EUTANASIA-Veinte años después de Ramón Sampedro, la eutanasia aún es ilegal

Lo planteaban primero por dolencias físicas e incapacitantes irreversibles. Ahora hablan también de situaciones psíquicas, o sea los demenciados, gente con alzheimer, etc.
Posteriormente lo plantearán a gente con depresión, síndrome de down, por ejemplo. Aunque estén sanos. También como en holanda, gente en situación de soledad y desamparo.
En Belgica le dieron la eutanasia a un transexual, que era antes mujer, por depresión.
El último escalón aunque no lo queramos ver serán los pobres y los vagabundos.y por supuesto los ancianos. Puesto que son una carga para el sístema.
Si nadie quiere ver que ésto será un holocausto por razones eugenésicas es que está ciego.
 
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Esa misma argumentación se podría hacer con el aborto...y a que ninguna embarazada va con miedo al hospital por si se despierta y se encuentran con q la han provocado un abortado?
Bueno, se está confundiendo también con el aborto y creo que son temas distintos.
Yo estoy a favor del aborto por entender que es un derecho de la mujer, a su propia integridad, de su cuerpo y también considerando que el feto, aunque el tema es una desgracia, no es persona aún.
Pero de la eutanasia lo que hablamos es de gente , física, personas que estan aqui y a lo mejor de nuestro entorno, que cuando más nos necesitan, y más enfermos están, ala . les damos el pasaporte. No me parece humanitario. Ni siquiera en animales. Yo, cuando mi perro cayo malo, no fui capaz de llevarlo que lo sacrificaran.
La eutanasia no es un derecho humano, ni es progresista ni moderno. Se practica desde hace siglos. En grecia a los enfermos y ancianos los despeñaban de un monte, o algo asi. En roma, tres cuartos de lo mismo. Parecía que habiamos avanzado y no. Vamos para atrás.
 
Huir de los médicos
La legalización de la eutanasia en Holanda está causando una estampida de enfermos y ancianos hacia otros países de la Unión Europea.

Huir de los médicos E l gobierno de Amsterdam ha desestimado las quejas de los grupos que han denunciado el éxodo de ancianos que huyen de los servicios de salud holandeses.



