Esperanza Aguirre dimite .

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Ha convocado a la prensa a las 17:00 horas y ha dimitido de su cargo como concejal del Ayuntamiento de Madrid .
Dimite por la operación Lezo .
 
Puede tanto la codicia?
No se llevan medio millón, un millón, se llevan decenas de millones!!!!!!!!!!!!!!! con si no se vayan a notar......................
 
Esta se va un poquito:LOL::LOL:.Es adicta al mando y como siempre que se va, es para volver con más bríos,va en su naturaleza.
Tenían que llevarle a los mariachis que cantan todas las tardes en Sol y le dedicarán esa ranchera tan propia para ella.¡¡¡Por que estás que te vas,que te vas, y te vas y no te has ido!!! y yo estoy esperando que se vaya de verdad,no en diferido:p:p
 
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Los 10 'momentazos' que nos ha dejado Esperanza Aguirre.

Del "yo destapé la trama Gürtel" al "me he quedado encerrada" por culpa de Carmena, pasando por los calcetines del avión y el "no llego a fin de mes".

Esperanza Aguirre no ha aguantado más. El cenagal de ranas que han rodeado su gestión política ha acabado anegándola y provocando su dimisión, que va a presentar esta tarde en dependencias municipales, donde ha convocado a los medios. Su trayectoria en los últimos años nos ha dejado infinidad de momentos de vodevil, que hemos resumido en 10.

1 Aguirre a la fuga
La expresidenta de la Comunidad de Madrid aparcó su vehículo en el carril Bus de Gran Vía para sacar dinero y fue multada por la Policía Municipal. Aguirre se marchó y fue perseguida por los agentes. La expresidenta de la Comunidad aseguró que tardaron unos 15-20 minutos en ponerle la multa, per su versión se desmoronó cuando se filtraron las imágenes del incidente, ya que según el minutado del vídeo no pasaron ni seis minutos desde que aparcó y se dio a la fuga.



2 Una cienmileurista que no llega a fin de mes
En el año 2006 se publicó el libro Esperanza Aguirre. La presidenta, escrito por la periodista Virginia Drake. En sus memorias, la expresidenta reveló que "no tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego”. Por aquel entonces, ganaba 100.742,91 euros brutos anuales por sus labores al frente de la Comunidad, es decir, 8.395,24 euros al mes. Pobre Esperanza…





3 Los calcetines de Bombay
Esperanza Aguirre compareció ante los medios tras escapar de los atentados de Bombay en los que un centenar de personas perdieron la vida. Y lo hizo en tacones y con calcetines blancos ya que compareció sin pasar por casa y las medias las perdió en su huida del hotel donde se perpetró el atentado ya que “salí descalza pisando charcos de sangre”.



4 El mantra de la Gürtel
Si alguna empresa fabricara un juguete de Esperanza Aguirre, sin duda, la frase “yo destapé la trama Gürtel” sería la que sonaría al apretar el botón del sonido. Unas palabras que se han convertido en su mantra, un auténtico sello de identidad. Eso sí, el pasado jueves, ante el tribunal Gürtel, introdujo un nuevo matiz: “Yo destapé la trama Gürtel, sin saberlo”.




5 "No tenemos ni un puto duro"
Esperanza Aguirre fue pillada por un micrófono que captó una conversación que mantenía con el por entonces alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón. Durante ese intercambio de impresiones, Aguirre le dice a Gallardón que había leído que pensaban invertir 25 o 30 millones, que “menos mal que tenéis dinero, que suerte tenéis. Nosotros no tenemos ni un puto duro”.



