Es efectiva la ley de violencia de género?

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Traigo esta noticia del año pasado para preguntaros, funciona realmente la ley de violencia de género?, Es efectiva?, es suficiente? A mi el suicido de Sara Calleja me dejo sobrecogida.

VALERO

RAFAEL J. ÁLVAREZ

ANA CABANILLASMadrid

Actualizado:03/08/2015 06:37 horas[http://e04-elmundo][http://e01-elmundo][http://e03-elmundo][http://e02-elmundo][http://e03-elmundo][http://e01-elmundo]213

Para Sara, todos los días eran noche cerrada. La luz se apagó por completo en la madrugada del pasado 11 de julio cuando, tras dos años de acoso por parte de su ex pareja, decidió acabar con la pesadilla. «Estoy muy cansada y necesito descansar. Mi vida es insoportable». Sara Calleja Rodríguez empieza así la carta que dejó a la juez de violencia de género de León pocas horas antes de arrojarse al vacío desde un segundo piso.

Fue en el verano de 2010 cuando comenzó a morir a cámara lenta. Sara había perdido su trabajo de administrativa en una constructora hacía unos meses cuando un amigo de la infancia, Christian C.M., reapareció en su vida. Había quedado en paro antes de tiempo en una vida de por sí adelantada. Ella se casó joven, con 19 años tuvo a su primera hija, Andrea, y con 24 a Elio. Tras un pronto matrimonio llegó una pronta separación. Desde entonces sólo se había ocupado de salir adelante. «A mi madre le gustaba pintar y hacía acuarelas que vendía en bares de León», relata Elio García Calleja, su hijo, de 28 años. Con la llegada de Christian, residente en Bélgica,comenzaron las promesas. Conocía a gente en Bruselas que le podría ayudar, tenía contactos... Le salvaría. Ella se fue a Bélgica con él. Y ahí empezó el final.

Llegaron los celos, el control, los enfados injustificados, los zarandeos. Y el primer tortazo, ése que Sara no denunció hasta muchos meses después. A las estrecheces le siguieron la dependencia y la soledad. «Su mala situación económica le hizo aguantar más de lo que hubiera aguantado», relata Elio, pocas horas después de recoger las cenizas de su madre.

En Bruselas Sara perdió el contacto con su familia. «No salía de casa porque él se enfadaba. Al final siempre estaba sola». Estaba encerrada. Lo estuvo cuando decidió tomar un vuelo a León y su pareja echó las llaves por fuera, con ella dentro. Durante cuatro horas vio cómo partía el avión hacia su libertad y cómo se le empezaba a estrellar la vida.

Le dejó el 19 de septiembre de 2013 y ahí empezó el calvario que la propia Sara fue relatando en comisarías y juzgados. 19 denuncias, tres juicios, nueve meses de cárcel para él, dos órdenes de alejamiento y la prohibición de entrar en España. Nada bastó. Ese día empezaron los mensajes, las amenazas veladas, la persecución. La tortura silenciosa que tronaba en las redes sociales.

Cientos de mensajes diarios

Centenares de mensajes diarios. A Facebook. Al móvil. Al correo. Al buzón, tanto al postal como al de voz. A Sara. A sus hijos. A su madre de 80 años. A sus amigas. «Al principio escribía sólo a ella, pero cuando mi madre dejó de contestarle, empezó con el resto». Lo cuenta su hijo mientras rebusca en una maleta repleta de papeles: denuncias y cientos de folios con pantallazos de mensajes como prueba de una tortura lenta que, según Elio, «no se quiso parar»: «Si hubieran querido cortar el acoso, lo hubieran hecho. Si hace un año los amigos de mi madre hubieran dejado de recibir mensajes, esto no hubiera pasado».

La primera denuncia fue su regalode cumpleaños. El 8 de noviembre de 2013, cuando Sara celebraba los 50, su ex pareja se presentó en la puerta de su casa, en León. Se enfrentó a su hijo y la aguardó durante horas. Los primeros mensajes de amor y arrepentimiento -«perdóname, no volveré a ser celoso ni violento»- se transformaron por completo. «Ojo por ojo, te voy a destruir la vida»; «guarra, zorra, hija de put*», son algunos de los recados que recibió la agredida, según consta en la denuncia.

