Esther Doña. Viuda del marqués de Griñón.

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...parece la nueva Preysler...le copia mucho el estilismo y el look.
 
No os preocupéis por el precio del anillo, que seguro que no le ha costado nada ,que estos nobles tan nobles, tienen un arcón lleno de joyas buenas, que se van pasando de generaciones, algún arreglillo, modernización,y va que chuta.
 
Carlos Falcó, la nueva competencia de Preysler en la cosmética
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El marqués de Griñón, junto a su pareja. GTRES
El marqués de Griñón prepara unos cosméticos con sus aceites: Oleum Plus. "Sacaremos productos para la cara y el cuerpo", desvela

Las cremas de Isabel Preysler

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  • ANTONIO DIÉGUEZ
18/06/2016 06:43
Como ya hizo Isabel Preysler hace poco más de un año, su ex marido Carlos Falcó (79) se propone comercializar su propia línea de cosméticos. No es sólo una idea que le ronda por la cabeza, ya que el marqués de Falcó desvela a LOC que el nombre de la marca: Oleum Plus. "Lo tenía en la mente desde hace tiempo, pero te lo digo ahora porque acabo de registrarlo", matiza antes reírse. "Serán productos para la cara, cuerpo e, incluso, tratamientos para algún problema de la piel", añade.

Aunque resulte algo novedoso para él, esta nueva andadura está directamente relacionada con lo que ha venido desarrollando empresarialmente desde hace cuarenta años. No con sus viñedos del Dominio de Valdepusa, situados en el término toledano de Malpica de Tajo, sino con su famoso aceite de oliva virgen extra, Oleum Artis, que fue elegido el mejor de todo el mundo por la edición de 2013 de la prestigiosa publicación italiana 'Flos Olei'. "Ahora estamos estudiando nuestro aceite con un equipo médico, que tiene un alto contenido en antioxidantes y vitamina E. En principio, vamos a hacerlo nosotros. Con la distribución cabría la posibilidad de asociarse con alguien", explica el aristócrata a este medio.

Se trata de un proyecto que también le anima a realizar Esther Doña, la malagueña de 38 años -41 años menor-, con la que Carlos acaba de inscribirse como pareja de hecho ante notario. Es más, el marqués de Griñón se muestra orgulloso al comentar ante LOC que Esther se echa sus aceites por su cuerpo: "Sí, lo hace y está encantada. Yo creo que hay mucho potencial con ellos".

Hablando de esta línea de cosméticos, resulta inevitable entablar comparaciones con las cremas que Isabel Preysler lanzó al mercado a principios de 2015. Sin embargo, Falcó se apresura a desmarcarse de los productos de su ex mujer: "Lo que yo voy a hacer es otro mundo. Yo trato de recuperar algo que ya existió durante milenios, en la época de los fenicios, griegos y romanos. Uniendo esa tradición con la tecnología del siglo XXI, podemos hacer grandes cosas y una de ellas es reconvertir el aceite de oliva en un gran cosmético".

