Europa en su Cine

Gracias @ladyGodiva por traer el trailer de este film...lo vi hace un par de años..comedia divertida:ROFLMAO::ROFLMAO:. Parece ser que habrá una suite de esta comedia en 2018, con el mismo casting.

Saludos @ladyGodiva
Con mucho retraso pero gracias @pilou12 por la cita y el saludo.(He tenido desconexión total)
No soy muy cinefila pero con las comedias me divierto mucho. Esperaremos la secuela y si la veo me acordaré de tí.;). Un abrazote.
Por fin viuda. Francia 2007. (Me encanta Michele Laroque)

Anne-Marie vive en un mar de indecisiones; por un lado tiene una vida cómoda con su marido Gilbert, un rico cirujano plástico; tienen una bonita casa, una doncella, muebles caros... por otro lado, tiene un amante, Leo, con el que piensa fugarse a China y no sabe cómo decírselo a su marido. Un día, Gilbert muere en un accidente de tráfico, lo que aparentemente la libera de sus ataduras. Anne-Marie se siente libre, y decide rehacer su vida... pero no contaba con su familia. (FILMAFFINITY)
Al creador de este hilo @Serendi, saludos y recuerdo para él en el tiempo de lectura de "La promesa". Me encantó la atmosfera que se describe y el final sorprendente diametralmente opuesto al de "El cebo". Gracias.
 
El Bosque Animado

José Luis Cuerda, 1987, 108', España
Alfredo Landa, Tito Valverde, Miguel Rellán, Fernando Rey y Manuel Alexandre.
Un bandido, un pocero, una niña que trabaja, un chico que no quiere trabajar, una muchacha que emigra y un fantasma que busca compañía. Estos y otros personajes configuran el mundo fantástico que vamos descubriendo entre los árboles de un bosque. Frente al mundo de los pobres, el de los ricos: los señores del pazo, las veraneantes llegadas de Madrid y la patrona que explota a los niños porque su irremediable soltería ha exacerbado en ella el amor por el dinero. Entre todos, el tren que bordea los caminos del bosque, que trae y lleva pasajeros y es el único nexo que los une y los desune. (FILMAFFINITY)





 

Belle de Jour: 50 años de escándalo

09 DE OCTUBRE DE 2017


La historia del cine tiene estas jugadas caprichosas. Hace ahora cincuenta años en un festival que ha perdido fuelle en los últimos, La Mostra de Venezia, un filme “escandaloso” ganó el León de Oro. No se sabe si la organización le sugirió algo al Jurado, que presidía Alberto Moravia acompañado por otros ilustres de la pluma, como Susan Sontag, Carlos Fuentes o Juan Goytisolo, para que hicieran de ese modo un corte de mangas al Festival de Cannes que lo había rechazado “por insuficiencia artística”. Aunque las crónicas cuentan que hubo sus más y sus menos porque la neoyorquina quería premiar a Godard y el italiano se inclinaba por Marco Bellochio. Al final, a Carlos Fuentes le tiraba el parentesco mejicano de Luis Buñuel y Goytisolo, junto a un crítico ruso cuyo nombre no consta, inclinaron la balanza a favor de Belle de Jour. La agudeza hispano-mejicana le convenció de que La chinoise y La Cina é vicina ¡eran maoístas! ¡Lo tuvieron fácil, lo dicen en sus títulos!



No sabemos qué volumen alcanzaron las carcajadas de Buñuel cuando le contaron esas discusiones. Pero sí podemos imaginar que si hubiera podido cumplir su deseo póstumo, expresado en Mi último suspiro, un libro de cabecera para cualquier cinéfilo escrito por Jean-Claude Carrière a modo de memorias, de salir de la tumba para darse una vueltecita y ver cómo iba el mundo, nuestro más legendario cineasta, se hubiera partido de risa al escuchar las explicaciones de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España justificando que fuera el otro sordo genial, el pintor Goya, y no él, quien diera su nombre en 1987 a los premios que concede: “Propuesto en Asamblea, los académicos se enzarzaron en una polémica, zanjada por Ramiro Gómez, quien recordó que Goya había tenido un concepto pictórico cercano al cine y que varias de sus obras más representativas tenían casi un tratamiento secuencial”. ¡Por dios bendito! ¿nadie supo decir que Buñuel hacía películas? ¡Puro surrealismo, que así somos en este país de monarcas, rajoys y puigdemonts!

