ELECCIONES DE 2019Los presidentes no cumplen con los pactos de Gobierno: motivos para una coalición
Pedro Sánchez firmó un acuerdo presupuestario con Pablo Iglesias y no llevó a cabo ni la mitad de las medidas que tenía a su alcance. Mariano Rajoy y Susana Díaz tampoco cumplieron con los acuerdos de investidura que aprobaron con Ciudadanos. Portugal es otro ejemplo: el Gobierno dejó a un lado a sus aliados de izquierdas y aprobó la reforma laboral con el apoyo de la derecha.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en su encuentro en el Palacio de la Moncloa tras las elecciones del 28-A. EFE
MADRID
01/06/2019 14:49 Actualizado: 01/06/2019 14:49
BEATRIZ ASUAR GALLEGO
@beaasuargallego
Unidas Podemos quiere conformar un gobierno de coalición para garantizar estabilidad política y una agenda progresista. El PSOE, de momento, se niega a esta fórmula, quiere gobernar haciendo uso de la "geometría variable" y sólo ha abierto la puerta a plantear la incorporación de algunos miembros de Unidas Podemos al Ejecutivo. Cómo acabará la negociación es difícil de prever: se esperaba una reunión de Pablo Iglesias y de Pedro Sánchez esta semana. No se ha convocado, hay pocos contactos entre las formaciones y los socialistas tienen pensado negociar gobiernos municipales y autonómicos con Ciudadanos. El partido morado teme que Sánchez vuelva a mirar a su derecha y pacte con el partido de Albert Rivera, aunque Ciudadanos sigue vetando al presidente en funciones.
Los motivos de Unidas Podemos para defender un Gobierno de coalición se pueden justificar con la experiencia de las legislaturas pasadas. La inestabilidad política que tuvo el PSOE al gobernar tras la moción de censura se demostró cuando los partidos catalanes decidieron no apoyar los Presupuestos de 2019 y se convocaron las elecciones. Los socialistas ahora cuentan con 123 diputados pero aún así no tienen mayoría en el Congreso para llevar a cabo iniciativas parlamentarias por sí solos y enfrentarse a la derecha. De hecho, PP, Ciudadanos y Vox suman 147. E Iglesias ya ha avisado en varias ocasiones que si no forman un Gobierno de coalición tendrán, como poco, estos diputados en su contra dejando su apoyo en el aire.
La experiencia de Zapatero durante su legislatura también visibiliza las complejidades de la geometría variable. El socialista consiguió legislar durante un tiempo apoyándose en varias formaciones pero pronto empezaron las complicaciones. Antes de que llegar a la mitad de su segunda legislatura los diferentes líder políticos rechazaron esta fórmula: "El objetivo de este Ejecutivo es la supervivencia, no gobernar ni mucho menos legislar", resumió el portavoz del PNV en el Congreso Aitor Esteban. Izquierda y derecha aseguró entonces que la "escasa producción legislativas" de estos años se debía a la inestabilidad parlamentaria del Gobierno por la debilidad de los socialistas al no ser mayoría.
Pedro Sánchez no cumplió lo firmado con Pablo Iglesias
El ejemplo de los incumplimientos de los presidentes del Gobierno es aún más claro. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron en octubre un pacto que abarcaba más allá de los Presupuestos de 2019. Una batería de medidas y reformas ajenas a las Cuentas del Estado que suponía todo un programa político para revertir buena parte de las políticas y de los recortes de Mariano Rajoy, pero el Ejecutivo no aprobó casi ninguna de las medidas con las que se comprometió el presidente más allá de la subida del Salario Mínimo Interprofesional a los 900 euros.
El Gobierno podía haber aprobado muchas de las medidas que Sánchez e Iglesias firmaron sin los Presupuestos
Aunque el Congreso rechazó los Presupuestos, muchas de las medidas firmadas podían haberse llevado aprobado desde octubre hasta la convocatoria de elecciones. Para algunas contaban con mayoría en el Congreso y para muchas otras ni siquiera se iniciaron los trámites o las conversaciones con el resto de grupos parlamentarios. Por el camino se quedaron algunas medidas como la regulación de los precios del alquiler (que no se incluyó en el decreto de vivienda) o de la factura de la luz, la prohibición de la publicidad de las casas de apuestas, la revalorización de las pensiones al IPC, el plan de choque en dependencia para reducir las listas de espera y en ciencia o la promesa de retirar las medallas a Billy el Niño.
