Escandalos históricos de la Alta Sociedad.

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Jeremy Thorpe o como librarse de un amante molesto.

A principios de los años 70 del pasado siglo, un joven llamado Norman Scott se presenta en un periódico con cartas que demuestran que el político Jeremy Thorpe había sido su amante y había intentado asesinarlo.

Lo que pareció ser la típica trama de chantaje, resultó ser verdad. El politico, al no saber cómo.librarse de el tras años prometiendo al joven lo que nunca cumplió, además de ser un joven bastante pesado y obseso, decidió que sus amigos le librasen del ex-amante de la forma más definitiva, pero el intento fracaso, y lo que quiso hacer para evitar el escándalo se convirtió en el más grande escándalo desde el Caso Profumo.

En Wikipedia está la historia,que provocó la dimisión de Thorpe, un político con grandes posibilidades de llegar a ser primer ministro de Gran Bretaña.
 
Margaret Campbell, Duquesa de Argyll o la ninfómana "prost*t*ta".

En 1963, se celebra el juicio de divorcio entre el 11 Duque de Argyll y su tercera esposa, Margaret Campbell.

Margaret Campbell había llegado a la cumbre de la alta sociedad británica con este matrimonio. Mujer de enorme prestancia y elegancia, se había divorciado del padre de sus dos hijos - su hija también se había casado con un Duque - aunque no había tenido hijos con su segundo marido.

Desde siempre había tenido una vida amorosa muy activa, que hubiese quizás comenzado a los 15 años, cuando se quedó embarazada del actor David Niven. La criatura fue entregada en adopción y ella fue amiga de Niven hasta la muerte de este. Entre sus amantes hubo numerosos nombres famosos entre artistas,politicos aristócratas...

Sin embargo, casarse por segunda vez no freno su apetito sexual y empezó a practicar sus aficiones con sus amantes haciéndose fotografiar con una cámara Polaroid. En aquel entonces la única Polaroid de Gran Bretaña estaba en manos del Ministerio de Defensa y se dice que el ministro, Duncan Sandys, yerno de Churchill, podria habérsela prestado tras sus juegos comunes.

Al cabo de diez años de matrimonio, el Duque, aunque él también tenía sus amantes, no pudo soportar la dimensión de los chismes y aprovechando un viaje de su mujer, rompió el cerrojo de su escritorio y encontró las fotografías. La más potente era una en la que se la veía sin llevar encima nada más que un collar de perlas de tres vueltas mientras le hacia una felación a un hombre desnudo del que no se veía la cabeza.

Con todo ese contingente fotográfico, el Duque pidió el divorcio vía judicial para no tener que darle nada a Margaret.

Durante el juicio, ella afirmó que tras una caída, había quedado afectado su sistema nervioso y, además del sentido del gusto y el olfativo, también había desarrollado su extrema sexualidad.

El juez demostró que no sabía lo que era juzgar dejando a un lado sus prejuicios misóginos de católico ultraortodoxo, religión de Margaret tras su primer matrimonio. Continuamente calificó los actos de la adúltera de obscenos y la llamo prost*t*ta, afirmando que sus instintos sexuales necesitaban ser satisfechos con montones de hombres, pues uno solo no podia con ella.

Margaret Campbell sobrevivió con gran dignidad al linchamiento público.

Es la bisabuela de las hermanas Manners, famosas en la prensa brittish de hoy por su mal comportamiento en público.


 
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El gigoló que enamoró a los hombres influyentes
IÑAKI LAGUARDIA | 10 NOV 2014 23:22

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Media docena de novelas dan muestra de la influencia de Denham Fouts en la obra de algunos escritores estadounidenses del siglo XX. Su nombre inspiró un puñado de personajes literarios, conquistó y arrancó el corazón de quienes lo siguieron y, como toda estrella fugaz, vivió intensamente y murió joven. Su celebridad en los círculos literarios se desarrolló lejos de toda mirada intrusa que pudiera desbaratar la magia de aquella personalidad. La editorial Riverdale Ave Books acaba de reeditar el libro Best-kept boy in the world, del ensayista Arthur Vanderbilt, que recoge la azarosa vida sentimental del gigoló Denham Fouts.

