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Patatina tercera ha conseguido que se hable más de ella que del premiado,,y a todo esto quien es el premiado, se me ha olvidado,,jijijiii
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Pasa casi siempre..Sientregara los Nobel o los Goya pasaríamos de los premiados..Patatina tercera ha conseguido que se hable más de ella que del premiado,,y a todo esto quien es el premiado, se me ha olvidado,,jijijiii
Coincido contigo en esa visión del matrimonio: apoyo mutuo total, incluído temas laborales.
Pero, algunos de estos herederos de tronos europeos han optado por escoger otro tipo de relación matrimonial. Y ni siquiera son chicas guapísimas y/o con mucho encanto y carisma personal.
Sí, eso parece pero no me lo creo. Lo que tiene, y bien comprobado, es una desfachatez, desvergüenza, descaro sin los que no puede vivir. Parece la gran cosa por sus actuaciones, pero pone de relieve de continuo ese afán de llamar la atención, afán al que está sujeta. La edad que decís impropia para esa ropa a mi no me lo parece, lo que es impropio es su clase, su falta de decoro y su manera de epatar a todo lo que se mueva.
Es su objetivo, consustancial a su mísera vida. La falta de profundidad en su quehacer queda continuamente a la vista.
Pero bueno, yo contenta, cuanto más ridiculice su estamento pues mejor.
¿Pero no te parece que Felipe es el que eligió peor? Matilde de Bélgica, Máxima, Kate Middleton, Mary Donaldson o Daniel, el esposo de Victoria de Suecia, son personas en quienes ves, de modo evidente, el esfuerzo por sumar a la buena imagen del consorte relevante y apoyarlo en sus funciones (independientemente de cómo sea su relación en la esfera privada).
Tal vez la esposa del noruego sea el otro único caso incorregible del muestrario.
Yo añadiría a todo lo que hemos señalado en nuestros dos comentarios que, además, es muy posible que lo haga para mortificar a Felipe con sus salidas de tiesto y para opacar la presencia puramente profesional de él (su presidencia del evento, sus discursos, la interacción con las otras personas que están ahí por una cuestión representativa o profesional, etc) con sus estridencias indumentarias, sus patadas al protocolo y sus ganas de epatar.
L.O. demuestra con ello una evidente falta de madurez, una personalidad poco equilibrada y, además, nulo respeto y/o amor hacia su consorte.
Si a mí me invitan a un evento en calidad de esposa de @A bordo del Titanic, un evento donde él va a tener un papel representativo o profesional central, procuraré vestirme y comportarme de modo que el protagonismo sea para quien corresponde -o sea, para él y el resto de las personas que están ahí por motivos profesionales- y, a la vez, de modo que los presentes puedan apreciar que Titanic tiene una esposa elegante, educada, prudente, cultivada, etc. O sea, que vean que mi consorte es un señor de buen criterio también eligiendo esposa. Creo que cualquier mujer que ame a su esposo como hombre y/o que lo respete como profesional (mucho más si es una una alta personalidad del Estado) intentaría gustosamente sumar a la buena imagen de él y no actuar como su peor enemigo, boicoteando sus apariciones profesionales o públicas con comportamientos impropios y salidas de tiesto protocolarias.
Yo veo lo que ella hace y no puedo sino pensar que ni respeta al Rey ni ama al hombre.
Así de simple.
¿Pero no te parece que Felipe es el que eligió peor? Matilde de Bélgica, Máxima, Kate Middleton, Mary Donaldson o Daniel, el esposo de Victoria de Suecia, son personas en quienes ves, de modo evidente, el esfuerzo por sumar a la buena imagen del consorte relevante y apoyarlo en sus funciones (independientemente de cómo sea su relación en la esfera privada).
Tal vez la esposa del noruego sea el otro único caso incorregible del muestrario.