6 El accidente en helicóptero
Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre sufrieron un accidente en helicóptero en diciembre de 2005 del cual salieron ilesos. El aparato, de las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana de la Comunidad de Madrid (BESCAM), estaba intentando despegar desde la plaza de toros de Móstoles cuando intentaban sobrevolar el muro exterior del edificio, pero se vino abajo.

https://youtu.be/jLrImr80Uwk

7 La espantada de Aguirre: "Hemos terminado, querido Jordi"
Jordi Évole entrevistó a Esperanza Aguirre para su programa, Salvados, el 8 de febrero de 2015. Un encuentro que terminó de manera repentina, cuando la expresidenta le aafea diciéndole que “ahora ya hemos acabado. Hemos acabado, querido Jordi. Es que te he dicho que tengo que irme a las 7 y son las 7 y 10”, tras lo cual, Aguirre se dirige al personal de su gabinete y le recrimina que “madre mía, pero cómo no me has avisado”.
https://youtu.be/Ji9sqqw0a8Q


8 “Habría que matarlos”
Tras los incendios sufridos en Robledo de Chavela y Valdemaqueda la por entonces presidenta de la Comunidad de Madrid visitó la zona. En su camino se encontró con un edificio que había recibido algunos premios, pero que no era de su agrado. Aguirre señaló que “la única ventaja de la crisis es que esto se acabó". "¿Tú sabes por qué habría que poner pena de muerte? Me caen mal los arquitectos porque sus crímenes perduran más allá de su propia vida. Se ha muerto y ahí nos ha dejado esto".

https://youtu.be/TfcSc9-cQ0s

9 "Me he quedado encerrada", culpa de Carmena
Esperanza Aguirre no podía dejar el 2016 sin una última aportación, una última perla de sabiduría en El Objetivo de Ana Pastor. Y nos deleitó con un “me he quedado encerrada” tras las medidas impuestas por el Consistorio de Manuela Carmena para atajar la corrupción. Tal y como os contamos en ELPLURAL.COM, durante una entrevista en Esradio, la exalcaldesa aseguró que su matrícula y la de sus familiares más cercanos era par, por lo que “me quedé encerrada”. Ese mismo día, Aguirre matizó sus palabras y acusó a la Sexta de poner palabras en su boca que ella no había pronunciado. Sin embargo, este domingo, Ana Pastor puso el audio íntegro y, a pesar de que Aguirre se excusaba en que ella dijo que “me quería ir de vacaciones y no pude”, lo cierto es que sus palabras fueron claras: “Me he quedado encerrada”.

http://www.lasexta.com/embed/me-que.../video/7/2017/01/08/5872b6d7986b28f850d837e5#

10 Aguirre y la tensa entrevista en Telemadrid
El director y presentador del informativo nocturno de Telemadrid, Germán Yanke, presentó su dimisión alegando "intromisión por motivos políticos en su trabajo cotidiano". El detonante de su marcha fue una entrevista con Esperanza Aguirre en la que la expresidenta le acusó de “comprar el discurso del PSOE”.

https://youtu.be/lvyydZieW88


http://www.elplural.com/politica/2017/04/24/los-10-momentazos-que-nos-ha-dejado-esperanza-aguirre
 
Esta se va un poquito:LOL::LOL:.Es adicta al mando y como siempre que se va, es para volver con más bríos,va en su naturaleza.
Tenían que llevarle a los mariachis que cantan todas las tardes en Sol y le dedicarán esa ranchera tan propia para ella.¡¡¡Por que estás que te vas,que te vas, y te vas y no te has ido!!! y yo estoy esperando que se vaya de verdad,no en diferido:p:p
Esa mujer de la que vd habla, con brío, difícil lo veo. :D:D:D
 
Aguirre no sabía nada y los niños vienen de París.

Vistos los sumarios que investiga la Audiencia Nacional, en el Gobierno de Esperanza Aguirre solo había dos tipos de políticos: los que robaban y los que callaban.


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Esperanza Aguirre anuncia su dimisión como concejal del Ayuntamiento de Madrid, el 24 de abril de 2017.VICTOR J BLANCO / ©GTRESONLINE

Esperanza Aguirre dimite por tercera vez, la definitiva. Se despide para siempre, acorralada por la corrupción, con su imagen quemada, con su número dos y su número tres en prisión, con todo su entorno político imputado o temeroso de una imputación. Su Gobierno al frente de la Comunidad de Madrid va camino de ser recordado como el del GIL en Marbella, como el de Pujol en Cataluña, como otro ejemplo histórico de una era de latrocinio e impunidad. Llegaron con el tamayazo, se van detenidos por la Guardia Civil.