Nació en 1914 en Florida, recaló un tiempo en Washington D.C. y con 18 años se estableció en Nueva York. Sus atributos físicos y una buena educación le sirvieron para ganarse la confianza de los hombres más influyentes. «Era un homme fatal, un tipo que tenía que haber escrito sus memorias y nunca lo hizo», dijo Gore Vidal en una ocasión. Era como el personaje de Tadzio en Muerte en Venecia, de Thomas Mann; la Lolita de Nabokov, o la tormentosa mitad de Gatsby en la novela de F. Scott Fitzgerald. Un poderoso imán de estructura apolínea que mercadeó con sus encantos y pasó su vida de cama en cama.
El escritor Truman Capote fue uno de sus mejores amigos y se inspiró en él para escribir la novela Plegarias atendidas –su última venganza contra la alta sociedad–. Aquel libro contaba las desventuras de un chapero de lujo cuyas virtudes se cotizaban muy bien entre una élite compuesta por «monstruos perfectos». En la novela se entremezclan el fulgor de una casta descastada y sus inevitables miserias. Capote dispara a matar en un teatro en el que cabe todo el mundo, de Greta Garbo a Peggy Guggenheim. No fue el único que se valió de la historia vital de Fouts para crear. En 1956 Gore Vidal escribió un libro de relatos llamado A thirsty evil: Seven short stories, basado en la vida del gigoló.
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Truman Capote, uno de sus grandes valedores.

CORDON PRESS
«Cuando Denham llegó a Nueva York se dio cuenta de que poseía poderes extraordinarios: caminaba por la calle y la gente lo miraba y lo admiraba. Lo invitaban a bares, fiestas y espectáculos de Broadway, y hasta le propusieron viajes a Europa. Sin venir a cuento se convirtió en el centro de todas las miradas», cuenta Vanderbilt en el libro. El escritor Glenway Wescott, una estrella en los años 30 gracias a su libro Las abuelas, fue su primer amor –más bien cliente–. Fouts se dejaba querer y se dejaba llevar. Juntos viajaron por el viejo continente y asistieron a decenas de fiestas.
En Londres, en un evento en Tredegar House, conocieron al príncipe Pablo de Grecia, abuelo de Felipe VI, que vivía exiliado en el país junto a su hermano Jorge. «Al poco tiempo Pablo invitó a Denham a un crucero por el Mediterráneo», explica Vanderbilt en el libro. De los días con el futuro monarca, quien reinaría en Grecia entre 1947 y 1964, pasó al desenfreno sicalíptico con el coleccionista de arte Peter Watson, gran amor del diseñador y fotógrafo de moda británico Cecil Beaton. Watson mimó a Fouts como nadie. Visitaron París, Cannes y Niza; más tarde pasearían por Sankt Moritz, Milán y Roma.
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Gore Vidal escribió «A Thirsty Evil» (1956), una serie de relatos inspirados en la vida de Denham Fouts. A la derecha, el escritor británico Christopher Isherwood.

D.R. / CORDON PRESS
Con solo 21 años Fouts ya era un adicto a fumar opio. Los continuos cambios de humor que aquello le provocaba dieron la puntilla a su relación con Watson. «No compartíamos ninguna inquietud intelectual y, pese a que solo nos separaban seis años, me convertí en una especie de padre que lo único que hacía era dar dinero a Denham», cita Vanderbilt a Watson. Tras numerosas peleas y malentendidos, la pareja rompió su unión. Pese a la separación, el coleccionista de arte siguió ayudando a Fouts en su lucha contra sus adicciones.
Este prosiguió su camino y buscó refugio en el novelista británico Christopher Isherwood, quien se inspiró en él para un personaje del libro Down there on a visit. «El prostituto más caro del siglo XX», como dijo en una ocasión Isherwood, era también «el tipo más guapo del mundo», según Capote. Sus últimos días, antes de morir a los 34 años, discurrieron a caballo entre Europa y Estados Unidos. Alternó con lo mejor y lo peor y acabó sucumbiendo a todos los excesos. Un ataque al corazón fulminó en Roma el poderoso magnetismo de un hombre que, como dijo Capote, «si se hubiera acostado con Hitler habría salvado al mundo de la Segunda Guerra Mundial».

 
Hace años yo estuve enganchada a la historia de las hermanas Mitford. Pongo aquí un enlace que habla un poco de su vida:



Si, contado por Jessica, la comunista, feminista y activista de los Derechos Civiles. Se centra en su infancia y adolescencia, antes de la ruptura con su hermana Diana.

Existe también una biografía "Las hermanas Mitford",muy amena.
 
La caída del magnate Krupp

Fiedrich Alfred Krupp (1854 - 1902), heredero y dueño de la famosa fundación metalúrgica Krupp, proveedor de armamento casi exclusivo del Ejército Imperial Aleman, amigo personal del Kaiser Guillermo II, termino hundido por un escándalo de homosexualidad con jóvenes lugareños de la isla de Capri (Italia).

En el II Reich aleman, por ley la homosexualidad estaba penada con cárcel e incluso la retirada de los derechos civiles.

