Zorongollo tradicional, la deliciosa ensalada extremeña de pimientos
Los pimientos rojos asados son una delicia por sí solos, habitualmente convertidos en ensalada sobre todo cuando suben las temperaturas. En Extremadura la receta tiene nombre propio, el delicioso y versátil zorongollo, del que se pueden encontrar muchas variantes, todas más que apetecibles.
Típico de Cáceres y la región de la Vera, hoy en día se puede encontrar por toda la comunidad extremeña, muy similar a tantas otras preparaciones tradicionales huertanas de los países mediterráneos. La elaboración más básica se compone de pimientos asados bien aliñados con buen aceite, añadiéndose normalmente cebolla y huevo. El pan es imprescindible.
Para 4 personas
Pimiento rojo grandes y carnosos3
Cebolleta 1
Tomate tipo pera o rama (o al gusto)2
Huevo 3
Diente de ajo (o al gusto)2
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez
Sal
Perejil fresco o cebollino picado (opcional)
Dificultad: Fácil
Tiempo total 1 h
Elaboración 15 m
Cocción 45 m
Lo primero es asar los pimientos. Podemos partir de una remesa que ya tengamos hecha con anterioridad, o también aprovechar para asar más verduras, ya que encendemos el horno. Recordamos nuestra guía completa para hacer pimientos asados también para otras preparaciones. Se pueden asar la víspera.
Básicamente, hay que lavarlos y asarlos enteros en horno precalentado a unos 200º C durante 35-45 minutos, hasta que esté la piel negra. Se dejan sudar cubiertos con un paño o plástico para que se enfríen despegando la piel, y se pelan, desechando las semillas y los filamentos. Podemos aprovechar para asar unos tomates, que también añadiremos al zorongollo.
Cortar la cebolleta en plumas finas y colocar en un cuenco cubiertas de agua muy fría y una pizca de sal; así resultarán mucho más suaves. Cocer los huevos en agua hirviendo, a temperatura media, durante unos 8-11 minutos. Enfriar, pelar y reservar.
Montar el zorongollo cortando los pimientos asados en tiras, añadir pulpa de tomate asado o en conserva -opcional- y el diente de ajo. Echar un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra, vinagre al gusto y sal moderada. Mezclar para que se combinen bien los sabores.
Servir con la cebolleta bien escurrida, el huevo cortado o picado y un poco más de aceite. Terminar con pimienta negra y/o perejil picado si se desea. Reservar en la nevera hasta el momento de servir.
Bien fría o más atemperada, esta ensalada de pimientos o zorongollo extremeño apetece casi a cualquier hora, como primer plato, guarnición de carnes y pescados o como parte de una cena de picoteo. También puede ser un plato completo ligero si se completa con atún, bonito, aceitunas... y un poco de buen pan para mojar.
El salpicón es una mezcla de varios ingredientes, generalmente con una carne ( res , pollo, pescado o marisco) que también van aderezados . Este platillo se come frío en forma de ensalada y tiene como objetivo producir una gran variedad de sabores, colores y texturas.
Este salpicón se prepara con cebolla, chile, jitomate, aguacate, ajo y muchos ingredientes más... y claro está que nuestro ingrediente principal es el pollo. En poco tiempo tendrá en su mesa una fiesta de colores y va a disfrutar de sabores frescos, elaborados y algunas notas dulces.
Esta ensalada es muy fácil de hacer, solo hay que cocer el pollo y mezclar muchos ingredientes.
La receta se da con 1 chile serrano para darle más sabor a la ensalada, aunque sí no le gusta el picante lo puede omitir.
Esta ensalada también se prepara con lechuga y le recomendamos que compre lechuga romana por que es crujiente y tiene un ligero toque amargo, que combina muy bien con los demás ingredientes.
De preferencia use aceite de oliva extra virgen para que el salpicón tenga un mejor sabor.
Nopales cocidos
Queso panela
Tomate
Cebolla picada
Cilantro
Jugo de limón
Sal
Pasos:
Hervir los nopales en agua por 5 minutos, después escurrir y agregar sal de grano. Dejar reposar por 10 minutos. Enjuagar con agua purificada (para quitarles la baba).
