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EL CUENTO DE LOS PRINCIPES MALDITOS
Erase una vez una chica amante de la literatura llamada Carina Axelsson.
Se enamoró de un príncipe que era hijo de una princesa danesa, la princesa Benedicta, y sobrino de la mísmisima reina Margarita y la ex reina de Grecia, nieto del Rey Federico de Dinamarca y del Principe Gustavo Alberto de Sayn-Wittgenstein-Berleburg Se enamoraron y toda la familia les celebró y Carina pasó a ser parte de la familia y ha llegado el feliz día en que Gustav y Carina van a ser padres. ¡Qué vivan los felices padres!
¡Alto, cuentista, que andas errado!
Pero el día que nació, el pobre Principe Gustav se vió maldecido por su difunto abuelo...
El Príncipe-Abuelo era un altivo noble que había recibido la revelación sagrada a través de un cabo llamado Adolf Hitler, que en su catecismo "Mein Kaft" mostró la Verdad sobre la superioridad de los príncipes, todos descendientes de los Nibelungos, la familia de Sidfrido y las Walkirias, que habían transmitido a sus descendientes a través de la pureza de sus enlaces entre dichos descendientes, todos principes, reyes, emperadores, duques y demás nobles salvadores de la raza aria que representan.
El Principe-Abuelo, Gustav Alberto, en cuyo honor se llama el príncipe amado de Carina, fué un gran general del III Reich de los Mil Años y tuvo la mala suerte de desaparecer durante la gloriosa guerra contra la miserable canalla plebeya de los paises democráticos o razas inferiores como los eslavos, así que jamás pudo regresar a casa para ver crecer a sus hijos, entre ellos, su príncipe heredero Ricardo, el ya difunto "suegro" de Carina. Desapareció en 1944.
Pero por temer que eso pudiese pasar, el Príncipe-Abuelo Gustav hizo testamento dejando muy claro que los herederos del título perderían su título si se casaban con una misera plebeya, porque contaminarían su sangre aria y ya no harían honor al título y sangre azul impoluta de sus antepasados.
Asi que su hijo, el padre del Príncipe Gustav, colmó las espectativas de su desaparecido padre (cuyo regreso esperaron con ansía hasta 1969, en que tuvieron que resignarse a darlo por muerto para que Ricardo dejase de ser Príncipe heredero y fuese príncipe titular) al casarse nada menos que con la hija del Rey de Dinamarca, Benedicta, una príncesa de sangre azul.
Pero hace YA muchos años, el querido hijo del Principe Ricardo y la princesa Benedicta conoció a una Cenicienta plebeya y se enamoraron para siempre.
Pero resulta que Carina es... ¡plebeya! y, por tanto, el príncipe Gustav Y Carina no se han casado...
¡NI PODRAN CASARSE JAMÁS!
- Juez de familia: ¡UN MOMENTO! LA LEY DICE QUE EL MATRIMONIO ES LIBRE E IGUAL! YO MISMO ME OFREZCO PARA CASARLES!
Pero Carina dice: "Me da igual no estar casada con Gustavo. Él es el hombre de mi vida y con quien quiero estar". A pesar de que su matrimonio es (casi) imposible, Carina es una más de la familia./arc-anglerfish-arc2-prod-gruponacion.s3.amazonaws.com/public/GV4L44VCWRBVJJRIP5FNO5BONU.JPG "Resultado de imagen de juez de familia")
- Juez de familia: ¡UN MOMENTO! LA LEY DICE QUE EL MATRIMONIO ES LIBRE E IGUAL! YO MISMO ME OFREZCO PARA CASARLES!
En los grandes saraos reales, la escritora ha lucido importantes joyas de la familia, pues tiene a su plena disposición el joyero real tanto de los Corona danesa como de los Sayn Wittgenstein Berleburg. Según la tradición, si una mujer no está casada, no puede lucir las tiaras y joyas de la familia. Sin embargo, sus suegros, quienes rechazan las cláusulas de ese testamento, intentan que ella se sienta como una más.
Asi que Carina encima ha contribuido a romper la maldición de la Familia Real, que prohibía los amancebamientos. Y la maldición afectará al niñito que no será príncipe, porque sus papás no están casados, y como papá solo tiene hermanas y los títulos se pasan de varón a varón, pues heredará el título algún primo lejano:
- Je, je, je, la sangrrrrre arrria perrrrmanerá en la familia ,que se queden con ese bastaardo mestizo, y que no comparen al trrraidor de mi nieto con mi prrradre, que se casó con la bisnieta del rrrrrevolucionario masón Fouché, Duque de Otranto, eran nobles por titulo de ese vil usurrrpadorrr de rrrreyes Napoleón...
¡Yo tenia que evitar más errrorrres y lo he conseguido, jejejejejee.... ! ¡Ala, nieto, quédate con tu concubina y tu bastarrrrdoooo! Ya sabía yo que lo del titulo sería algo que jamássss renunciarían, jejejeje!
¡PORRRRRRQUE TIENEN MIEDO DE MI FANTASMA SI NO CUMMPLEN MI TESTAMENTO....! los liquido a todos, jajajaja!
¡Y colorrrin, colorrado, este cuento se ha acabado!
¡Heil, H....!
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