D
¿Existe la Buena o la Mala Suerte?
- AutorEuridice
- Fecha de inicio
(Traducción )
En un buen-templado hogar
Una casa es como una sartén de hierro fundido.
Con el fin de alcanzar su pleno potencial,
tiene que ser aderezada.
Así como una sartén muy usada
tiene trazas de todas las comidas
cocinadas en su interior ..
...también una casa retiene una memoria sensitiva de
cada momento vivido dentro de sus paredes.
Proveyendo a tu casa con
un obsequio de remembranzas...
aderezas su alma...
y la tuya también.
Cuenta la leyenda que había una vez un granjero chino que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. La gente, al verlo montado sobre él, le decía:
-¡Qué buena suerte tienes por tener un caballo y qué mala suerte tenemos nosotros por no tenerlo!
Un día el caballo escapó del corral hasta la llanura. Cuando los vecinos se acercaron para condolerse por su mala suerte y lamentar su desgracia, el granjero replicó:
-¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Los vecinos se alejaron sin entender lo que quiso decir.
Pasada una semana, el caballo regresó hambriento de las llanuras trayendo consigo cuatro caballos salvajes que se metieron al corral del granjero. Claro está que los vecinos fueron a felicitarlo.
-Nos equivocamos la vez pasada. En realidad qué buena suerte que se haya ido y mejor suerte que haya regresado el caballo acompañado por cuatro más.
El granjero respondió de nuevo:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Pero los vecinos seguían sin entender. En el transcurso de esa semana, el hijo del granjero intentó domesticar a uno de los caballos salvajes, éste lo aventó al aire y al caer se rompió ambas piernas. Claro está que todo el pueblo consideró el hecho como una desgracia. Sin embargo, el granjero dijo una vez más:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Unos días más tarde llegó el ejercito a reclutar a todos los jóvenes, porque el país se había declarado en guerra. Al ver al hijo del granjero con las piernas rotas, no lo llamaron.
-Perdónanos –dijeron los vecinos-, bendito el caballo salvaje que le rompió las piernas a tu hijo. Felicitaciones por la buena suerte de las dos piernas rotas.
El granjero expresó lo mismo:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Yo no sé, sólo puedo decir que tuve un caballo, lo perdí; regresó con cuatro más y tuve cinco; mi hijo se rompió las piernas y no pudo ir a la guerra por esa razón, pero no sé si es buena o mala suerte, sólo sé que así sucedió en mi vida.
Los vecinos se quedaron igual, sin entender absolutamente nada.
-La vida es movimiento –dijo la voz- y hay que amarla tal como es. Las decisiones, los fracasos, los éxitos, los amigos o los temidos enemigos, no son ni buena, ni mala suerte. Lo único sensato es la respuesta personal a lo que acontece, a lo que llega y a lo que se va, es lo que importa, más que las circunstancias. Lo importante en el camino de cada quien es recorrerlo.
¡Que el mundo agradezca tu presencia! La buena y la mala suerte son ideas de la mente –concluyó la voz.
-¡Qué buena suerte tienes por tener un caballo y qué mala suerte tenemos nosotros por no tenerlo!
Un día el caballo escapó del corral hasta la llanura. Cuando los vecinos se acercaron para condolerse por su mala suerte y lamentar su desgracia, el granjero replicó:
-¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Los vecinos se alejaron sin entender lo que quiso decir.
Pasada una semana, el caballo regresó hambriento de las llanuras trayendo consigo cuatro caballos salvajes que se metieron al corral del granjero. Claro está que los vecinos fueron a felicitarlo.
-Nos equivocamos la vez pasada. En realidad qué buena suerte que se haya ido y mejor suerte que haya regresado el caballo acompañado por cuatro más.
El granjero respondió de nuevo:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Pero los vecinos seguían sin entender. En el transcurso de esa semana, el hijo del granjero intentó domesticar a uno de los caballos salvajes, éste lo aventó al aire y al caer se rompió ambas piernas. Claro está que todo el pueblo consideró el hecho como una desgracia. Sin embargo, el granjero dijo una vez más:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe? Yo no sé.