Vistos los sumarios que investiga la Audiencia Nacional, en el Gobierno de Esperanza Aguirre solo había dos tipos de políticos: los que robaban y los que callaban. La lideresa también pertenece a una de estas dos clasificaciones porque no parece que hubiese ninguna más. No hay prueba alguna de que Aguirre robara –aunque su cara esté en todos los carteles electorales que se pagaron con fondos en B–, pero es imposible creer que nunca viese nada en los muchos años que compartió junto a Ignacio González o Francisco Granados. Porque es increíble que alguien con un dedo de frente y mínima información no supiese lo que hoy todos ya sabemos, lo que muchos ya sabíamos, sobre Granados, sobre González, sobre el Canal o sobre Fundescam.

Esperanza Aguirre, hipócrita hasta el final, dice ahora que ha sido "engañada y traicionada" por su delfín. La líderesa siempre mintió así, con esa mezcla entre desparpajo y populismo, con esa falsa inconsciencia que la ha llevado hasta aquí. Solo alguien como ella es capaz de dimitir tres veces en cinco años. Solo la caricatura en la que se ha convertido, víctima de sus propios excesos, de años de poder absoluto y de la adulación de los demás, es capaz de seguir manteniendo hasta hoy que su problema con González es que ella "no vigiló".

Aguirre miente, como es habitual. No hacía falta que vigilase nada, bastaba con haber escuchado todas las veces que le avisaron de que su número dos apestaba a corrupción. El expediente de Ignacio González es tan largo como conocido –al menos para los lectores de eldiario.es–. El campo de Golf del Canal, el pelotazo de Martinsa, el testaferro compartido con Enrique Cerezo, el ático de Estepona, el casoplón de Madrid, las mamandurrias de su familia, los negocietes con arte de su mujer, la Ciudad de la Justicia, los hospitales privatizados, el tren de Navalcarnero, su viaje a Sudáfrica pagado en efectivo, la gestapillo de Madrid… Hay tantos y tan variados agujeros en la gestión de esos años de la Comunidad de Madrid que la duda es si hubo algún concurso, algún contrato, alguna adjudicación, que no tuviese un porcentaje para González, para Granados, para López Viejo o para algún otro comisionista de los muchos que prosperaron por allí.

Ahora se entiende mejor la obsesión de Ignacio González por la seguridad, por la privacidad de las comunicaciones, por los espías y por los móviles seguros. Pocas cosas teme más un corrupto que los pinchazos telefónicos. Durante una temporada, los consejeros de la Comunidad de Madrid y sus principales altos cargos utilizaron unos teléfonos con tarjeta prepago que se cambiaban cada quince días para evitar rastreos, con un método más propio del cártel de Medellín. La iniciativa fue de González, el mismo González que después pagó más de cien mil euros a Indra para que les preparase unos móviles encriptados y seguros, capaces de garantizar las comunicaciones sin el temor a una intervención.

Por supuesto, esa factura para proteger de pinchazos a la banda de González la pagamos entre todos, con el dinero de la Comunidad de Madrid; igual que los espías de la gestapillo; igual que los dosieres de sus rivales políticos; igual que los detectives a sueldo del Canal; igual que el enorme presupuesto de publicidad institucional con el que compraba medios afines; igual que los abogados con los que González intimidaba a los periodistas que nos atrevíamos a denunciar.

Aguirre protegía a González y González peloteaba a Aguirre, fue una simbiosis eficaz. "Para sobrevivir en política lo importante es cuidar al elector… al que te elige en las listas", decía en privado Ignacio González en uno de sus chistes preferidos. Eran los años en los que amenazaba a la oposición con dosieres –inventados y reales– si levantaban mucho la voz o no cedían a sus pretensiones. "¿Ves esta carpeta? Es sobre ti", decía a sus rivales en su despacho. Solía grabar cada conversación.