«Contéstame Sara porque te va a costar mucho dinero», «voy a ir a León a contar toda la verdad tuya». Christian C.M. hizo efectivas sus amenazas y tres días después le denunció al INEM. Las exposiciones que montó, «en las que no vendió nada», le acarrearon una deuda de 18.595 euros por cobro indebido del subsidio de desempleo. Un dinero que Sara no tenía, por el que tuvo que alquilar habitaciones de su casa y por el que hace cuatro meses acabó vendiendo la vivienda.

«Era lo único que teníamos. Siempre habíamos vivido de alquiler, pero mi madre consiguió una casa de protección oficial para dejarnos algo a mi hermana y a mí. Era una buena madre». Sara Calleja tenía 150 euros en su cuenta bancaria cuando acabó con su vida. «La deuda le hundió». Los 400 euros de la renta activa de inserción (RAI) se le iban, mes a mes, en pagar la venganza de su ex pareja. La culpa se instaló en su cabeza y ese sentimiento le acompañó hasta el último día: «Estaba avergonzada de ver que por culpa de haber estado con él, sus hijos y su madre se vieran así».

'Acoso y derribo'

«Este hombre nos ha ido jodiendo la vida poco a poco», relata su hijo. «Ha sido acoso y derribo». Sara no se rindió y siguió denunciando «mensajes cada vez más amenazantes», según consta en las denuncias. «Que tiene miedo, que está aterrorizada», se lee en los documentos. Con el terror llegó la primera orden de alejamiento. Y de forma automática comenzó el incumplimiento continuado. «Vayas donde vayas, estés donde estés, te encontraré», «evítame una desgracia para Navidad», «tengo todo el tiempo del mundo, Sara». «Esto es muerte asegurada».

Y siguieron las denuncias y llegaron los juicios: nueve meses de prisión y la prohibición de entrar en España tampoco bastaron. Cuatro días antes de que él saliera de la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, ella se mudó a Ibiza, donde vivía su hija y donde esperaba encontrar más oportunidades laborales. Pero la distancia no sirvió. El cansancio de Sara empezó a ser judicial: «Mi vida estaba en sus manos, señora jueza, y parece que cada vez que iba a denunciar, aburría», escribió en los últimos tres folios que dejó, donde detalla un vía crucis del que no saldría viva: «Muchas mujeres retiran sus denuncias porque es una agonía aguantar un proceso del que nunca sales entera. Tienes que pasar por un scaner para que decida alguien que no sabe por lo que estás pasando.(...) Y aun así te ponen en duda».

«Te vas a arrepentir toda tu vida si no escuchas», «voy a cometer lo irreparable», «si no vuelves me mataré». Los mensajes no cesaron y Sara siguió denunciando. En una ocasión, una vez decretada la orden de alejamiento, su agresor fue visto en las inmediaciones de su casa. «Fui a comisaría y mientras esperaba mi turno en el patio, enfrente apareció él. Le dije a los policías que estaba fuera. Me decían que lo denunciara y yo les decía que lo detuvieran, que tenía una orden de alejamiento. No me hacían caso y un policía me dijo que era su palabra contra la suya. Al final me pidió perdón».

El 18 de mayo y el 16 de junio, tres semanas antes del final, Sara volvió a intentarlo. Puso unas denuncias de las que no llegó a tener respuesta. Fue a comisaría, respondió a las preguntas, llevó las pruebas. Siguió luchando. Eran denuncias desesperadas, el último intento de poner fin a su tortura. El penúltimo fue en abril, cuando tomó más de 200 pastillas. «Lo hizo cuando estábamos los dos hermanos juntos en León. No quiso que estuviéramos solos».

Tras el episodio, comenzó la rehabilitación y volvió «la sensación de que había luz». Por eso, la llamada que recibió el 11 de julio le llegó a Elio por sorpresa. «Christian cumplió casi todas sus promesas de venganza menos la de matarme», contaba a una amiga la propia Sara a través de un email. Elio denuncia el acoso hasta el último día: «Y es que se ha muerto mi madre, y sigue». Aunque Christian no llevó a cabo la última promesa, para su hijo, tampoco hizo falta que lo hiciera: «Para mí hay un culpable».
 
Desgraciadamente, los maltratos que no dejan moratones, es muy difícil que lleguen a ser castigados.

Lo que me alucina de este caso es que habiendo tantas pruebas documentales, la cosa haya terminado así. Pobre mujer.
 