Holanda ha sido pionera en la legalización del aborto, las drogas y la prostit*ción, y ahora muchos ancianos temen que los "maten" en los hospitales donde se aplica abiertamente la ley de 'terminación de la vida a petición propia y ayuda al su***dio'. El éxodo de ancianos y enfermos comenzó en el segundo semestre de 2002, pero se ha intensificado en los últimos meses. Los viejos desconfían profundamente de sus médicos, del servicio de salud holandés e incluso de sus familiares, y cruzan la frontera solos o en grupos, especialmente hacia Alemania, para ponerse a salvo de la eutanasia. Sin preguntas La cifra es espeluznante. En Holanda fallecen 4.000 personas al año por 'muerte legalmente provocada'. La ley que lo permite entró en vigor en abril de 2002 para despenalizar la eutanasia, una práctica que de todas formas venía cumpliéndose, sin persecución judicial, en los servicios de salud holandeses desde principios de los 90. La ley en cuestión lo único que hizo fue reglamentar una práctica que, vista desde la óptica de los enfermos, puede ser la materialización de la peor pesadilla. La alarma se disparó con un reciente estudio de la Universidad de Göttingen (Alemania), que analizó 7.000 casos de eutanasia en Holanda y encontró que los médicos y familiares parecen disponer de la vida de sus ancianos y de sus enfermos. Según los investigadores, 41 por ciento de estas muertes por eutanasia fueron 'legitimadas' por el deseo de los familiares de acabar con el sufrimiento del paciente. Lo que es peor, en 11 por ciento de estos casos el enfermo se hallaba consciente y estaba en situación de tomar decisiones, pero nunca se le preguntó si quería morir o no. "Con estos antecedentes es apenas natural que el miedo se haya apoderado de los ancianos, que escapan de una muerte 'anticipada' y buscan ahora refugio en los asilos de Bocholt y de otras poblaciones alemanas cercanas a la frontera con Holanda", dijo a SEMANA Reiner Mansch, profesor de medicina de la Universidad de Göttingen y asesor del estudio sobre la eutanasia. El estudio concluyó que 60 por ciento de las muertes por ese procedimiento en Holanda tuvieron como razón fundamental la falta de expectativas para la recuperación del enfermo, pero para Mansch el dato más preocupante que arroja la investigación es que uno de cada tres casos de 'muerte asistida' obedeció a "la incapacidad de los familiares para continuar con la situación del enfermo hasta el final". Los que deciden La ley holandesa, llamada "Verificación de la terminación de la vida a petición propia y ayuda al su***dio", exige como requisitos para que se pueda aplicar la eutanasia a un enfermo que su sufrimiento sea 'insoportable' y la ausencia de un tratamiento que alivie sus padecimientos. El médico está obligado a pedir una segunda opinión a un colega, y sobre todo debe informar a una comisión regional de control -integrada por un jurista, un médico y un experto en ética-, que dictamina si el facultativo que practicó la eutanasia cumplió las disposiciones de la ley. En teoría, la eutanasia sigue figurando como delito en el Código Penal y el médico podría ser condenado hasta a 12 años de cárcel, si no la practica de acuerdo con los requisitos legales. La norma vigente fue más lejos de lo que muchos preveían al permitir a los menores optar por la eutanasia a partir de los 16 años sin el consentimiento de sus padres. En el caso de los niños de 12 a 16 años, es preciso el acuerdo del menor y de por lo menos uno de sus progenitores. Hasta abril de 2002, fecha en que entró en vigor la ley, la eutanasia en Holanda no era legal pero tampoco era perseguida. Rara vez se acusaba a algún médico de practicarla y sus reglas evolucionaron durante 25 años de debates, con precedentes que sentaron la jurisprudencia que dio sustento a la ley. Antes, los médicos estaban obligados a registrar los casos ante el Fiscal General del país, y ahora sólo deben acudir ante la comisión regional, que los exonera de toda persecución judicial. Pero Ilse Keuenhof, del Movimiento Católico Holandés, uno de los grupos que más se han opuesto a la eutanasia en su país, aseguró a SEMANA que, tras tantos años de práctica habitual de la eutanasia y con la presión de los familiares del enfermo, "la interpretación de la ley ha cambiado al punto de que basta con que el paciente, en medio del dolor de sus quebrantos, haya manifestado en repetidas ocasiones su deseo de morir para establecer una base legal y ser conducido a la muerte". Los partidos y grupos católicos han denunciado el éxodo de ancianos y enfermos rumbo a Alemania, pero el gobierno de Amsterdam y el ministro de Justicia holandés, Piet Hein Donner, han desestimado sus quejas y recuerdan las encuestas donde casi 90 por ciento de los 15 millones de holandeses, "entre ellos la mayoría de los católicos", se han mostrado a favor de la eutanasia. El caso Brongersma Para el gobierno, todas las posibles dudas sobre la aplicación de la ley quedaron resueltas con el caso del ex senador laborista Edward Brongersma, de 86 años, que no estaba enfermo ni sufría dolores, pero sí se hallaba envuelto en un escándalo de ped*filia y solicitó en 1998 a su médico la eutanasia alegando únicamente "no tener ganas de vivir". Philips Sutorius, su médico de cabecera, cumplió con su tarea y fue inicialmente exonerado de cargos. Pero ante el peligro que entrañaba este tipo de episodios, la ministra de Salud, Els Borst, demandó la reapertura del caso. En diciembre de 2001 el Tribunal de Amsterdam declaró culpable a Sutorius por no cumplir las dos exigencias básicas para la eutanasia: que el enfermo esté en fase terminal y que su sufrimiento sea insoportable y sin posibilidad de mejora. Los jueces admitieron, sin embargo, que al médico lo movió la "compasión" y por ello no fue sometido a cumplir la condena de prisión, pero el fallo impide que se abra esta vía de absolución para nuevos casos. Keuenhof y Mansch dijeron a SEMANA que el problema radica en que todos los casos se quedan en las comisiones regionales y "nunca llegan a los tribunales", y cifraron en más de 30.000 los enfermos y ancianos que han cruzado la frontera rumbo a Alemania en los últimos cuatro meses. Ambos esperan que en Bélgica, segundo país europeo en legalizar esta práctica en 2002, y en Francia y Gran Bretaña, que marchan en esa dirección, no ocurran desbandadas de este tipo. Los holandeses están muy orgullosos de su libertad personal y de ser pioneros en leyes como el aborto, el consumo de drogas, la prostit*ción y la eutanasia, lo que queda ratificado en los estudios periódicos de la Universidad Erasmo de Rotterdam, y según Keuenhof y Mansch, "este inmenso amor propio les impide ver con objetividad los abusos que los médicos y los familiares están cometiendo contra los ancianos y los enfermos amparados por la ley de la eutanasia". Entre tanto, el doloroso fenómeno de los ancianos que huyen para no quedar a merced de médicos y parientes sigue presentándose a plena luz del día.
 