Picar todos los ingredientes en cubos iguales y agregar el jugo de limón.
La cocina mexicana tiene como un gran aliado a los frijoles por muchas razones, como su sabor, propiedades alimenticias, relación costo - beneficio. Por tal motivo existen muchas recetas de frijoles, entre la que destacan los clásicos: frijoles de la olla.
Pero esa no es la única manera de incluirlos en la dieta diaria, otra buena opción es la ensalada mexicana de de frijoles. Esta ensalada consiste en mezcla cebolla, granos de elote, frijoles y jitomate, todo va sazonado al gusto con sal, limón y pimienta. Lo mejor es que la podemos servir con pollo, atún o carne, agregar lechuga, quinoa o arroz integral, es decir, adaptarla a nuestro gusto. También se puede preparar una ensalada de frijoles.
Ingredientes para Ensalada mexicana de frijoles. Receta fácil para 7 personas
Frijoles cocidos - 1 y 1/2 taza
Granos de elote - 3/4 de taza
Jitomates - 3 piezas
Cebolla morada - 2 piezas medianas
Limón - 1 pieza
Cilantro - 2 ramas
Sal - al gusto
Pimienta negra molida - al gusto
Comenzamos poniendo a calentar 1 taza de agua y cuando haya hervido apagamos el fuego.
Picamos finamente la cebolla y colocamos en un tazón el agua caliente. Dejamos reposar durante 10 minutos.
Mientras esperamos, quitamos las semillas de los jitomates y los cortamos en cubos pequeños.
Picamos finamente el cilantro y reservamos.
En un tazón vaciamos los frijoles sin caldo con el jitomate. También añadimos los granos de elote, la cebolla, el cilantro y revolvemos todo.
Salpimentamos y sazonamos nuestra ensalada con el jugo de limón.
Añadimos nuestro cilantro picado, revolvemos y rectificamos la sazón a nuestro gusto.
Notas y Consejos
Para completar nuestra ensalada podemos añadirle aguacate y/o chiles serranos finamente picados. También podemos añadirle cubos de queso fresco o panela.
Cuando esté pochado se saltean las judías cuando estén se saltea la berenjena cortada en trocitos y el calabacín en trocitos y la zanahoria en juliana.
Después dejar cocinar todo junto asta dar la textura que os gusten a mi me gusta al dente.
Colocamos todo en un aro y vamos echándole todo bien colocado. añadimos las hojas de la capuchina y las flores son comestibles.
Aliña con una vinagreta de frutos secos como almendras y avellanas.
En un mortero poner unas pocas almendras y avellanas con sal aceite y lo majas hasta que esté bien picado añadís unas gotas de vinagre balsámico con ello a la hora de servir
Hay que lavar y cortar la lechuga romanita en cuarterones. Corta en cuadritos el queso, el jitomate y el huevo. Coloca todos los ingredientes en un recipiente y sazona con aceite, sal y pimienta. La receta alcanza para 6 raciones.
La última receta de mi vida sin cámara reflex / EL COMIDISTA.
Aunque en mi área de influencia el verano no está siendo especialmente cabrito –traducido: hace calor, pero por las noches se puede dormir–, la cosa tampoco está para cocidos, así que la ensalada y las cosas frescas siguen siendo el plato estrella hasta nueva orden. En busca de esa variedad que le da la vida a la ensalada como concepto -y a todo en general: comer cada día sota, caballo y rey te puede matar de aburrimiento por mucho que te guste el ingrediente en cuestión– nació esta ensalada un poco japonesa, algo chinorri, ligeramente tailandesa y bastante frescachona.
Le añadí un poco de ternera que había sobrado de un roast beef que hice para una cena con amigotes el día anterior para convertirla en plato único, pero la carnaca es perfectamente sustituible por pollo, tortilla a tiritas o huevo duro, gambas o tofu. La idea es que la proteína en cuestión sea una porción pequeña, a modo de acompañamientode un plato vegetal. También podemos usar, directamente, nada más que los vegetales, pero es posible que un par de horas después de la comida nos 'hable la pansita', como decíanPiecitoy sus amigos en alguna de las chiquicientas entregas de En busca del Valle Encantado.