Unos días más tarde llegó el ejercito a reclutar a todos los jóvenes, porque el país se había declarado en guerra. Al ver al hijo del granjero con las piernas rotas, no lo llamaron.
-Perdónanos –dijeron los vecinos-, bendito el caballo salvaje que le rompió las piernas a tu hijo. Felicitaciones por la buena suerte de las dos piernas rotas.
El granjero expresó lo mismo:
-¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Yo no sé, sólo puedo decir que tuve un caballo, lo perdí; regresó con cuatro más y tuve cinco; mi hijo se rompió las piernas y no pudo ir a la guerra por esa razón, pero no sé si es buena o mala suerte, sólo sé que así sucedió en mi vida.
Los vecinos se quedaron igual, sin entender absolutamente nada.
-La vida es movimiento –dijo la voz- y hay que amarla tal como es. Las decisiones, los fracasos, los éxitos, los amigos o los temidos enemigos, no son ni buena, ni mala suerte. Lo único sensato es la respuesta personal a lo que acontece, a lo que llega y a lo que se va, es lo que importa, más que las circunstancias. Lo importante en el camino de cada quien es recorrerlo.
¡Que el mundo agradezca tu presencia! La buena y la mala suerte son ideas de la mente –concluyó la voz.
Sii, solo da rabia cuando lo traducen en español diciendo - Un día un espíritu te tomará y te guiará al fin - , lo que dice la canción es -... Te guiará allí ! - Y piensas.. Justo esto no me lo toques !!
Última edición:
L
liceolic
Guest
Pasa que con tanto dinero en las manos hay que saber administrar, mejor invertir y no comprar en gastos o cosas que devaluaran el dinero, ejemplo carros.
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Hola!
Perdonad que entre a éste hilo, pero no sé dónde más buscar. No encuentro ningún hilo sobre esto.
Sabéis si hay alguno relacionado con cómo te puede llegar a afectar el odio de alguien hacia ti?
En teoría y casi desde que el mundo es mundo, la creencia del mal de ojo está a la orden del día. Yo siempre he creído que hay “algo” (llámalo mala suerte, mal de ojo… lo que sea) que no depende de uno mismo, sino que va más allá.
Pero siempre ha sido eso, una creencia a la que no prestaba más atención de lo que merecía. No me afectaba ni positiva ni negativamente.
El caso es que últimamente mi vida va de mal en peor (salud propia, seres queridos que enferman de la nada, problemas laborales que surgen sin ningún tipo de motivo, daños materiales que pasan 1 vez entre 1.000.000 y siempre me tocan a mi… todo de repente).
Y cada cosa mala que ocurre en mi vida sucede justo después de conseguir algún logro. Tengo personas en mi entorno (a las que no puedo evitar) que es evidente que odian todos y cada uno de mis logros, y se alegran de cada mal que me pase.
Es que me siento ridicula escribiendo esto, porque parece que me creo el centro del mundo. Pero es que no estoy hablando de un caso puntual. Es que es constantemente.
Entonces mi pregunta para l@s creyentes de éste tipo de “magia” oscura es: hay alguna forma de evitar que nos afecte ese odio y esos malos pensamientos y deseos de otros?
Muchas gracias por leerme. Y disculpad el mucho texto.
Perdonad que entre a éste hilo, pero no sé dónde más buscar. No encuentro ningún hilo sobre esto.
Sabéis si hay alguno relacionado con cómo te puede llegar a afectar el odio de alguien hacia ti?
En teoría y casi desde que el mundo es mundo, la creencia del mal de ojo está a la orden del día. Yo siempre he creído que hay “algo” (llámalo mala suerte, mal de ojo… lo que sea) que no depende de uno mismo, sino que va más allá.
Pero siempre ha sido eso, una creencia a la que no prestaba más atención de lo que merecía. No me afectaba ni positiva ni negativamente.
El caso es que últimamente mi vida va de mal en peor (salud propia, seres queridos que enferman de la nada, problemas laborales que surgen sin ningún tipo de motivo, daños materiales que pasan 1 vez entre 1.000.000 y siempre me tocan a mi… todo de repente).
