Pues os cuento lo último que aprendí en una clase de yoga (por cierto, estas clases debían de ser subvencionadas por la Casa Real, es lo menos para eliminar las tensiones que la conzorte nos provoca) pero a lo que iba, resulta que estábamos haciendo una pose de esas de equilibrio imposible, y el instructor nos sugirió juntar las yemas de los dedos anular, corazón y pulgar de una mano porque era un truco para mantener el equilibrio. Así que tuve un momento bombilla en el que apareció una imagen de la conzorte con sus taconazos, razón 'una' para necesitar el gesto equilibril, y su cojera, razón 'dos' para juntar deditos.