Sé que los cogollos no son una verdura endémica de Mae Hong Song, Cantón u Okayama, pero mis distribuidores de col china –que aunque se llame así se usa también en la cocina coreana, japonesa o tailandesa– han pasado a mejor vida: han cerrado el chiringuito y se han ido de vacaciones, los muy desaprensivos. Aunque no me di por vencida a la primera, los mercados que hay cerca de casa a los que me acerqué en busca de materia prima parecían el set de rodaje de la próxima entrega de The Walking Dead, así que solo me queda aspirar a vuestra comprensión. A pesar de la intrusión 'lechuguística', debo decir que el aliño y el resto de los ingredientes lo compensan con creces, y el sabor en general es alegre, lleno de matices y muy asiático.
Otro ingrediente que le puede ir de coña a este plato es uno de esos mangos que pueden funcionar más como proyectil tierra-aire que como fruta, ácidos y duros, que nunca llegarán a madurar porque se estropearán antes (y por eso los tienen prácticamente regalados en la frutería). Pues precisamente esos mangos imposibles –o su equivalente en versión papaya– de pulpa dura, ácidos y astringentes, brillarán en este tipo de preparaciones, pelados y cortados en bastoncitos.
La mayoría de vinagretas para ensaladas tailandesas en las que me he inspirado –como siempre, de aquella manera– para preparar la que acompaña esta ensalada llevan salsa de pescado o de calamar. Si tenéis y os apetece, podéis ponérsela, pero yo pasé porque: a) las que suelo encontrar en las tiendas de alimentación asiática son un festival del glutamato monosódico añadido para ponerte los ojos en blanco a base deumami,y a mí con el que lleva naturalmente la salsa de soja ya me llega, y b) en ese caso no podría compartir la ensalada con un vegetariano simplemente cambiando la fuente protéica.¿Más opciones para aliñar? Añadir cacahuetes, leche de coco, salsa de chile dulce o sriracha, sustituir el aceite de oliva por uno de sésamo –y eliminar las semillas–, usar vinagre de arroz en lugar de lima... mientras mantengáis las proporciones de grasa-salado-ácido y no se os vaya la olla con el picante y acabéis así, os aseguro que todo irá bien.
Dificultad:
Lo más difícil es que te sobre algo de roast beef del día anterior, pero tampoco es obligatorio ponérselo.
Ingredientes
Para 4 personas
200 g de roast beef (o pechuga de pollo, tofu, huevo duro, gambas, calamar, sepia...)
6 cogollos de lechuga
16 tomates cherry de pera (o de alguna variedad que tenga sabor)
1 pimiento rojo
1 cebolleta grande
2 cucharadas de salsa de soja
1 pepino (o calabacín) sin semillas
2 limas
1 cucharada de semillas de sésamo
3 cucharadas de aceite de oliva suave
Un trocito de jengibre
Chile fresco al gusto (rojo o verde, yo usé ambos)
Cilantro
Preparación
1. Pelar y cortar en tiras la parte blanca de la cebolleta, reservando el tallo. Cortar en tiras finas y marinar con el zumo de una lima, un chorrito de agua y sal para que se marine un poco y pierda algo de fuerza.
Tiempo aproximado: 10 minutos.
2. Lavar y secar los cogollos y cortarlos a lo largo en 6 trozos, eliminando las horas más bastas y la parte del tronco, si la hubiera. Lavar, retirar las semillas y el pedúnculo y cortar en tiras a lo largo el pimiento rojo. Lavar y cortar a lo largo en cuatro los tomates cherry de pera, y hacer bastoncitos con el pepino lavado pero sin pelar.
3. Preparar una vinagreta con el aceite, la salsa de soja, una cucharada de zumo de lima (y un poco de ralladura de su piel), 1/4 de cucharadita de jengibre rallado sin corteza, el sésamo y, si se quiere, el chile.
