Españolear: flamenco, copla y canción.

Olga Pericet: "Mi flamenco mira al futuro sin arañar la tradición"
LIFESTYLE
    • BENJAMIN G. ROSADO
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  • 26 MAY. 2019 01:39
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Foto: Paco Villalta


Tanto ha indagado Olga Pericet (Córdoba, 1975) en la vida de Carmen Amaya que a veces tiene la sensación de haberla conocido personalmente. Su nuevo espectáculo, 'Un cuerpo infinito', se estrena en los Teatros del Canal de Madrid el 25 de mayo y está dedicado a la memoria de la mítica artista catalana. Han sido varios meses de encierro en el laboratorio de las emociones para dar "cuerpo y forma, sentido y discurso" a un proyecto que nada tiene de homenaje. "Ella está presente en el escenario pero no he acomodado mi movimiento a su forma de bailar", advierte en su cita con YO DONA. Los coreógrafos Estévez y Paños colaboran en este "viaje de autoconocimiento hacia las raíces de una mujer irrepetible e inimitable".


¿Por qué le preocupaba tanto que el espectáculo deviniera homenaje?
Los homenajes han de ceñirse al recuerdo colectivo y cumplir con las expectativas del público. Y yo quería descifrar a Carmen Amaya a mi manera, dibujarla con mis propios trazos, llegar a ella a través de los testimonios de quienes la conocieron, sin ideas preconcebidas. Y para eso tenía que buscarla donde nadie la había encontrado antes.

¿Dónde?
En mi propio cuerpo, pero sin atisbos de imitación, por medio de imperceptibles vibraciones que me han ido acercando a ella. A veces la sentía como un planeta lejano sobre el que mi cuerpo orbitaba en la serena fluidez del movimiento. Otras, se me aparecía como un súbito rayo de luz que me llenaba de energía o con la fuerza de un animal, como una posesión en la que ella iba acomodando los movimientos a mi forma de bailar.

¿Qué ha descubierto de Carmen Amaya?
Todo el mundo conoce su estilo, esa esencia festiva que cambió los cánones del baile. Nos abrió las puertas a un universo lleno de posibilidades. Amplió el lenguaje e imprimió una nueva velocidad al flamenco. He descubierto muchas cosas, pero al final todo queda entre interrogantes. Los recuerdos se deforman, la distancia desenfoca la visión y solo queda su cuerpo infinito. Era una mujer introvertida, triste pero generosa, tremendamente frágil pero con una gran fortaleza. No le importaba el dinero. Vivía para bailar.

Como en su anterior espectáculo, La espina que quiso ser flor..., ¿también aquí ha renunciado a la linealidad argumental?
Sí. No me gustan las narraciones cerradas. La danza nace del impulso del movimiento y no se puede constreñir a una historia. A diferencia del teatro, su arco argumental se sostiene por una serie de emociones que no están en el papel. Hay una parte performativa y visual que escapa a las palabras. Eso no quiere decir que la danza sea arbitraria. Cada línea de movimiento tiene un estudio detrás, un porqué.

¿Cómo describiría la música de 'Un cuerpo infinito'?
Como un viaje a toda velocidad hacia un agujero negro. Allí el silencio se convierte en sinfonía y nos hace flotar como en la nave de 2001: 'Una odisea del espacio'. Luego llega la tormenta: los cantes y palos producen una explosión de sensaciones entre la tradición y la vanguardia, como un recuerdo futurista del flamenco más desnudo, una vuelta a las esencias que, sin embargo, apunta al mañana.

El suyo es un caso insólito de versatilidad y destreza, tanto en la danza clásica como en la contemporánea o el flamenco. ¿Cómo hace para cruzar todas esas fronteras sin levantar ampollas entre los puristas?
La clave está en no tener prejuicios. Me da cierto pudor cuando me encasillan en la danza contemporánea, pues es la disciplina que menos domino. Mi técnica es más flamenca, pero siempre con miras al futuro, al diálogo, al cruce de caminos, a las colaboraciones con otros artistas. Pero sin arañar la tradición, sin ir a cuchillo, sin buscar la provocación.
¿Qué es lo más sacrificado, lo que más le cuesta?
El trabajo previo de producción. Me agota muchísimo. He recibido el Premio Nacional de Danza en un momento muy especial, por la edad y la madurez. El umbral de los 40 te cambia, te permite observarte desde fuera y conocerte mejor. Me gustaría seguir siendo libre pero con menos dolores de cabeza, sin tener que ocuparme de todo.

https://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2019/05/26/5ce66186fdddff4b218b4590.html

 
La mutación del flamenco traspasa a Rosalía: Niño de Elche ahora suena a guajiras y merengue

Creación cultural

Francisco Contreras parece empeñado en forzar tanto las fronteras del cante que se ha ido a buscar la fórmula del mestizaje al Caribe en Colombiana

También comentamos los discos de Flying Lotus, Hidrogenesse, Little Jesus, Sebadoh y la reedición de Transient Random-Noise Bursts With Announcements de Stereolab

Luis J. Menéndez
27/05/2019 - 21:55h
Niño de Elche

Colombiana
Sony
World Music
7

Detrás de toda forma musical "pura" hay una historia de hibridación y mestizaje. Fue así con el flamenco, cuyos orígenes Niño de Elche se ha ido a buscar al Caribe. Y se ha venido de vuelta con un disco bajo al brazo que no aspira a formar parte de los numerosos ejercicios arqueológicos vinculados al género, sino a imaginar un futuro improbable.

