Esto me acaba de recordar a una prima mía que los veranos solía irse a casa de una tía suya que vivía en otra comunidad autónoma. Ahí tenía otra prima de su edad con la que se llevaba muy bien. Fue los dos primeros años, pero al tercero pidió por favor quedarse en su casa. A mi tía le extrañó la petición y cuando le preguntó a mi prima, ella le confesó que es que todos los años cada vez que iba a casa de su tía, ésta aprovechaba para hacer limpieza a fondo
y les tenía 3 días limpiando la casa de arriba a abajo (a ella y a su prima) y y que no pensaba aguantar eso otro año más.
Así que mi tía dijo que hasta aquí, y cuando su cuñada la llamó para preguntar que cuando iría mi prima, se inventó cualquier excusa y le dijo que ese año no iría. Que una cosa es que colabores con las tareas de la casa en la que te estás quedando, pero otra es que te usen como mano de obra gratis.
Pues eso lo hacía mi abu, pero abiertamente y sin disimulo. Os juro por Dior que he limpiado con cepillos de dientes viejos ( hervidos en vinagre) las esquinas del suelo, los rodapies, cada milímetro de los electrodomésticos, etc ..., he rascado y repintado rayas de azulejos, desmontado zócalos de los muebles de cocina, vamos la biblia en pasta.
Menos mal que éramos tres nietas y cuatro hijas, pero aquellas "limpiezas de verano" eran surrealistas.