Holanda: la pesadilla de la eutanasia para pobres y enfermos

Habla el presidente de la Federación Mundial de Médicos que respetan la Vida

diciembre 05, 2000 00:00RedacciónMedios de comunicación y media

LA HAYA, 5 dic (ZENIT.org).- La legalización de la eutanasia en Holanda ha provocado reacciones dispares: mientras grupos liberales aplauden la medida; otras personas, especialmente enfermos o pobres, llevan siempre en el bolsillo una declaración en la que se oponen a ser sometidos a la eutanasia.
Con esta declaración de negación de la «licencia para matar», que pretende aprobar definitivamente el Senado holandés, muchas personas pretenden prevenir situaciones en los que, al estar en estado de inconsciencia, otros podrían decidir el final de su vida por ellos: médicos o incluso sus mismos familiares.
La noticia aparece hoy en el diario italiano Avvenire, que ofrece una amplia entrevista con el presidente de la Federación Mundial de Médicos que respetan la Vida, el doctor Karel Gunning, holandés, quien hace revelaciones sorprendentes sobre la otra cara de la moneda de la «dulce muerte».
El profesor, quien comprende bien a estas personas, pues es anciano y padece Parkinson, citando el Informe Remmelink, de 1991, calcula que existían en el país unos dos mil casos de auténtica eutanasia al año. Una cifra que en 1996 aumentó a tres mil, un incremento del 30%. En estos momentos las cifras oficiales hablan de 3.200 eutanasias al año.
La ley, concluye, no hace más que legalizar lo que hasta ahora se hacía a escondidas de la ley. «Al principio hacía falta la explícita petición del paciente –explica el profesor Gunning–, ahora se puede suprimir a los comatosos y a los niños con graves malformaciones. Antes, la eutanasia se admitía sólo en pacientes terminales, pero después se amplío a las personas con depresión psíquica».
El caso tuvo lugar en la cuidad de Assen, en la primavera de 1993. Un tribunal de tres magistrados holandeses absolvió a un psiquiatra que había colaborado en el su***dio de su paciente, una mujer de 50 años perfectamente sana que había perdido a sus dos hijos y acababa de divorciarse. El tribunal dictaminó que el psiquiatra, el doctor Boudewijn Chabot, actuó legítimamente porque su paciente era competente para tomar libremente la decisión de morir, que su sufrimiento era irremediable y que el facultativo había cumplido el requisito legal de fuerza mayor, que le obligó a dar precedencia al bienestar de su paciente sobre la letra de la ley, que formalmente prohibía el su***dio asistido y la eutanasia.
Luego, en otro caso, la eutanasia «benefició» a una joven de 25 años, que sufría anorexia mental –continúa revelando Gunning–. Y recientemente un senador socialista de 86 años, Edward Brongersma, pidió y obtuvo que «acabaran» con él no porque estuviera enfermo o deprimido sino porque estaba cansado de vivir.
El presidente de la Federación Mundial de Médicos que respetan la Vida considera que «el camino de la muerte se abrió en 1971, cuando la Asociación de los Médicos Holandeses admitió el aborto. Se removió así el pilar de la ética profesional, la defensa de la vida humana sin condiciones».
«Y, cuando se acepta matar en un solo caso –añade–, como «única solución», se acabará por encontrar centenares de otros casos en los que la «solución» de matar se hace aceptable».
El profesor cita casos documentados: «Conozco a un oncólogo que trataba a una paciente con cáncer en el pulmón. Sufrió una crisis respiratoria que hizo necesaria la hospitalización. La paciente se rebela: «no quiero la eutanasia», imploraba. El médico le aseguró que no; la acompañó él mismo a la clínica; la vigiló. Tras 36 horas, la paciente respira normalmente, las condiciones generales mejoraron. El médico se fue a dormir. A la mañana siguiente, no encontró a la enferma en su cama: un colega había «acabado» con ella porque faltaban camas libres».
«La gente tiene miedo», denuncia y, entre otros, narra el caso preocupante de un anciano paciente, hospitalizado en agonía. «El hijo pide a los médicos que «aceleren el proceso», de modo que el funeral del padre pueda tener lugar antes de su viaje de vacaciones al extranjero, que ya reservado –explica el presidente de la Federación Mundial de Médicos que respetan la Vida–. Los médicos lo hacen y aumentan la morfina. Pero horas después, el paciente se sentó en la cama y además de buen humor. ¡Finalmente había tenido la suministración de morfina suficiente para calmar sus dolores y estaba mejor! Episodios de este tipo se cuentan entre los médicos como si fueran normales. Como si fuese normal matar a un paciente para complacer a los familiares».
Ante esta situación, la Federación de médicos dirigida por el profesor Gunning ha presentado a la ONU la propuesta de añadir un anexo a la Declaración de los Derechos Humanos que diga: «Cada Estado tiene el deber de proteger la vida de todos sus ciudadanos sin discriminaciones»
 