Y cada cosa mala que ocurre en mi vida sucede justo después de conseguir algún logro. Tengo personas en mi entorno (a las que no puedo evitar) que es evidente que odian todos y cada uno de mis logros, y se alegran de cada mal que me pase.
Es que me siento ridicula escribiendo esto, porque parece que me creo el centro del mundo. Pero es que no estoy hablando de un caso puntual. Es que es constantemente.
Entonces mi pregunta para l@s creyentes de éste tipo de “magia” oscura es: hay alguna forma de evitar que nos afecte ese odio y esos malos pensamientos y deseos de otros?
Muchas gracias por leerme. Y disculpad el mucho texto.
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Creo en ello, prima. Somos energía.Hola!
Perdonad que entre a éste hilo, pero no sé dónde más buscar. No encuentro ningún hilo sobre esto.
Sabéis si hay alguno relacionado con cómo te puede llegar a afectar el odio de alguien hacia ti?
En teoría y casi desde que el mundo es mundo, la creencia del mal de ojo está a la orden del día. Yo siempre he creído que hay “algo” (llámalo mala suerte, mal de ojo… lo que sea) que no depende de uno mismo, sino que va más allá.
Pero siempre ha sido eso, una creencia a la que no prestaba más atención de lo que merecía. No me afectaba ni positiva ni negativamente.
El caso es que últimamente mi vida va de mal en peor (salud propia, seres queridos que enferman de la nada, problemas laborales que surgen sin ningún tipo de motivo, daños materiales que pasan 1 vez entre 1.000.000 y siempre me tocan a mi… todo de repente).
Y cada cosa mala que ocurre en mi vida sucede justo después de conseguir algún logro. Tengo personas en mi entorno (a las que no puedo evitar) que es evidente que odian todos y cada uno de mis logros, y se alegran de cada mal que me pase.
Es que me siento ridicula escribiendo esto, porque parece que me creo el centro del mundo. Pero es que no estoy hablando de un caso puntual. Es que es constantemente.
Entonces mi pregunta para l@s creyentes de éste tipo de “magia” oscura es: hay alguna forma de evitar que nos afecte ese odio y esos malos pensamientos y deseos de otros?
Muchas gracias por leerme. Y disculpad el mucho texto.
Me hago la misma pregunta y estaba a punto de abrir un hilo demasiado parecido a este, así que no lo hice para no repetir.Hola!
Perdonad que entre a éste hilo, pero no sé dónde más buscar. No encuentro ningún hilo sobre esto.
Sabéis si hay alguno relacionado con cómo te puede llegar a afectar el odio de alguien hacia ti?
En teoría y casi desde que el mundo es mundo, la creencia del mal de ojo está a la orden del día. Yo siempre he creído que hay “algo” (llámalo mala suerte, mal de ojo… lo que sea) que no depende de uno mismo, sino que va más allá.
Pero siempre ha sido eso, una creencia a la que no prestaba más atención de lo que merecía. No me afectaba ni positiva ni negativamente.
El caso es que últimamente mi vida va de mal en peor (salud propia, seres queridos que enferman de la nada, problemas laborales que surgen sin ningún tipo de motivo, daños materiales que pasan 1 vez entre 1.000.000 y siempre me tocan a mi… todo de repente).
Y cada cosa mala que ocurre en mi vida sucede justo después de conseguir algún logro. Tengo personas en mi entorno (a las que no puedo evitar) que es evidente que odian todos y cada uno de mis logros, y se alegran de cada mal que me pase.
Es que me siento ridicula escribiendo esto, porque parece que me creo el centro del mundo. Pero es que no estoy hablando de un caso puntual. Es que es constantemente.
Entonces mi pregunta para l@s creyentes de éste tipo de “magia” oscura es: hay alguna forma de evitar que nos afecte ese odio y esos malos pensamientos y deseos de otros?
Muchas gracias por leerme. Y disculpad el mucho texto.
¿Creéis que la mala suerte existe? ¿Qué hacéis para "combatirla"?