ESTEFANIA.....................LA OTRA GRIMALDI

Ufff, eso es mucho decir, con la cantidad de tios que tuvo hasta que llegó Ducruet como premio de consolación simplemente por tenerlo al lado como guardaespaldas. Y ni siquiera se le puede llamar premio, que el jeta abandonó a su ex e hijo por la princesse y ya no digamos como sigue vivo y entero tras aquellas fotos en el borde de la piscina, supongo que ella tendria que suplicar a su padre que no lo mandase matar porque no dejaba de ser el padre de sus hijos, pero que Rainiero se quedó con ganas de que le rompiesen las piernas seguro.

Siempre dijeron que el romance juvenil de Stephanie con Paul Belmondo fué de lejos el más bonito y especial de su vida, que comparada con la trayectoria de Caroline, el hecho de que los jovenes siguiesen tan fielmente juntos desde hacia ya muchos meses daba al menos por ese lado a Grace tranquilidad, puesto que ya tenia claro que no iba a conseguir hacerla estudiar y tras el desprestigio de la boda de Caroline, Grace ya no contaba con que la benjamina fuese a cazar un principe, pero al menos al lado del joven Belmondo parecia tener tendencia a la monogamia sin escándalos... Claro que la madre aun lo tomaba por un romance juvenil, pero muy estable, y para ella eso era lo más importante, que no empezase a ir de flor en flor tan joven, sino que pareciese haber encontrado una pareja estable tan jovencita, que pareciese quela estabilidad en ese aspecto era era lo que la niña deseaba... Además, el joven Belmondo, como ha demostrado después, no parecia haber heredado la naturaleza mujeriega de su padre, era un chico formal y simpatico, que parecia saber llevar al torbellino que era Stephanie...


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El chico solo se ganó el afecto sincero del celoso padre, Rainiero, por la forma en que éste vió como se volcó en ella tras el accidente, el apoyo moral que dió a su novia, eso impresionó al principe siendo como era un chico tan joven.


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Pero Stephanie decidió que tenia que escapar, huir de la tragedia, diversión, vida nueva, chico nuevo ¡y ahí estaba el mejor amigo de infancia de su novio, Anthony Delon!. Y adiós a la amistad de los dos chicos para terminar siendo todo flor de un dia, porque si Paul no habia salido a su padre, Anthony si habia salido al suyo, el bello Alain, en materia de faldas... y para ambos no fué mas que un capricho fugaz que iniciaria la huida hacia adelante de Stephanie con uno, con otro, en principio del mundo de la farandula o la vida de las fiestas de noche discotequeras... que cuando grabó el disco lo hizo de la mano de ese tipejo, el Mario Oliver, que horrorizó a Rainiero al punto de jurarle a la niña que como se le ocurriese casarse con él le quitaba el titulo de princesa y que se olvidase de él como padre y solo eso la frenó, porque para ella, por muchos disgustos que le diese, su papá era sagrado...

Asi que se intenta buscar un novio que parece guapo y formal... el Jean-Yves Le Fur, del que se enamoró perdidamente, tan guapo... haasta le dió el pego a Rainiero al principio, ella toda ilusionada anunciando boda... hasta que papá Rainiero descubrió que era un verdadero cazadotes...

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Ella se quedó hecha polvo y ya dejó de buscar entre los niños del mundo de la society y empezó a consolarse con el servicio, y asi cayó en los brazos del vivales del Ducruet, guardaespaldas hasta en la cama... Rainiero, logicamente, se resisitió a que por el hecho de haberse dejado embarazar por él ya se convirtiese en su yerno, pero mientras estuvo soltero - con la ex e hijo abandonados a un lado - se cuidó de portarse bien con la princess, con el niño, y ala, otra criatura, y claro,ya eran dos hijos, el tipo parecia portarse bien y el principe se rindió... nótese la cara de resignación del principe, cruzando los dedos dentro del bolsillo de la americana... ¡vaya yerno, el guardaespaldas, resignación, en fin, con la mala suerte de su hija ya solo esperaba que resultase bien!