A veces la amenaza funcionaba. El mapa del poder del aguirrismo se extendía hasta parte del terreno de la oposición, partícipe de silencios y mamandurrias, como el botín de las Black y Caja Madrid. Cuando Aguirre intentó colocar a González al frente de esta caja, lo hizo cerrando un pacto con los sindicatos y los partidos rivales. Todos ellos, al menos sus principales líderes en Madrid, sabían perfectamente que en ese local se jugaba. También quién era el mayor tahúr.

Tras la primera dimisión de Aguirre, el aguirrismo se rompió en dos y sus huestes tuvieron que elegir entre papá y mamá. Ambos eran conscientes de que solo podía quedar uno: que Rajoy optaría por ella o por él para las elecciones municipales y autonómicas de 2015, pero que los dos en el mismo ticket no podrí ser. Finalmente ganó Aguirre y González no se pudo presentar. Desde el mismo momento en que perdió la presidencia sabía que algún día llegaría su detención. Siempre caén así, cuando pierden el escudo que les da el poder.

Pero durante esos últimos meses, hasta que aquella guerra interna se cerró, la propia lideresa temió ser espiada por su propia criatura. "González está obsesionado con la seguridad", decía Aguirre. Ella sabía perfectamente los métodos y maneras de esa obsesión, que tantas veces y con tan buen resultado aplicó. Sus víctimas le acusan de colocar cámaras en los portales para grabar a políticos infieles cuando iban a casa de su amante, de rebuscar expedientes en clínicas abortistas, de contratar a comisarios para elaborar informes… Todo valía para atacar a sus enemigos y sacarlos de la vida pública.

Cincuenta millones de euros, cien millones de euros, doscientos millones de euros… Los cálculos que hacen los investigadores de esta trama de corrupción sobre su patrimonio escondido son tan escandalosos como probablemente fundados. Solo sus dos casas conocidas valían más que lo que González ganó en tres décadas en política. Aguirre conocía ambas propiedades, y gran parte de los demás asuntos en los que intervenía su clan, del Canal al campo de golf de Chamberí.

Aguirre sabía del tren de vida que llevaba su pupilo. También sabe sumar dos más dos. No dijo nada. No denunció nada. Puso la mano en el fuego por él y le defendió públicamente en todas y cada una de las ocasiones en las que alguien preguntó. Aguirre siempre le amparó porque era muy consciente, como así ha sido, de que la caída de González también sería su fin.

Para Aguirre, la dimisión no es lo peor que le puede ocurrir. Las últimas palabras del hoy encarcelado han sido una advertencia nada sutil. "Este marrón no me lo como yo solo", dicen que dijo González cuando fue detenido por la Guardia Civil. Porque el marrón, de gran tamaño, aún está por repartir.

http://www.eldiario.es/escolar/Aguirre-sabia-ninos-vienen-Paris_6_636646363.html


La pregunta ahora es: ¿Donde estaba o está ahora Rajoy?

Han caído muchos de sus pesos pesados y otros están en fase de imputación o investigación

¿No se daba cuenta de todo lo que hacían sus ""subordinados""? ¿Miraba para otro lado?

Si se enteraba y no hizo nada mal, pero si no se enteraba peor porque no entiendo que hace un presidente de España en el poder cuando ignora lo que ocurre en su partido. ¿Nos merecemos un presidente como éste?
 
Aguirre no sabía nada y los niños vienen de París.

Vistos los sumarios que investiga la Audiencia Nacional, en el Gobierno de Esperanza Aguirre solo había dos tipos de políticos: los que robaban y los que callaban.


Esperanza-Aguirre-dimision-Ayuntamiento-Madrid_EDIIMA20170424_0604_23.jpg


Esperanza Aguirre anuncia su dimisión como concejal del Ayuntamiento de Madrid, el 24 de abril de 2017.VICTOR J BLANCO / ©GTRESONLINE

Esperanza Aguirre dimite por tercera vez, la definitiva. Se despide para siempre, acorralada por la corrupción, con su imagen quemada, con su número dos y su número tres en prisión, con todo su entorno político imputado o temeroso de una imputación. Su Gobierno al frente de la Comunidad de Madrid va camino de ser recordado como el del GIL en Marbella, como el de Pujol en Cataluña, como otro ejemplo histórico de una era de latrocinio e impunidad. Llegaron con el tamayazo, se van detenidos por la Guardia Civil.