Si la persona que sufre malos tratos no hace nada por evitarlos, el resto no podemos hacer nada. Ni parientes, ni vecinos, ni policía, ni jueces, nadie puede tutelar lo que ocurre en una pareja.
Recuerdo lo que le dijo un juez a una mujer supuestamente maltratada. La mujer le decía al juez "Yo no quiero que meta en la carcel a mi marido, solo quiero que no me pegue más". A lo que el juez le respondió "¿Y qué quiere, que ponga un policía en el pasillo de su casa?".
 
En este caso había denuncias y una orden de alejamiento. Yo pienso que eso no sirve para nada, un tío que quiere hacer daño o matar una orden de alejamiento no le va a impedir hacerlo.
 
Si la persona que sufre malos tratos no hace nada por evitarlos, el resto no podemos hacer nada. Ni parientes, ni vecinos, ni policía, ni jueces, nadie puede tutelar lo que ocurre en una pareja.
Recuerdo lo que le dijo un juez a una mujer supuestamente maltratada. La mujer le decía al juez "Yo no quiero que meta en la carcel a mi marido, solo quiero que no me pegue más". A lo que el juez le respondió "¿Y qué quiere, que ponga un policía en el pasillo de su casa?".
Claro es imposible un policía por cada caso, por lo visto en España hay 8 mujeres con proteccion total, es decir, 2 policías las 24 horas... Que criterio se sigue para poner esa protección? Xq las asesinadas cada año es muy superior a 8.
 
Si la persona que sufre malos tratos no hace nada por evitarlos, el resto no podemos hacer nada. Ni parientes, ni vecinos, ni policía, ni jueces, nadie puede tutelar lo que ocurre en una pareja.
Recuerdo lo que le dijo un juez a una mujer supuestamente maltratada. La mujer le decía al juez "Yo no quiero que meta en la carcel a mi marido, solo quiero que no me pegue más". A lo que el juez le respondió "¿Y qué quiere, que ponga un policía en el pasillo de su casa?".

Evidentemente, en el momento que se retirara ese policía, volvería a recibir. Si alguien no quiere que su pareja le pegue, a lo mejor lo que debe de hacer es dejarla, porque ellos nunca dejan de maltratar.

Yo soy políticamente muy incorrecta en esto, frente a algunas tendencias que pretenden que casi se saque a las mujeres de su casa si sufren malos tratos, cuando en muchos casos no se sabe ni que tienen lugar los malos tratos porque lo ocultan.

Yo, en esto, soy de la opinión de que hay una esfera íntima de libertad que no puede invadir absolutamente nadie, por más que sepa cómo va a acabar algo y secuestrar a una mujer contra su voluntad para que se aleje de un maltratador, tampoco es la solución porque, en un alto porcentaje, volverían con el.

Tampoco creo que la solución sea la educación en España o que el fallo esté ahí, porque en algunos homicidios de los últimos años los culpables han sido ciudadanos europeos.

También se dice que la causa del maltrato es la falta de igualdad entre hombres y mujeres, y tampoco lo tengo claro porque si hay algo que no soportan algunos hombres es que una mujer esté en pie de igualdad o por encima, y eso aún puede agravar las cosas.

Es un tema mucho más complejo de lo que parece a primera vista porque un cable se le puede cruzar a cualquiera y, solamente por eso, pienso que es un problema que no podrá erradicarse nunca al 100%

Hace año y medio se publicó un estudio a nivel europeo y es un poco sorprendente. Ya buscaré a ver si lo encuentro.

Claro es imposible un policía por cada caso, por lo visto en España hay 8 mujeres con proteccion total, es decir, 2 policías las 24 horas... Que criterio se sigue para poner esa protección? Xq las asesinadas cada año es muy superior a 8.

La mayoría de las mujeres asesinadas no han acudido a los servicios que hay en las comunidades autónomas para la atención a las víctimas de violencia, ni han denunciado, así que nadie sabe lo que está pasando hasta que las matan.

Yo he llamado dos o tres veces a la policía porque he presenciado malos tratos y cuando la policía ha venido, las mujeres han negado que pasara nada. Ante eso, no se puede hacer absolutamente nada.
 
Evidentemente, en el momento que se retirara ese policía, volvería a recibir. Si alguien no quiere que su pareja le pegue, a lo mejor lo que debe de hacer es dejarla, porque ellos nunca dejan de maltratar.

Yo soy políticamente muy incorrecta en esto, frente a algunas tendencias que pretenden que casi se saque a las mujeres de su casa si sufren malos tratos, cuando en muchos casos no se sabe ni que tienen lugar los malos tratos porque lo ocultan.