Krupp, que había introducido mejoras sociales a sus trabajadores, que ascendieron a 45.000, estaba casado con la baronesa Margarethe con Ende, con quién tenía dos hijas, Bertha y Bárbara. Era miembro del Reichtag y de la Sociedad de Señores de Prusia. Le encantaba ir solo a Capri en invierno, a estudiar la biología marina. Se alojaba en un hotel sobre los acantilados, donde hizo construir un sendero hoy llamado Vía Krupp. Sin embargo, al parecer se dejó tentar por sus secretas inclinaciones homosexuales ante los efebos nativos, que le acompañaban a una cueva que había acomodado para reuniones sociales y "otras festividades".

Llego la extorsión de un periodista con polémica acerca si hacía orgias con menores o no. Krupp se enteró por los periódicos italianos. Regreso a Alemania y el Kaiser trato de ayudarle, pero salto a un periódico socialdemócrata alemán tachandolo de homosexual. Krupp falleció de una apopejia, aunque los periódicos hablaron de su***dio, a los 48 años.

Postdata: dado que Krupp no tenía heredero varón, considerándose que una mujer no podia gestionar una empresa semejante, y tras dar a la hija menor su cuantiosa dote, Bertha, la mayor, fue casada con el afortunado hombre que eligió el Kaiser para que dirigiese la empresa, un noble que cambió su apellido convertido en Gustav Krupp. Formaron una gran familia y sostuvieron el régimen de Hitler hasta el final. Gustav Krupp sería procesado en Nuremberg, aunque no lo fue por su senilidad, por prácticas esclavistas con prisioneros de los campos de concentración. Las siderúrgicas fabricaron los tanques y armamento de Hitler.

 
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El escándalo Profumo, desde la perspectiva de Christine Keeler

El canal Cosmo estrena el próximo lunes una miniserie de la BBC que narra el caso político y sexual de 1963 según la visión de la modelo y bailarina implicada en el caso.

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El caso Profumo provocó rápidamente el interés de la prensa (COSMO / BBC)

Francesc Puig - Barcelona - 21/06/2020 08:00 | Actualizado a 21/06/2020 08:49



El caso Profumo golpeó a la sociedad del Reino Unido en los años sesenta. s*x*, aristocracia, prostit*ción, drama, espionaje… El escándalo, que acabó provocando la caída del Gobierno británico en plena Guerra Fría, ha sido recreado en diversas ocasiones sobre el escenario y en la pantalla, como sucedió hace tres años en la segunda temporada de The Crown. El pasado diciembre la BBC estrenó la miniserie de seis episodios El escándalo de Christine Keeler, una nueva versión del caso pero con la gran novedad de ser contada, por primera vez, desde la perspectiva de Christine Keeler, la aspirante a modelo implicada en el affaire político. El canal Cosmo la estrena el próximo lunes a las 23 horas.

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La actriz Sophie Cookson interpreta a Christine Keeler (COSMO/BBC)


El escándalo estalló en 1963 después de trascender que el entonces ministro de Guerra británico, John Profumo, había tenido una breve relación con una bailarina de 20 años llamada Christine Keeler, quien también había tenido al mismo tiempo encuentros íntimos con el espía soviético Yevgeny Ivanov que intentaba obtener, indirectamente y a través de la chica, algunos secretos militares británicos para la Unión Soviética.

Una relación a tres bandas que tuvo lugar en un momento delicado de la Guerra Fría: en 1962 se desató la crisis de los misiles cubanos. El grave peligro que podía comportar para la seguridad nacional sumado a la relación adúltera de un miembro de tan alta jerarquía gubernamental como Profumo -estaba casado con la actriz Valerie Hobson- provocó que el caso se convirtiera en un escándalo de grandes dimensiones.

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Ben Miles (izquierda) es el ministro John Profumo en esta serie de la BBC (COSMO / BBC)


Profumo mintió sobre esta relación cuando fue interrogado oficialmente por la Cámara de los Comunes y cuando se descubrió la verdad se vio forzado a renunciar. Dañó gravemente la reputación del gobierno del entonces primer ministro, el conservador Harold Macmillan, quien finalmente también se vio obligado a dimitir. Tras el escándalo, Profumo trabajó durante cuarenta años en programas sociales y de ayuda a los jóvenes sin recursos hasta su muerte en 2006.

Christine Keeler falleció en 2017, y sus herederos decidieron vender los derechos de su historia a la BBC, que encargó la adaptación a la prestigiosa guionista Amanda Coe (Apple Tree Yard). La miniserie explora el juicio público al que se vio expuesta Christine Keeler -interpretada por la actriz Sophie Cookson-, una ambiciosa adolescente que llegó a Londres para escapar de una pobre situación familiar. Tras descubrir que su atractivo físico le podía abrir muchas puertas, trabajó como modelo y bailarina en diferentes clubs, donde conoció al osteópata y artista Stephen Ward (James Norton).

