Esther Doña. Viuda del marqués de Griñón.

Pero los juicios morales sobre una mujer que se acuesta con un tipo rico si que me parecen de más, si están juntos será porque cada uno obtiene de la relación lo que desea, y así funcionan todas las parejas del mundo, pobres y ricas. Otra cosa son las humillaciones públicas a lo Mar Flores que se le pueden hacer a un amante mayor y rico, ahí estoy de acuerdo en que el juicio de valor no es gratuito.

Pero no todas las parejas del mundo funcionan en base a contratos mercantiles puros y duros. Y aquí es donde entra la hipocresia que emana esta gente: que tratan de vender al exterior, saliendo en revistas, que es una relacion amorosa cuando todos sabemos que no lo es. Para mi, cuanto más se airean este tipo de relaciones en el papel couche, más mercantilistas me parecen.
 
Qué trago el Marqués. Ni todos sus viñedos embotellados te hace pasar el bocao. A ella le compensará, no digo que no, pero objetivamente ni todo el dinero del mundo, que no es el caso, ni todos los méritos que se te ocurran, hacen que se te quite de la cabeza este hombre besándote entusiasmado.
 
Esther Doña y Carlos Falcó despidieron 2016 en La Mamounia, el mejor hotel de Marrakech
Sara Tejada
2/01/2017 - 12:14
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La novia del marqués de Griñón cumplió 39 años el pasado 30 de diciembre. Su pareja (de hecho y derecho), Carlos Falcó, quiso agasajarla regalándole la estancia en el Hotel La Mamounia de Marrakech, uno de los más caros y exclusivos del mundo. Su obsequio fue celebrar allí su aniversario y la fiesta de Fin de Año.

Esther, nacida en Málaga, el 30 de diciembre de 1.977, ya disfrutó de este espléndido hotel esta pasada primavera, cuando el marqués de Griñón intentaba finalizar allí su último libro, La Buena Vida, donde cuenta su propia historia personal y familiar con relación a su pasión por el cultivo del vino y el aceite, productos a los que ha dedicado los últimos 40 años de su vida.

Esther se enamoró entonces de este hotel donde se alojan las grandes fortunas del mundo cuando visitan la ciudad marroquí, aunque ahora está custodiado por fuertes medidas de seguridad por temor a atentados terroristas como el que se produjo este sábado en una discoteca de Estambul, a orillas del Bósforo.

El precio de La Mamounia en estos días especiales de Navidad aumenta considerablemente hasta hacerse prohibitivo para quien no sea multimillonario. No es el caso del marqués de Griñón, muy rico en títulos nobiliarios y en viñedos de renombre pero no fortuna en metálico.

¿Veremos un reportaje exclusivo de Esther y el marqués por el Zoco de Marrakech en la revista que tiene información puntual de sus numerosos viajes al extranjero?

Pocos días después de conocerse a principios de este año, Esther y el aristócrata viajaron juntos a Nueva York y desde entonces han recorrido Italia o México, aunque su destino favorito es Marruecos, donde han recibido el nuevo año,pensando en su boda que se celebrará este 2017.

http://informalia.eleconomista.es/i...-La-Mamounia-el-mejor-hotel-de-Marrakech.html
 
Qué trago el Marqués. Ni todos sus viñedos embotellados te hace pasar el bocao. A ella le compensará, no digo que no, pero objetivamente ni todo el dinero del mundo, que no es el caso, ni todos los méritos que se te ocurran, hacen que se te quite de la cabeza este hombre besándote entusiasmado.
Para no decir imaginandoselo en el siguiente paso del beso entusiasmado.
 
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