En él, la música folklórica por excelencia de nuestro país haría su enésimo viaje de vuelta para buscar de nuevo en las guajiras, los sones o el merengue el elixir para que la voz flamenca siga mutando, evolucionando y, en definitiva, asegure su existencia en el futuro.

Las conexiones con el todavía reciente Antología del Cante Flamenco heterodoxo en ese sentido son evidentes: Francisco Contreras parece empeñado en forzar tanto las fronteras del cante -ya sea ensanchando sus orígenes o jugando a imaginar el futuro- que definitivamente se ha situado en un territorio que poco o nada tiene que ver con lo que habitualmente entendemos por flamenco. Y él feliz de que así sea.

Pero si en la búsqueda de la transgresión ambos trabajos van de la mano, cosa bien distinta son las formas de cada uno. La libertad con la que Contreras ha afrontado este viaje de la mano de Eblis Álvarez de Meridian Brothers como cómplice conduce algunas de estas composiciones a lugares muy distintos de los que supuestamente llevaría la suma de las partes.

Peteneras Mexicanas, por ejemplo, se encuentra más cerca del espíritu punk-funk de ESG o Liquid Liquid que de cualquier sonido al sur de la frontera de Texas, y buena parte de los temas suponen un ejercicio de mestizaje tan improbable que termina resultando inédito.



Flying Lotus

Flamagra
Warp / Music As Usual
ELECTRÓNICA / RAP
8

Como ocurre con buena parte de los grandes músicos, la producción de Steven Ellison resulta desbordante. Tras un silencio de cinco años que no ha sido tal -su trabajo ha resultado esencial en discos como el Drunk de Thundercat o To Pimp a Butterfly de Kendrick Lamar que se han convertido por pleno derecho en clásicos contemporáneos- está de vuelta con un disco de 27 temas que alcanza los 70 minutos de duración y en el que está presente el árbol genealógico de la música negra al completo: desde la influencia free de su tía Alice Coltrane, al funk, el rap clásico o las producciones visionarias de J Dilla.

En esta ocasión FlyLo ha apostado para sus temas por un formato de corta duración: apenas tres de estas piezas superan los tres minutos de duración y buena parte de los cortes funcionan casi a modo de interludio. Sin embargo, en cada una de estas canciones hay tantas ideas que perfectamente cada una de ellas podría ser objeto de un comentario en profundidad por separado.

Con un mayor protagonismo de los sintes y el MPC que el precedente You’re Dead!, y más ligero musicalmente hablando que sus anteriores entregas –supongo que no es casual el paralelismo de la portada con el Dangerous de Michael Jackson-, Flamagra debe también buena parte de su razón de ser a la implicación de Stephen "Thundercat" Bruner y a la larga e impresionante lista de colaboradores que se ponen al servicio de Ellison para poner voz a los delirios instrumentales del virtuoso productor californiano.

Solange, por ejemplo, rivaliza con unas cuerdas celestiales en Land of Honey, George Clinton tiende la mano a su alumno en Burning Down The House (nada que ver con el clásico de Talking Heads); Anderson.Paak convierte More en el tema más cláramente radiable del lote y Yukimi Nagano de Little Dragon aporta groove a la ya de por si bailable Spontaneus.

La lista todavía continúa con la participación de Denzel Curry, Tierra Whack, Shabazz Palaces o Toro y Moi, aunque el propio Flying Lotus ha destacado en la promo previa a la salida del álbum por encima de todos ellos la participación de David Lynch, que en Fire Is Coming aporta una fantasía surrealista marca de la casa, punto de partida conceptual para buena parte del álbum.



Hidrogenesse

Joterías bobas
Austrohúngaro
POP
7

La imagen de portada tiene el aire clásico de una pintura de Picasso, el título del disco parece remitir al folklore aragonés y Carlos y Genís se han manifestado recientemente agotados por la influencia de la música anglosajona sobre la música popular de nuestro tiempo. Todo esto debería dar una vaga idea del camino emprendido por el dúo en su sexto álbum.

Sin embargo -y a esto deberíamos estar acostumbrados ya- nada es lo que parece en el universo de Hidrogenesse, que suelen jugar a los equívocos, las ironías y los dobles sentidos. Tras años de explorar las posibilidades de su sofisticado tecnopop, el dúo da un giro en un disco en el que recupera la exhuberancia melódica de los primeros tiempos.

El título del disco, lejos de anunciar un nuevo experimento sonoro de consecuencias imprevisibles, en realidad auto-homenajea a Hidrogenesse, tal y como explicaban recientemente en una entrevista para El Periódico: "Alguien decía que en un festival en México, después de unos grupos muy buenos, salimos nosotros con nuestras ‘joterías bobas’. Nos dijeron que eso significaba ‘mariconadas’, aunque es una expresión un poco en desuso".

El paso del dúo por la gran urbe latinoamericana, sus colores y sabores (más que sus sonidos) están especialmente presentes en un álbum en el que Hidrogenesse también se atreven con Paolo Conte (versión de Maracas).



