La relación de Tamara con Miguel Boyer fue buena. Sin ser su padre, ejercía como figura paterna cuando empezó a convivir con su madre y aún no había nacido Ana Boyer y estuvo siempre presente en todos los momentos importantes de su vida.
En mi opinión, ell sufrimiento de Tamara durante la infancia o adolescencia podría provenir del desapego materno (siempre menha dado la impresión la Preysler de ser una madre distante), de vivir entre dos hogares y ser la menor de varios hermanos, unos bastante mayores que ella y otros que vivían en otro país hasta que llegó Ana y tal vez a su problema de déficit de atención (que también padece su hermano Duarte).
como madre la veo como dices, distante y añadiría, fría
No me la imagino jugando en la arena o en el mar , ensuciándose con sus hijos
De hecho, nunca he visto fotos de este tipo