Bueno, se está confundiendo también con el aborto y creo que son temas distintos.
Yo estoy a favor del aborto por entender que es un derecho de la mujer, a su propia integridad, de su cuerpo y también considerando que el feto, aunque el tema es una desgracia, no es persona aún.
Pero de la eutanasia lo que hablamos es de gente , física, personas que estan aqui y a lo mejor de nuestro entorno, que cuando más nos necesitan, y más enfermos están, ala . les damos el pasaporte. No me parece humanitario. Ni siquiera en animales. Yo, cuando mi perro cayo malo, no fui capaz de llevarlo que lo sacrificaran.
La eutanasia no es un derecho humano, ni es progresista ni moderno. Se practica desde hace siglos. En grecia a los enfermos y ancianos los despeñaban de un monte, o algo asi. En roma, tres cuartos de lo mismo. Parecía que habiamos avanzado y no. Vamos para atrás.
Yo creo que es lo más humano que se puede hacer con alguien que está tan mal que no puede soportar mas el sufrimiento. Que hay más humano que aceptar que por ejemplo un padre un hermano quieran morir pese a que por ti estarían a tu lado siempre con independencia de su estado...A veces somos muy egoistas...A mi me hubiera encantado que mi abuela viviera siempre siendo egoísta, pero en el estado que estaba sabía que era mejor que muriera (tenia Alzheimer y cuando tenia algún momento de lucidez ella misma lo pedia)
 