Little Jesus

Disco de oro
Sony México
POP
7

Que el puente aéreo musical entre España y Latinoamérica funciona a pleno rendimiento desde hace un tiempo es un hecho palpable con solo echar un vistazo a la cantidad de bandas latinas que giran por nuestro país. En cualquier caso, el dominio de los sonidos de baile que vienen del Caribe ha dejado en un segundo plano a las bandas de guitarras, que si bien poco a poco han ido conquistando al público español carecen en líneas generales de la exposición de los artistas del reggaeton, lo urbano y el pop que raya con lo folklórico.

Un ejemplo evidente de ello son Little Jesus, formación de Ciudad de México con dos discos impecables en la mochila y que ahora vuelven a intentarlo con un tercero, este Disco de oro, que lima las aristas de los anteriores en busca de un pop preciosista con evidente potencial comercial.

En Disco de oro hay de todo. Con la excusa de una serie de canciones que afrontan la nostalgia y el miedo a crecer como leit-motiv, la banda se debate entre el sonido guitarrero "a lo Strokes" con el que llamaron la atención en su debut y una producción de corte electrónico obra del líder de la banda Santiago Casillas que empuja sus canciones hacia el baile. En sus mejores momentos, como el tema que da título al disco, esos dos universos conviven sin molestarse.



Sebadoh

Act Surprised
Fire / Popstock!
ROCK
7

Por un momento, en el breve periodo que va de 1993 a 1994, cuando la banda publicó Bubble & Scrape y Bakesale, Sebadoh fue la quintaesencia del indie rock y muy posiblemente la banda más guay del mundo entero. Lo fue a costa del sufrimiento de Lou Barlow, que en aquel momento escribió negro sobre blanco su deriva emocional y la representó musicalmente hablando con unas guitarras hirientes e abrasión cercana al hardcore. Pero con el tiempo todo eso se diluyó en discos mucho más impersonales que terminaron por hacer que volviera a centrarse en la labor de escudero de J. Mascis y sus Dinosaur Jr.

Hace seis años Barlow recuperó Sebadoh con un disco que aspiraba a resucitar la energía de antaño. Lo conseguía sólo a medias. Ahora este segundo intento desde la reunión del trío que completan Jason Loewestein -al bajo, ya casi tan inimaginable fuera de Sebadoh como el propio Barlow- y Bob D'Amico a la batería, apuesta nuevamente por un rock abrasivo y contundente, en parte empujados por el demoledor trabajo de este último golpeando los parches.

Seamos honestos, Act Surprised y sus canciones sobre arrepentimiento y conflicto emocional no se encuentran a la altura de aquellas desgarradoras Soul & Fire, License to Confuse o Not a Friend. Pero aunque solo sea por sus altísimos niveles de intensidad todavía patean los culos de la mayor parte de indie kids que son alabados como los nuevos salvadores del rock de guitarras. Un respeto, pues.



Stereolab

Transient Random-Noise Bursts With Announcements
Duophonic / Warp / Musica As Usual
AVANT-POP
8

El inesperado retorno de Stereolab -estarán actuando este mismo fin de semana en el Primavera Sound- llega de la mano de una serie de reediciones que pone en valor el papel que la banda de Tim Gane y Laetitia Sadier tuvo en el panorama musical durante la década de los noventa.

Si hace unos meses volvía a ver la luz vía reedición su serie de recopilatorios Switched On, ahora es el turno de su disco de 1993 Transient Random-Noise Bursts With Announcements, al que seguiráMars Audiac Quintet de forma inmediata y Emperor Tomato Ketchup, Dots and Loops, Cobra and Phases Group Play Voltage in the Milky nightel próximo mes de agosto y Sound-Dust y Margerine Eclipse en noviembre. Curiosamente los dos primeros discos de Stereolab se quedan fuera del plan de reediciones.

Transient Random-Noise Bursts With Announcements fue el primer álbum realmente "ambicioso" de Stereolab, grabado para su propia discográfica con más medios tras su fugaz paso por el sello indie Too Pure. Fue también este el disco en que la banda franco-británica mostró todo su potencial y el personalísimo coctel de influencias: krautrock, rock de vanguardia velvetiano, chanson, minimalismo o easy listening.

El disco les encontró en un momento tan dulce que hasta se permitieron dejar fuera del mismo una de sus canciones a la postre más reconocibles, French Disco. Esta reedición de 3 vinilos o 2 CDs la recupera en una tempranera versión junto a otras demos, tomas alternativas y mezclas que nunca antes habían visto la luz.

Original y al completo (vídeos) en el siguiente enlace:
https://www.eldiario.es/cultura/musica/necesaria-mutacion-Rosalia-Nino-Elche_0_903260194.html
 
CONCIERTO EN APOYO A GREENPEACE EN BILBAO

Viento, mar y... canutos: a bordo de un rompehielos con Macaco
El músico catalán ofrece una actuación gratuita en la cubierta del 'Arctic Sunrise' en apoyo a la última campaña de la ONG para exigir la protección de los mares




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Macaco durante el concierto de este jueves en Bilbao en la cubierta del rompehielos de Greenpeace 'Arctic Sunrise'. (Greenpeace)




JOSÉ MARI ALONSO. BILBAO
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07/06/2019



¡Joder, me estoy pegando un morón…! No hace más que oler a canuto. Me estoy colocando sin fumar”. La lucha del guardia de seguridad por preservar su salud ante quienes hacen cola para acceder al concierto precede a la batalla para concienciar sobre la protección de los océanos que se va a librar poco después. Una actuación de Macacocon ‘sustancia’ entre el público es una realidad tan evidente como la presencia de plástico en los mares. La diferencia, a efectos prácticos, es que el plástico tarda 500 años en degradarse y la ‘maría’ se consume en el organismo con bastante más antelación.

