Salman saludó y estrechó la mano del emperador y le dijo que estaba feliz de visitar Japón. Salman llegó el domingo acompañado de una delegación que ha empleado para trasladarse a Japón 10 aviones. Se han reservado más de 1.000 habitaciones en hoteles de lujo y se han alquilado 500 limusinas para movilizar a la delegación saudí.
Es el primer viaje al país por un rey saudí en 46 años.