Lo planteaban primero por dolencias físicas e incapacitantes irreversibles. Ahora hablan también de situaciones psíquicas, o sea los demenciados, gente con alzheimer, etc.
Posteriormente lo plantearán a gente con depresión, síndrome de down, por ejemplo. Aunque estén sanos. También como en holanda, gente en situación de soledad y desamparo.
En Belgica le dieron la eutanasia a un transexual, que era antes mujer, por depresión.
El último escalón aunque no lo queramos ver serán los pobres y los vagabundos.y por supuesto los ancianos. Puesto que son una carga para el sístema.
Si nadie quiere ver que ésto será un holocausto por razones eugenésicas es que está ciego.
Tb está bien informarse.
Dejo este articulo del diario muy poco amigo de la Eutanasia ABC, pero lo que es, es. Nadie va a ir matando por ahi a lo loco.


"La petición de eutanasia o de ayuda al su***dio debe ser reiterada, voluntaria y producto de la reflexión.
Los sufrimientos deben ser intolerables y sin perspectivas de mejora. El paciente debe haber sido informado de la situación y del pronóstico. El médico que vaya a aplicar la eutanasia está obligado a consultar el caso con un compañero (o dos en el caso de que el sufrimiento sea psicológico), que tiene que emitir el correspondiente informe".
 
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«He formado parte de la Comisión para la eutanasia en Holanda y os digo: no cometáis nuestro error»