Pero, yendo al fondo de la cuestión –la de los océanos, por supuesto–, el cantante catalán Dani Carbonell ofreció la noche de este jueves un concierto gratuito en Bilbao en la cubierta del rompehielos ‘Arctic Sunrise’ de Greenpeace en apoyo a la última campaña de la organización ecologista, declarada como la “más ambiciosa” de su historia. El buque permanecerá atracado en la Ría de Bilbao hasta el lunes, cuando partirá hacia la Ciudad Pérdida de la Atlántida dentro de la expedición de casi un año de duración que va a recorrer el planeta para documentar las numerosas amenazas que enfrentan a los océanos de cara a que la Organización de Naciones Unidas (ONU) se comprometa a proteger al menos el 30% de los océanos para 2030 –en la actualidad este ‘escudo’ no llega al 3% de los mares–.

Macaco, músico activista y activista músico por vocación –en este caso el orden de los factores "no altera el producto"–, está acostumbrado a llevar su música a lugares que se escapan de lo común. Ha tocado encima de un camión en el desierto en medio de los campamentos de refugiados saharauis, en favelas de Brasil, en cuevas... Lo de un barco no es nuevo para él. Recuerda que “hace muchos años”, en un trayecto a Menorca, la liaron gorda. “Sacamos las guitarras y montamos un pollo de la hostia, con todo el mundo bailando”, rememora.




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Pero hay una diferencia sustancial con lo de este jueves en Bilbao. Entonces, era fiesta por fiesta. Ahora, es fiesta por compromiso social, por reivindicación medioambiental. Fiesta por la "madre Tierra". Este activista “de siempre” de Greenpeace, profundamente ligado a sus luchas, se vistió de ‘músico verde’ para cantar en defensa de la protección de los océanos ante centenares de personas que siguieron la actuación en la cubierta del barco –con invitación– o desde el muelle, junto al Museo Marítimo de Bilbao, muy implicados con el mensaje al son de sus temas más sonados.

Fue un concierto en formato acústico, apoyado en dos guitarras y un teclista por exigencias del espacio, en el que Macaco evidenció su doble faceta de activista a bordo de Greenpeace y a los mandos del escenario. Cantó, bailó, se implicó con el público… Hubo sones reivindicativos, pero también ritmos festivos, reggae o rumba, llevando a las cotas más altas la máxima de Emma Goldman de “si no puedo bailar tu revolución no me interesa”. Los más implicados en cubierta eran los 18 tripulantes del rompehielos, de 14 nacionalidades, que no paraban de gritar “¡party!” mientras movían –algunos simplemente lo intentaban– sus cuerpos.

Fue salir Macaco a la cubierta y hacer acto de presencia el viento: "Espero que no sea una metáfora de lo que le aguarda a la expedición"

Había alerta por viento en la costa de Vizcaya, pero el despejado cielo de los prolegómenos no llamaba a la preocupación. Aunque fue salir Macaco a la cubierta y hacer acto de presencia Eolo. “Espero que no sea una metáfora de lo que le aguarda a la expedición”, espetó un integrante de Greenpeace. Pero hubo fiesta en paz. El viento se dejó notar y los negros nubarrones surgieron de la nada –incluso algunas gotas de lluvia se colaron como polizones–, pero dejaron que el ciclón fuera la causa solidaria. Fueron 40 minutos de concierto donde sonaron los "himnos conservacionistas" de la discografía de Macaco. En cubierta, en tierra firme y también en las redes sociales se pudo escuchar ‘Moving’, ‘Semillas’, ‘Viva la vida’, ‘Bailó la pena’, 'Con la mano levantá' o la ecologista ‘Blue (Diminuto Planeta Azul)’, el tema que lidera el reciente disco de Macaco, ‘Civilizado como los animales’, un título ya de por sí muy evocador. “El momento es ahora. Necesitamos leyes para frenar el cambio climático ya. Hay que presionar a los políticos. Estamos cansados de tanta hipocresía política”, clamó el cantante desde la cubierta. "No jodamos el planeta con los plásticos", gritó entre el rugido del público.




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“Me considero un ‘blue fighter”, confiesa Macaco a El Confidencial a las puertas de adentrarse en esta batalla solidaria en el 'Arctic Sunrise'. Eso sí, la suya –precisa–, es una lucha “sin panfletos, sin querer adoctrinar a nadie, sin querer ir de profesor”. Es cuestión de enfundarse el traje de“aprendiz de vida” y “decir las cosas de forma clara”. Como que los efectos del cambio climático ya se van a notar con fuerza para 2050. “¡Si esto es mañana!”, exclama, para advertir de que la lucha en defensa de la conservación del planeta “no es una cuestión generacional, de razas, de colores o de partidos, sino de todos”. “No podemos permitir las conductas extremistas de los partidos políticos de que o estás conmigo o estás contra mí en esto del cambio climático”, asevera.