Usted no para de crear.
Seguimos con ideas nuevas. El otro día un amigo dijo en una cena que uno se hace mayor cuando tiene menos proyectos que recuerdos. Yo tengo más proyectos que recuerdos. Ahora también voy sacar otro libro con Planeta. Es un libro que va a recopilar estos cuarenta años de experiencias haciendo vino y aceite de oliva, cosas que me han pasado alrededor de. Ya escribí un libro sobre el mundo del vino, que lleva 15 ediciones, y otro sobre el aceite de oliva. Este nuevo libro me gusta mucho. Voy un poquito retrasado, pero la idea es sacarlo a finales de año.
¿No quiere vacaciones?
Le dedico mucho tiempo a las asociaciones de las que soy presidente, como Círculo Fortuny -que potencia en el extranjero las marcas más exclusivas, como Loewe, Lladró o los joyeros Suárez-. Vamos a hacer una foto de los sesenta magníficos [empresarios] de la excelencia. Luego vamos a hacer una cosa con la Unesco: van a salir carteles por todo el paseo del Prado y en el Metro, defendiendo el patrimonio histórico de la creatividad. Además, acabo de estar en México con los Grandes Pagos de España, que es una asociación de vinos de élite. Hemos estado en Berlín hace poco y también en Marruecos, en un congreso de gastronomía hispano-marroquí, como vicepresidente de la Real Academia de la Gastronomía.
¿No piensa descansar este verano?
Pues nunca hago un veraneo en el amplio sentido de la palabra. Hago unas excursiones y algunos saltos. Haremos algún viaje, pero improvisaré.
Antes enumeraba varios viajes y los ha realizado con su pareja. También acaba de acudir con ella a la cena de 'Harper's Bazaar', con motivo de la exposición de la fotógrafa Louise Dahl-Wolfe. Ustedes dos son inseparables.
Eso es lo que se dice en la prensa, sí (se ríe).
Sorprendió que Esther Doña y usted decidieran inscribirse ante notario como pareja de hecho. ¿Qué le ha animado a dar este paso?
Bueno, es una figura jurídica que existe y ahí está. Da una especie de estado oficial a una relación.
¿Se plantea una boda con ella?
No, ya no más. De momento, no hay ningún plan de ampliar.
¿Qué destacaría de Esther?
Es una mujer bella por fuera y por dentro.
¿Esperaba encontrar a una mujer como ella? Se lo pregunto, porque su relación va muy rápido.
Eso nunca se espera (se ríe). Eso ocurre o no ocurre. Evidentemente, existe la posibilidad de que ocurra, pero depende mucho del destino.
¿Le ha rejuvenecido?
No lo sé (se ríe).
 
Un buen tute se da el señor marqués, como el V LL.No paran de viajar.
Cuando él dice que no hay voluntad de ampliar lo de pareja de hecho, ella debe pensar, para sus adentros..:"Eso ya lo veremos...."
 
Así de pronto Ester Doña se ha ampliado el escote, que no le va a su cuerpo porque es de estructura huesuda. Que ésta era una relación fundamentalmente mercantil ya se ha comentado, anunciar vinos, aceites y ahora cremas con la chica como modelo.
El romance de amor incondicional o incluso el amor de calentura hormonal solo queda ya en la literatura, en la vida real tú masajas mi ego y yo el tuyo, o tú rellenas mi cartera y yo te ayudo con la tuya (que es este caso) y así trincamos los dos vendiendo humos complementarios.

Hoy por hoy triunfa el amor mercantil, o lo que antiguamente se llamaba mezclar el trabajo y el placer, solo hay que observar las parejas famosas (que son espejo de la sociedad) suele ocurrir que ambos tienen algún negocio común o el negocio del uno retroalimenta el negocio de la otra y viceversa. Empezando por los reyes y todo el camino hacia abajo de emresario/deportista con bloguera/modelo/relaciones públicas. Banquero/a con director/consejero/a de fundación-bla-bla-bla, artista con productor/diseñador, político con política o periodista, etc. El amor mercantil es pandemia.
 
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Carlos Falcó y Esther Doña: "Somos como un matrimonio, no tenemos secretos"
La pareja nos cuenta en exclusiva cómo ha sido su historia de amor y por qué se han inscrito en el registro de parejas de hecho. Un reportaje del número de julio del que le ofrecemos un adelanto.


Por MARTA DEL RIEGO

20 de junio de 2016 / 17:42

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En la revista
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© Jonathan Becker

Carlos Falcó y Esther Doña, en la entrada principal de El rincón, construido a mediados del siglo XIX.

El rey estuvo hace dos días probando el vino en la finca de Malpica. He reservado una barrica para los dos reyes, don Juan Carlos y don Felipe. Pertenece a una colección muy especial, Tempus Fugit, que celebra los 40 años de la plantación de mi primer cabernet sauvignon”, cuenta Carlos Falcó Fernández de Córdova, marqués de Griñón.