4. Cortar la ternera en tiras finitas y montar la ensalada poniendo como base todas las verduras con la carne encima, el aliño y cilantro y el tallo de la cebolleta picados para terminar. Mezclar bien, servir y comer al momento (para evitar que las verduras se ablanden por efecto del ácido de la lima).
Aprovechamos los últimos higos de la temporada para darle vida a esta ensalada de pollo y rúcula. El aliño de queso de cabra y miso la convierte en un sobresaliente.
Agosto y septiembre son sin duda los meses álgidos para darle al higo y que nuestro cuerpo baile al ritmo de “asssssssúcar”: es ahora cuando esta fruta está más madura, tierna y sabrosa. Y no, no sólo valen para ponerse tibio debajo de una higuera o para el postre sino que está comprobadísimo que los higos combinan a la perfección con muchos ingredientes salados.
Higos y anchoas, higos y sardina curada, higos y jamón ibérico, higos y mojama, higos y gorgonzola… y por supuesto con guisos y también en ensaladas como esta de pollo, higos y rúcula, que se remata con una crema de queso de cabra y miso que tiene la labor de darle cremosidad al conjunto.
Añadir hojas de perejil a la ensalada no es nada casual ni me he vuelto loca todavía. Lo aprendí de Javi Estévez en La Tasquería y me pareció una idea genial: por un lado aporta un sabor muy característico y fresco, y por otro, me parece que le da todo el rollo al higo, una fruta que tiene una temporada tan corta que antes de ponernos a hacer mermelada con ella tenemos que sacarle el máximo provecho.
La pasta de miso es algo que podéis encontrar en todos los supermercados chinos y que os dará un saborazo a muchísimos guisos y aliños. Los paquetes suelen ser bastante grandes porque rinden muchísimo pero en la nevera la podéis dejar casi ad eternum e ir utilizando de pizquita en pizquita como potenciador de sabor. Os aseguro que más de una noche la diluiréis en un poco de caldo de pollo y os haréis una sopa que resucita a un muerto.
Dificultad
La de hacer una ensalada.
Ingredientes
Para 4 personas
150 g de rúcula
50 g de hojas de perejil
2 muslos de pollo deshuesados con piel
16-20 higos maduros
32 anacardos crudos
100 g de queso de cabra (rulo)
1 cucharadita de pasta de miso rojo
3 cucharadas de leche
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de módena
Preparación
Salpimentar en abundancia los muslos de pollo abiertos sin hueso tanto por la parte de la piel como por la carne. Si se quiere, se puede hacer una marinada con un poco de soja y pimentón dejándolos en la nevera filmados 2 horas para que cojan más sabor.
Calentar ligeramente la leche con el queso, añadir la pasta de miso y triturar muy bien.
Mezclar la rúcula con las hojas de perejil y aliñar con un poco de aceite de oliva, vinagre de Módena y sal.
En una sartén antiadherente calentar bien el fuego y poner los muslos de pollo por el lado de la piel, bajar la temperatura y dejar para que se doren muy bien unos 3 minutos. Luego dar la vuelta y seguir con la cocción por la parte de la carne 2 minutos más o hasta que el pollo esté bien cocinado.
Lavar los higos y cortarlos en gajos (está bien dejar la piel). Mezclar las hojas con los anacardos ligeramente triturados con las manos. Añadir también los higos.
Cortar el pollo en tiras finas, colocar por encima de la ensalada y terminar con un poco de salsa de queso de cabra y miso.
No podía faltar en nuestro recetario el remojón granadino, una de las recetas abanderadas de la gastronomía granadina de reminiscencia árabe. Aprovechando las primeras naranjas que nos trae el otoño y los AOVEs de primera prensa se me ocurrió que la mejor manera de darle uso era con esta ensalada tan nuestra.
Es tiempo de recogida de aceituna, y hace una semanas se produjo el acto de primera prensa de aceite en la Almazara Campopineda, de esa primera prensa surge el AOVE Premium Campopineda, un aceite de oliva virgen extra superior obtenido directamente de aceitunas de cosecha especial de “árboles centenarios”, y sólo mediante procedimientos mecánicos. Un AOVE que es un privilegio tener en nuestras cocinas y que está al alcance de todos.