Como dice la letra de ‘Blue’, el gran himno conservacionista del último trabajo de Macaco –la canción está inspirada en el científico Carl Sagan y la fotografía más lejana del Planeta Tierra, y cuenta con la colaboración de Jorge Drexler y Joan Manuel Serrat– “las estrellas dicen que nosotros somos los fugaces”. O, lo que es lo mismo, “nuestra alimentada auto importancia, nuestra falsa proyección de una posición privilegiada, nuestro ego comiendo vidas por la gloria de un momento, nuestro eco apenas llega unos milímetros en la perspectiva del universo”.

La cuestión de la ecología, de la conservación del planeta, es una cuestión de “supervivencia” pero también “de amor”. “Sé que suena muy naif, muy hippie, pero para nada soy hippie. Es que me encanta el mar, la montaña.. Benditas estas cosas reales”, defiende quien está casado de por vida con las iniciativas de Greenpeace. “Hemos hecho tantas acciones…”, pone de manifiesto. En su faceta de músico activista –o activista músico–, Macaco está habituado a escuchar esa pregunta de “¿realmente sirve para algo lo que hacéis?”. Y la respuesta llega por costumbre: “Te podría sacar una lista enorme”. En esta nómina de éxitos hay la paralización de algún complejo hotelero en la costa, de lasprospecciones de petróleo en Baleares… “Es cierto que muchas cosas no se consiguen. Por cada ‘sí' hay 300 ‘noes’, pero seguiremos ahí en la pelea”, constata, fiel a una "tradición familiar"en defensa de la naturaleza y de los derechos sociales.




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Acción, reacción, repercusión. La máxima de Macaco para el momento presente. Ahora bien, y mirando a los años venideros, ¿qué letra le espera a la canción del futuro del planeta? ¿Estará marcada por la tristeza, la esperanza, la amenaza…? “Estamos jodidos”, es su reacción –y no hace falta aludir a la repercusión–. “Pero sabemos lo que queremos”, canta a continuación acogiéndose a otra máxima, en esta ocasión la de Ketama. Pero el tono bromista pronto se transforma en seriedad. “No sé, no sé. Hay una línea interesante, no sé si fina o gorda, entre el realismo y el positivismo. Intento ser positivo, ver el vaso medio lleno, pero también hay que tener un punto realista”, señala.

¿Soñador o iluso? “Iluso, para nada. No tengo un pelo de iluso. Y soñador, siempre. De lo contrario, todo sería muy aburrido. La realidad sin soñar, sin imaginar…”, expone. Puestos a soñar, el cantante catalán, desde la cubierta del ‘Arctic Sunrise’ pide “seguir luchando por todos nosotros, por nuestros hijos y por las generaciones que vienen”. “Nos vemos por el camino”, se despide del público entregado que hace la olay le implora una canción más para que la fiesta prolongue la reivindicación. El silencio vuelve al barco de Greenpeace. Pero va a ser un silencio breve. El rompehielos, que desde 1996 surca los mares de las regiones polares, hablará hasta el lunes en Bilbao con las jornadas de puertas abiertas programadas por la organización ecologista, antes de partir rumbo al Atlántico para proseguir con su lucha a favor de los océanos. El objetivo que persigue la ONG es que Naciones Unidas apruebe el Tratado Global de los Océanos en 2020. Por delante, muchas millas por navegar y cantar.

https://www.elconfidencial.com/cult...to-macaco-cubierta-greenpeace-bilbao_2059982/
 
Veranos de la Villa: flamenco intergeneracional, voces del mundo y un concierto sorpresa
El festival madrileño dedicará una de sus citas al 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna
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SeguirAdrián Delgado@AdelgadoLeon
Actualizado:12/06/2019 01:16h

Manuela Carmena se despidió ayer de su particular manera de entender la Cultura en Madrid. La alcaldesa presentó sus últimos Veranos de la Villa tras cuatro años que han cambiado la forma y el fondo de la cita cultural por antonomasia del periodo estival. Descentralizadas, como una de sus señas de identidad, las propuestas de este icónico festival sustituyeron hace cuatro años las listas de nombres estelares que llenaban los Jardines de Sabatini por la «diversidad de prácticas y manifestaciones artísticas y creativas» que copan ahora los distritos. Este año, serán 41 citas en 35 espacios al servicio de la música, la danza, el teatro, el circo, la zarzuela, el cabaré o la moda. Un «compendio explosivo», en palabras de su directora artística, Maral Kekejian, que arrancará el 28 de junio y se extenderá hasta el 1 de septiembre.

El Ayuntamiento ha programado cinco citas por semana. El 90% de ellas serán de acceso libre y las de pago tendrán un precio máximo de 15 euros. Aunque «abrirá sus puertas» con un encuentro entre la arquitectura y las artes –«Un verano entero», comisariado por el colectivo Bwelke– en el parque de la Cuña Verde, el festival arrancará con música el sábado 29 de junio. Lo hará con «Las edades del flamenco», un espectáculo al aire libre en el Parque de las Cruces que reunirá a varias generaciones de cantaores, guitarristas y bailaores de todas las edades. Desde Manuel de la Tomasa, el más jóven con 18 años, a clásicos como Pepe Habichuela o Carrete de Málaga, que no sabe exactamente cuándo nació –se calcula que ronda los 80 años–.

