Yo no creo que la esperanza -si la hay- esté en un cambio generacional. La juventud por sí misma no es garantía de mayor cultura política ni de más virtud cívica.
Lo que haría falta es que de entre los ciudadanos más comprometidos y valiosos, de entre los dispuestos a trabajar por el bien común, salieran nuevos líderes, en principio cívicos, y luego políticos. Luego habría que desplazar a la oligarquía actual, cambiar el modelo de estado y dotarse de un sistema político participativo y dotado de controles eficaces.
¿Puede ocurrir una cosa semejante? A mi humilde entender, no por las buenas. Algo así requeriría un movimiento ciudadano de desobediencia civil y un proceso constituyente revolucionario. Y curiosamente en estos tiempos eso es mucho más difícil que en el pasado.
Completamente de acuerdo. Yo también creo que por las buenas ya no hay nada que hacer.