Vamos con la receta.
INGREDIENTES (las cantidades dependerán de los platos que preparéis):
Naranjas
Migas de bacalao (las compraremos saladas y luego las desalamos)
Cebolleta
Aceitunas negras
Huevo cocido
AOVE Premium Campopineda
Sal
Pimienta
Perejil picado
PREPARACIÓN:
Si usáis un trozo grande de bacalao procederéis a desalarlo durante 24 a 48 horas, cambiando el agua cada seis horas. Si usáis migas de bacalao con 6 horas de desalado será suficiente o incluso podéis poner el bacalao salado directamente, como se hace en algunos sitios de La Alpujarra. Yo lo he desalado y pasado un poco por la plancha, para luego añadir las lascas.
Ponemos a cocer los huevos y cuando estén cocidos llevamos a un bol con agua y cubitos y esperamos a que se enfríen totalmente para pelar.
Pelamos la naranja quitando lo máximo posible la parte blanca que amarga y cortamos en rodajas finas. Disponemos sobre el plato o fuente. Añadimos unos aros finos de cebolleta, también las aceitunas cortadas en rodajitas, los huevos cortados en rodajas también. Añadimos sal.
Disponemos por encima las lascas de bacalao desalado y posteriormente pasadas por la plancha unos minutos. Añadimos pimienta recién molida por encima y espolvoreamos con perejil picado. Por último rociamos con nuestro AOVE de forma generosa. Servimos.
Esta es una ensalada muy famosa y muy popular, que se prepara por todo el mundo. Lo curioso sobre este platillo es que cada cultura se encarga de prepararla con un toque de sus costumbres y tradiciones .
Los Mexicanos la preparan con elote y muchas verduras más que irá descubriendo en el camino. Pero eso no es todo por que también se le da una consistencia cremosa a la ensalada ya que se le agrega mayonesa. Su sabor es dulce, fresco y ligero – perfecta para un lunch.
La ensalada de atún también la puede servir como primer tiempoacompañada de galletas saladas o sobre unas crujientes tostadas de maíz.
Acerca de la Receta
La ensalada de atún es muy fácil de hacer, perfecta para principiantes. Solo hay que cortar ingredientes y mezclarlos.
Compre atún enlatado para hacer esta ensalada. Lo encontrará con agua, aceite vegetal y aceite de oliva básicamente – use el que más le guste.
El elote dorado, que se usa en esta ensalada, también tiene que ser enlatado.
En esta receta también se usan chícharos y los puede comprar enlatados o congelados.
Ensalada de carpaccio de aguacate con pepino aliñado
INGREDIENTES
Aguacate
Pepino
Tomate
Escarola o la lechuga que prefieras
Ajo
Aceite de oliva virgen extra
Zumo de limón
Sal
PREPARACIÓN.
PASO 1 Lo primero que haremos será el pepino aliñado:
Con ayuda de un pelador, iremos haciendo tiras, hasta llegar a las semillas. Reservamos la primera que es toda verde para decorar.
Añadimos un diente ajo muy picadito, y aliñamos con AOVE, zumo de 1/2 limón, y sal. Movemos bien, y dejamos macerar un buen rato en la nevera.
PASO 2 Una vez tengamos el pepino listo, ( para así poder añadirlo rapidamente a los aguacates, y que no se oxiden ), hacemos finas láminas con el tomate y el aguacate.
Haz también unas tiras finitas con la lámina de pepino reservada.
PASO 3 Colocamos en una fuente la escarola, y vamos alternando tomate y aguacate. En este caso la fuente es alargada, pero en una redonda, queda genial la lechuga en el centro, y bordeada por las láminas. Añade un poco de sal a todo.
PASO 4 Colocamos las láminas de pepino por encima de la escarola, y decoramos con las tiritas el tomate y el aguacate. Regamos el conjunto con el aliño del pepino.