Música en los parques
El duende será uno de los puntos fuertes de esta cita cultural que llevará, también a un parque –el Lineal del Manzanares, el 10 de julio–, a Arcángel para rendir un homenaje a los grandes iconos del género. Israel Fernández, que ayer ofreció su voz «a cappella» para presentar la programación, estará junto con el guitarrista Diego del Morao en la Cuña Verde de O’Donnell –el 19 de julio, a las 21 horas–.

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El cantaor Israel Fernández durante la presentación de los Veranos de la Villa - Ayuntamiento

Las voces internacionales, y especialmente las femeninas, cobrarán protagonismo en cuatro citas. La fadista Katia Guerreiro elevará su arte al parque Lineal del Manzanares –el 30 de junio, a las 21.30–. La cantautora Joan Wasser, conocida como Joan as Police Woman, hará escala en Madrid dentro de su gira por Europa con un concierto en el Parque Juan Carlos I –el 10 de agosto, a las 21 horas– en el que presentará su último disco, Joanthology. Un día después, la cantautora californiana Kadhja Bonet estará en el Auditorio del Parque de Berlín con su mestizaje entre el pop y la tradición folk norteamericana. A cubierto, el Centro Cultural Galileo presentará a la soprano italianaRoberta Invernizzi –el 3 de julio, a las 21.30 horas–, especialista en canto barroco, para rendir tributo a las compositoras olvidadas del siglo XVII.

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Xoel López- Ángel de Antonio
La luna y el futuro de la exploración espacial serán el hilo conductor de una de las actividades más peculiares de esta edición: «Pisar la luna». El auditorio delparque Enrique Tierno Galván acogerá la noche del 20 de julio –coincidiendo con el 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna– una cita en la que el mundo de la astronomía –incluido el cosmonauta ruso, Alexandr Ivanovich Lazutkin– y el de la música –con Xoel López como artista– se unirán en una velada en la que se explorará el «mito lunar».

La moda también tendrá cabida en estos Veranos de la Villa con María Ke Fisherman, que presentará su colección de primavera-verano 2020 sobre el Puente de Toledo –el 8 de julio, a las 22.30–. Debajo del viaducto de Segovia tendrá lugar –el 17 de julio, a las 20.30– una noche de rock progresivo con Cheeto’s Magazine o Pony Bravo, entre otros grupos.

La música indie tendrá su representación en la banda Low el 27 de agosto, en la Quinta de Torre Arias. Tony Allen & Jeff Mills pondrán el ritmo a la plaza de Matadero el 7 de agosto. La Quinta de los Molinos acogerá una nueva edición de «Algo inesperado», unconcierto sorpresa que el año pasado subió al escenario a Vetusta Morla.

Consulta toda la programación de los Veranos de la Villa enhttps://veranosdelavilla.madrid.es/es/programa
 
Amaral vuelve a fijarse en Galicia en su nuevo disco
El grupo, que en el 2011 editó la canción «Riazor», incluirá en su próximo trabajo un tema titulado «Ondas do mar de Vigo»

EL DÚO AMARAL EN LA IMAGEN RECIENTE AMARAL

JAVIER BECERRA
REDACCION 14/06/2019 16:55 H

Galicia vuelve a aparecer en el cancionero de Amaral. El próximo disco del grupo, Salto al color, arrancará con un tema titulado Ondas do mar de Vigo. Se trata de una cantiga de amigo escrita en lengua galego-portuguesa por el trovador Martín Codax, que toma el título de su primer verso.

Dicho poema ha sido musicado en varias ocasiones, por lo que todo apunta a que la canción se trate de una adaptación. Ello conectaría con cierta inclinación hacia el folk que el grupo zaragozano ha mostrado desde sus primeros días.


El 6 de septiembre se conocerá el resultado. Ese es el día previsto para la edición de este trabajo, definido por la discográfica del grupo como «una zambullida a un océano de colores sonoros donde conviven madera y metal, corazón y corteza, cuerpo, alma y alegría de vivir». Incluye 13 temas y ya se han adelantado dos temas: Mares igual que tú y Nuestro Tiempo.

No es la primera vez que Amaral hace referencias explícitas a Galicia en su repertorio. En el año 2011 incluyó la canción Riazoren el disco Hacia lo salvaje. Entonces el grupo indicó que la pieza reflejaba una historia urbana ubicada en A Coruña. Curiosamente, la misma playa coruñesa aparecía en el videoclip de Toda la noche en la calle, que recogía fragmentos de uno de sus conciertos allí.

En el 2017, en una entrevista para el suplemento Fugas de La Voz, señalaban que barajaban la posibilidad de titular una de sus próximas canciones Fisterra o Finisterrae. Al final, ello no se llevó a cabo

https://www.lavozdegalicia.es/notic...licia-nuevo-disco/00031560521877626584735.htm
 
Buenos días, tardes, noches, madrugadas o mediosdías.
Que el domingo os sea como el trino de un canario a su canaria.
Saludos,
Serendi
 
¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN O DISCURSOS DE ODIO?
La Lista Negra: estas canciones no podrían sonar hoy
La discusión sobre el odio y la violencia en las manifestaciones artísticas está plagada de espinas. ¿Es suficiente con invocar la libertad de expresión? Entramos en el barro



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Evaristo, de la Poll Récords, en los inicios de la banda.





