) comparecieron este viernes por la tarde al pleno municipal para pedir la dimisión del concejal del PP, Oscar Bermán, quien dijo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, debería estar “limpiando suelos y no de alcaldesa”.

Los manifestantes han llegado sosteniendo mochos en las manos para expresarle al concejal que no ponga en duda la capacidad de una mujer por el hecho de ser mujer.


“Entendemos que a cualquier persona que trabaja en el ámbito institucional se le pueda, y se debe cuestionar el trabajo, la gestión, pero nunca permitiremos que se cuestione su capacidad por el hecho de ser mujer”, han expresado.

“No podemos permitir que se suban al carro de los insultos y descalificaciones hacia una mujer porque la vean como una amenaza. Las mujeres podemos dedicarnos a la limpieza, a vender pescado, a gestionar un ayuntamiento, un país o a dividir átomos”, han manifestado.

Con todo esperan que Bermán rectifique, pida disculpas y finalmente dimita porque “detrás de su ataque contra Ada Colau, se esconde un ataque contra todas las mujeres”.

Los insultos de Bermán a la alcaldesa de Barcelona llegaron en marzo después de que Colau dijo en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona que rechazaba la presencia de los militares en el Saló de l’Ensenyament. En declaraciones al portal Alerta Digital, Bermán pidió también a su partido que “se plante como yo y diga que hasta aquí hemos llegado”, ya que para él “una parte del pueblo español está siendo dominada por la peor gentuza que se podría imaginar hace unos años. Ada Colau es el mejor ejemplo”.

Poco después el PP de Barcelona se desvinculó de los insultos de Bermán y el presidente del PP de esta provincia, Alberto Villagrasa, pidió al comité de derechos y garantías que se le abriera un expediente por los insultos. También pidieron a su concejal de Palafolls que ratificara pero según un comunicado del PP este se negó.
 
Me creo que tenga el bachillerato. ..
Algún tipo de estudios medios tendrá. ..no me la imagino inculta..
Las matriculas de la carrera no me lo creo..
Una vale pero 6 no me lo creo...
 
Boadella los tiene bien puestos y eso jode.

El día que Boadella ponga en escena una obra crítica con la corrupción del PP, si quieres retomamos este tema. Estaría bien que incluyese alguna escena sobre su madrina Esperanza Aguirre, como personaje daría bastante juego. De momento, es un señor que se dedica a comer de la mano de los herederos de quienes le metieron en la cárcel en el 77. Para mí, sin ser psicóloga ni psiquiatra, un claro caso de síndrome de Estocolmo. Y una lástima, porque Els Joglars siempre fueron muy cañeros. Pero claro, no puedes criticar y denunciar al poder y esperar que te siga subvencionando. Estaría completamente de acuerdo con tu afirmación si Boadella se hubiese quedado en Cataluña, pero no ha sido el caso.
 


Fregonas contra el concejal del PP que quiso enviar a Colau a fregar suelos


Un grupo de ciudadanos de Palafolls (Barcelona) comparecen al pleno municipal sosteniendo mochos para pedir al concejal del PP, Oscar Bermán que dimita

Bermán dijo que Ada Colau debería estar “limpiando suelos y no de alcaldesa”

Caralp Mariné

09/04/2016 - 10:37h

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Fregonas contra el concejal del PP que insultó a Ada Colau


Un grupo de ciudadanos de Palafolls (Barcelona) comparecieron este viernes por la tarde al pleno municipal para pedir la dimisión del concejal del PP, Oscar Bermán, quien dijo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, debería estar “limpiando suelos y no de alcaldesa”.

Los manifestantes han llegado sosteniendo mochos en las manos para expresarle al concejal que no ponga en duda la capacidad de una mujer por el hecho de ser mujer.


“Entendemos que a cualquier persona que trabaja en el ámbito institucional se le pueda, y se debe cuestionar el trabajo, la gestión, pero nunca permitiremos que se cuestione su capacidad por el hecho de ser mujer”, han expresado.

“No podemos permitir que se suban al carro de los insultos y descalificaciones hacia una mujer porque la vean como una amenaza. Las mujeres podemos dedicarnos a la limpieza, a vender pescado, a gestionar un ayuntamiento, un país o a dividir átomos”, han manifestado.

Con todo esperan que Bermán rectifique, pida disculpas y finalmente dimita porque “detrás de su ataque contra Ada Colau, se esconde un ataque contra todas las mujeres”.

Los insultos de Bermán a la alcaldesa de Barcelona llegaron en marzo después de que Colau dijo en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona que rechazaba la presencia de los militares en el Saló de l’Ensenyament. En declaraciones al portal Alerta Digital, Bermán pidió también a su partido que “se plante como yo y diga que hasta aquí hemos llegado”, ya que para él “una parte del pueblo español está siendo dominada por la peor gentuza que se podría imaginar hace unos años. Ada Colau es el mejor ejemplo”.

Poco después el PP de Barcelona se desvinculó de los insultos de Bermán y el presidente del PP de esta provincia, Alberto Villagrasa, pidió al comité de derechos y garantías que se le abriera un expediente por los insultos. También pidieron a su concejal de Palafolls que ratificara pero según un comunicado del PP este se negó.

Un acto simbólico de protesta por las palabras inaceptables del impresentable Bermán, que por supuesto no se disculpó y recurrió al manido argumento de "se ha descontextualizado todo y se me critica por pensar diferente". Es un tipo realmente detestable, no ya por su ideología, que también (profundamente franquista), sino por sus malas actitudes y sus malos modos.
 
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