Pero volvamos a Belle de Jour. “Por insuficiencia artística”… ¡buen ojo, también los exquisitos de La Croisette, menudo patinazo olímpico y surrealista! No sólo se llevó el premio gordo veneciano sino que las críticas internacionales abrieron las ventanillas de la taquilla urbi et orbi, a todo lo cual Don Luis, impertérrito y socarrón respondía así: “Más que a mi trabajo, lo atribuyo a las putas de la película”. Por entonces, por si alguien no se acuerda, mandaba en España un señor bajito y genocida con uniforme de general; de modo que hubo que esperar ocho años para poder estrenarla, aprovechando la circunstancia, tanto tiempo esperada, de que este individuo estuviera llamando a las puertas del infierno, abiertas para él de par en par tres meses después.



Por aquella época el que junta estas letras se encontraba en Suiza fregando perolos en cocinas de restaurantes, sirviendo y despachando cervezas en bares y garitos varios. Con mis primeros francos suizos de sueldo decidí comprar un libro de gran formato con fotografías de Antonio Gálvez, un privilegiado de la cámara que pudo considerarse amigo de Buñuel y a él le dedica el ojo de su objetivo y su mirada cómplice y admirativa. Fue una gran inversión cuya cuantía no puedo recordar, pero es uno de esos tesoros que uno guarda en la estantería ocultos entre otros volúmenes ajenos al cariño que atesoran. Grandes fotografías que intentan algún tipo de surrealismo que hoy no sabría definir sin esfuerzo, imágenes en las que Buñuel ocupa la escena durante rodajes, descanso entre tomas, o incluso posando con su cigarrillo ladeado en la boca y su mirada extraviada. Cuando Gálvez visitó al maestro en Montparnasse, desde la ventana del hotel se divisaba el cementerio cuyos malos humores el aragonés exorcizaba con su gracejo baturro: “Mientras pueda verlos desde aquí, no hay problema”.

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Luis Buñuel Fotografías de Antonio Gálvez. Eric Losfeld Editeur.

De ese ingenio tenemos tanto en sus películas que uno pensaría que no podía sobrarle en su vida cotidiana. No es así. Tenía para dar y repartir y en sus memorias puede comprobarse. También en la carta que le envió a Gálvez:

Méjico, 7 julio 1970. Mi querido Gálvez.

Lamento mil veces retrasar –según dice el editor- la aparición de su libro. No tengo la menor idea de qué puedo escribir: ¿un poema sobre la brisa que acaricia los cabellos de mi bien amada? ¿Un ensayo sobre usted? Soy un anti-ensayista nato. ¿Divagaciones sobre la política contemporánea? ¿Y cómo va Marcuse? ¡Qué absurdo! ¿Comentarios graves y sensatos sobre el papel foto en tanto que expresión artística? ¡Horror! etcétera. ¿Entonces, qué? Si tuviera la facilidad de un escritor que, hablando de una hormiga la transforma en catedral, le enviaría rápidamente mi elucubración, pero no es mi caso.

Creo que tendrá que apañárselas solo para la edición y no contar conmigo. De todos modos, si me llegara, en una semana, o en tres meses, una idea -¡oh, milagro!- digna de su libro, me apresuraría a comunicársela. Se lo digo en serio.

Un saludo cordial de su amigo. Luis Buñuel.

P.S. Que Losfeld publique esta carta, si se atreve.