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ANA RAMÍREZ
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ETA (BANDA TERRORISTA)
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22/06/201



"Inmigrantes y maricones no tienen sentido para mí. Vienen a nuestro país y creen que harán lo que les plazca, como empezar un mini-Irán o propagar una put* enfermedad”. En cuatro versos, Axl Rose abrazó un discurso homófobo y racista sin titubear. La canción, ‘One in a million’, pertenece a ‘GNR Lies’, el segundo álbum de estudio de Guns N’ Roses. En 1987, la letra provocó un revuelo de críticas.

Rose se disculpó públicamente. Pero, en una entrevista para ‘Rolling Stone’,amparó sus ataques bajo el paraguas de la libertad de expresión: “¿Por qué la gente de color puede llamarse 'nigger', pero cuando un hombre blanco lo hace de repente es una gran ofensa? No me gustan las ataduras de ningún tipo. No me gusta que me digan lo que puedo o no puedo decir”. El año pasado, la reedición de ‘Appetite for destruction’, que incluyó las canciones más célebres de Guns N’ Roses, dejó fuera ‘One in a million’ por su alto contenido racista y homófobo.



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Carátula de 'GNR Lies', en la que se incluye una disculpa por la letra de 'One in a million'.



Entramos en el barro. La discusión sobre el odio y la violencia en las manifestaciones artísticas está plagada de espinas. ¿Es suficiente con invocar la libertad de expresión? ¿La justicia debería castigar estos discursos en la letra de una canción? ¿Dónde se enmarca el debate, en la convivencia social o en la legalidad? Y lo que es más importante: el significado que esconden las obras de ficción es frágil. El artista puede mentir, esconderse o diluir su discurso. Los versos de Axl Rose rezuman odio explícito, pero no son pocos los ejemplos de mensajes ocultos, gamberros o irónicos. ¿Quiénes serán los exégetas elegidos para interpretar?


“Probablemente, hay un sector de la sociedad que ve con peores ojos este tipo de expresiones y trata de imponer su criterio. Creo que sería imposible hacer ‘La vida de Brian’ ahora”, declara Ignacio González Vega, portavoz de Jueces por la Democracia, a El Confidencial. El organismo advirtió hace unos mesesde que la creación de tipos penales como el enaltecimiento al terrorismo, el delito de odio o la humillación de las víctimas puede hacernos caer en el riesgo de “la moda del impulso penal”, y buscar respuesta en la ley a lo que, en realidad, forma parte del debate social.

Parte de la sociedad ve con peores ojos estas expresiones y trata de imponer su criterio; sería imposible hacer ‘La vida de Brian’ hoy

“Cuando nos movemos en el territorio de la ficción, hay que ser cautelosos”, advierte González. “Es difícil establecer los mismos criterios que cuando se hacen afirmaciones en la realidad. Debe permanecer la libertad de expresión, como ocurre en Estados Unidos y otros países. Como dice el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, eso implica que se pueda ofender a una parte de la sociedad”.

González asegura que, a través de la ficción, la ofensa puede tener cabida en el debate social. “No son discursos de odio exactamente. La creación literaria nos pueden gustar o no, pero no tiene que ser criminalizada por ello”, remata el portavoz.

Un tema intocable
En España, existe un ejemplo curioso. Una canción que catapultó a Loquillo en los 80 y, pocas décadas después, tuvo que dejar de interpretarse en directo. Saben de qué les hablo. “Por favor, sólo quiero matarla, a punta de navaja, besándola una vez más”. ‘La mataré’, compuesta por Sabino Méndez, “fue la causante de que la banda ascendiera al estrellato”, según Loquillo. Hoy, se ha convertido en un tema intocable.

“Lo curioso es que en el 87 fuera interpretada como una denuncia a la violencia de género y, en los 90, algunos la consideraran una apología de la violencia de género”, explica Sabino Méndez a El Confidencial. La idea de escribirla, cuenta el compositor, nació en los conciertos de pueblos pequeños. Algunas mujeres aseguraban que les gustaría pasar la noche con los artistas cuando llegaban allí, pero que si sus parejas se enteraran, “las matarían”.



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“La primera persona fue un recurso narrativo para denunciar esa situación. Ahora somos tan catetos que no somos capaces de comprenderlo. Es como si fuéramos a ver ‘Hamlet’ y en el momento del asesinato del rey, llamáramos a la policía. Es bastante cómico”, lamenta Méndez. El letrista y compositor de Loquillo alude a un “fariseísmo de las redes sociales”, unas críticas que se disolverán con los tiempos.

“Quiero verla bailar entre los muertos, la cintura morena que me volvió loco. Llevo un velo de sangre en la mirada y un deseo en el alma: que jamás la encuentre”. ‘La mataré’ pivotó entre la denuncia y la apología en cuestión de años: "El motivo por el que se malinterpretan muchas de las obras artísticas complejas de hace décadas se debe probablemente a que hemos dejado de formar buenos lectores. Una obra artística compleja de hace veinte años podía tener entre cien mil y trescientos mil caracteres. Un tuit actual no pasa de dos centenares. Nos acostumbrado al simplismo rudimentario en los argumentos de lectura y no estamos preparados para descifrar la complejidad. Tendríamos que exigir un poco más de amabilidad para con los autores en lugar de tanta caza de brujas puritana".