Benedetta Frigerio / Tempi.it 6 julio 2015
Convencido defensor de la legalización de la eutanasia, seguro de la necesidad de una ley que tenga un armazón sólido y miembro durante nueve años de la Comisión de control holandesa para vigilar la ejecución de la ley en los términos previstos, Theo Boer, docente de la Universidad de Utrecht, frente al número de los que han presentado recurso -cuyo número ha ido creciendo en un 15% cada año-, ha dado marcha atrás admitiendo sus propios errores.
Theo Boer, docente en la universidad de Utrecht, convencido defensor de la dulce muerte, hoy arrepentido: «Quien se oponía a la ley tenía razón»
Theo Boer, docente en la universidad de Utrecht, convencido defensor de la dulce muerte, hoy arrepentido: «Quien se oponía a la ley tenía razón»
Boer describe la eutanasia como el «homicidio de una persona», habla de una Holanda «en la que la caridad ha desaparecido» y de una «ley que tiene efectos sobre toda la sociedad», explicando por qué sus adversarios tenían razón «cuando decían que Holanda se podría encontrar en un peligroso plano inclinado».
-En 2001 Holanda aprobó la ley sobre la eutanasia. ¿Cómo empezó el debate y con que argumentos fue aceptada la ley?
-El debate inició a finales de los años sesenta. El influyente psiquiatra Jan Hendrik van den Berg sostenía que los médicos infligían gran dolor a sus pacientes ensañándose continuamente con los tratamientos y que, en cambio, era necesario que tuvieran valor para poner fin a la vida de sus pacientes. Al principio la eutanasia era considerada sobre todo un «homicidio por piedad». En los años ochenta decidimos que la eutanasia, por definición, tenía que realizarse bajo petición. Todos estaban de acuerdo en que el homicidio de pacientes incapaces de dar su consentimiento no era prudente. Se decidió que si los médicos respetaban ciertos criterios, no serían perseguidos por el crimen de eutanasia. Los criterios eran que el paciente tenía que ser capaz de dar su consentimiento y tenía que solicitarlo, que el sufrimiento fuera insoportable y sin perspectivas de mejoría, que no hubiera alternativas y que se consultase un segundo médico. Por esto fue instituida en 1998 una Comisión de control de la eutanasia. La ley de 2002 tiene los mismos criterios y se apoya en la Comisión. He formado parte de una de estas comisiones durante más de nueve años.
-¿Qué sostenía quien se oponía a la ley?
-Decían que Holanda se podría ver en un peligroso plano inclinado. Y que era necesario mejorar los cuidados paliativos. Sobre todo sostenían que por principio una sociedad no puede ocuparse del asesinato organizado de sus ciudadanos.Quienes, como yo, apoyaban la ley sobre la eutanasia, argumentaban hablando de piedad, de autonomía y de libertad individual. Viéndolo retrospectivamente, digo que nosotros estábamos equivocados. La eutanasia se ha convertido lentamente en algo cada vez más normal y difundido (los números han aumentado de 1.800 a 5.500) y muchos otros tipos de sufrimiento, sobre todo existencial, social y psiquiátrico se han convertido en motivo suficiente para pedir la eutanasia.
-¿Puede describir los efectos que esta legislación ha tenido sobre la sociedad tanto en términos numéricos como culturales?
-En Holanda la ley sobre el “su***dio asistido” no ha cerrado la larga discusión sobre la cuestión; más bien ha hecho que empiece otra. Los defensores de la libertad illimitada han visto la norma del 2001 como un trampolín hacia derechos aún más radicales. De hecho, la ley ha formado un realidad propia. Es cada vez más frecuente que la muerte sea vista como el último remedio a cualquier forma de sufrimiento grave, ya sea físico, psicológico, social o espiritual. Y a pesar del patente secularismo, muchos están convencidos de que la eutanasia sea el paso a una vida mejor.
Creo que esto es un terrible error. Primero de todo, la decisión de matar a alguien es la decisión de poner fin a una existencia. Punto. Se puede esperar en el más allá, pero creo que deberíamos actuar como si nuestra vida en la tierra fuera la última que tenemos. Y creo que la decisión sobre la eutanasia no puede ser definida una decisión “autónoma”. Es autónoma como lo es el voto de un dictador.
En estos años se ha sabido de personas que han tenido acceso a la eutanasia sólo por estar deprimidas. Se ha sabido que familias enteras han «saludado» a sus seres queridos con fiestas. Aunque de manera ocasional, es verdad que esto sucede. Si bien la mayoría de los pacientes y de los médicos ven aún la eutanasia como una elección trágica y excepcional, yo critico este desarrollo.
-Parece que se han roto todas las barreras.
-Aún no todas. La situación es complicada. Primero, creo que Holanda ha cometido un error en la ley sobre la eutanasia: algunos criterios se presupusieron de manera implícita. Por ejemplo, el «sufrimiento insoportable» fue un criterio, pero no se especificó qué quería decir. Muchas personas en los años noventa estaban convencidas de que se hablaba de un contexto vinculado a la enfermedad terminal. Sin embargo, en realidad,todo paciente puede obtener la eutanasia. Si vemos lo que dice literalmente la ley, ni siquiera tienes que estar enfermo. Al principio se estableció que la dulce muerte estaba permitida sólo en el contexto de la relación médico-paciente, pero tampoco esto se especificó. La consecuencia es que ahora existe incluso una organización de médicos de la eutanasia a domicilio (“Clínica de fin de la vida”) que «ayuda» cada año a centenares de personas a morir.
La Asociación de Pediatras de Holanda desea la legalización de la eutanasia también para los menores de 12 años. Estamos ante otro desarrollo preocupante. La Asociación de Pediatras de Holanda ha emitido una declaración en la que apoya la posibilidad de la eutanasia para niños de edades comprendidas entre 1 y 12 años. Mientras que la eutanasia para mayores de 12 años es legal desde el principio. Sobre un total de 35.000 muertos registrados desde 2002, sólo uno tenía 12 años y cuatro 17. En otras palabras: pedir la eutanasia para menores de 12 años es un hecho meramente simbólico. Lo que temo es que si también se acepta esta propuesta, se abrirían las puertas a la eutanasia para otro grupo, más grande, de pacientes incapaces de dar su consentimiento: adultos gravemente minusválidos y enfermos de Alzheimer.
-Parece verdaderamente, como sostiene Oriana Fallaci, que Occidente está más enamorado de la muerte que de la vida y, por lo tanto, de la tolerancia individualista que del sacrificio caritativo. ¿No faltan los signos de la caridad?
-Sí, echo mucho de menos esos signos. Nuestra sociedad subraya tanto la necesidad de la autonomía y de la independencia que empuja, por ejemplo, a cada adulto sano a entrar en el mercado de trabajo, que el resultado a menudo es la gran soledad de los ancianos. Sus hijos, tal vez, les visitan una vez a la semana o al mes o se ocupan de ellos durante algún tiempo, pero no les pueden ofrecer todos los cuidados y atenciones que necesitan. En resumen, creo que el problema de la eutanasia en Holanda es parte de un conflicto intergeneracional. Esto explica por qué difícilmente se ven casos de eutanasia entre los emigrantes, que tienen una cohesión social mayor.
-¿Qué les diría hoy a las personas que en Italia, como sucedió en su país hace quince años, piden la legalización de la eutanasia?
-En una situación en la que un número creciente de personas sufre de soledad, se puede ver la eutanasia como la mejor solución. La opción de la eutanasia puede distraer nuestra atención de la búsqueda de alternativas. La eutanasia y el su***dio asistido están vinculados a la libertad del individuo, pero se trata también de un acontecimiento social. ¡El homicidio de una persona tiene consecuencias también sobre la vida de los otros! La muerte asistida puede empujar a otros a pedirla. El solo hecho de ofrecer la eutanasia crea su demanda.
 