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¡Y se equivocó, claro! Una vez segura la princesa, pues a relajarse con la stripper en la piscina... aqui esta prohibido colgar las escenas por**...


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Asi que si para consolarse ella queria tener otro hijo sola con otro guardaespaldas de inseminador, ya su padre lo que fuese, claro que si, con tal de que no se volviese a casar lo que fuese, pero no aprendió, aun tuvo que intentarlo una y otra vez con, ya con el domador, con dudoso segundo matrimonio con trapecista, camareros... Tuvo que ver a su padre ya muy anciano y enfermo para comprender que era hora de olvidarse de intentar encontrar principes en las ranas y comprender que solo conoceria a dos incondicionales en su vida, su padre y su hermano. Que ella podia ser feliz siendo buena hija al menos al final y que era buena madre para sus niños y no le podia pedir mas a la vida.

Y me alegro por ella, pero está claro que en materia de amor empezó bien y la pifió al romper con su fiel primer amor adolescente en esas circunstancias... si esa relación hubiese perdurado, quien sabe, seguramente no por ellla, pues él ha conseguido tener un matrimonio estable, pero que Rainiero lllegó a acordarse del joven Belmondo el resto de su vida, eso también.

Asi que sin lugar a dudas que el mejor novioo que ha tenido jamás Stephanie fué, precisamente, el que por naturaleza suele ser el más fugaz...desde luego que el Ducruet no, por mucho que siga teniendole afecto por ser el padre de sus dos hijos mayores, solo por eso se libro de que el poderoso suegro no le hiciese romper las piernas...
Te felicito por este post tan bonito y tan bien hecho, me has emocionado mucho! Yo sabia un par de detalles pero la manera tan linda en que lo relatas hace mucho sentido.
 
Fotos de sus épocas de "glamour"
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Era una chica preciosa, una Kelly morena.

Las comparaciones son odiosas, pero ninguno de sus hijos ni sobrinos han heredado la belleza fragil de Estefania. El ojito derecho del principe Rainiero, que siempre la perdonaba para protegerla, como dijo ella cuando murió: "Era el hombre que nunca me ha fallado"

Quizás por ser la superviviente del trágico accidente, la gente seguia las aventuras de su vida con verdadero interés. Hoy dia las andanzas de sus hijos y sobrinos no atraen ni una décima parte del interés que despertaba Estefania, siempre cambiando de novios, con el mundo cautivado esperando saber que le deparaba el destino a esa preciosa joven que pese a tenerlo todo era digna de lástima y ternura.
 
Última edición:
Era una chica preciosa, una Kelly morena.

Las comparaciones son odiosas, pero ninguno de sus hijos ni sobrinos han heredado la belleza fragil de Estefania. El ojito derecho del principe Rainiero, que siempre la perdonaba para protegerla, como dijo ella cuando murió: "Era el hombre que nunca me ha fallado"

Quizás por ser la superviviente del trágico accidente, la gente seguia las aventuras de su vida con verdadero interés. Hoy dia las andanzas de sus hijos y sobrinos no atraen ni una décima parte del interés que despertaba Estefania, siempre cambiando de novios, con el mundo cautivado esperando saber que le deparaba el destino a esa preciosa joven que pese a tenerlo todo era digna de lástima y ternura.
Te doy un bingo porque la última línea resumes todo el sentir qué tal vez muchos tenemos por ella entre lástima, ternura, y compasión. Aunque haya sido una chica privilegiada pues nada le quita el dolor de haber perdido a su madre tan joven y sobre todo haber estado con ella en ese instante. Me da la impresión de que Stephanie fue consentida por igual por mamá y papá. Mientras Grace parecía tener más “cercanía” con Albert y Rainier con Caroline. Stephanie recibió de los dos. Y a pesar de esa rebeldía se ve que para ella la familia es primero.
 
Encontré una nota en inglés de la revista people donde hablaban del compromiso de Stephanie con Le Fur.
Dejo el link por si a alguien le interesa. Aparentemente el tema de “la madurez” de la princesa siempre fue algo de que hablar.
http://people.com/archive/princess-...saying-i-will-to-a-suitable-guy-vol-33-no-18/

El único prometido oficial que tuvo Stephanie, el cazadotes Jean- Yves Le Fur

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¡Que mala suerte la de esta chica!