A diferencia de otras canciones, ‘La mataré’ provocó una gran polémica y censura social, pero ningún proceso judicial. Méndez cree que, en casos extremos, las acciones legales están justificadas para marcar una frontera: “Para las canciones que amenazan o piden la muerte de gente, por ejemplo. Aunque sería interesante que la ley estuviese muy al día. Igual hay discursos que podrían ser castigados con multas o trabajos para la comunidad, pero no con penas de cárcel”.

¿Cuándo actúa la ley?
No existe un lugar consensuado para la frontera penal a la que Méndez se refiere. Según Jueces por la Democracia, los tipos de enaltecimiento al terrorismo, humillación a las víctimas o delitos de odio son “flexibles y pueden dar lugar a interpretaciones contradictorias”. Este es el caso de las querellas contra Soziedad Alkohólika en la década de los 2000, años antes de las condenas a los raperos Pablo Hasel y Valtonyc por sus letras.

La Asociación Víctimas del Terrorismo acusó al grupo de rock vasco de enaltecimiento del terrorismo de ETA en varias de sus canciones. El juez Baltasar Garzón admitió la denuncia, pero la archivó poco después: “Se puede estar, y este instructor lo está, en contra de esos contenidos, pero no puede esa discrepancia ideológica llegar a criminalizar lo que es ejercicio del derecho de libertades de expresión”.




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Dos años después, Fernando Grande-Marlaska ordenó la tramitación de la causa en la Audiencia Nacional. La banda negó los cargos de los que se les acusaba y, finalmente, fueron absueltos porque las letras no constituían delito. “Soziedad Alkohólika declaró que no era su intención enaltecer el terrorismo, porque aquello de por sí es un delito grave. Pero por muy gamberra que quiera ser la letra, subjetivamente lleva una carga de violencia que nadie puede negar”, opina Joan Caballero, experto en delitos de odio, grupos ultra y sus manifestaciones culturales.

“Sus letras no lanzan mensajes de intolerancia. Se pudo demostrar que el grupo siempre estuvo en contra del terrorismo. Su discurso es más bien contracultural, en la línea del rock radical vasco, que fue la versión antisistema de la Movida Madrileña. Eso sí: su música puede ser consumida en entornos que promueven la intolerancia”, razona Caballero.

S.A. declaró que no quería enaltecer el terrorismo; pero por muy gamberra que sea una letra, puede llevar una carga de violencia

Este investigador cree que la música puede influir de manera decisiva en la radicalización de los jóvenes. “Los integrantes de S.A. defienden que sus letras son sátiras e ironías, pero la carga violenta está y en los ambientes de algunos grupos violentos se escuchan y se corean. Es un fenómeno complejo: las canciones pueden reforzar un mensaje”.

“La música en sí misma no es peligrosa, un libro tampoco. Pero cuando se consumen unas canciones concretas, mantienes una admiración hacia un discurso que no tiene por qué ser de odio, pero sí violento… Como ‘quememos las calles’, o cosas así. Eso no es ilegal. Yo no hablo de prohibir, pero sí de alertar a padres y profesionales para que sepan lo que escuchan los jóvenes”, concluye el experto.

El debate es paradójico. Para proteger la libertad de expresión, unos defienden el uso de la ley. Otros, sacar del Código Penal lo que consideran una discusión social legítima y en evolución, como la sensibilidad del público. Sin respuestas, concluimos con diez canciones que, quizá, hoy no podrían publicarse.



'La mataré' - Loquillo

“Por favor, sólo quiero matarla, a punta de navaja, besándola una vez más”. 1987.







'Nos vimos en Berlín' - Soziedad Alkohólika

"¿Ahora quién, quién es el asesino, quién mata sin razón? ¿Ahora quién utiliza las torturas? Ahora tú, judío cabrón". 1990.







'Síndrome del norte' - Soziedad Alkohólika

"Al llegar hasta el coche, dejas las llaves caer. No sea que haya un bulto raro que te haga volar como a Carrero". 1993.







'Hoy voy a asesinarte' - Siniestro Total

"Hoy voy a asesinarte, nena, te quiero pero no aguanto más. Voy a asesinarte, nena, no me volverás a engañar".1982.







'Sí, sí' - Los Ronaldos

"Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte, hasta que digas sí". 1987.




SIGUE...
 

'La solución final' - La poxx Records

"La solución es una cámara de gas con los políticos adentro. Ahí están de put* madre. Y con cuatro clavos en la tapa, que no salgan". 1996.







'Corazón de tiza' - Radio Futura

"Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared, te voy a dar una paliza". 1990.








'One in a million' - Guns N' Roses

"Inmigrantes y maricones no tienen sentido para mí. Vienen a nuestro país y creen que harán lo que les plazca, como empezar un mini-Irán o propagar una put* enfermedad”. 1987.






'Los días de la semana' - Miliki, Gaby, Fofó

"Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar. Pero no pudo jugar porque tenía que planchar". En la versión original, 1971.







'Algo contigo' - Chico Novarro

"Necesito controlar tu vida, saber quién te besa y quién te abriga". 1976.






https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-06-22/censura-musica-libertad-de-expresion-odio_2083630/
 
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