El Parlamento portugués aprueba la ley de la eutanasia


El Parlamento portugués aprobó este jueves, tras un intenso debate, los cinco proyectos de ley presentados por el gobernante Partido Socialista, el marxista Bloco de Esquerda, la fuerza animalista Personas Animales Naturaleza (PAN), Los Verdes e Iniciativa Liberal para la despenalización de la eutanasia en Portugal. Era la segunda vez que lo intentaba, después de vetar propuestas anteriores en el 2018. A favor votaron también algunos diputados del Partido Socialdemócrata, incluido su presidente Rui Rio, y en contra lo hicieron todos los diputados del conservador CDS-PP, pero también los del Partido Comunista, la mayoría de los del PSD y algunos del Partido Socialista. La sesión se alargó durante cuatro horas, ya que las votaciones de las cinco propuestas se realizaron nominalmente, por cada uno de los diputados presentes en la sala.

Con el visto bueno de la Asamblea de la República a la legalización de la muerte asistida en Portugal se abre ahora un largo camino para la aprobación en su totalidad que se puede prolongar durante meses por las enmiendas a favor y en contra. Los proyectos de ley pasarán ahora a las comisiones, donde se estudiarán en detalle. Podrán realizarse cambios en las mismas antes de que se sometan a una nueva y definitiva votación en el pleno, previsiblemente dentro de varias semanas. En una fase posterior podría haber una petición de veto por parte del Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, quien tendría la última palabra.

En origen, los cinco textos son muy similares: el solicitante deberá ser mayor de edad, sin problemas mentales y estar en situación de sufrimiento «duradero e insoportable» con enfermedad o lesión incurable y fatal.

Una votación histórica

El presidente del PSD, Rui Rio, que defiende la legalización de la eutanasia en el país vecino desde hace una década, consideró que «los diputados han podido votar en consciencia y total libertad, sin disciplina de voto», al menos en su partido, dijo. No quiso, sin embargo, comentar la polémica que abrió un diputado de sus siglas pidiendo en nombre del PSD la celebración de un referendo.

La coordinadora del Bloco, Catarina Martins, responsable del primer proyecto de ley a favor de la legalización de la eutanasia, consideró la votación de este jueves como «histórica», ya que, señaló, «se abre el camino para que los enfermos terminales que sufran en Portugal puedan decidir libremente de qué manera morir, sin ser penalizados por ello». Agregó que «este es el momento del Parlamento, porque ahora tenemos que hacer entre todos los diputados una ley lo más justa posible».

 
Es raro lo de portugal. creia que el partido comunista se habia opuesto. Al parecer han cambiado de opinion.
 
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