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Posado de grupo con los principales protagonistas de la ficción (COSMO / BBC)


Ward -que tenía amigos en la realeza como el príncipe Felipe de Edimburgo- la acompañaba a lujosas fiestas a las que asistían personas influyentes con las que las chicas intimaban a cambio de favores de todo tipo. Todo parecía ir bien hasta conocer a John Profumo, a quien da vida en la serie el actor Ben Miles, el inolvidable Peter Townsend (el gran amor de la princesa Margarita) en The Crown.

La prensa británica elogió la interpretación de Sophie Cookson en el papel de Keeler y el valor de una serie que “ayuda a reparar la reputación de una mujer a la que se ha criticado mucho”, apuntó Telegraph. Cookson destacó también la revisión de los acontecimientos que propone la serie al poner a Keeler en el centro de la historia: “Es comúnmente conocido como el caso Profumo, pero había otra persona involucrada y su punto de vista no se ha explicado bien hasta ahora. Hay muchas historias que se cuentan a través de una mirada masculina, pero Amanda Coe le ha dado la vuelta a la trama para mostrarnos a la mujer detrás de este increíble hecho real”. La actriz describe a Keeler como una mujer muy ambiciosa: “Quería ser modelo, actriz y obtener reconocimiento social. Pensé que era una chica alegre, valiente y extremadamente agradable, aunque a veces imprudente. Vivía su vida de forma impetuosa”.



 
El ministro de Defensa Profumo hizo caer el gobierno por compartir amante con un agente de la KGB, aunque parece ser que nunca compartió informacion con la puntilla.

Y hablando del primer ministro MacMillan, en cuyo gabinete servía Profumo.

Harold MacMillan estaba casado con Lady Dorothy, hija del noveno Duque de Devonshire. Tenían cuatro hijos, aunque se daba por hecho que la menor, era hija del amante de ella, el político conservador Robert Boohins( ?). Este era su amante desde hacía treinta años y MacMillan lo aceptaba con amistad con el amante, todo muy civilizado.

Sin embargo, en 1950 falleció el hermano de Lady Dorothy, el décimo Duque de Cavendish. Pocos años después, el médico de la alta sociedad John Bodkins Adams fue denunciado como asesino de una anciana que le había dejado su herencia. En la investigación se llegó a comprobar que había recibido múltiples herencias de ancianos aparentemente muertos de forma natural, y se elevó la cifra a 163 asesinatos.

Sin embargo, el hecho de que uno de los muertos fuese el Duque hizo temer a la familia que la defensa sacase a la luz los trapos sucios como el mensaje a trozos de Lady Dorothy, por lo que Adams fue condenado por estafador pero salió bien parado a pesar de la sospecha flagrante de su condición de asesino en serie.

Pero MacMillan terminaría cayendo por el Caso Profumo.
 
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CARMEN DIEZ DE RIVERA

Esta bellísima mujer y protagonista de la Transición descubrió, a los 17 años, que su novio y gran amor, Ramón Serrano Polo, era su medio hermano por parte de padre.

Era la hija natural de Ramón Serrano Suñer, ministro de Exteriores de Franco, de quién era cuñado por estar casado con Zita Polo, hermana de Carmen Polo, y de Sonsoles Icaza, marquesa de Lanzol.

El marido de su madre la reconoció y ejerció de padre amoroso, por lo que Carmen lo adoraba igual que sus hermanos mayores. Creció en el círculo franquista con los hijos de los vencedores de la guerra y gerifantes del régimen, sin sospechar absolutamente nada. De este modo, se enamoró del joven Ramón, fue correspondida, y la parejita hizo planes de boda.

Sin embargo, nada más anunciarlo a las familias, les prohibieron, no solo el matrimonio sino incluso la amistad. Les impusieron la separación absoluta y quién le dijo a Carmen la realidad no fue su madre sino una monja y un cura. Quedó tan consternada que huyó a misiones para intentar purgar el pecado original del que ninguna culpa tenía y rompió con su madre durante años.

Carmen nunca se casó. Su amado Ramón si, y nunca manifestó nada al respecto. El descubrimiento no impulso a padre e hija a encontrarse. Carmen siempre le desprecio profundamente, tanto más cuanto veía sus ojos claros maravillosos al mirarse al espejo, y Serrano Suñer solo ansío reivindicarse a si mismo como falangista antifranquista -a raíz de su caída en desgracia ante los ojos del dictador y su esposa-.

Carmen colaboraria con Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón durante la Transición, pero siempre rechazo los rumores con ellos. De hecho, a Carmen no se le conoció ninguna relación con otro hombre tras la traumática ruptura forzosa con quién definió el amor de su vida.
 
Sólo por recordar uno de los más horribles: el asesinato de los marqueses de Urquijo, en 1980. Da para un hilo propio, no un simple post.
 
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