Yo, en esto, soy de la opinión de que hay una esfera íntima de libertad que no puede invadir absolutamente nadie, por más que sepa cómo va a acabar algo y secuestrar a una mujer contra su voluntad para que se aleje de un maltratador, tampoco es la solución porque, en un alto porcentaje, volverían con el.

Tampoco creo que la solución sea la educación en España o que el fallo esté ahí, porque en algunos homicidios de los últimos años los culpables han sido ciudadanos europeos.

También se dice que la causa del maltrato es la falta de igualdad entre hombres y mujeres, y tampoco lo tengo claro porque si hay algo que no soportan algunos hombres es que una mujer esté en pie de igualdad o por encima, y eso aún puede agravar las cosas.

Es un tema mucho más complejo de lo que parece a primera vista porque un cable se le puede cruzar a cualquiera y, solamente por eso, pienso que es un problema que no podrá erradicarse nunca al 100%

Hace año y medio se publicó un estudio a nivel europeo y es un poco sorprendente. Ya buscaré a ver si lo encuentro.



La mayoría de las mujeres asesinadas no han acudido a los servicios que hay en las comunidades autónomas para la atención a las víctimas de violencia, ni han denunciado, así que nadie sabe lo que está pasando hasta que las matan.

Yo he llamado dos o tres veces a la policía porque he presenciado malos tratos y cuando la policía ha venido, las mujeres han negado que pasara nada. Ante eso, no se puede hacer absolutamente nada.
Tienes razón es un tema complejo.
Yo tb he presenciado discusiones subidas de tono y al decir llamo a la policía si se escapa una mano, amig@s me han dicho ni te metas. La verdad me alucina un poco porque la gente si llama a la policia si es otro tipo de pelea. Ese individualismo de no meternos donde no nos llaman cada dia es mas normal.
Yo creo que la educación si es básica aunque tb es cierto que hay maltratadores de todas las edades desde ancianos que llevan maltratando a su mujer toda una vida (antes la mujer callaba a todo), a chicos súper jóvenes que se supone les han educado en la igualdad. Efectivamente el machismo es imposible erradicar.
Gracias por el link, lo leeré
 
Hace un tiempo, unos vecinos del bloque de al lado estaban siempre discutiendo, gritando hasta por las noches, ella acababa llorando, una noche, oí ruidos y golpes y a ella lorando y diciendo: No, no por favor, para (no sé si le estaba pegando) se oyeron más golpes, hasta cristales rotos. Al momento llamé a la policía ¿sabéis lo que me dijeron? que si estaba segura de que le estaban pegando, yo les dije que no, pero como habían matado a un par de mujeres hace unos días, pues estaba preocupada. Al final, que no venían porque no tenían constancia de que estuviera siendo maltratada.
 
Hace un tiempo, unos vecinos del bloque de al lado estaban siempre discutiendo, gritando hasta por las noches, ella acababa llorando, una noche, oí ruidos y golpes y a ella lorando y diciendo: No, no por favor, para (no sé si le estaba pegando) se oyeron más golpes, hasta cristales rotos. Al momento llamé a la policía ¿sabéis lo que me dijeron? que si estaba segura de que le estaban pegando, yo les dije que no, pero como habían matado a un par de mujeres hace unos días, pues estaba preocupada. Al final, que no venían porque no tenían constancia de que estuviera siendo maltratada.
Muy impresionante!!
 
Pues no se.. Siempre que les he llamado han venido y lo se porque yo espero a ver si vienen por si tengo que volver a llamarles.

Lo de la educación, no es solo la de ellos, sino la de ellas también.

Las mujeres y más en la adolescencia, tienden a pensar que cuando su pareja les prohibe ponerse faldas cortas o pintarse es por celos y lo encuentran halagador, pero eso ya es una señal de un comportamiento anormal. A eso añade que a algunas mujeres les gusta poner celosas a sus parejas aunque no haya nada y, sin ser eso una justificación para un maltrato, creo que haciendo eso se puede provocar un cortocircuito y, a partir de ahí, todo es posible.

Aparte de todo esto, los hombres son más maltratados físicos, pero nosotras somos expertas en la cuestión psicológica. He visto a hombres anulados totalmente por sus parejas o con una autoestima ridícula porque ellas les hacen creer que no sirven para nada. Cuando eso pasa son calzonazos, pero cuando es al revés, ellas son maltratadas.
 

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