Vistos los sumarios que investiga la Audiencia Nacional, en el Gobierno de Esperanza Aguirre solo había dos tipos de políticos: los que robaban y los que callaban. La lideresa también pertenece a una de estas dos clasificaciones porque no parece que hubiese ninguna más. No hay prueba alguna de que Aguirre robara –aunque su cara esté en todos los carteles electorales que se pagaron con fondos en B–, pero es imposible creer que nunca viese nada en los muchos años que compartió junto a Ignacio González o Francisco Granados. Porque es increíble que alguien con un dedo de frente y mínima información no supiese lo que hoy todos ya sabemos, lo que muchos ya sabíamos, sobre Granados, sobre González, sobre el Canal o sobre Fundescam.

Esperanza Aguirre, hipócrita hasta el final, dice ahora que ha sido "engañada y traicionada" por su delfín. La líderesa siempre mintió así, con esa mezcla entre desparpajo y populismo, con esa falsa inconsciencia que la ha llevado hasta aquí. Solo alguien como ella es capaz de dimitir tres veces en cinco años. Solo la caricatura en la que se ha convertido, víctima de sus propios excesos, de años de poder absoluto y de la adulación de los demás, es capaz de seguir manteniendo hasta hoy que su problema con González es que ella "no vigiló".

Aguirre miente, como es habitual. No hacía falta que vigilase nada, bastaba con haber escuchado todas las veces que le avisaron de que su número dos apestaba a corrupción. El expediente de Ignacio González es tan largo como conocido –al menos para los lectores de eldiario.es–. El campo de Golf del Canal, el pelotazo de Martinsa, el testaferro compartido con Enrique Cerezo, el ático de Estepona, el casoplón de Madrid, las mamandurrias de su familia, los negocietes con arte de su mujer, la Ciudad de la Justicia, los hospitales privatizados, el tren de Navalcarnero, su viaje a Sudáfrica pagado en efectivo, la gestapillo de Madrid… Hay tantos y tan variados agujeros en la gestión de esos años de la Comunidad de Madrid que la duda es si hubo algún concurso, algún contrato, alguna adjudicación, que no tuviese un porcentaje para González, para Granados, para López Viejo o para algún otro comisionista de los muchos que prosperaron por allí.

Ahora se entiende mejor la obsesión de Ignacio González por la seguridad, por la privacidad de las comunicaciones, por los espías y por los móviles seguros. Pocas cosas teme más un corrupto que los pinchazos telefónicos. Durante una temporada, los consejeros de la Comunidad de Madrid y sus principales altos cargos utilizaron unos teléfonos con tarjeta prepago que se cambiaban cada quince días para evitar rastreos, con un método más propio del cártel de Medellín. La iniciativa fue de González, el mismo González que después pagó más de cien mil euros a Indra para que les preparase unos móviles encriptados y seguros, capaces de garantizar las comunicaciones sin el temor a una intervención.

Por supuesto, esa factura para proteger de pinchazos a la banda de González la pagamos entre todos, con el dinero de la Comunidad de Madrid; igual que los espías de la gestapillo; igual que los dosieres de sus rivales políticos; igual que los detectives a sueldo del Canal; igual que el enorme presupuesto de publicidad institucional con el que compraba medios afines; igual que los abogados con los que González intimidaba a los periodistas que nos atrevíamos a denunciar.

Aguirre protegía a González y González peloteaba a Aguirre, fue una simbiosis eficaz. "Para sobrevivir en política lo importante es cuidar al elector… al que te elige en las listas", decía en privado Ignacio González en uno de sus chistes preferidos. Eran los años en los que amenazaba a la oposición con dosieres –inventados y reales– si levantaban mucho la voz o no cedían a sus pretensiones. "¿Ves esta carpeta? Es sobre ti", decía a sus rivales en su despacho. Solía grabar cada conversación.