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¡ahora el tipo está horroroso!

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¿Pero amó realmente algún hombre a Estefanía de Mónaco?

Stéphanie Marie Isabelle Grimaldi Kelly, la hija pequeña de Sus Altezas Serenísimas de Mónaco, Rainiero III y Grace cumple hoy, 1 de febrero, 50 años.
Por CARMEN GALLARDO

31 de enero de 2015 / 21:58
Lectura: 6 minutos

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© Gtresonline

¿ERA REBELDE ESTEFANÍA DE MÓNACO, O MÁS BIEN SE TRATABA DE UNA ADOLESCENTE PERDIDA EN LA FARSA DE UN MUNDO QUE DETESTABA? ¿FUE SU VIDA EN EL PALACIO DE CUENTO EL ORIGEN DE SU INADAPTACIÓN?

Muchos han sido los hombres que han ocupado el corazón (o la alcoba) de Estefanía de Mónaco desde que se estrenara a los 16 con Paul Belmondo, hijo de la estrella del cine francés, y quizás uno de los pocos hombres de la Princesa al que se le podría dar la espalda con cierto relajo. El resto generan, cuando menos, pelín de desconfianza: la mayoría de los que pasaron por su vida y por su lecho muestran el gesto entre cínico y traidor que tantas veces la sedujo.

Un par de años antes de cumplir los cincuenta Estefanía de Mónaco declaraba a la cadena France 5:"He vivido varias vidas en una sola”. Era una de las escasas entrevistas que ha concedido. La antaño indómita princesa vive desde hace tiempo encerrada en los 2,02 km cuadrados del Principado de Mónaco, volcada en sus hijos y comprometida con causas sociales, desde la protección de los elefantes al SIDA (de hecho es Presidenta de la Fundación Fight AIDS Monaco) y enviada especial del programa de la ONU contra el VIH (UNAIDS). Y, de tanto en tanto, un posado oficial junto al resto de los Grimaldi, los Grimaldi del glamour.

No le faltaba razón a Estefanía cuando resumía su existencia en esa frase. Ella, en efecto, ha exprimido la vida, podría hacer suyo el "confieso que he vivido" de Neruda. Se percibe en los surcos de su rostro, en las bolsas que enmarcan sus ojos y en las líneas profundas enredadas a su cuello, Tiene solo cincuenta años, pero un rostro que parece haber vivido mucho más.

[RETROSPECTIVA: Cuando Estefanía de Mónaco cantó con Michael Jackson (y Pedro Ruiz le regaló un caballo)]

De la joven esbelta que atravesaba los mares sobre un patinete por las islas Mauricio o cualquier paraíso exótico solo apto para ricos y privilegiados; de la princesa que pasaba los días alternando en la piscina del Sporting Club de Montecarlo; de esa princesa que hemos visto una vez y otra vez más con escotados bikinis o bañadores que enseñaban unas piernas largas y musculadas caminando por la cubierta de un velero de lujo quedan únicamente sus tatuajes.

En Estefanía de Mónaco, hoy, a los 50, no solo sorprenden esas insistentes y profundas arrugas, sorprende la mirada huidiza de niño asustado, una pose defensiva que recuerda a la del animal que se siente cercado a la espera de un inminente, fatal y definitivo ataque.

Qué imagen tan distinta de la de la chica rebelde que se empeñaron en mostrar una y otra vez las revistas del mundo entero. ¿Era rebelde Estefanía de Mónaco, o más bien se trataba de una adolescente perdida en la farsa de un mundo que detestaba? ¿Fue su vida en el palacio de cuento el origen de su inadaptación? Quizá su rebeldía incipiente fue como la de cualquier adolescente, hasta que ocurrió la tragedia cuando el coche en el que circulaba junto a su madre por una carretera secundaria francesa sufrió el fatal accidente en el que murió la madre y ella salió malherida. A partir de ese día nació otra Estefanía.