Entre el grupo confederal de Unidas Podemos se preguntan si hubo realmente voluntad del Gobierno de hacer estos cambios porque había reformas que estaban a punto de llegar; la derogación de la ley mordaza a las reformas más regresivas del Código Penal o blindar el "sólo sí es sí". Estos cambios se comparan con lo que sucedió con el voto rogado. "No hubo prisa", aseguran. Se esperó a tener consenso en la Cámara Baja hasta que finalizó la legislatura y las medidas cayeron.
https://www.publico.es/politica/pre...j26-6duaBxuuLL-V6zyGgbQnVNvQURMGyNjBK3S70FugM
Pedro Sánchez firmó un acuerdo presupuestario con Pablo Iglesias y no llevó a cabo ni la mitad de las medidas que tenía a su alcance. Mariano Rajoy y Susana Díaz tampoco cumplieron con los acuerdos de investidura que aprobaron con Ciudadanos. Portugal es otro ejemplo: el Gobierno dejó a un lado a sus aliados de izquierdas y aprobó la reforma laboral con el apoyo de la derecha.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en su encuentro en el Palacio de la Moncloa tras las elecciones del 28-A. EFE
MADRID
01/06/2019 14:49 Actualizado: 01/06/2019 14:49
BEATRIZ ASUAR GALLEGO
@beaasuargallego
Unidas Podemos quiere conformar un gobierno de coalición para garantizar estabilidad política y una agenda progresista. El PSOE, de momento, se niega a esta fórmula, quiere gobernar haciendo uso de la "geometría variable" y sólo ha abierto la puerta a plantear la incorporación de algunos miembros de Unidas Podemos al Ejecutivo. Cómo acabará la negociación es difícil de prever: se esperaba una reunión de Pablo Iglesias y de Pedro Sánchez esta semana. No se ha convocado, hay pocos contactos entre las formaciones y los socialistas tienen pensado negociar gobiernos municipales y autonómicos con Ciudadanos. El partido morado teme que Sánchez vuelva a mirar a su derecha y pacte con el partido de Albert Rivera, aunque Ciudadanos sigue vetando al presidente en funciones.
Los motivos de Unidas Podemos para defender un Gobierno de coalición se pueden justificar con la experiencia de las legislaturas pasadas. La inestabilidad política que tuvo el PSOE al gobernar tras la moción de censura se demostró cuando los partidos catalanes decidieron no apoyar los Presupuestos de 2019 y se convocaron las elecciones. Los socialistas ahora cuentan con 123 diputados pero aún así no tienen mayoría en el Congreso para llevar a cabo iniciativas parlamentarias por sí solos y enfrentarse a la derecha. De hecho, PP, Ciudadanos y Vox suman 147. E Iglesias ya ha avisado en varias ocasiones que si no forman un Gobierno de coalición tendrán, como poco, estos diputados en su contra dejando su apoyo en el aire.
La experiencia de Zapatero durante su legislatura también visibiliza las complejidades de la geometría variable. El socialista consiguió legislar durante un tiempo apoyándose en varias formaciones pero pronto empezaron las complicaciones. Antes de que llegar a la mitad de su segunda legislatura los diferentes líder políticos rechazaron esta fórmula: "El objetivo de este Ejecutivo es la supervivencia, no gobernar ni mucho menos legislar", resumió el portavoz del PNV en el Congreso Aitor Esteban. Izquierda y derecha aseguró entonces que la "escasa producción legislativas" de estos años se debía a la inestabilidad parlamentaria del Gobierno por la debilidad de los socialistas al no ser mayoría.
Pedro Sánchez no cumplió lo firmado con Pablo Iglesias
El ejemplo de los incumplimientos de los presidentes del Gobierno es aún más claro. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron en octubre un pacto que abarcaba más allá de los Presupuestos de 2019. Una batería de medidas y reformas ajenas a las Cuentas del Estado que suponía todo un programa político para revertir buena parte de las políticas y de los recortes de Mariano Rajoy, pero el Ejecutivo no aprobó casi ninguna de las medidas con las que se comprometió el presidente más allá de la subida del Salario Mínimo Interprofesional a los 900 euros.
El Gobierno podía haber aprobado muchas de las medidas que Sánchez e Iglesias firmaron sin los Presupuestos
Aunque el Congreso rechazó los Presupuestos, muchas de las medidas firmadas podían haberse llevado aprobado desde octubre hasta la convocatoria de elecciones. Para algunas contaban con mayoría en el Congreso y para muchas otras ni siquiera se iniciaron los trámites o las conversaciones con el resto de grupos parlamentarios. Por el camino se quedaron algunas medidas como la regulación de los precios del alquiler (que no se incluyó en el decreto de vivienda) o de la factura de la luz, la prohibición de la publicidad de las casas de apuestas, la revalorización de las pensiones al IPC, el plan de choque en dependencia para reducir las listas de espera y en ciencia o la promesa de retirar las medallas a Billy el Niño.
Entre el grupo confederal de Unidas Podemos se preguntan si hubo realmente voluntad del Gobierno de hacer estos cambios porque había reformas que estaban a punto de llegar; la derogación de la ley mordaza a las reformas más regresivas del Código Penal o blindar el "sólo sí es sí". Estos cambios se comparan con lo que sucedió con el voto rogado. "No hubo prisa", aseguran. Se esperó a tener consenso en la Cámara Baja hasta que finalizó la legislatura y las medidas cayeron.
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