A veces la amenaza funcionaba. El mapa del poder del aguirrismo se extendía hasta parte del terreno de la oposición, partícipe de silencios y mamandurrias, como el botín de las Black y Caja Madrid. Cuando Aguirre intentó colocar a González al frente de esta caja, lo hizo cerrando un pacto con los sindicatos y los partidos rivales. Todos ellos, al menos sus principales líderes en Madrid, sabían perfectamente que en ese local se jugaba. También quién era el mayor tahúr.

Tras la primera dimisión de Aguirre, el aguirrismo se rompió en dos y sus huestes tuvieron que elegir entre papá y mamá. Ambos eran conscientes de que solo podía quedar uno: que Rajoy optaría por ella o por él para las elecciones municipales y autonómicas de 2015, pero que los dos en el mismo ticket no podrí ser. Finalmente ganó Aguirre y González no se pudo presentar. Desde el mismo momento en que perdió la presidencia sabía que algún día llegaría su detención. Siempre caén así, cuando pierden el escudo que les da el poder.

Pero durante esos últimos meses, hasta que aquella guerra interna se cerró, la propia lideresa temió ser espiada por su propia criatura. "González está obsesionado con la seguridad", decía Aguirre. Ella sabía perfectamente los métodos y maneras de esa obsesión, que tantas veces y con tan buen resultado aplicó. Sus víctimas le acusan de colocar cámaras en los portales para grabar a políticos infieles cuando iban a casa de su amante, de rebuscar expedientes en clínicas abortistas, de contratar a comisarios para elaborar informes… Todo valía para atacar a sus enemigos y sacarlos de la vida pública.

Cincuenta millones de euros, cien millones de euros, doscientos millones de euros… Los cálculos que hacen los investigadores de esta trama de corrupción sobre su patrimonio escondido son tan escandalosos como probablemente fundados. Solo sus dos casas conocidas valían más que lo que González ganó en tres décadas en política. Aguirre conocía ambas propiedades, y gran parte de los demás asuntos en los que intervenía su clan, del Canal al campo de golf de Chamberí.

Aguirre sabía del tren de vida que llevaba su pupilo. También sabe sumar dos más dos. No dijo nada. No denunció nada. Puso la mano en el fuego por él y le defendió públicamente en todas y cada una de las ocasiones en las que alguien preguntó. Aguirre siempre le amparó porque era muy consciente, como así ha sido, de que la caída de González también sería su fin.

Para Aguirre, la dimisión no es lo peor que le puede ocurrir. Las últimas palabras del hoy encarcelado han sido una advertencia nada sutil. "Este marrón no me lo como yo solo", dicen que dijo González cuando fue detenido por la Guardia Civil. Porque el marrón, de gran tamaño, aún está por repartir.

http://www.eldiario.es/escolar/Aguirre-sabia-ninos-vienen-Paris_6_636646363.html


La pregunta ahora es: ¿Donde estaba o está ahora Rajoy?

Han caído muchos de sus pesos pesados y otros están en fase de imputación o investigación

¿No se daba cuenta de todo lo que hacían sus ""subordinados""? ¿Miraba para otro lado?

Si se enteraba y no hizo nada mal, pero si no se enteraba peor porque no entiendo que hace un presidente de España en el poder cuando ignora lo que ocurre en su partido. ¿Nos merecemos un presidente como éste?
No,no miraba para otro lado,estaba trabajando a destajo buscando fiscales y jueces afines, para poder parar todo lo que está saliendo, y ahora lo que queda por salir.También quitando a unos,poniendo a otros y a los más resistentes haciéndoles la vida imposible.
Que investiguen a los consortes,que ahí hay tela marinera.La falta de control democrático,los aforamientos para facilitar la corrupción,ha convertido a España en un vertedero de inmundicia vergonzosa.
 
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