Nos encontramos en el vestíbulo-patio cubierto del palacete de El Rincón, al sur de Madrid. “Esta casa se construyó en 1862 y se renovó en 1908”. Techos altos, alcobas y antecámaras, escalinata de granito, escudos y fotos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Y Esther Doña. Esther se mueve en este palacete como si hubiera crecido aquí. Muy delgada, flexible, con paso de bailarina y una camisola verde, bebe vino y da suaves caladas a su cigarrillo.

"MI MATRIMONIO EN LONDRES DURÓ SOLO SEIS MESES Y NUNCA SE LEGALIZÓ EN ESPAÑA" (ESTHER DOÑA)

Carlos Falcó es uno de los viticultores más exquisitos de España, ha logrado situar su aceite de oliva en el podio de los mejores del mundo, ingeniero agrónomo pionero en trabajar con viñas y olivos de manera científica, amante apasionado de la ópera y la música clásica, lector adicto, padre comprensivo de cinco hijos de tres mujeres distintas (Jeannine Girod, Isabel Preysler y Fátima de la Cierva), bon vivant que aplica a su vida un toque bohemio, sin dejar de ser un clásico y, claro, personaje buscado y perseguido por el papel cuché. Todo esto en una sola persona que, además, acaba de cumplir 80 años, aunque no los aparente.

Esther, por su lado, requiere de más explicación porque hasta hace pocos meses, cuando empezó a aparecer junto al marqués en fotos de paparazzi, era una completa desconocida. Es una mujer de aspecto delicado y voz con un ligerísimo deje malagueño. 38 años, ojos enormes y nariz fina. “Nefertiti”, la llama Carlos mostrándome una imagen del busto de la reina egipcia. “Me llevó a Berlín al Neues Museum para que la viera”, cuenta Esther, al tiempo que se sienta en el porche exterior del palacete con el cuello muy erguido y las piernas dobladas en una especie de postura del loto.

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© Jonathan Becker


Se nota que sabe posar. “Debuté a los seis años haciendo publicidad. Desfilé para Roberto Caprile. Trabajé unos años como modelo, me quise retirar y monté un centro de estética, tratamientos naturales, aromaterapia, vinoterapia, junto al Casino de Madrid. Estaba encantada y feliz. Pero empecé una relación y nos fuimos a vivir a Londres. Pasé allí siete años y luego regresé”.

—Vanity Fair: Madrid, Londres… ¿Dónde se cruzaron sus caminos?
—Carlos Falcó: En octubre acudí a Málaga a una presentación con nuestro distribuidor allí y me pidió que por la noche asistiera a una cena con sumilleres. No me apetecía, planeaba volver a Madrid en el último AVE.
—Esther Doña: Yo tampoco quería ir, me aburría el plan. Pero mi primo, que era el sumiller, me pidió que, ya que estaba en Málaga, les echara una mano.
—C. F.: Resultó que no podía cancelar la cena. Llegué un poco tocado, porque la feria estaba llena de gente y todas las mujeres se querían sacar fotos conmigo (risas). Al entrar vi en la barra a esta señora, y salió el dueño y le pregunté (susurra): “Esta señora con esos ojos azules verdes, ¿de qué nacionalidad es y qué hace aquí?”. “Es española y es prima hermana del sumiller”, respondió. “¿Podría sentarse a mi lado?”, le pedí. En la cena le pasé a Esther una tarjeta con mi móvil y una segunda en blanco para que apuntara su teléfono. ¡Se quedó con las dos!
 
Le admiro las tragaderas a la tia...de verdad...puag!! Ni con un palo...haya me retire para toda la vida y nunca mas conozca un madrugon para currar...jamas, jamas, y espero tener la suficiente dignidad si es que llego a la edad del Marques para no hacer el jili...que si me gusta tocar carne joven lo hago en privado y no doy las tardes al vulgo...
 
Bah,bah,eso de q el marqués tiene pasta... Recuerdo q siempre se ha dicho q la Preysler le dejó dinero cuando estaban casados.Y tiene q recurrir a salir en las revistas del colorín para obtener ingresos y publicidad. A mi me parece el típico aristócrata venido a menos q sólo tiene títulos y para de contar.
 
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