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Catherine Deneuve siempre ha hablado con un respeto infinito por don Luis. Cuando le pregunté por él en una entrevista, con el temor de engrosar las filas de los periodistas que por enésima vez lo hacían, año tras año. Enseguida me hizo perder cuidado: tuvo palabras emocionadas y manifestó que fue para ella un maestro al que admiró toda su vida. No era para menos, en una carrera que cuenta con ciento treinta títulos, a lo largo de tres décadas, ha trabajado con directores como François Truffaut, Roman Polanski, Manoel de ElAceitunoMisogino, André Téchiné, Lars von Trier o François Ozon, y le debe al ilustra aragonés dos títulos cumbres, Belle de Jour (1967) y Tristana (1970), de lejos ambos, “la crème de la crème”.

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Catherine Deneuve en Belle de Jour

Catherine Deneuve es la encarnación de la burguesía “chic” parisina, vestida por Yves Saint Laurent y calzada por Roger Vivier cuando Buñuel decide arrancarle las lujosas ropas a Séverine, su personaje, y aliviar sus sofocos azotándola con la fusta, antes de entregársela al garrulo del conductor del carruaje, o embadurnar de barro, o de mierda de caballo, su manto y su cara. ¿Pero qué estoy diciendo? ¿Y los feministas más recalcitrantes qué opinan de esta película? ¡Ay, que no lo sé! Pero me encantaría saber cómo interpretan los guardianes de la moral seudoprogresista el rostro libidinoso de Deneuve-Séverine, casi relamiéndose semidesnuda en la cama: “A mí también me da miedo ese hombre”, le dicen, “a veces debe de ser terrible…” y ella contesta: “¿Qué sabrás tú, Pallas?”

Belle de Jour no presenta la prostit*ción en sus aspectos más siniestros, los de las mujeres vendidas, maltratadas y sojuzgadas, esa lacra de la sociedad hipócrita que obliga a millones de personas a venderse para sobrevivir pero luego les dice que lo que hacen atenta contra su dignidad y por tanto ha de prohibirse, en lugar de atacar las causas y evitar simultáneamente la explotación y el proxenetismo con la regulación estricta y el control sanitario que proteja a quienes decidan hacerlo voluntariamente.

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Buñuel y Jean Claude Carrière, su amigo, su biógrafo, su guionista, hablan de fantasías sexuales, bucean en los abismos de la psicología y extraen del inconsciente materiales con los que se fabrican los deseos inconfesables en forma de parafilias como el masoquismo, el fetichismo, el voyerismo. Pero hablan de mujeres libres como Sèverine, burguesa adinerada, y su doble vida, que se entrega por placer a cambio de dinero. Y como no tienen ni la menor intención de pontificar ni entrar en discusiones bizantinas se ríen, se ríen de sí mismo, de los bienpensantes de la sociedad y de los espectadores. En Buñuel la risa es revolucionaria y no admite explicaciones, así es que no las busquen, como lleva haciéndose estas cinco décadas con la secuencia final de la cajita y su misterioso contenido. ¡Ja! ¡A ver si alguien es capaz de imaginar alguna excentricidad más chiflada que la del asiático que visita el burdel!

https://blogs.20minutos.es/plano-contrapicado-cine/2017/10/09/belle-de-jour-50-anos-de-escandalo/
 
Montenegro eller Pärlor och Svin
Dusan Makavejev, 1981, Suecia.
Susan Anspach, Erland Josephson y Marianna Jacobi.
Marilyn Jordan es una norteamericana casada con un suizo que lleva la más aburrida y frustrante de las vidas maritales. Lejos de su país, encerrada en una casa que odia, Marilyn comienza a tener una conducta errática e incluso peligrosa, hasta el día en que conoce a un grupo de inmigrantes yugoeslavos con quienes va a redescubrir la alegría de la pasión y el poder de la locura. (FILMAFFINITY





 
The fourth protocol / El Cuarto Protocolo
John MacKenzie, 1987, Reinu Unido.
Pierce Brosnan, Michael Caine, Joanna Cassidy y Ned Beatty.
Se basa en una novela de Frederick Forsyth. El gobierno británico busca a un implacable y frío oficial del ejército ruso que llega a Inglaterra con una identidad falsa y se instala cerca de una base militar norteamericana. Se trata de averiguar cuál es su misión para impedir que la lleve a cabo. (FILMAFFINITY)