El Desenfreno

Tras la recuperación física, el primero que salió de su vida, a pesar de los cuidados que le había prodigado en su convalecencia, fue Belmondo, que no había sido el primero de sus romances, pero sí el más notable. Auténtica niña precoz en las lides del amor, Estefanía ya había hecho sus pinitos antes de ennoviarse con él, lo que sacaba de sus casillas a la princesa Grace. Sí, a Belmondo le pagó sus desvelos iniciando un corto pero sonoro romance con su mejor amigo, Anthony Delon.

[SU HIJA: Pauline Ducruet busca su sitio]

Estefanía ya marcaba las líneas de actuación futura: no iba a ser una princesa al uso, no iba a codearse con los príncipes del Gotha, no iba a posar sus ojos ni sus labios sobre alguien con una gota de sangre azul. Ella la prefería roja.

Fueron años duros para el viudo Rainiero, que un día sí y otro también se desayunaba con los sonoros amores de su hija refocilando en cualquier lugar paradisiaco del globo. Christopher Lambert, Jean Claude Van Damme, Mickey Rourke, Rob Lowe, Alain Prost, Mario Oliver (un extraño espécimen de pelo teñido de amarillo)… El escándalo se llamaba Estefanía de Mónaco, frente a una hermana omnipresente y omnipotente, bella, bien vestida y con una familia que respondía a eso que algunos llaman "decente".

Contra ella gestó una imagen ambigua, poderosa, que atraía a más mujeres que a hombres. Era la Estefanía de pelo corto y engominado, enormes hombros, piernas y torso musculado, labios sensuales y la mirada azul entre el reto y el desamparo.

Y Llegó Ducruet

Y cuando en abril de 1990 parecía haber sentado la cabeza tras anunciar su boda con el empresario Jean-Yves Lefur, Estefanía Grimaldi quedó embarazada de uno de sus guardaespaldas, Daniel Ducruet. Un tipo de aire chulesco y desafiante con el que no tuvo un hijo, sino dos, Luis y Pauline.

[FOTOS: Pualine y Lois, los otros Grimaldi]

Con Ducruet se casó vestida de blanco y en él buscó una protección que el guardaespaldas no estaba dispuesto a darle. Tras un año de matrimonio Daniel Ducruet cayó en la trampa de una exmiss y el mundo entero pudo comprobar como el marido de la princesa mantenía relaciones íntimas con una señora que no era la suya.

La historia acabó en divorcio, por supuesto, pero Estefanía ya se había aficionado a la profesión y curó sus penas en los brazos de otro guardaespaldas real. Era Jean Raymond Gottlieb, que nunca fue su marido pero sí el padre de la tercera de sus hijos, Camille Marie Kelly,una chica con gran parecido al padre y descartada de la línea dinástica de sucesión al trono de los Grimaldi.

Continuó buscando su lugar en el mundo y lo halló en el circo. En 2002 se lanzó en los brazos del domador de elefantes Franco Knie. El circo se convirtió en el nuevo hogar de la princesa y sus tres hijos. En la caravana de Franco recorrieron Europa de ciudad en ciudad. Sin duda, S.A.S. la princesa de Mónaco rompía los moldes de cualquier casa reinante.

A partir de ahí se aficionó al mundo circense. "Para circos, uno de verdad", debió de pensar. También a los hombres jóvenes. Y se casó con el acróbata Adans López Peres. Ni un año duró el enlace, pero tuvieron tiempo para retratarse apadrinando delfines en un parque acuático de Suiza.

Tras ese divorcio, Estefanía regresó a casa, se refugió en Luis, Paulina y Camille. Y se ha empeñado en protegerles de la exposición pública que conlleva apellidarse Grimaldi. Se hizo mayor, se muestra remisa en los actos oficiales, vestida siempre como para pasar con rapidez el trámite. Posa protegida por sus hijos, fuera de lugar cuando ha de recorrer la alfombra palaciega al lado del Gran Duque de Luxemburgo, su pareja en los fastos de la boda de su hermano Alberto.

Recatada en las galas monegascas de la Cruz Roja, solo sonríe cuando las causas valen la pena. De sus hombres quedan sus nombres, tres hijos y la duda de si alguno de ellos se enamoró realmente de ella.
 
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