 
Another time, another place / Otro tiempo, Otro lugar
Michael Radford, 1983, Reino Unido.
Phyllis Logan, Giovanni Mauriello y Denise Coffey.
En Escocia, en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, una joven está casada con un hombre 15 años mayor que ella. Como parte del programa de rehabilitación, acogen a tres prisioneros de guerra italianos para que trabajen en su granja, y ella no tarda en enamorarse de uno de ellos... (FILMAFFINITY)


 
Hope and Glory / Esperanza y Gloria
John Boorman, 1987, Reino Unido.
Sebastian Rice-Edwards, Sarah Miles y Sammi Davis.
En plena Segunda Guerra Mundial, a las afueras de Londres, el joven Bill Rohan es un inocente niño inglés que vive la guerra como una experiencia apasionante y llena de emociones que ponen fin a la rutina diaria. En unos tiempos tan trágicos como convulsos Bill descubrirá nada menos que el s*x*, el amor, la hipocresía y la muerte, mientras los adultos tratan de sobrevivir mientras hablan de patriotismo, esperanza y gloria... Basada en recuerdos de la infancia del director. (FILMAFFINITY)




 
El Lute, camina o revienta.

Vicente Aranda, 1987, España
Imanol Arias, Victoria Abril y Antonio Valero.

En 1960, una familia nómada de cacharreros, cuya situación económica es muy precaria, recorre Extremadura. La vida tan dura que llevan causa la muerte de la madre. El hijo, Eleuterio Sánchez, “El Lute”, roba unas gallinas y es condenado a seis meses de cárcel. Años después, en 1965, tras el asalto a una joyería de Madrid, en el que muere el vigilante, es juzgado y condenado a muerte. Aunque la pena es conmutada por cadena perpetua, “El Lute” aprovecha un traslado para fugarse. Desde ese momento, será perseguido por la Guardia Civil. (FILMAFFINITY)





 
Mona Lisa

Neil Jordan, 1986, Reino Unido.
Bob Hoskins, Michael Caine y Cathy Tyson.
George, además de ser el chófer de Simone, una elegante prost*t*ta negra cuyos clientes son hombres de negocios y árabes millonarios, está locamente enamorado de ella, Por eso, acepta el encargo de buscar a una vieja amiga de Simone que se ha metido en un lío, aunque tenga que enfrentarse a un chulo mafioso y a un obseso rey del por**. Pero pronto descubrirá algo que podría destruir su propia vida. (FILMAFFINITY)





 
Ojos Negros / Oci Ciornie

Nikita Mikhalkov, 1987, Italia.
Marcello Matrioianni, Silvana Mangano y Marthe Keller.
Basada en tres cuentos de Chejov. El arquitecto Romano Patroni (Marcello Mastroianni), quien, venido a menos, ahora trabaja en el bar de un barco a vapor, va a contarle a un incidental cliente ruso, llamado Pavel (Vsevolod Larionov), su historia de amor con una compatriota suya llamada Anna (Elena Safonova), la dama del perrito, mientras ambos estaban casados y huían de sus parejas. (FILMAFFINITY)





 
A prayer for the Dying / Réquiem por los que van a morir.

Mike Hodges, 1987, Reino Unido.
Mickey Rourke, Bob Hoskins y Liam Neeson.
Martin Fallon, un activista del IRA, abandona la organización tras una crisis de conciencia que lo lleva a cuestionarse los ideales por los que había luchado. Con el propósito de emprender una nueva vida, se traslada a Londres, pero sus antiguos compañeros del IRA lo siguen hasta allí. Un gángster le ofrece ayuda, pero, a cambio, tendrá que matar a uno de sus rivales. Fallon accede, pero un sacerdote católico es testigo del asesinato. (FILMAFFINITY)





 
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